martes, 26 de agosto de 2014

Devociones: "Peticiones sin respuesta".

Los líderes debemos orar por asuntos que solo pueden venir por medio de la oración y trabajar por aquellos que solo pueden venir como resultado de nuestro compromiso: 2 Corintios 10:4-5.

        El otro día, en una reunión, escuchaba orar de la siguiente manera a una de las personas presentes "Señor, te pedimos que tu quites de nuestra mente todo pensamiento que te deshonra, y que nos limpies de todo orgullo que te ofende". Cuando la persona terminó de orar, vino a mi mente el versículo que hoy compartimos, y reflexioné acerca de las peticiones que a veces elevamos al Señor en nuestra oración.
    Según este pasaje, no es responsabilidad de Dios quitar los pensamientos que se levantan contra la obediencia a Cristo. El compromiso de Dios, por medio del Espíritu Santo, es traer a luz todo aquello que es pecado en nuestra vida (Juan 14:9). Una vez que lo ha revelado, sin embargo, es nuestra responsabilidad tomar cautivo esos pensamientos y sujetarlos a Cristo. Nuestra Padre celestial no los va a quitar de nuestra mente, porque él nos ha llamado a nosotros a que lo hagamos. En muchas ocasiones confundimos la verdadera naturaleza de nuestra vida espíritual y nos encontramos pidiendo que tenemos que hacer nosotros, e intentamos hacer nosotros cosas que deberíamos estar pidiendo al Padre. No tiene caso pedir que él nos de paz, por ejemplo, porque él ha dicho que la paz será nuestra cuando, mediante la oración y súplica, hacemos conocidos por Dios nuestras peticiones (Filipenses 4:6-7). De la misma manera, nuestra intentos por transformar nuestra vida no darán fruto porque es una obra que solamente puede realizar el Señor (Romanos 8:6-9). Nuestro desafío, como líderes cristianos, es entender las dinámicas de la vida espíritual de tal manera que nuestros esfuerzos estén dirigidos hacia aquellas cosas que realmente hemos sido llamados a hacer, y nuestras oraciones estén dirigidas hacia aquellas cosas que realmente hemos sido llamados a pedir. De esta manera podremos estar seguros de lo que lo que estamos haciendo recibirá la bendición de nuestro Padre  celestial, y evitaremos hacer inversiones que no producirán ningún fruto.
Para pensar:
Un Santo de la Iglesia, W. E. Sangster, resume lo que hoy hemos observado con esta frase: Muchas personas oran por causas que solamente pueden venir por medio del trabajo, y trabajan por cosas que solamente pueden venir por medio de la oración. Reflexione por un momento en su propia vida de oración; ¿dónde están centradas sus peticiones? ¿Qué cargas eleva frecuentemente al Señor? ¿Cuales de ellas requieren mayor esfuerzo de su parte? ¿Cuáles son cosas que solamente al Señor puede hacer?. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario