martes, 31 de mayo de 2016

Devociones:"Yo contaré sus maravillas".

"No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del SEÑOR".
                                   (Salmo 118:17)

    No me canso de repetir que Dios ha sido lo mejor que ha pasado en mi vida. Cada día me siento más enamorado de él, pues no deja de cautivarme su esencia que es puro amor. Mi fuerza, inspiración, capacidades y sueños provienen de lo que él es en mí.
     El día de hoy he escogido este versículo, porque lo percibo y siento como una declaración maravillosa para comenzar un día lleno de retos en el que esperas que sucedan las mejores cosas.
     Pero también es un versículo en el que también puedes declarar que no importa cuánta tristeza, frustración, dolor, enfermedad o lo que sea que estés pasando, eso no te matará. Que serás más fuerte, porque tu naturaleza proviene de un Dios que te ama como nadie y desea las mejores cosas para tu vida.
    Las condiciones negativas que a veces vienen a nuestras vidas, desarrollan en nosotros facultades que no imaginábamos poseer. Creer que cuando vienen los tiempos a los que llamamos malos o difíciles, es donde se prueba nuestro carácter y donde de alguna manera demostramos quiénes somos.
     Pero el salmista dice: "No moriré, sino que viviré y contaré las obras del Señor". ¿Cuántas cosas maravillosas a diario el Señor hace con nosotros. Él hace milagros cotidianos y también muy grandes. Y nosotros no deberíamos callar las obras que él hace en nuestras vidas, sino que deberiamos contarlas cada vez que tengamos una oportunidad. Eso ayudará que la fe de otros vaya en aumento.
     En vez de hablar o relatar de cosas  negativas, podemos comenzar a hablar las grandezas y las maneras en que hemos visto a Dios obrar en nuestras vidas o en las de otras personas. Nuestra boca siempre debe proclamar las maravillas del Señor, porque el Dios que hizo que agua brotara de una peña, sigue estando presente. Jehová el que cuidó del pueblo de Israel en medio del desierto, sigue cuidando a todos sus hijos. Sigue sanando leprosos, proveniendo alimento, sustentando al huérfano y la viuda y levantando bandera cuando el enemigo intenta detenernos.

   Hoy te invito a que comiences a recordar y a declarar las grandes cosas que Él ha hecho por ti y los tuyos. Te deleitarás al ver que nunca se ha olvidado de ti, que siempre ha estado presente en cada etapa de tu vida. 

sábado, 28 de mayo de 2016

Devociones:"¿Cómo ser libre de la masturbación? ".

La masturbación es una de las principales razones por las cuales grandes siervos de Dios e hijas del Altísimo pierden su unción y les priva de la verdadera vida. La masturbación en los hijos de Dios repercute de una manera distinta que aquellos que no han recibido el mensaje de la salvación. Pues su espíritu está muerto. Pero en aquellos cuyas vestiduras han sido lavadas en la sangre de Cristo el realizar esa obra de la carne les acarrea muerte a su vida espiritual.
     La masturbación es una atadura arraigada comúnmente desde la niñez o inicios de la etapa adolescente. En la niñez puede comenzar cómo juegos pre sexuales, los pequeños comienzan a experimentar placer al tocar sus partes y en muchas ocasiones le usan cómo escape a la realidad que se vive en sus hogares. En la etapa adolescente muchos jóvenes le comienzan a realizar por influencias de compañeros de la escuela, cómo resultado de una sociedad bombardeada con imágenes de tipo sexual o porque reciben instrucciones de sus orientadores escolares que es una buena medida para liberar hormonas y evitar embarazos precoces.
    Por lo que antes de convertirse al Cristianismo la masturbación tal vez parecía algo lógico y normal. Pero una vez que esas personas se han convertido al Cristianismo existe una pelea entre el espíritu y las convicciones pasadas del corazón. El desprendimiento de este pecado puede ser difícil para algunas personas porque es algo a lo que están acostumbrados desde hace tiempo. Pero tarde que temprano tendrán que tomar la verdadera decisión de seguir lo que es vano o luchar por la verdadera vida.
      La masturbación es un arma que utiliza el enemigo para robarle a los hijos e hijas de Dios lo que les pertenece: paz, gozo, tranquilidad de espíritu y vida en abundancia. La masturbación es alimentada por la lascivia, la mente de las personas víctimas de este pecado colecciona imágenes que estimulan su sexualidad haciendo concebir la semilla de pecado en sus corazones, hasta que da a luz la masturbación en lo secreto. Aquí es cuando se produce la muerte en sus vidas, pues la consecuencia de su pecado es potencializada por la culpa. Esa voz interior que momentos antes le incitaba a saciar los deseos de la carne, diciéndole que nadie es perfecto, ahora comienza a abofetearle con culpa. Acusándole de no ser digno de la sangre de Cristo.
     Al igual que Adán y Eva las personas víctimas de ese pecado se comienzan a esconder de Dios. La culpa comienza a hacerles creer que el Dios de misericordia no les ve dignos y que ha decidido desecharles. Estas personas cuando se encuentran en sus Iglesias no se sienten dignas de alabar, se sienten sucios de estar frente al altar. Y poco a poco se retiran de lo que les pertenece cómo hijos e hijas de Dios.
     Si tú te has encontrado en esta situación hoy te ruego la mejor noticia. Dios no está airado contigo y lejos de quitarte lo que ya has recibido Él anhela darte mucho mucho más de lo que jamás imaginaste. Jesús, el mismo que te ha dado salvación está dispuesto a caminar contigo de la mano hasta que seas verdaderamente libre en Él. Pero para eso, tú tienes que comprometerte de todo corazón que darás tu mejor esfuerzo. Tu Padre Omnipotente ha mirado desde lo alto tu impotencia ante eso que para Él es solamente un mal habito, y lo quiere echar fuera sumergiéndote en su presencia. Si en verdad estás dispuesto a pelear con todo tu aliento y ser en verdad libre de ese pecado, entonces continúa leyendo.
     Esta será la parte que te toca realizar para ser libre de ese pecado, haciendo tu mejor esfuerzo. Así cómo le hizo Jesús al ir a la Cruz.
   1-. Arrepiéntete. Voltea tu rostro al cielo y pídele perdón a tu Dios. De la misma manera en que un hijo desprotegido y arrepentido busca alivio en los brazos de su padre. Ponte a cuentas con Él. Te sorprenderá el amor y misericordia con que te responderá. Pues Él sigue confiando en ti, confía más en ti que tú mismo. Y te ve cómo glorioso/ príncipe hermoso.
   2-. Fortalécete Espíritualmente. Dedica tiempo a solas con Dios. Haz un hábito la lectura de su palabra. Sumérgete en la palabra de Dios, lee la Biblia de una manera ordenada, interésate por conocer más a tu Dios y su presencia echará fuera todo malestar de tu vida. Todas las noches antes de dormir entrégale el día que ha pasado, reconociendo errores y aciertos. Y agradeciéndole por su gracia. Pero jamás te sientas culpable por lo sucedido en un día, solamente reflexiona e intenta ser mejor. Cada mañana agradécele al Señor por todas tus bendiciones, hazlo aunque te parezcan algo sin trascendencia: agradece por un día más de vida, agradece por haber sido rescatado de las tinieblas, agradece por tener alimento y un techo dónde vivir, agradece por la familia que está con vida, agradece por tu salud. En lugar de levantarte enumerado lo que te falta, mejor levántate contando cada uno de los regalos que te da Dios y bendice su nombre por ello.
    Además ayuna, que esto te dará más poder para ser totalmente libre. Comienza as hacerlo un habito, al principio intenta medio día, después un día completo. Si padeces de alguna enfermedad o condición física diferente consulta a tu médico en lo referente si eres acto o no de hacerlo.
   "¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ".
                                           (Isaías 58:6)
     3-. Cuida tus ojos. Todos los días en las mañanas orarás a Dios pidiéndole que proteja tus ojos y que les guarde de ver aquello que te hace daño. Tal vez en el transcurso del día sin planearlo volverás a ver imágenes que no te deifican, no te sientas culpable solamente voltea tu mirada y sigue avanzando. Durante el tiempo en que estés en este proceso evitarás ver programas, películas, revistas, páginas de internet que tengan material que incite al pecado. Guarda tus ojos y así guardarás tu corazón.
    4-. Solo avanza. En este proceso encontrarás obstáculos. Eso que te ha atado tal vez intensificará sus ataques contra tí, y el enemigo lance dardos envenenados a tu mente. 
    "Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por lo ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti".
                                            (Isaías 43:1-2)
    Debes de tener la certeza de que aunque el fuego aumente su intensidad, nada te pasará. Y al contrario en vez de desanimarte por recibir ataques, debes de estar más gozoso y seguir avanzando con la certeza de que cada vez está más cerca tu galardón.
   5-. Nuevas vestiduras. Declara constantemente esta promesa de Dios sobre tu vida, con entendimiento al recibir tu nueva identidad principalmente para tu mente.
    "Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas".
                                        (Zacarías 3:4-5)
   "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;he aquí todas son hechas nuevas".
                                      (2 Corintios 5:17)
   6-. Da tu mejor esfuerzo. Todo lo que el Señor tu Dios pide de ti es que des tu mejor esfuerzo. Practica estos consejos lo mejor que puedas y aléjate de situaciones que comprometan tu santidad (estar a solas  en lugares y horas que propicien el pecado, propagaste con tu pareja, aléjate de platicas que te contaminen etc.). Huye del pecado, no te acerques al pecado para que no te alcance. No te expongas a situaciones de riesgo. Permítele a Dios darte la corona de vida que te ha prometido.
    Tal vez en este proceso puedas caer y para esto Dios te da de su gracia y misericordia. Más sin embargo tienes que dar tu mejor esfuerzo y no pecar deliberadamente, pues esto fortalece el pecado. Recuerda que cada vez que caes retrocedes parte del camino que has avanzado por lo que es crítico no caer. Con el paso del tiempo volverás hacía atrás y te darás cuenta que ese pecado ha desaparecido de tu vida. Al ir avanzando Dios que es bueno te permitirá ir palpando la corona de vida que ha reservado para ti, y aquellos ataques del enemigo que antes tenían fuerza se volverán insignificantes. Pues el enemigo se anida en la carne y mientras más avances en santidad el perderá su poder en ti y tendrás más paz.
   
   "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman".
                                         (Santiago 1:12) 
      

lunes, 23 de mayo de 2016

Devociones: "La Obediencia como prueba de nuestra fe".

"Porque vuestra obediencia ha venido a ser notorio  a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seas sabio para bien, e ingenuo para el mal".
                                      (Romanos 16:20)

   Siempre en mis devocionales escribo algo sobre la obediencia, pero sin profundizar mucho y a la verdad, creo que es un tema que bien merece más profundidad, pues es esencial, primordial, y fundamental para entender nuestra vida cristiana y espiritual.
     Por los comentarios que puedo leer de los amados lectores y por mi propia experiencia, he podido deducir que el cristianismo es algo muy simple y sencillo, pero a la vez complejo, a veces difícil de entender y definitivamente verdaderamente fundamental y transcendental; es una puerta estrecha que nos lleva por caminos desconocidos, que nos enseña acerca de la vida y como debemos conducirnos en ella, pero también nos habla de una realidad espiritual que podemos experimentar paulativamente e ir madurando y creciendo en gracia, amor, sabiduria y paz; inicialmente somos como bebes espirituales (venimos a tener un segundo nacimiento en el Espiritu); aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador y aunque aparentemente nuestra vida continúe igual, con todas sus contradicciones y frustraciones, ya nuestra vida nunca mas volverá a ser igual; esa semilla de vida que fue sembrada en nosotros, comienza a crecer y a fortalecerse hasta llegar a ser un arbusto, arbolito o un frondoso árbol cuyos frutos comienzan a brotar y sea imposible ocultarlos.
    Y a la base de este crecimiento, madurez y frutos, es una sola: La Obediencia. Soy consciente que hablar de obediencia es más que practicarla, porque yo mismo acabo de pasar por un proceso donde tengo que escoger entre mis propios sentimientos y deseos, lo que quiero y lo que puedo, lo que no y confrontándome a mi mismo, he llegado a la conclusión que aunque yo quisiera, ya no puedo seguir mis propios pasos, ni siquiera hacer mi entera voluntad conforme a mi me plazca, ni apoyarme en mi propia sabiduria o lógica. La vida que ha crecido en mi (en Espíritu) no me lo permite, pues amonesta mi conciencia, me roba la paz y me siento intranquilo, pues ya no soy ni sordo ni ciego para no entender, ver y discernir la voz de Dios.
    La vida cristiana o espiritual es un regalo maravilloso que junto con el amor de Dios, aprecio por encima de todas las cosas y por nada en el mundo voy a sacrificarlos, antes bien, traigo a mi mente el conocimiento que tengo de Dios y su Palabra y hago lo que allí dice que haga (aunque no entienda porqué): orar y poner delante de Dios mis peticiones y esperar, dejar que sea él quien determine si lo que le pido es viable o no.
    Seamos nosotros también fieles a su Palabra en completa obediencia y sujeción y antes de tomar cualquier decisión que pueda dañar esa perfecta relación con Él, medita, ora, consulta qué dice La Biblia sobre el tema y pon tu asunto en manos de Dios, pero no te apartes, sigue ese camino que Jesús abrió para ti, hasta que todos lleguemos a la altura que Dios quiere que lleguemos.

   Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
                                            (1 Pedro 1:23)   

viernes, 20 de mayo de 2016

Devociones:"¿Cual es el secreto? ".

Es interesante ver como unas personas pueden crecer y fructificar en el Señor de una manera notable, mientras que otras pasan los años y siempre las vemos iguales. Para esta verdad espiritual quiero referirme al Libro de Josué y específicamente a la historia de Caleb. La vida de este gran hombre de Dios contiene el gran secreto para una larga y poderosa vida espiritual. No tan solo se mantuvo con energías físicas, sino con una compostura espiritual que lo llevo al éxito en las postrimerías de su vida.
    Descubrimos en la vida de Caleb algunos principios que necesitamos para correr y finalizar la carrera en la vida cristiana. En primer lugar, se entrego totalmente al Señor; todos los demás principios se derivan de este. Caleb sirvió al Señor completamente, no a medias. Caleb vivió casi 40 años con una nación incrédula, rodeado de gente que no amaba a Dios de corazón. Cuando la mayoría hablo en contra de Dios. Caleb mantuvo su fe en Dios. Con probabilidad fue amenazado al anonimato, al ridículo. Pero sabía a quien servía. ¿Cuál fue el secreto para llegar hasta Canaán cuando la gran mayoría  se quedó en la frontera? ¿Cómo pudo estar rodeado de incrédulos y no perder su fe? ¿Cómo pudo estar en el desierto más de 40 años y seguir suspirando por Canaán? Es interesante ver como Caleb busco la aprobación de Dios y no el aplauso de los hombres. Lo más fácil habría sido seguir la mayoría, a la multitud para no quedarse solo en su lucha. Sin embargo, por cuanto era un hombre fiel y servidor de Dios, se mantuvo firme a favor de la verdad.
    En ocasiones a través de nuestra vida cristiana somos tentados a seguir a las mayorías (aunque no tengan la razón). Muchos siendo amenazados con la marginación y la soledad se unen a personas y a grupos para hacer escarnio de otras personas. Puede que tu fidelidad a Dios te haya traído como consecuencia resultados dolorosos. Por temor a que nos critiquen preferimos rendirnos ante el que dirán. ¿Es este tu caso? Si es así, te invito a que honres al Señor en tu vida y que al igual que Caleb desafíes a aquel que se oponga a que tu alcances la meta y tu objetivo. No te rindas.
    Caleb fue tentado a mirar a los gigantes y salir huyendo, en vez de mirar al Dios que tantas veces los habría librado del enemigo. Recuerda que hay una recompensa para ti, al igual que la tuvo Caleb cuando finalmente fue gratificado con Hebrón.

                                 ¡Jehová hará cambiar tu historia! 

lunes, 16 de mayo de 2016

Devociones: "No te permitas perder a tu primer amor".

"Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra tí, que has dejado tu primer amor".
                                      (Apocalipsis 2:2-4)

     Yo no sé si en algún momento te has detenido a meditar y pensar que tu relación con Dios es bien parecida a la de un noviazgo o matrimonio. No importa los años que lleves casado (en este caso sirviéndole a Dios), es necesario cultivar la relación. Y que para que el amor no se pierda o disminuya hay que alimentarlo con detalles. Pero no solo los detalles son suficientes, también es muy necesaria la comunicación para que no haya distanciamientos.
      Ayer hablaba con dos de mis alumnos en la Iglesia y les explicaba el hecho de que cómo iban a sentir necesidad de Dios, si ni siquiera sacaban tiempo para platicar con él. Si otras cosas ocupaban su lugar y eran más importantes que la necesidad de hablar con él, buscarle y contarle las cosas que estaban atravesando. Porque precisamente en la cotidianidad, en medio de ese tiempo que tú compartes y estableces un vínculo con el ser amado, de ahí es que nace la necesidad de buscarle y de estar con él.
     A veces en los matrimonios hay crisis porque una de las partes se distancia demasiado. En este caso, Dios nunca se distancia de sus hijos porque los ama, sin embargo, somos nosotros los que muchas veces nos desenfocamos y damos prioridad a otras cosas. Entonces nuestro amor se va secando cual plantita. Comienzas a no sentir deseos de orar, leer su palabra, ir a la Iglesia o hacer las cosas que antes con tanta pasión hacías. Ya no te causa placer hacer cosas para él.
    Olvidas que un día, cuando decidiste entregarle tu corazón a Dios, hiciste un pacto de fidelidad y de permanecer en tiempos buenos y malos a su lado. Se supone que no hay un "divorcio" entre tú y Dios. Sino más bien que busques la manera de volver a enamorarme y enamorado de él. ¿Ya se te ha olvidado decirle frases lindas al oído? ¿Qué pasó con tu tiempo, ya no hay espacio en tu agenda para salir a caminar con él, o sentarme en calma a contarle las cosas que te pasan durante el día?.
     Lo más triste es que cuando permites que tu relación con Dios se deteriore, cuando dices que tu amas de la boca para fuera, pero tus hechos le demuestran lo contrario, lo lastimas, haces que llore por ti. En esta relación, él no ha hecho nada malo. ¿Entonces por qué distanciarte?.
    Hoy es un día bueno para renovar tus votos matrimoniales con Dios. Para recordar ese momento en que le diste el sí por primera vez y tu vida comenzó a cambiar. Hoy puedes comenzar a enamorarte como aquella vez cuando sentías tu corazón palpitar y no podías pasar mucho tiempo sin saber que él estaba cerca de ti.
  
    ¡No permitas que tu relación con Dios se enfríe, no pierdas tu primer amor!

domingo, 15 de mayo de 2016

Devociones: "Él siempre lo hace".

Tal vez no suceda en el momento en el que más lo deseo, pero si en el que más lo necesito. Tal vez no venga envuelto cómo yo le esperaba, pero definitivamente siempre es más glorioso. Quizás no lo haga cómo yo se lo sugerí, pero siempre hace lo mejor para mí. Hablo acerca de las bendiciones de nuestro Dios, quien lejos de desilusionarnos siempre se las arregla para darnos lo mejor.
    Quizás Él desaprobó que aceptaras un trabajo que se veía jugoso económicamente porque prefirió que invirtieras más tiempo en su reino, pero a los pocos meses Él abrió las compuertas del cielo mandándote la recompensa por haber invertido en lo que realmente sacia. Quizás hiciste un gran "berrinche" ante su altar cuando claramente escuchaste la voz de nuestro Creador diciéndote "deja a esa persona", lloraste e hiciste todo un teatro, pero a los pocos meses estuviste en los brazos de aquella persona que en verdad es carne de tu carne, y tomó sentido. Tal vez por instrucciones de tu Dios abandonaste ese ministerio que tanto empeño, amor y horas le invertiste, te dolió en lo más profundo abandonar esa viña en la cual has invertido tu vida para internarte en lo desconocido, pero una vez que dio fruto esa semilla tuviste entendimiento de que Dios de nuevo te dio lo mejor.
    ¿Por qué en ocasiones decidimos engendrar nuestras bendiciones, en lugar de esperar en Dios lo mejor? Así cómo Abraham decidió engendrar un hijo con su criada porque su esposa aun no había concebido un hijo de parte de Dios; cada vez que nos desesperamos al no ver en lo natural lo que Dios ha prometido que hará por medio de nuestra fe, y decidimos darle una "ayudada"  a Dios al acelerar la bendición, estamos engendrando bendiciones de la carne.
      Las bendiciones engendradas de la carne en apariencia suplen la misma necesidad pero en nuestro interior jamás sabrán igual. Dichas bendiciones traen felicidad en el momento, pero tarde que temprano traerán lágrimas. Por lo que si aun no has recibido aquella bendición legitima del cielo; esa que solamente a ti te pertenece y lleva inscrita tu nombre, no la pierdas engendrando algo que nazca de emociones. Espera un poco más en tu Dios, y cómo siempre Él te dará lo mejor.
    A ti estás a punto de tomar esa importante decisión; pero algo en tu interior no se encuentra aun alienado, el Señor Dios te dice: "Espera un poco más y te daré cómo siempre lo mejor".
     Mientras tanto haz memoria de todas las veces que Él lo ha hecho. De todas las maravillosas sorpresas que te ha dado, de todas las bendiciones que siempre a tiempo te ha enviado. Pero sobre todo recuerda que Él siempre lo hace.

        "Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y él actuará".
                                         (Salmo 37:5) 
     

viernes, 13 de mayo de 2016

Devociones:"Viviendo por Tí".

Hoy te voy hablar de algo que de seguro sabes muy bien, es la historia mas conocida del mundo:
    El hombre camina ensangrentado y moribundo, con algunos harapos que apenas lo cubren, su cuerpo esta totalmente deforme, y mira su rostro, es increíble como sangra, y esta tan deforme que es casi imposible reconocer a aquel hombre que antes era tan bello y de hermoso semblante, camina a duras penas recién acaba de sufrir un brutal azote, y para terminar de completar su tortura en sus hombros carga un pesado madero, lo cual no hace mas que darle mucho más sufrimiento, su caminar es lento, pero va andando con la mirada amorosa que siempre lo caracterizó, sangrado y moribundo camina lento y continuo, lo vemos subir una empinada cuesta hacía un monte y el dolor  que siente, se hace mas intenso, se nota en su rostro, cada paso que da, es una tortura, pero no hay nada ni nadie que lo pueda hacer desistir, mucho menos dudar, El tiene una meta, una misión y la cumplirá, cueste lo que cueste, si puedes imaginar su rostro deformado, pues déjame decirte que eso no es todo, aun falta lo peor, al final llega a la sima de la montaña, rápidamente los soldados lo desvisten y lo acuestan sobre una cruz, y sin pausa ni compasión, traspasan sus manos y sus pies con inmensos clavos que lo sostendrán hasta que muera desangrado, por delante le espera la mas grande agonía que alguna vez se ha vivido y que nunca mas se volverá a vivir, se le escucha llamar a su Padre en su desesperación y agonía cree que lo abandonó, y que se quedó solo; las personas lo insultan, lo escupen, y le gritan, los soldados lo vigilan, y el dolor aumenta, por momentos siente que el espíritu se le sale del cuerpo, y cuando siente que ya no puede más, expira y muere, el Hijo de Dios acaba de entregar su vida por los pecados de el mundo entero, por tus pecados y mis pecados, y murió desangrado y agonizando de tanto azote y dolor, por ti y por mí.
    Te dije al principio que la historia de la que te iba hablar era bastante conocida, pero lo que hoy quiero que entiendas es algo que muchos, sino al mayoría de los creyentes pasan por alto, y es que al preguntarle a un creyente, con respecto al sacrificio de Jesús en la cruz, responden: ¡si, lo hizo por amor!, ¡somos salvos por gracia!, y ¡su sangre pagó mis pecados! Y muchas otras expresiones que llevan más que una confesión, un conformismo disfrazado de espiritualidad, y es que todos sabemos que somos salvos por gracia, eso no es ningún secreto, pero no basta solo con saber o creer que ya su gracia nos salvo y hasta ahí nada más, no es suficiente con creer que su amor ya hizo todo el trabajo y que nosotros debemos de vivir el resto de nuestra vida descansando, sabiendo que su amor es eterno y que no importa lo que pase el nunca nos va a dejar de amar, eso no es espiritualismo, sino que es pereza disfrazada de espiritual.
    Todos sabemos que su gracia nos salvo, pero lo que muchos no saben es que eso no fue todo, que aun queda algo que tu y yo debemos de hacer, y eso es, hacer que su sacrificio valga la pena, vivir cada día haciendo que la muerte de Jesús en la cruz en realidad hace un cambio en tu vida, hacer hasta lo imposible por que Dios sea gloriado, hacer que cada día el Señor se sienta orgulloso de ti, que cada día el Señor piense que si tuviera que volver a morir en la cruz, lo volveria hacer, por que ya vio que el sacrificio que ya hizo valió la pena, hacer que cada día el Señor sonría y orgullosamente diga: este es mi hijo.
     Yo no sé tú, pero yo un día me pus ea pensar: cual será mi meta en la vida, cuando sabré que logre alcanzarlo todo, y lo único que se me ocurrió, fue esto: voy a levantarme cada día, como si fuera el último de mi vida, cada mañana daré lo mejor de mí, todo para que cuando llegue al dia en el que vea a Dios cara a cara, el me vea y que me de un guiño de ojo, una sonrisa y me diga, te amo; y eso se a convertido en mi meta, todo lo que hice, todo lo que hago y todo y todo lo que haré, será solo para algún día ganarme ese guiño de ojo del creador, del que acomodo el cosmos en su lugar, del amor de mi vida, del que hizo cada célula de mi cuerpo.
     Ahora quiero que pienses en cual es tu meta, que desearás que Dios te dijera cuando al fin lo veas cara a cara, piénsalo, y luego medita en que estas haciendo para ganarte eso, es suficiente para ganarte eso que quieres.
     Para concluir dejarme decirte que hoy puede ser el último día de tu vida, y si Dios en su infinita misericordia te concede un dia mas de vida, yo quiero que vivas ese día haciendo que el sacrificio de Jesús valga la pena, viviendo cada día por el SEÑOR.
   

domingo, 8 de mayo de 2016

Devociones:"Sorpresas".

Hace pocos días hallé en la librería donde habitualmente hago mis compras, unos sacapuntas muy originales y vistosos. Parecen más bien juguetes, que sacapuntas para los lápices. Tomé tres de ellos y se los traje a mi hija, que ho estudia en una escuela de artes.
     Su carita de entusiasmo y alegria cuando los saqué de mi portafolios y se los fui entregando uno a uno, me hizo recordar cuando era chiquita. "¡Cierra tus ojitos y abre tus manitas! " le decía cuando era una pequeña niñita. Ella cerraba sus ojos y extendia sus manitas confiada y entusiasmada en la certeza de que el presente no la dejaría decepcionada y que por otra parte, fuere lo que fuere, sin importar su valía ni tamaño, siempre procedía de lo profundo del corazón de papá o de mamá. Esto último le otorgaba un valor añadido al regalito, lo presente más valioso del mundo.
   Hoy en día, me parece que tendría que ponerle las llaves de un auto en su mano como para sorprenderla. Sin embargo, el sorprendido sigo siendo yo. Todavía, a pesar de sus 18 recién cumplidos, es capaz de sorprenderse con un presente simple y sencillo como un sacapuntas vistoso y original para sus lápices de artistas.
    Pero hay algo que hoy me emociona y sorprende tanto como el dulce encanto de mi amada hija al recibir ese presente, y esto es la Gracía de Dios obrando en mi vida.
    Honestamente ya no recuerdo cuando fue la última vez que le dije al Señor "Sorpréndeme". Y es que debo reconocer que la naturaleza caída de Adán, aún me juega zancadillas. A veces siento temor de que al poner mi vida completamente en Sus Manos, el presente recibido no me guste, o no sea lo que quiero y espero.
    Afortunadamente, hay al menos dos declaraciones en la Palabra de Dios que me infunden confianza y tranquilidad, en la certeza de lo que me da, procede de lo profundo de Papá Dios y de su infinito amor por mí:

    Porque mis pensamientos no son vuestro pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
                                           (Isaías 55:8)

      Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
                                        (Romanos 8:28)

jueves, 5 de mayo de 2016

Devociones: "Tú puedes porque eres mi hijo".

"Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones".
                                       (Filipenses 4:13)

     Hay cosas de las que no puedo dejar de escribir, situaciones de mi diario vivir que me muestran de una forma especial las maneras de actuar de Dios. Momentos en los que pareciera que Dios me abre el entendimiento espiritual para mostrarte una verdad.
      El Domingo andábamos de compras en un lugar y mi hijo corria de un lado a otro, subía y bajaba gradas y andaba felíz, libre, jugando como todo un niño. Yo lo veía y el se escondía, estaba disfrutandolo, cuando de pronto se enfrentó a una grada a la que considero que no podría saltar. En ese momento el se detuvo y me volvió a ver como diciéndome que no podría, en momento entendí que tenía miedo y sin pensarlo le dije lo siguiente: "Tú puedes porque eres mi hijo", en ese momento el lo intento y pudo.
     De pronto sentí algo dentro de mí que comenzó a ministrarme y a hacerme reflexionar sobre lo que sin pensar había dicho:"Tu puedes porque eres mi hijo", lo que quería decirle a mi hijo es que el tenía la capacidad para hacerlo y que no había problema porque yo estaba allí para cuidarlo.
     Y es que a veces vamos por la vida con temor de no poder hacer esto o no poder hacer aquello, cuando en realidad todo está basado no en mi poder, no en lo que yo pueda, sino en lo que Dios hace en mi o a través de mí.
     Todos tenemos la misma capacidad para salir adelante, todos tenemos la misma ayuda de Dios si tan solo lo permitimos ayudarnos. El está allí viéndote cómo vas de un lado al otro, como a veces te quieres esconder, pero el siempre te encuentra. El está en su trono observando todos tus movimientos y cuando llegas a una grada que consideras que no puedes saltar o a la que le tienes miedo el te dice: "Tú puedes porque eres mi hijo".
    Quizá estos días te has enfrentado a esas gradas que consideras que no puedes saltar, el temor te ah invadido, la zozobra se ha apoderado de ti, hay tanta integridad de que no podrás que pareciera que ya estás vencido sin antes intentarlo, mas en este día Dios quiere recordarte que eres su hijo y que por lo tanto TODO lo puedes en Él.
    El enemigo ha querido intimidarte, hacerte creer que no podrás, que es demasiado para ti, pero Dios sabe que puedes. El sabe que tienes la capacidad para salir adelante, que eso no te detendrá, porque tú eres su hijo y Él es tu Padre.
    Amados, nunca olvides de quien eres hijo, jamás se te olvide que tu Padre está contigo y que junto a Él eres un VENCEDOR.
   Hoy Dios te dice:

                             "Tú puedes porque eres mi hijo"  

martes, 3 de mayo de 2016

Devociones:"Que los comentarios de la gente no te destruyan".

"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo".
                                       (Gálatas 1:10)

      En algún momento de mi vida mi mayor anhelo era quedar bien con todas las personas, tratar la manera de agradarlos en lo que pudiera para que manejaran un buen concepto de mí.
     Obviamente no lo lograba, siempre había quienes por más bien que tratara de hacer las cosas, tenían un comentario negativo acerca de lo que hacía.
    Durante mi vida en el Ministerio he aprendido a vivir con comentarios positivos y también negativos, comentarios de gente que valora nuestro esfuerzo y nuestras ganas de hacer cosas para Dios, así como también con comentarios de personas que jamás ven algo bueno en nosotros y que siempre hay algo malo a lo que apuntan con dureza.
    Quizá tú también en algún momento de tu vida has sido víctima de comentarios negativos, de gente que a pesar que te esfuerzas por quedar bien con ellos, nunca lo logras. Quizá en este momento te sientes mal contigo mismo, porque cierta persona ha comentado de ti cosas que no son ciertas y eso te ha llevado a bajar tu ánimo, a entrar en una especie de depresión y a dudar d elo que Dios puede ahcer contigo.
     Hoy quiero animarte a que no permitas que esos comentarios de gente negativa, a que esos malos comentarios lejos de destruirte solo sean un motivo más por el cual esforzarte. Te lo dice alguien que lo ha vivido en carne propia, te lo escribo no porque me lo han contado, sino porque lo he vivido.
     Si en un principio cuando Dios me permitió iniciar todos estos ministerios, yo hubiera hecho caso a los malos comentarios, a las críticas negativas o a las burlas que mucha gente lanzó en contra de mí, creo que hoy no estarías leyéndome ni mucho menos visitando este sitio.
     Y no es que yo sea un súper cristiano, estoy lejos de lograrlo, soy una persona normal, con luchas diarias como tú, pero si algo Dios me ah enseñado es a no detenerme por comentarios que no son ciertos. A mí me importa lo que Dios piense de mí y si Él me llamo a quien le debo mi servicio es a Él.
     Siempre habrán personas que no miraran lo bueno de ti, sino que siempre juzgaran lo malo, siempre habrán personas que lejos de animarte a seguir, querrán evitar que sigas, pero depende de cada uno de nosotros dejarnos manipular por esos comentarios que JAMÁS SERÁN DE DIOS, porque Dios nunca te desanimarían a servirle o hacer cosas para Él.
     Es un buen tiempo para reflexionar sobre esas voces negativas que has escuchado y evaluar si realmente es de Dios o no, estoy seguro que no tardarás mucho para darte cuenta que esa no es la voz de Dios, entonces, si no es la voz de Dios, ¿Por qué te sientes mal?, ¡Vamos!, ¡Levántate y no dejes que el enemigo logre su objetivo contigo!.
    El enemigo sabe que tú tienes un potencial tremendo que de ser explotado en el Señor le arrebatarías muchas almas, por lo tanto lanzara toda clase de ataques contra tu vida para desanimarte, tratara por medio de comentarios negativos echarte para atrás y que no prosigas, porque eres peligroso para él, porque sabe que de la mano de Dios puedes lograr TODO lo que te propongas.
     ¡Es hora de hacer oídos sordos a esos comentarios destructivos!, no permitas que tus oídos se conviertan en un basurero del diablo, en el que echa toda clase de peste para que no logres tus objetivos.
    Tenemos que aprender a avanzar a pesar de cualquier cosa, a proseguir a la meta, a nunca darnos por vencidos menos por comentarios que no son los que Dios tiene acerca de ti y de lo que haces.
    Nunca te rindas, porque si te rindes nunca sabrás hasta donde podías llegar con la ayuda de Dios.

    Hoy te invito a que no te dejes intimidar por comentarios negativos, a que no le sigas prestando tu valiosa atención a esas palabras que no traen ningún provecho, se fuerte, esfuérzate por cumplir el propósito para el que  fuiste llamado y recuerda siempre que NO ESTAS SOLO, que Dios es quien pelea las batallas por ti y quien está a tu lado, nunca desmayes, AVANZA SIN TEMOR.

               Tú no eres de los que retroceden, así que AVANZA.  
         
                         

domingo, 1 de mayo de 2016

Devociones:"Levantémonos las manos para ganar".

Éxodo 17:8-16 registra la guerra del pueblo de Israel contra los amalecitas.- Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. "Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecia; mas cuando él bajaba su mano, prevalecia Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenian sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada
 (versículos 11-13).
     Dice un conocido reflán: "que en la unión está la fuerza). A través de la Biblia Dios nos deja conocer la importancia que tiene para él la unidad y la armonía. Lo vital que es el compañerismo, las buenas relaciones y la unión de fuerzas para lograr objetivos, metas y propósitos. Por la fe y determinación de unos buenos amigos que subieron a un techo, y se movió a misericordia y realizó una sanidad en la vida de aquel hombre que estaba en cama. Jesús envió a sus discípulos a llevar la Gran Comisión de dos en dos. David fue guerrero y rey entre muchas cosas, él dejó todo preparado para la construcción del templo; su hijo Salomón fue el que tuvo la responsabilidad y el mandato de continuar el legado de su padre David y mandar a construir el templo.
      Claramente la Biblia especifica y dice: "que un reino dividido no prevalece". Más aún, dice: "¿andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo? El salmista decía: "Mirad cuán bueno y cuán delicioso es, habitar los hermanos juntos y en armonía". Si hay algo que Dios desea es que sintamos amor hacía nuestro prójimo. Que los amemos así como Él nos ama. En la cita bíblica que hemos utilizado el día de hoy observamos que para que Josué pudiera ganar la batalla contra Amalec, era necesario que Moisés tuviera sus manos levantadas. Las manos levantadas simbolizan la victoria que Dios daría a su pueblo.
     Es responsabilidad y menester de cada creyente, mantener lazos estrechos de amistad con nuestros hermanos en la fe. Debemos estar alertas y percatarnos de cuando a uno de nuestros hermanos o amigos se le bajan los brazos por el cansancio. Porque todos en algún momento nos agotamos y debilitamos. Es entonces cuando necesitamos de un Aarón y Hur que sostengan nuestras manos. De alguien que nos ayude a atravesar el desierto, el dolor, la guerra, la incertidumbre, el valle de lágrimas o lo que sea que estemos experimentando.
    Sostener es no dejar caer, es soportar y resistir. Es utilizar de mi fuerza para que la otra persona que necesita de mí no se rinda, desplome o derrumbe. Esta actitud a su vez nos trae firmeza y la firmeza nos ayuda a vencer y mantenernos enfocados en el blanco. Moisés pudo resistir y tener firmeza en sus manos hasta que salió el sol. Aquí el sol yo le daré la representación de ese momento en que llega la calma nuevamente la calma a nuestras vidas. Esos momentos en que la tormenta cesa. Ese tiempo en que recuperamos las fuerzas y energías porque hemos ganado una batalla agarrados de la mano de Dios. Cuando sale el sol nuevamente podemos caminar solos. Podemos volver a la normalidad, porque las aguas se aquietaron y porque alguien nos ayudó en el camino extendiéndonos su mano amiga.
    Hoy te invito a reflexionar. Piensa en qué hermano o persona necesita que le sostengas las manos para poder vencer la guerra, para poder salir hacia adelante. ¿Quién necesita de tu ayuda por qué su cruz está siendo muy pesada y siente que no puede más con el calor y el peso de sus problemas le está impidiendo caminar? Porque hasta Jesús de camino al Calvarío, necesitó de la ayuda de un cirineo que le ayudara a cargar la cruz.

     Yo te invito a ser el que marca la diferencia, el que participa de la victoria de su hermano. A ser en que ama en todo tiempo y es más que un amigo en tiempo de aflicción.