sábado, 30 de septiembre de 2017

Devociones: "¡Con todo, humano! ".

".....ya sea que....hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios".
                                      (1 Corintios 10:31)

     En las Escrituras , el gran milagro de la Encarnación se desliza en la vida ordinaria de un niño: la magnificencia de la transfiguración se desvanece en el valle del endemoniado; la gloria de la resurrección desciende a un desayuno en la playa. No se trata de un anticlímax, sino de una gran revelación de Dios.
     Tenemos una tendencia a buscar lo maravilloso en nuestra experiencia, y confundimos acciones heroicas por grandes héroes. Una cosa es esperar una crisis con todos los honores, y otra muy distinta pasar de dia en dia glorificando a Dios cuando no hay testigos, ni candilejas, ni nadie que nos preste la más mínima atención. Si bien rechazamos los halos, al menos buscamos algo que haga exclamar a los demás: "¡Qué maravilloso hombre de oración es éste", o "¡Qué mujer más devota es ella! ". Si estás verdaderamente consagrado al Señor Jesucristo, habrás llegado al nivel sublime donde nadie se dará cuenta de ti. Todo lo que se podrá ver será el poder de Dios fluyendo a través de ti en todo momento.
     Queremos el privilegio de decir: "¡Oh, he sentido un maravilloso llamamiento de Dios! " Olvidamos que para llevar a cabo incluso lasa tareas más humildes para la gloria de Dios se precisa del Dios Omnipotente. Encarnado morando en nosotros. Y que pasar inadvertido demanda el Espíritu de Dios en nosotros haciéndonos absoluta y humanamente Suyos. La verdadera prueba de la vida de santidad no es éxito, sino fidelidad a nivel humano. Tendemos a establecer el éxito en la obra cristiana como nuestro propósito, cuando éste debería ser el mostrar la gloria de Dios en vida humana, vivir una vida "escondida con Cristo en Dios" en nuestras condiciones cotidianas (Colosenses 3:3). Nuestras relaciones humanas son precisamente el entorno donde debería hacerse más patente la vida ideal de Dios. 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Devociones: "La Biblia y el teléfono movil".

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
                                   (Salmo 119:105)

    ¡Qué cambio habría en nuestra vida si utilizaśemos nuestra Biblia como usamos nuestro teléfono móvil o celular! La tendríamos siempre con nosotros, a la mano, en nuestro bolso o bolsillo....No dudaríamos en ir a buscarla si la olvidásemos en la casa o en el trabajo. La consultaríamos varías veces al día parta controlar la llegada de un mensaje o para responder. La emplearíamos si tuviésemos algún problema, sería nuestra ayuda. En caso de urgencia, nuestro primer reflejo sería consultarla.
    Y, mucho mejor que nuestro teléfono, la Biblia siempre tiene una red o una linea disponible. Sus mensajes son de una actualidad sorprendente y se aplican directamente a situaciones cotidianas. También tienen palabras de verdad, de consuelo y esperanzaa:
    "No temas, cree solamente" (Marcos 5:36).
    "Ve con esta tu fuerza" (Jueces 6:14).
    "Todos pecaron" (Romanos 3:23).
    "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).
    "Bástate mi gracia" (2 Corintios 12:9).
    "La dádiva de Dios es vida eterna" (Romanos 6:23).
    "Al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
    "Yo vengo pronto" (Apocalipsis 3:11).
    "¿Quién nos separará del amor de Cristo? " (Romanos 8:35).
    Nada "nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:39).
    ¿Conoce en número corto para pedir rápidamente auxilio? Es el 5015: "Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás" (Salmo 50:15).

sábado, 23 de septiembre de 2017

Devociones: "Para esto, tengo a Jesús".

(Isaías 49:13) ......el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.
     Es raro que haya época sin problemas en nuestra vida; pero, a veces, es aterrador cuando aparecen de repente.
    Una mujer vio que toda su familia, excepto sus dos hijas pequeñas, fue asesinada durante el genocidio en Ruanda en 1994. Actualmente, es una viuda entre muchas otras, con poco dinero, pero que se niega a caer derrotada. Ha adoptado a dos huérfanos, y confía en que Dios proveerá para los gastos de comida y escuela de su familia formada por cinco personas. Traduce literatura cristiana al idioma de su país y organiza una conferencia anual para las otras viudas. Mientras me contaba su historia, lloraba; pero, para cada problema de su vida, tiene un remedio sencillo: "Para esto, tengo a Jesús".
     Dios sabe perfectamente lo que estás enfrentando. Isaías nos recuerda que el Señor nos conoce tan íntimamente que es como si nuestro nombre estuviera escrito en las palmas de sus manos (Isaías 49:16). Además, nos ha dado su Espiritu para guiarnos, consolarnos y fortalecernos.
    piensa en los desafíos que enfrentas en este momento y, luego, escribe al lado de cada uno, como un recordatorio de la fidelidad y el cuidado de Dios: "Para esto, tengo a Jesús".
    Señor Jesús, gracias por tu fidelidad y por estar a mi lado en este momento.

                  La vida adquiere perspectiva bajo la luz de Cristo.

   

viernes, 22 de septiembre de 2017

Devociones: "Candados del amor".

(Efesios 4:29; 5:2). Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros....

    Los "candados del amor"son un fenómeno creciente. Miles de personas enamoradas han colocado estos candados en puentes y cercas en todo el mundo. Las parejas graban sus nombres en ellos y los colocan en lugares públicos como un símbolo de su amor eterno. A algunas autoridades no les gusta debido al peligro que pueden general si se colocan demasiados. Algunos piensan que son actos vandálicos, mientras que otros los consideran obras artísticas hermosas y cuadros del compromiso del amor.
     Jesús nos mostró en un lugar público el verdadero "amor eterno". Lo exhibió en la cruz cuando entregó su vida para ofrecer el perdón de pecado. Además, sigue demostrándonos su amor cada día. La salvación no es solo una promesa de vida eterna con Dios, sino también una experiencia cotidiana de perdón, seguridad, provisión y gracia en nuestra relación con Él. El amor de Jesús hacia nosotros es el fundamento del desafío de Pablo a andar en amor para con los demás (Efesios 5:2).
     El amor de nuestro Padre nos capacita para ser pacientes y amables. En su Hijo, nos ha dado el ejemplo supremo y el medio para amarnos unos a otros....para siempre.
     ¿Cómo has aprendido a amar a los demás? ¿Qué podrías hacer hoy para crecer en amor?

                                    Jesús nos muestra cómo amar.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Devociones: "Le dije no a Dios".

He visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabío que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.
                                    (Eclesiastés 8:17)
      Jean Rosatand declara en su libro "Inquietudes de su biólogo": "Cuanto menos creemos en Dios, mejor comprendemos que otros crean". Y en cuanto  el tema de la fe, en el mismo artículo declara: "Me hago la pregunta cada día, sin cesar.....Deje no a Dios afirmando las cosas un poco brutalmente, pero a cada paso la pregunta resurge. Me pregunto: ¿Es posible? Con respecto al azar, por ejemplo, me repito; no puede ser el azar el que combine los átomos. Pero entonces ¿Cómo es posible?....
    Biológicamente me parece difícil explicar incluso una flor mediante el azar. Me falta algo....siempre aparece la misma cadena de preguntas. Les doy vueltas.....Estoy obsesionado, si, obsesionado, si no es por Dios, por lo menos lo es por el no--Dios".
     Apreciamos la sinceridad del científico y deploramos su rechazo a introducir a Dios en su pensamiento. Trata de buscar por sí mismo el gran misterio de la vida, ¡y es en vano! Se queda con las preguntas que no le dan ninguna paz. Pero incluso si hubiese aceptado que Dios llamó todas las cosas a la existencia, sacando los mundos de la nada, todavía no conocería al Dios Salvador. Y la obra de la salvación a favor de cada una de sus criaturas es tan incomprensible como la obra de la creación: Dios dio a su Hijo para salvar a seres moralmente miserables como nosotros. ¿Puede haber algo más grande?
    Dios "hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número".
(Job 9:10).  

martes, 19 de septiembre de 2017

Devociones: "El propósito de la rutina".

Un reloj expuesto en el Museo Británico me impactó por ser una ilustración impresionante del efecto embotador de la rutina. Una pequeña esfera de acero rueda por los surcos en vaivén de una plancha, hasta que golpea una palanca en el otro extremo. Esto inclina la plancha hacía el otro lado, y la esfera comienza  a desplegarse en esa dirección, lo cual hace mover las agujas del reloj. Cada año, la esfera recorre unos 4.000 Km., pero sin llegar a ninguna parte.
    Es fácil que la rutina nos atrape cuando no tenemos un propósito importante. El apóstol Pablo anhelaba ser eficaz en dar a conocer el evangelio: "Yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire" (1 Corintios 9:26). Cualquier cosa puede volverse monótona: viajar, predicar, enseñar y, en especial, estar confinado en una cárcel. No obstante, Pablo estaba convencido de que podía servir a Cristo, su Señor, en toda situación.
   La rutina se torna letal cuando no le encontramos un propósito. La visión de Pablo iba más allá de cualquier circunstancia limitante porque su participación en la carrera de la fe no cesaría hasta cruzar la línea de llegada. Al incluir a Jesús en cada aspecto de su vida, aun la rutina tenía significado.
    Señor, renueva mi visión de dar a conocer a Cristo aun en mis rutinas.

   Jesús puede transformar nuestra rutina en un servicio valioso para Él.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Devociones: "Cuestión de amor".

"Cuando el intelecto y las emociones chocan, el corazón suele ser el más sabio", escribieron los autores de Una teoría general del amor. También señalan que, en el pasado, la gente creía que la mente debía gobernar el corazón, pero que, ahora, la ciencia ha descubierto que la verdad es lo opuesto: "Lo que somos y en lo que nos convertimos depende, en parte, del objeto de nuestro amor".
    Las personas que conocen las Escrituras saben que esta es una antigua verdad y no un descubrimiento reciente. El mandamiento más importante que Dios le dio a su pueblo le otorga al corazón un lugar destacado: "Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas" (Deuteronomios 6:5). Solo a partir de los Evangelios de Marcos y de Lucas, vemos que Jesús agregó la palabra mente (Marcos 12:30; Lucas 10:27). Así que, lo que los científicos están descubriendo ahora, la Biblia ya lo enseñaba hace mucho.
     Los que seguimos a Cristo también comprendemos la importancia de quién es el objeto de nuestro amor. Si deseamos que el Señor gobierne nuestro corazón, nuestra mente se mantendrá enfocada en cómo servirlo, y nuestras acciones impulsarán su reino en la Tierra y el cielo.
    Señor, quiero que te conviertas en el deseo supremo de mi corazón. Guiamé hoy.

    "Cuenta como perdido cada día que no hayas utilizado para amar a Dios". 

Dedvociones: "Fracasar no es la muerte".

El Primer Ministro Winston Churchill sabía cómo levantar el ánimo del pueblo británico durante la Segunda Guerra Mundial. El 18 de Junio de 1940, le dijo a una multitud atemorizada: "Hitler sabe que tendrá que destruirnos  [...] o perder la guerra [...]. Por lo tanto, apuntalémonos [...] y sostengámonos de tal manera que, si el Imperio Británico [perdura] por mil años los hombres sigan diciendo: "¡Esa fue su hora de gloria! ".
    A todos nos gustaria que nos recordaran por nuestra hora de gloria. Tal vez, la de Pedro fue cuando proclamó: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Juan 6:69). Sin embargo, en ocasiones, permitimos que nuestros fracasos sean los que nos define. Después de que Pedro dijo varías veces que no conocía a Jesús, salió y lloró amargamente (Mateo 26:75; Juan 18).
    Como Pedro todos fallamos: en nuestras relaciones interpersonales, en nuestra lucha contra el pecado y en nuestra fidelidad a Dios. Pero "fracasar no es la muerte", como señaló también Churchil. Felizmente, esto se aplica a nuestra vida espiritual. Jesús le perdonó su fracaso al arrepentido Pedro
 (Juan 21) y lo utilizó para predicar y guiar a muchos al Salvador.
     Fracasar no es la muerte. Con amor, Dios restaura a los que vuelven a Él.
  Padre, gracias por tu perdón por medio de la sangre derramada de Cristo.

    Cuando Dios perdona, quita el pecado y restaura el alma.  

sábado, 16 de septiembre de 2017

Devociones: "Ondas de esperanza".

En 1966, el senador estadounidenses Rober Kennedy hizo una visita influyente a Sudáfrica, donde brindó palabras de ánimo a los opositores en su famoso discurso "Una ola de esperanza", pronunciado en la, Universidad de Ciudad del Cabo. Declaró: "Cada vez que un hombre lucha por un ideal, o actúa para ayudar a otros o se rebela ante la injusticia, está generando una pequeña ola de esperanza, y millones de esas pequeñas olas, cruzándose entre sí y sumando intensidad, forman un maremoto capaz de derrumbar los muros de resistencia y opresión más poderosos".
     En este mundo, la esperanza a veces parece escasear. Sin embargo, el seguidor de Cristo dispone de una esperanza final. Pedro escribió: "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos" (1 Pedro 1:3).
    Por la certeza de la resurrección de Cristo, el hijo de Dios tiene una seguridad mucho mayor que una simple ola. Es una corriente asombrosa de confianza en la fidelidad de Aquel que conquistó la muerte por nosotros. Jesucristo, al triunfar sobre la muerte (nuestro mayor enemigo), nos infunden esperanza en las situaciones más desesperantes.
    ¿En quién tienes tu esperanza eterna?

   En Cristo, los desesperanzados encuentran esperanza.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Devociones: "Alejado, pero no abandonado".

Tenía un nudo en la garganta cuando me despedí de mi sobrina la noche antes de que se mudara para ir a estudiar en la Universidad. Aunque ya había estado lejos durante 4 años, también estudiando, esta vez, se iba a otro estado. Antes, podíamos reunirnos después de conducir dos horas y media, pero ahora, estaría a unos 1.300 Km. de distancia. Ya no podríamos juntarnos seguido para charlar. Tendría que confiar en que el Señor la cuidaría.
    Probablemente, Pablo sintió lo mismo cuando se despidió de los ancianos de la Iglesia de Éfeso. Después de fundar la Iglesia y de enseñarles durante tres años, eran como su familia. Al partir hacia Jerusalén, no volvería a verlos. Pero, aunque él se iba, no tenían que sentirse abandonados. Dios seguiría capacitándolos mediante "la palabra de su gracia" (Hechos 20:32) para que lideraran a la congregación. A diferencia de Pablo, Dios siempre estaría con ellos.
     Sea quien sea---hijos, parientes o amigos---, siempre es muy duro decir adiós. Nuestra influencia en sus vidas ya no es igual. Cuando les soltamos la mano, podemos confiar en que Dios los tiene en las suyas. Él puede seguir moldeándolos y supliendo sus necesidades....mucho mejor que nosotros.
     Señor, ayúdanos a descansar en que velas atentamente sobre aquellos que amamos y que están lejos.

 Aunque estemos lejos de los que amamos, nunca estamos lejos de Dios.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Devociones: "Rayos X ".

                  "El hombre se fija en las apariencias, yo me fijo...."
                                             (1 Samuel 16:7)
     Más o menos en el año 1956 ocurrió la historia que os voy a contar. El Club SANTOS (BRASIL) estaba a punto de cerrar un cambio de jugadores de fútbol con el PORTO ALEGRE y le mandaron al presidente de éste dos nombres, para que escogiesen el que creyesen conveniente: eran PAGAO, un jugador consagrado, y PELÉ, un chaval muy joven, el presidente del Porto Alegre mandó un telegrama diciendo "Pelé no interesa, desconocido. Manden a Pagao". Meses más tarde, lamentaban esa decisión unas 200 veces por semana.
    Somos especialistas en apariencias. Medimos y decidimos las cosas de acuerdo "a lo que se ve". Y así nos va. Toda nuestra sociedad está bien "aparente mente". Es capaz de arreglar y desarreglar sus propios problemas, "aparentemente".....y, por lo tanto, encuentra también solución a todas las preguntas trascendentales, "aparentemente". Pocos son los que van al fondo de las cosas. Pocos son los que examinan las situaciones "a rayos X".
      Así andan millones de enfermos ambulantes, sanos "aparentemente" Porque el hombre de hoy es especialista en poner parches en el alma y remiendos en el espiritu. Y nuestra sociedad "cura" depresiones ocasionadas por el afán de tener y el ritmo de vida alocado, (no sólo en la cuestión material, sino en la espiritual, así se explican los millones de personas que necesitan asistencia psiquiátrica debido a las presiones de su propia religión), por medio de sistemas de "meditación", relajación y otras "comeduras de coco". Por lo menos curan "aparentemente".....y no saben que la raíz del problema sigue dentro de su propio corazón.
     A nadie le importa curar "hasta el fondo". Basta con que "aparentemente" las cosas vayan bien, para que todos estén contentos. Si tienen que dedicar algunos días a una filosofía que les "lave el cerebro", o a una "meditación trascendental" que les haga sentirse en otro mundo, no importa. Lo único que importa es que exteriormente no se note que uno está completamente hundido. Lo único que importa son las apariencias.....y muchos se hacen millonarios gracias a la poca inteligencia de los demás.
     Para, por favor. Detente un momento. Deja de confiar en filosofías, religiones, meditaciones, relajaciones y todo lo que quieras añadir....tu problema no se cura desde el exterior. Tu situación no se resuelve cambiando las "apariencias". Necesitas alguien que te mire "a fondo". Alguien que te conozca tal como eres, alguien que no te equivoque, que no te engañe.....alguien que mire tu corazón. Dios mismo. Todo lo demás es poner parches.
   Si sólo prestas atención a las apariencias, te quedarás siempre en la superficie de las cosas.
     Señor, gracias por conocerme como soy, y amarme. Gracias porque eres el único que puedes mirar en mi corazón. Hazlo hoy.   

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Devociones: "Coronas de espinas".

"Trenzaron una corona de espinas y la pusieron en la cabeza de Jesús"
                                           (Juan 19:2)
    Corona de vencedor. ¡Cuántos anhelan tenerla en su frente! Antiguamente, en los juegos deportivos, el vencedor esta premiado con una corona de laurel. Hoy existen otros premios: las medallas, los trofeos, las primas económicas....Uno de los mayores triunfadores de la historia de las Olímpiadas fue AL OERTE, campeón de lanzamiento de disco en los JJ.OO. de Melbourne (1956). Roma (1960), Tokio (1964) y México (1968). Nadíe volvió a lograr semejante proeza.
    Una corona, pero en un momento muy diferente, fue puesta en la frente del Creador del mundo. Jesucristo. Todos recordamos la escena, momentos antes de su crucifisión, los soldados deciden burlarse del Rey de reyes y le colocan una corona de espinas.
    El diablo vivia el momento más feliz de su existencia. Los espinos eran su "insignia". Cuando en el jardín del Edén, el hombre pecó, la primera consecuencia de su pecado fue que la tierra produjo. Donde quiera que existe el mal, allí están las espinas. Cuando el diablo vio la corona de espinas sobre la cabeza del Hijo de Dios, creyó que el futuro era suyo. Había derrotado a Jesús, había logrado colocar su propio escudo en la cabeza del mismo Dios hecho hombre. El mal había vencido para siempre, por lo menos, eso creía.
      La historia no fue así. Aunque el Señor Jesús soportó todos los desprecios y las burlas por amor a nosotros, no terminó derrotado. A pesar de la corona de espinas, de todos los sufrimientos, a pesar de los que escupieron su rostro, a pesar de la cruz misma; a pesar de que lo traspasaron y él entregó su vida....a pesar de todo. Jesús venció. Porque todo lo que soportó, lo hizo por amor a nosotros. Por ti y por mí: todo lo soportó en nuestro lugar, porque era lo que nosotros merecíamos. Incluida la corona de espinas.
    Tres días después de su muerte, el Señor Jesús resucitó. Volvió a la vida. Demostró a los hombres que Él era Dios mismo y que la muerte no tenía ningún poder sobre Él. Es por eso que nosotros tenemos la certeza de que un día vamos a resucitar también. Nuestro Dios es un Dios vencedor y toda la naturaleza lo atestigua también. Él mismo diablo tembló al conocer que Jesús estaba vivo, y sigue temblando hoy.
     En el libro del profeta Isaías, Dios nos dice que un día la victoria será total. ¿La prueba? En lugar del espino, crecerá el ciprés. El símbolo del mal será desterrado para siempre. Jesús es el Vencedor y nunca más el mal reinará en la tierra.
      Sólo un Vencedor llevará una corona de gloria para siempre: Jesús. 

    Señor, gracias por haber sufrido todo en mi lugar. Gracias por haber soportado todas las burlas y desprecios. Ven, reina en mi vida, te pertenece.  

lunes, 4 de septiembre de 2017

Devociones: "No es oro todo lo que reluce".

                              "Salvo, así como por fuego....."
                                                 (1 Corintios 3:15)
    El ciclismo es uno de los deportes más duros que existen. Todos recordamos las caras  de sufrimiento del ciclista cuando sube esos difíciles puertos de montaña, o cuando ya hay más de 200 Km. colgados en sus piernas. Uno de los ciclistas más famosos en Galícia es ALVARO PINO. Quizás el mejor escalador de la década en España, y uno de los mejores de Europa. En el ciclismo también existen reglas que es necesario seguir. Una de las menos conocidas es la de "ir a rebufo": en una prueba contra--reloj está prohibido ir detrás de otro corredor aprovechándose  de su esfuerzo. Cuando vas a rebufo de otro, no necesitas ir muy fuerte porque el que va delante se lleva todos los contratiempos: viento de cara, cansancio, soledad.....
    Uno de los problemas más graves en nuestra sociedad es la cantidad de gente que vive de las apariencias. Van "a rebufo" de otros, se aprovechan del trabajo de otros y del esfuerzo de sus semejantes. Nunca sabes lo que son, porque siempre se esconden cuando algo va mal. Nunca dan la cara. Ni ellos mismos saben lo que son, solamente intentan vivir lo mejor posible, y se pierden en la mediocridad. Es la generación de los productos "light", cosas que son, pero no son. Tienen, pero no tienen. Llevan el nombre, pero nada más.
  Muchos cristianos viven de la misma manera; en un mundo de apariencia e imitación son los dueños. Aparentan ser cristianos y convencen a todo el mundo. Imitan en su forma de actuar a otros cristianos y son capaces de engañar a todos, ¡incluso a ellos mismos! Son los reyes de la apariencia: hacen las cosas sólo para que los vean, y cuando nadie está cerca ¡dejan de comportarse como cristianos! Al final ni ellos mismos saben lo que son.
    Es, sin ninguna duda, el grupo cristiano que más ha crecido en los últimos años. Se compone de gente que asiste a la Iglesia (eso sí, no mucho, no vaya a ser que se contagíe) escucha los sermones y canta (tampoco con mucho entusiasmo, no hay que pasarse) ¡incluso en ocasiones es capaz de hablar a otros de Dios!.....Pero poco más, porque el compromiso y la obediencia no existen en el lenguaje de la apariencia.
     No merece la pena esconderse detrás de los demás. No merece la pena brillar sin tener oro dentro. Lo único que merece la pena es vivir comprometido con el mensaje de Dios.
    Aparentar es el mejor ejercicio que existe para no llegar a ser nada.
  Padre, no quiero vivir aparentando. Examina mi vida y cambia de ella lo que sea contrario a ti. Quiero de verdad parecerme a Ti. 

sábado, 2 de septiembre de 2017

Devociones: "Pablo contrasta las dos cabezas federales de la raza humana: Adán y Cristo".

"Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo" 
                                         (Romanos 5:15)
   EN (Romanos 5:12-21). Pablo contrasta las dos cabezas federales de loa raza humana: Adán y Cristo. Adán fue la cabeza de la primera creación; Cristo es la cabeza de la nueva creación. La primera fue natural; la segunda es espiritual. Tres veces emplea Pablo las palabras: "mucho más", para  enfatizar que las bendiciones que fluyen de la obra de Cristo, sobreabundan muy por encima de las pérdidas contraídas por el pecado de Adán. Está diciendo que "en Cristo, los hijos de Adán ostentan más bendiciones que las que su padre perdió". Los creyentes están mejor en Cristo que lo que pudieron haber estado si Adán no hubiera caído.
    Supongamos por un momento, que Adán no hubiera pecado, que en  vez de comer del fruto prohibido, él y su esposa hubieran decidido obedecer a Dios. ¿Cuáĺ habría sido el resultado de sus vidas? Hasta donde sabemos, hubieran continuado viviendo indefinidamente en el Edén. Su recompensa habría sido una larga vida sobre la tierra. Y eso se habría cumplido ciertamente en su descendencia.
   Mientras continuaran sin pecar, hubieran podido vivir indefinidamente en el Edén; no habrían muerto.
   Pero en este caso de inocencia, no tendrían expectativa de llegar alguna vez al cielo. No habría promesa de ser habitados y sellados por el Espíritu Santo. Nunca habrían llegado a ser herederos de Dios y coherederos con Jesucristo. Jamás habrían tenido ante sí la terrible posibilidad de pecar y perder las bendiciones terrenales que disfrutaban en el Edén.
     Pensemos al contrario, en la posición infinitamente superior que Cristo ha obtenido para nosotros con Su obra expiatoria. Somos bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestes en Cristo. Somos aceptos en el Amado, completos en Cristo, redimidos, reconciliados, perdonados, justificados, santificados, glorificados y hechos miembros del cuerpo de Cristo. Somos habitados y sellados por el Espíritu que es las arras de nuestra herencia. Estamos seguros eternamente en Cristo. Somos hijos de Dios, herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. Estamos tan cerca de Dios y somos tan queridos por Él como lo es Su amado Hijo. Y hay mucho, mucho más. Pero esto es suficiente para mostrar que los creyentes están mejor hoy en el Señor Jesucristo que lo que pudieran haber estado en un inocente Adán.