sábado, 31 de enero de 2015

Devociones: "Encuentra tu lugar".

"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas"  (Efesios 2:10).

     Cuando el creyente vive para agradar a los hombres y para conseguir sus sueños, este no tendrá llenura. Pues si el Espíritu Santo habita en él contristará y revelará que existe un plan mayor, el de DIOS. Sin importar lo bueno e impresionante que parezcan los planes del creyente, DIOS siempre tiene el mejor plan, aquel en el que los suyos encuentran su lugar. De la misma manera que un artista se encuentra viviendo su propósito al tener en sus manos brochas y un lienzo o como el león se siente seguro en la selva, así es el creyente cuando se encuentra viviendo el propósito del Creador.
     La Iglesia es el cuerpo de Cristo, cada miembro tiene un papel especial para su funcionamiento. Y todos los miembros están conectados por el Espíritu de DIOS, quien en la sangre que suministra vida. Pero cuando un miembro no se encuentra en el lugar correcto la vida se obstruye, Por lo que todo miembro debe estar en el lugar que solamente DIOS revela. Ahí encontrará trascendencia.
     Una lanza puede ser utilizada para atacar, ella penetra en los enemigos. Pero esta no sirve para proteger como lo hace un escudo. Un automóvil sirve para transportar un máximo de 6 pasajeros. Si se utilizare para más el viaje sería insoportable. No así en un camión de pasajeros el cual estaría sobrado de espacio. De la misma manera el lugar que tiene el Todopoderoso para los suyos es "Exacto". En ese lugar y en el propósito de DIOS los creyentes se sentirán como peces en el agua, aprovechando todos los dones y talentos que han recibido.

PONTE EN SINTONIA CON EL SEÑOR Y ENCUENTRA TU LUGAR. VIVE TENIENDO PLENITUD, VIVE SOLO AQUELLO QUE ESTÁ ESCRITO EN EL LIBRO DEL CREADOR PARA TÍ. 

viernes, 30 de enero de 2015

Devociones: "Dios sigue estando a tu lado".

Cansado, con pocas fuerzas, con la fe a punto de desfallecer, mirando a tu alrededor como las cosas se ponen de mal en peor, deseando una pronta respuesta y hasta un milagro sobre esa situación que se te ha escapado d elas manos.
     Sientes desfallecer, tu cuerpo se suma a ese desanimo profundo, piensas en una forma de solucionar eso que tanto te abate, pero simplemente no encuentras las formas de hacerlo, lágrimas recorren tus mejillas, esas lágrimas de impotencia, de querer que las cosas fuesen de otro modo, de sentirte hasta cierto punto abandonado por Dios y es que ves al cielo y no recibes una respuesta, por lo menos no cómo la quisieras o en el momento que la quieres.
    El enemigo se aprovecha de ese momento de debilidad, comienza a charlar en tu mente, a decirte tanta mentira, trata de hacerte creer que Dios te ah abandonado, que te ha dado la espalda o que simplemente no le importas. Pareciera que las palabras que el enemigo introduce a tu mente fueran ciertas, pero la poca fe que todavía te queda te hace sentir que nada de eso es verdad. Y es que en momentos así es más fácil creer que hemos sido olvidados a creer que Dios está con nosotros, pero por más que el enemigo se esmere en hacernos creer que Dios se olvidó de nosotros, la verdad es que nunca lo ha hecho, la verdad es que siempre ha estado trabajando para darnos la respuesta en el momento perfecto.
    En medio de esa lucha en tu mente, entre creer y dejar de creer solo tienes una salida: rendirte a Dios, dejar en sus manos todo, dejar de luchar en tus propias fuerzas, dejar de tratar de resolver esos problemas con tus "brillantes ideas" y dejarle toda la creatividad a Dios, pues Él lo sabe hacer muy bien.
    Y es que en medio de esos momentos de lucha espiritual, en medio de las tormentas más fuertes de la vida lo más recomendable es rendirnos a Dios, es dejar de pensar tanto en cómo resolver eso y simplemente descansar en la confianza en Dios.
     Ve a este lugar a solas, dobla tus rodillas, comienza a hablar con tu Padre, llora si así lo quieres, que tus lágrimas fluyan con libertad, deja que tu Padre te consuele en medio de esa dura batalla, deja que el Señor te abrace fuerte con una presencia hermosa de su Santo Espíritu sobre tu vida, calla cuando sea necesario, deja que Dios hable a tu oído, deja que Él pueda decirte: Yo tengo todo bajo control.
   Y es que lo que tus ojos ven no es necesariamente lo que Dios ve, lo que para ti es algo interminable para Dios es algo que pronto va a terminar, lo que tus ojos ven no determinará lo que realmente va a pasar, porque la última palabra siempre la tiene Dios.
     Vamos. No te dejes hundir por ese momento de tribulación ya has pasado cosas iguales o peores que estás y no te has rendido y esta vez no será la excepción. Dios no te ha dejado. Él no lo hará, porque prometió estar contigo cada día de tu vida y aunque tu vida esté nublada en este momento a causa de esta tribulación no significa que Dios no esté a tu lado. Amado, amada, Dios está a tu lado, Él está allí sosteniéndote, no te dejará, no te abandonará. Vamos sigue creyendo.
    Demuéstrale a Dios que crees y confías en Él, ponte de pie, levanta tu rostro en alto, enfrenta sin temor todo lo que se ponga enfrente tuyo sabiendo que el que va contigo es más poderoso que cualquier situación que se te presente, No te rindas, si tropiezas, levántate y sigue adelante porque Dios no ha terminado contigo.

                            ¡DIOS SIGUE ESTANDO A TU LADO!

   "Nadie podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré".
                                              Josué 1:5 

   "Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido".
                                      Génesis 28:15


Devociones: "Después de la tormenta".

"Siempre que llovió, paró" decía un conocido humorista de mi país. Era el remate de esa escena de su skeetch y era  muy gracioso cómo y cuándo lo decía. Es más, cada vez que veíamos esa parte de su programa creo que todos estábamos esperando el momento en que  pronunciaba esa frase. Hoy ya no está entre nosotros, pero dejó un legado muy grande. Muchos humoristas y conductores aún lo imitan y aprenden de lo que este hombre dejó.
    En realidad. "siempre que llovió, paró" es un dicho popular que se refiere a que no importa cuán grande ni larga sea la tormenta; en algún momento termina. El mismo Gran Diluvio de los días de Noé (Génesis 6;7 y 8), no fue eterno. Estuvo acotado por un principio y un final.
   Más allá de toda interpretación o simbolismo teológico, veo en este terrible evento que afectó a la humanidad de esos días, un acto de profilaxis universal por parte de Dios. Las cosas estaban en un extremo tan degeneradas que fue necesaria una limpieza radical en gran escala.
  El evento afectó igualmente tanto a personas que estaban comunicadas de lo que iba a suceder y por qué, más allá de que lo creyeran o no; como Noé, familia y sus vecinos a quienes se les anunció lo que iba a ocurrir; como a quienes vivían a cientos de Kilómetros de la construcción del arca y nada supieron durante lo más de cien años que tardó la obra. En pocas palabras: el agua les llegó al cuello a todos, algunos estaban anoticiados de por qué, otros no.
    Hoy la lluvia, puede ocasionar terribles trastornos cuando viene en forma de tormenta masiva. Sin embargo, en general es útil y necesaria. Pero eso díganselo al pajarito obligado a permanecer en su nido sin poder salir a volar durante el diluvio. Nada sabe el ave de los procesos atmosféricos. Sin embargo, resulta ser afectado e impedido de avanzar. El pájaro que no puede volar por causa de la lluvia no está feliz por esto, pero dificilmente pueda entender que hay un "mega-plan" mucho más amplio del que él viene a ser tan sólo una minúscula parte, que necesita de la lluvia para  conservar su equilibrio y salud.
     En la zona donde vivo, no sólo llueve; también nieva en invierno. Qué lindo, parece que va a nevar. Decía un amigo mio. Sin embargo, aunque a mí también me gusta la nieve, no puedo dejar de pensar en esos otros seres a los que no les debe ni puede gustar tanto la nieve y las bajas temperaturas que vienen junto con ella, toda vez que no tienen el abrigo ni los recursos en sus humildes moradas para hacer frente a la contingencia climática. Es decir, un mismo evento que para algunos es sinónimo de diversión y momentos felices, para otros resulta ser una verdadera desgracia. Sin embargo, la nieve también es útil y forma parte de ese gran "mega-plan" diseñado por el Gran Arquitecto.
    En un mismo sentido, nuestras vidas, nuestros pequeños munditos que con tanto cuidado edificamos y nos ocupemos de conservar, embellecer y hacer cada día más confortables, también forman parte de ese gran "mega-plan" de Dios.
   Quienes hemos olvidado lo suficiente en el camino del Señor, sabemos que tarde o tempano nos vamos a encontrar cuando la lluvia viene sin anunciarse y nos impide el vuelo. Cuando la tormenta arrecia o cuando la nieve se deja caer desde los cielos y el aire helado parece taladrar los huesos.
    Lázaro, de Betania, el amigo de Jesús milagrosamente resucitado luego de varios días de muerto (Juan 11), nada dice al Escritura que vivirá para siempre, sino que también llegó al término de sus días sobre esta tierra como cualquier mortal. Pablo esperaba morir en Asía (2 Corintios 1:8-10) y creía que Dios los iba a resucitar. Mucho antes de estas cosas, el arroyo de Querit, junto  al cual permaneció Elías ocultó y alimentado por Dios, pasados unos días se secó 
(1 Reyes 17) .
      En estas y muchas más escenas de la Biblia, puedo ver al menos dos denominaciones: un plan mucho más amplio del que sólo podemos percibir en nuestra mente racional y finita, una pequeña parte, en las mismas condiciones en que el pajarito no entiende por que no puede volar durante la lluvia; y por otro lado, más allá de eventos y circunstancias, una CONFIANZA y una CERTEZA de que sin saber cómo. Dios está en el más absoluto control de todas las cosas.
   Me alienta saber que más allá de las circunstancias, vicisitudes y resultados, que sin importar lo que pase, Dios está en control de todo. Me emociona descubrir que mientras más amarga es la tristeza, más dulce es el consuelo. Me conmueve conocer que mientras más dura es la batalla, más grande es las victoria. Que después de la tormenta, definitivamente viene la calma.

                            Y QUE SIEMPRE QUE LLOVIÓ, PARÓ.

                            Dios es nuestro amparo y fortaleza.
                       Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
                                       (Salmo 46:1)

   La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.   

jueves, 29 de enero de 2015

Devociones: "Cuidemos el espíritu, el alma y el cuerpo".

Es espíritu: Por fe y por gracia, Jesucristo nos ha reconciliado con el Padre por medio de su sacrificio en la cruz y su resurrección, nos ha concedido el favor de vivir eternamente para Él; es decir, muestro espíritu cobró vida por medio del Espiritu de Dios que nos fue dado al creer en Jesucristo nuestro Señor. Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecemos a Cristo Jesús; y porque pertenecemos a Él, el poder del Espíritu que da vida nos ha libertado del poder del pecado. Ahora, ya no seguimos a nuestra naturaleza pecaminosa sino que seguimos al Espíritu de Dios, y muestra de ello son los frutos que su divina presencia produce en nuestra vida amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
   Su Espíritu se ha unido a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios. Así que como somos sus hijos, también somos sus herederos. De hecho, somos herederos junto con Cristo de la gloria de Dios; pero si vamos a participar de su gloria, también debemos participar de su sufrimientos; esto es, morir, dejar de vivir en el pecado que satisface al mundo y a los deseos de nuestra carne (Romanos 8:1-17).
El alma: Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, porque es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de ira. ambición egoísta, discordias, divisiones, envidias, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Cualquiera que lleve esta clase de vida no diga que es hijo de Dios, porque los hijos de Dios no se comportan de esta manera; por lo tanto, no heredarán el reino de los cielos. (Gálatas 5:22-23).
  Sabemos que nuestra antigua naturaleza pecaminosa fue crucificada con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado, y dado que morimos con Cristo, sabemos que también viviremos con Él. (Romanos 6:6).
    Por lo tanto, quitémonos nuestra vieja naturaleza pecaminosa y apartémonos de nuestra antigua manera de vivir, la cual está corrompida por los deseos engañosos. En cambio, dejemos que el Espíritu nos renueve los pensamientos y las actitudes. Vistámonos con la nueva naturaleza creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo (Efesios 4:22-24).
     No intentemos las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejemos que Dios nos transforme en personas nuevas al renovar nuestra mente y así conoceremos la voluntad de Dios (buena, agradable y perfecta) y alienados a su voluntad realmente viviremos y nunca más estaremos separados de Él 
(ver Romanos 12:2-3).
El cuerpo: No permitamos que el pecado controle la manera en que vivimos, no caigamos ante los deseos pecaminosos. No dejemos que alguna parte de nuestro cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. Por el contrario, entreguémonos completamente a Dios, porque antes estábamos muertos pero ahora tenemos una vida nueva. Así que usemos todo nuestro cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios (Romanos 6:12-13).
   ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios. (1 Corintios 6:19-20).
    Entreguemos nuestro cuerpo a Dios por toda gracia que nos ha concedido, que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a Él agrada. Esta es la manera en que Él quiere que le adoremos, en espíritu y en verdad.
 (Romanos 12:1, Juan 4:22-24).
    Nuestro cuerpo fue creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo. Nuestros cuerpos en realidad son miembros de Cristo, por lo cual, debemos protegerlo de toda contaminación pecaminosas. (1 Corintios 6:12-18).
   Así que, ante Dios somos responsables de alimentar nuestro espíritu permanentemente con la palabra de Dios, para que seamos transformados y santificados según su perfecta voluntad.
    La única manera que nos garantiza el vivir y permanecer en el Espíritu para que nuestro espíritu, alma y cuerpo estén completamente alienados a la voluntad de Dios, es permanecer en su palabra, en su verdad, por supuesto, después de haber recibido el regalo de la salvación por la fe que nos concede en Cristo Jesús nuestro Señor.
    Jesús dijo: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de si misma, si no está unida a la vid, de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí" (Juan 15:1-4)

   ¡No podemos decir que vivimos en el Espíritu si estamos separados de Cristo, y no podemos decir que estamos unidos a Cristo cuando no pertenecemos en la palabra de Dios y vivimos como viven los que aman el mundo, en el pecado!
  

miércoles, 28 de enero de 2015

Devociones: "Cuando piensas que todo está perdido, viene Dios con su bondad y te llena de esperanza".

Puede haber momentos en los que sentimos que las fuerzas se nos agotan y quizá pensemos que ya no habra nuevas oportunidades para salir adelante, tal vez podemos imaginarnos que aquellas puertas de bendición que una vez Dios nos abrió y nosotros no valoramos, jamás volverán a abrirse. Queda ese sinsabor por no haber aprovechado esas bendiciones que una vez llegaron a nuestras manos y que por determinada razón las perdimos. Sin embargo, no vale la pena siquiera pensar en los porqué, ya  no tiene sentido buscar responsables o llenarnos de culpa y pretender que las cosas cambien simplemente porque nos victimizamos, esta mala actitud no nos ayudará a sentirnos mejor. La palabra de Dios es clara y simplemente de lo que hemos sembrado estamos cosechando (Gálatas 6:7); así que, para qué quejarnos por lo que pudimos haber hecho y no hicimos, por lo que pudo haber sucedido si nunca decidimos vivirlo. No tiene sentido vivir del pasado y menos pensar en cómo sería nuestro presente si lo hubiéramos enfrentado, lo que pasó quedó atrás y lo que pueda pasar de ahora en adelante no ah sucedido, es ilógico vivir del pasado y de un futuro imprescindible.
    En lugar de quejarnos, vayamos a la presencia de Dios y abramos nuestro corazón, es lo más sabio que podemos hacer; debemos pedirle perdón en Cristo Jesús por las tercas decisiones que infundadas en el temor, la inseguridad, la falta de carácter y la inmadurez nos llevaron a desperdiciar las bendiciones que nos entregó. Con toda certeza. Él en su gran misericordia e inagotable amor nos envolverá y nuevas fuerzas nos dará en Cristo, esta es la confianza que tenemos los hijos de Dios.
     "Cuando piensas que todo está perdido, viene Dios con su bondad y te llena de esperanza", es hermosa la misericordia de nuestro amado Padre, es indescriptible su fidelidad. Mientras que los demás te resaltan los tantos errores que has cometido. Él es compasivo. Él sabe que estás arrepentido y no te negará su perdón y su gracia. Él te fortalecerá, te sustentará y te ayudará para que aquello  que no pudiste lograr en el pasado porque no confiaste en Él lo suficiente y decidiste confiar más en ti y hacer las cosas a tu manera, las puedas lograr ahora si es su voluntad, la diferencia es que estarás tomado de su poderosa diestra. Confiemos en que Dios siempre nos dará nuevas y mejores oportunidades para seguir siendo- perfeccionados en Cristo Jesús, "No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia". (Isaías 41:10). 
     Ya no vale la pena quejarnos, más bien, agradecemos a Dios porque en su misericordia nos permitió aprender, creer y madurar con cada error que hemos cometido y confiemos en que no volveremos a pensar por lo mismo, que esas experiencias nos sirvan para pulir nuestro carácter y aprende a depender plenamente de la soberanía del Señor. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". (Romanos 8:28). Que lo vivido en el pasado ahora sirva para edificar nuestro espíritu en Cristo y fortalecidos en El podamos afrontar nuevos retos que sean de gloria y honra para su Santo Nombre.
     Lo importante es que permanezcamos firmes en la verdad y la voluntad de Dios,pase lo que pase, nunca nos apartemos de sus caminos, busquemos en todo tiempo agradarlo en santidad, justicia y verdad en Cristo Jesús, lo demás será añadido según sus peropósitos.
    "Se muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me llamarán, vendrán y orarán, y Yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Dejaré que ustedes me encuentren, dice el Señor. Les devolveré lo que les quitaron y los traeré de regreso de todos los lugares a los que los arrojé, dice el Señor. Los traeré de regreso al lugar de donde los desterré" (Jeremías 29:11-14).

  ¡Mi pasado, mi presente y mi futuro los dejo en tus manos mi Amado Jesucristo, tuyos son el poder y la gloria por siempre, amén....descanso en tu voluntad.

lunes, 26 de enero de 2015

Devociones: "Confiando a pesar de los obstáculos".

La mayoría de nosotros vamos por la vida afligidos, angustiados, preocupados, desesperados y toda clase de sentimientos causados por la impotencia ante cierta dificultad. Vivimos pendiente de todo lo que nos rodea y cuando las cosas no salen como quisiéramos nos inundan diferentes sentimientos que lo único que hacen es robarnos la paz que Dios quiere que mantengamos en nuestra vida.
     A través del tiempo he aprendido que el angustiarme o preocuparme al extremo no ayuda a resolver mis problemas, sino que al contrario, suma más problemas. Y es que cuando perdemos la paz dejamos que el problema gobierne nuestra vida, y cuando el problema gobierna nuestra vida nos olvidamos de deleitarnos en Dios.
    A veces me encuentro con personas cercanas a mí que se encuentran preocupadas, angustiadas y hasta afligidas por situaciones que están fuera de su control, cuando las veo así siempre les pregunto: Por qué te preocupas tanto?, ¿Puede acaso la preocupación solucionar tu problema? ¿Te sientes mejor preocupándote y afligiéndote por eso de lo cual no puede hacer nada para solucionar?, la verdad es que no, pero a pesar que sabemos que con preocuparnos o afligirnos no solucionamos los problemas lo seguimos haciendo.
    Uno de los salmistas de la Biblia escribió: "Pero no hay razón para que me inquiete. No hay razón para que me preocupe. Pondré mi confianza en Dios mi salvador. Sólo a él alabaré" (Salmo 42:11). Y es que cuando ponemos nuestra confianza en Dios sabemos que todo estará bien.
    Hoy quiero preguntarte: ¿En quién has puesto tu confianza?, estoy seguro que responderás: "En Dios", entonces si es así comienza  testificar de ello, ¿Cómo?, pues a través de la paz que Dios quiere que mantengas en medio de la tormenta. Cuando confiamos en Dios podemos estar pasando por la tormenta más fuerte y sin embargo mantenemos nuestra fe intacta y nuestra vida refleja una paz que la gente no entiende, pero que Dios si y la premia.
    Hoy te invito a alabar y adorar a Dios en medio de las situaciones más difíciles que estés atravesando, cuando lo haces algo maravilloso ocurre, tu vida es fortalecida, tu fe es renovada, una paz sobrenatural te inunda, pero sobre todo Dios se siente contento de tu actitud frente a las dificultades. El salmista escribia: ·En cuanto a mí, yo cantaré de tu poder; cada mañana cantaré con alegría acerca de tu amor inagotable. Pues tú has sido mi refugio, un lugar seguro cuando estoy angustiado". (Salmo 59:16).
    No permitas que los obstáculos te eviten adorar y confiar en Dios. No permitas que nada que te rodea te aleje de la comunión que Dios quiere mantener contigo. Cuando lo buscas, sin duda lo hallas y cuando confías en Él sin duda no te dejará desamparado.

¡CONFÍA EN DIOS A PESAR DE CUALQUIER OBSTÁCULO QUE                                                  SE  PRESENTE!  

Devociones: "Como perro rabioso".

El término "hidrofobia" con el que se denomina la comúnmente enfermedad conocida como "rabia" proviene del griego, donde se combinan las palabras hydrós (agua) y fobos (horror). Por tanto "hidrófobo" significa que tiene terror al agua. Es uno de los síntomas característicos de esta terrible enfermedad en una fase intermedia, cuando ya no hay nada que hacer, sino esperar un rápido y progresivo deterioro del sistema nervioso central y una muerte terrible e inminente.
    La enfermedad comúnmente conocida como rabia, se caracteriza por una aversión anormal al agua. Es provocada por un virus típico de ciertos animales de sangre caliente, como el perro, el gato, el lobo, el murciélago y roedores como ratas, ratones y pericotes. Pero puede transmitirse al hombre si es mordido por un animal infectado.
  Este virus ataca el sistema nervioso central y si no se trata en forma urgente, termina provocando la muerte. Cuando una persona se contagia de hidrofobía, los síntomas de la enfermedad pueden tardar entre treinta días y seis meses en manifestarse. Los más comunes son alteraciones de los sentidos y problemas de movilidad. Al principio el enfermo experimenta cambios de humor, temores injustificados, dolor en la herida y malestar en general. A continuación sufre espasmos, excitación acompañada de episodios violentos, aversión al agua debido a que, al tragar o ver agua, se paralizan los músculos de la garganta, transtornos mentales y alucinaciones. Finalmente, la parálisis inmoviliza sus extremidades y cuando finalmente llega al cerebro y a los pulmones, termina provocando la muerte por inmovilidad. En los animales, en su fase intermedia, la excitación extrema los lleva a atacar a otros animales y personas. Por esa razón, la gran mayoría de los seres humanos que resultan infectados con esta terrible enfermedad, es a consecuencia de ataques y mordeduras.
     En las esferas espirituales, existe una extraordinaria similitud con los síntomas de esta espantosa enfermedad. Como seres humanos bajo las leyes de la naturaleza heredada de nuestro padre Adán, y como seres espirituales inmersos en un mundo natural, además del riesgo físico de estar expuestos a animales con esta enfermedad, también nos hallamos expuestos a otra clase de "rabia".
       En nuestro entorno existen personas mordidas, cuyas almas sufren el dolor de sus heridas, pero que sin saberlo están infectadas con el letal virus de esa otra clase de"rabia". Una rabia que les lleva inclusive a temer y rechazar el Agua de Vida que generosamente ofrece nuestro Señor (Juan 4:14). Personas que habiendo conocido a Cristo como su Salvador, aún sufren el intenso dolor de sus almas heridas por algún infortunado episodio del pasado, que teniéndolo todo viven frustrados, que cuanto más fértil es la tierra en donde habitan, más profundas resultan ser sus raíces de amargura. Cada uno de nosotros no se encuentra libre ni exento de caer en una  situación de estas (1 Corintios 10:12).
    Una persona con su alma herida vive mostrando, irradiando, proyectando su excitación enfermiza hacia su entorno, mordiendo, atacando. Debo reconocer que años tardé en darme cuenta de esto. Siempre descalificando, menospreciando, despreciando, con actitudes conflictivas, permanentemente a la defensiva o atacando......no hay nada peor que un creyente con un alma herida y quien esto escribe fue uno de ellos. Y es que a los cristianos todo nos ha sido personado por el sacrificio de Nuestro Amado Señor en la cruz del Calvario, mas no todo nos ha sido sanado, a menos que hagamos algo al respecto.
    Por ello, hoy quiero ser la bendición que Tú, amado Señor pusiste en mi corazón ser; y clamo por sanidad y restauración en lo físico, en lo mental y en lo espiritual.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados. Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espiritu recto dentro de mi. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a tí.
                                       (Salmo 51:6-13). 

sábado, 24 de enero de 2015

Devociones:"Audiencia con Papá".

"El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios". (Romanos 8:16).

   La gracia de Jesús va mucho más allá  de la salvación y la vida eterna. Por medio de Su sangre Él nos ha hecho coherederos de todo cuanto Él posee, incluyendo el título de hijos de Dios. Y un hijo conoce mejor que otros  asu padre. Y siendo hijos de Dios, nosotros tenemos grandes privilegios en  comparación de aquellos que no tienen al Todopoderoso por Padre.
      En el tiempo de los reyes juzgaban las causas de sus pueblos. La gente solicitaba ver al rey , y eso era un gran evento. Pero no todos encontraban favor de ser atendidos por los reyes. Actualmente nuestras sociedades son gobernadas por  autoridades que Dios ha puesto, y de la misma manera ellas juzgan los casos de cada nación. Conseguir una cita con los gobernantes de nuestros países es sumamente difícil, pues sus agendas generalmente se lo impiden. Ahora, supongamos que los hijos de los reyes e hijos de los gobernantes que hago referencia quisieran tratar un asunto con ellos, seguramente el contexto de esa audiencia sería totalmente diferente. Los hijos solamente tendrían que ir al cuarto de su padre y hacer sus peticiones. El asunto se resolvería en una charla entre un padre y su hijo. Eso exactamente hizo Jesús por nosotros. Nos hizo hijos del Rey de Reyes y Señor de Señores. Todo está sujeto a Él. No hace falta que tengamos tanta formalidad o rituales para tener acceso al Padre, más solamente buscarle y Él nos atenderá.
    Acércate al trono de la gracia de Dios. Confiado en que Él es tu Padre. Mantén una relación de confianza y dialogo con Él. En vez de complicar tu vida consiguiendo audiencia con las personas que aparentemente están en control de tu situación, mejor ten una charla con tu Padre. Y Él resolverá cualquiera de tus asuntos.

               ERES HIJO DE DIOS, ENTRA CONFIADO A SU 
                                       PRESENCIA.  

Devociones: "Amando más a Dios que al mundo".

A veces sin darnos cuenta estamos amando más las cosas que este mundo nos ofrece que a Dios, y digo esto por en algún momento de nuestra vida las cosas del mundo parecieran más importantes para nosotros que a Dios. Y para ello no es necesario decirlo, basta con ver nuestra manera de actuar para darnos cuenta que estamos amando más al mundo que a Dios.
    La única forma de demostrar amor es a través de la acción, las palabras nunca son suficientes, alguien muestra amor cuando está dispuesto a accionar. La Biblia misma dice que Dios amo tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito para que muriera en nuestro lugar (Juan 3:16). El amor que Dios tuvo hacía nosotros fue demostrado a través de una acción. Enviar a su hijo a morir en nuestro lugar.
    Nosotros podemos decir que amamos a Dios, pronunciar bellas palabras sobre lo que sentimos por él, pero nada es comparable con la verdadera forma de demostrar lo que decimos sentir y eso solo se logra a través de la acción. Cuando yo estoy dispuesto a dejar las cosas del mundo por Dios, y lo llevo a la práctica, entonces allí, estoy no solo diciendo que amo a Dios, sino DEMOSTRANDO que lo realmente lo amo.
   El apóstol Juan nos recomienda: "No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre". 1 Juan 2:15-17.
    ¿Qué cosas de este mundo están siendo en este momento más importante para ti que Diosa?, ¿Algo material?, ¿Algo que te causa placer físico?, cuando nosotros ponemos en primer lugar cualquier cosa antes que Dios, entonces estamos amando más eso que estamos poniendo en primer lugar antes que Dios. Y es que aunque digamos que no es así, nuestras acciones lo gritan. No vengas diciendo que amas a amas a Dios, cuando en realidad no estás dispuesto a agradarlo.
   No digas que amas a Dios, cuando tu trabajo lo deshonra porque por tal de ganar dinero extra realizas negocios fraudulentos, no digas que amas a Dios cuando tu primer lugar en al vida es cosechar cosas materiales antes que las espirituales, no digas que amas a Dios cuando estás manteniendo una relación amorosa con una persona que no es tu esposa o esposo, no digas que amas a Dios cuando estás cayendo en fornicación constantemente, no digas que amas a Dios cuando ni siquiera estas dispuesto a dejar eso que tantos tropiezos te ha causado en la vida.

      Amar a Dios, no es solo decirlo. ES DEMOSTRARLO.
   Demuéstrale a Dios que lo amas, viviendo una vida que realmente lo agradece y lo honre. Demuéstrale a Dios que lo amas realizando solo negocios lícitos en tu empresa, demuéstrale a Dios que lo amas poniéndole a Él en primer lugar antes que cualquier otra cosa. Demuéstrale a Dios que lo amas dejando esa mujer u hombre que no es tu esposa o esposo. Demuéstrale a Dios que lo amas esperando el matrimonio para poder tener relaciones íntimas. Demuéstrale a Dios que lo amas dejando de una vez por todas esos hábitos que tanto te han hecho caer.
   Tú tienes la oportunidad de demostrar si realmente amas a Dios, a través de las acciones que hoy puedes comenzar a hacer. No hay nada en este mundo que pueda causar mayor placer que el hecho de sentir que estás honrando a Dios, a ese Dios que un día te llamó, te extendió los brazos y te perdonó de todos tus pecados, ese Dios que te hizo una persona nueva, que cambio tu vida, que te dio una verdadera razón por la cual existir. A ese Dios le debes tu vida, le debes todo y lo hay mejor forma de pagar todo lo que Él ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida que agradarlo en todo lo que hacemos.
    Que nuestro anhelo cada día sea honrarlo, que nuestro objetivo sea siempre el que Él se pueda sentir orgulloso de nosotros y de la forma en cómo estamos caminando en la vida. Demostremos realmente cuando amamos a Dios a través de acciones que levante en alto su nombre, a través de acciones que la gente al verlas puedan glorificar a Dios través de nuestra vida.

   ¡AMEMOS A DIOS ANTES QUE CUALQUIER COSA QUE         
                   ESTE MUNDO NOS OFRECE! 

  "No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta"
                             Romanos 12:2 

viernes, 23 de enero de 2015

Devociones: "La advertencia de un apóstol".

               "Ten cuidado de ti mismo" (1 Timoteo 4:6)

    Frank Tyger ecribió: "Tu futuro depende de muchas cosas, pero especialmente de ti mismo". Tenía razón, al fin y al cabo, la vida es como una larga conversación donde las circunstancias inician el diálogo e intervienen frecuentemente, pero no tienen la última palabra. El apóstol Pablo, sabedor de los desafíos que supone el servicio a Dios, le advierte a su pupilo correctamente acerca del peligro potencial de ser, él mismo, un tropiezo flagrante para la obra del Señor.
     Un anciano que vivía en las afueras de la ciudad, recibió la visita de sus dos nietos de la gran urbe, que pasarían el fin de semana en su hermoso chalet en el campo. Mientras dormía la siesta, sus nietecitos untaron sobre su bigote queso Roquefort y esperaron a ver los resultados. Cuando el abuelo se despertó, dijo: Caramba, esta habitación huele mal, así que salió al salón. Al entrar en su espacioso salón expresó: Este salón hule mal. Entonces fue por toda la casa y concluyó que toda la casa olía mal. Finalmente salió al portal, aspiró una gran bocanada de aire y exclamó: El mundo entero huele mal. Aunque todo el problema estaba debajo de su nariz, fue más fácil encontrar la culpa en todo lo demás. Valga este simpático relato para recordarnos la condición corrupta y la percepción subjetiva de la naturaleza humana. El llamado de Dios siempre versará hacía el autoexamen y la autocrítica, antes de emprender una caza de brujas fantasiosas en contra de los demás.
     No creo que ningún creyente nacido de nuevo quiera ser un tropiezo para el reino de Dios, pero el descuido de la virtud cristiana puede llevarnos a cometer los actos más profanos. Es por ello que debemos mantener nuestra vida bajo vigilancia absoluta. Cada pensamiento debe ser evaluado con meticuloso empeño. Cada actitud debe ser terminada con rigurosa solicitud. Cada palabra debe ser expresada con melindrosa exquisitez. Somos embajadores de Dios y no tenemos derecho a ensuciar esa noble posición espiritual.
    Un proverbio judío muy bien lo que venimos diciendo: "Ataviaté primero a ti mismo, y adorna después a tu hermano". Gregorio, uno de los padres de la Iglesia expresó, "La mano que trata de limpiar algo, es menester que esté limpia". Jesús lo dijo aún mejor: "¿Y por que miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:3). Necesitamos ser sobreveedores acuciosos de nuestro andar, jueces imparciales de nuestros actos. El apóstol Pedro exhortaría a la Iglesia a hacer acopio de la actitud si ya se experimentaba de antemano la fe: "vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud" (2 Pedro 1:5).

 No busquemos mejorar a otros si nosotros mismos estamos haciendo cosas peores. Busquemos la rectitud, procuremos la santidad, obremos con amor y verdad.No seas un obstáculo para ti mismo, o para otros. Las personas han de ver la imagen de Cristo en nuestras vidas y no la grotesca figura del pecado. "Si Cristo está en tu casa--escribió Bruce H. Wilkinson--tus vecinos pronto lo sabrán". Anulemos todo actuar pernicioso, alejémonos de todo espíritu innoble, dejemos de lado todo egoísmo u orgullo. Echemos mano del fruto del Espíritu y seamos de bendición a toda persona para gloria de nuestro Dios. Oigamos la exhortación del apóstol Pablo, sintamos el corazón del Señor.
  

jueves, 22 de enero de 2015

Devociones:"Confío en que Dios me seguirá bendiciendo".

Miro atrás y no puedo dejar de agradecer a Dios por todas las bendiciones que me ha regalado, miro mi presente y soy consciente de cada una de las necesidades que tengo; sin embargo, la  mano de Dios se extiende misericordiosamente sobre mi vida ¿cómo entonces perder la esperanza en que Dios me seguirá bendiciendo?.
     Pensemos por un momento qué sería de nosotros sin la bendita gracia del Señor, sinceramente no estaríamos aquí si no fuera por su bondad. El hecho de seguir con vida se convierte precisamente en la señal que necesitamos de parte de Dios para seguir confiando en que tarde que temprano Él puede tener de nosotros compasión y en su momento regalamos la gracia para ver cumplidas cada cada una de las peticiones de nuestro corazón conforme su voluntad.
     Sigamos confiando en las promesas de Dios, sigamos aferrados a la esperanza de ver su gloria sobre nuestras vidas y cuando sean cumplidas aquellas peticiones tan anheladas, recordemos que es Él quien nos ha otorgado el privilegio de ser bendecidos y al mismo tiempo la dicha de vivir para disfrutar de sus bendiciones así como en el presente podemos gozarnos de las que tenemos por su inmerecido favor, pues tanto las bendiciones como la vida para disfrutarlas son regalos que provienen de Dios. "Así que llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que alegrarse y disfrutar d ela vida mientras podamos" Eclesiastés 3:12 (Nueva Traducción Viviente).
   "También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios" Eclesiastés 5:19 (Nueva Traducción Viviente).
   "......yo confío en que veré la bondad del Señor mientras estoy aquí, en la tierra de los vivientes". Salmo 27:13 (Nueva Traducción Viviente).
   "Sin embargo, ese es el momento cuando debes tener mucho cuidado. En tu abundancia, ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios al desobedecer los mandatos, las ordenanzas y los decretos que te entrego hoy . No te vuelvas orgulloso en esos días y entonces te olvides del Señor tu Dios, quien te rescató de la esclavitud en la tierra de Egipto. Pero una cosa te aseguro: si alguna vez te olvidas del Señor tu Dios y sigues a otros dioses, y les rindes culto y te inclinas ante ellos, sin duda seras destruido. Tal como el Señor destruyó a otras naciones en tu paso, así también tú serás destruido si te niegas a obedecer al Señor tu Dios" 
Deuteronomio 8:11, 14, 19-20. (Nueva Traducción Viviente).
Disfrutemos de las bendiciones que el Señor nos da, pero no nos olvidemos de glorificar su nombre en todo tiempo, en justicia y santidad, en Cristo Jesús; el principal propósito y el mayor deleite de nuestra vida, amén.   

miércoles, 21 de enero de 2015

Devociones: "Fallastes Nuevamente".

¿Sabes?, crees que eres caso perdido, pues lo volviste a hacer, si, aquello que dijiste que no volverías hacer  a aquello que hasta hoy creíste que tenías controlado, pero te diste cuenta que no.
     Te sientes mal, muy mal, hay un sentimiento de inconformidad en tu vida, quisieras regresar el tiempo para no hacerlo, y es que el hecho de haberlo hecho te ha entristecido.
    No tienes ni el valor de levantar tu rostro al cielo, y es que si pudieras esconderte de Dios lo harías, pero sabes que no puedes hacer y que Él fue el primero en enterarse de tu falla.
    ¡Vaya! como duele fallar, ¿No? de haber sabido el dolor que esto te iba a causar o la frustración que ahora te gobierna, seguramente no lo hubieras hecho, sin embargo lo hiciste.
En momentos como esos no hay palabras para tratar de defender lo indefendible nadie te obligó, simplemente lo hiciste dejado llevar por una emoción del momento o una decisión impulsada por sentimientos y no por la razón.
     Y es que cuando esto pasa, te siente tan mal contigo mismo y sientes que defraudaste a Dios, y en casos extremos decides mejor alejar de Él en lugar de seguirle fallando.
    Pero, ¿Qué piensa Dios de todo esto?, si, lo digo porque tú ya te hiciste un auto juicio, ya te condenaste tú mismo, ya te hiciste ciertos conceptos que crees que Dios ha de tener de ti, pero, ¿Qué pensará Dios realmente?, ¿Será que Dios tiene losa mismos conceptos de ti que los que tu te auto colocas?.
     WoW, menos mal Dios NO piensa como nosotros, y no maneja los mismos conceptos de nosotros, como los que nosotros mismos manejamos.
    Yo me imagino a Dios viéndonos cuando fallamos, observando lo triste que nos ponemos, lo duro que a veces somos con nosotros mismos, mirando como se nos cae la vara de vergüenza, de cómo preferimos alejarnos de Él en lugar de ir nuevamente a pedirle perdón.
    Y es que lo que hiciste estuvo mal, pero sin embargo Dios quiere restaurar tu vida, Dios no te va a desechar como una toalla desechable, tu no eres un objetivo para desechar, tu eres su hijo, su hija, y eso no cambiara, por esa razón como cual Padre amoroso te buscara, y si estas en el suelo te levantara, te sacudirá el polvo y te regalara un abrazo y una sonrisa que te transmitirá todo el animo que necesitas para no darte por vencido.
    La Biblia dice: "Yo los quiero a ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante Dios el Padre". (1 Juan 2:1).
   Si tu eres padre de familia, sabes lo que un hijo significa para nosotros, sabes que cuando esta comenzando a caminar o aun cuando lleve algunos años de hacerlo, tropezará, se caerá, se hará heridas quizás, pero cada vez que cae en tu presencia, vas rápidamente a donde el, lo ayudas a levantarse, lo sacudes, lo abrazas, le dices que no se preocupe, que siga caminando, que lo siga intentando, y tu hijo va y camina y aprende  a hacerlo tan bien que los tropiezos disminuirán en gran manera.
   Tu Padre es Dios, y tu eres su hijo o hija. Él estará presente en cada momento de tu vida, seguramente tropezaras  muchas veces, seguramente las caídas te dolerán y muchas de ellas serán consecuencias de tus descuidos o malas decisiones, sin embargo Dios no esta allí para sacarte en cara tus errores, ese no es su trabajo. Él esta allí para ir tras de ir a levantarse, a sacudirte todo el polvo que tus vestiduras tienen a consecuencia de la caída, luego de sacudirse te mira a los ojos y aunque estés avergonzado de haber tropezado y no quieras levantar tu rostro, Él levantaras tu barbilla y te dirá: "Tu eres mio, ¿De que te avergonzaras?", luego te abrazará y te transmitirá tanta seguridad que tus ojos se inundarán de lágrimas, esas lágrimas que solo reflejan lo sorprendido que estas que lejos de jugarte, simplemente te da su amor y te da animo para que sigas caminando.
     Hoy quiero que sepas que Dios no te juzga, que Él no esta defraudado de ti, tú eres su hija o su hijo. Él te ama mejor de lo que un padre humano puede llegar a amar a su hijo, lo único que le puede transmitirte es amor, es comprensión y aunque muchas veces crees que no eres digno de ser su hijo o hija, no significa que no lo seas. Él no piensa lo mismo que tú, si Él un día te busco, te llamo, te perdono y te esta transformando, no fue para luego desecharte. No Su voluntad en terminar la obra que comenzó en tu vida, por eso, no te alejes de Él, no te creas inmerecedor de su amor, ninguno merecemos nada de Él y Él no nos ama por méritos que hayamos hecho, sino porque su GRACIA Y MISERICORDIA es así de pura y maravillosa.
   ¡Vamos! Rindeté hoy delante de Dios, reconoce tu error, y si quieres llorar en su presencia ¡Hazlo! porque estoy seguro que Él te abrazará y te hará sentir todo el amor tan inmenso y precioso que tiene para ti. Simplemente permite que Él te ayude a levantarte, deja que Él te tome de la mano y sea quien te guie en la vida.
    Pueda que fallaste nuevamente, pero ¿Sabes?, Dios te ama tanto que no se ha olvidado de ti y hoy simplemente quiere que sepas que Él no ha terminado contigo. por eso: Levántate y Camina. Porque Él sabe que la próxima vez serás mas fuerte al haber experimentado de su perdón y su amor.
                         ¡RECIBE HOY SU PERDÓN Y SU AMOR
                                     INCOMPARABLE!
  "Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se 
                                      apartó de ellos".
                                         (Oseas 14:4)
    

martes, 20 de enero de 2015

Devociones: "El mejor llamado".

"Tú has sido escogido para conocerte, para creer en mí y comprender que sólo yo soy Dios" (Isaías 43:10)

     Considero que el mejor llamado que pudiese tener un creyente es el de conocer a Dios. Y en ocasiones tan grande privilegio no es aprovechado. En el antiguo pacto solamente los pertenecientes a la tribu de Leví podían ministrar en el templo, y solo a los sacerdotes se les permitía entrar a la presencia del SEÑOR. No obstante en el nuevo pacto por medio de la obra de la Cruz a los creyentes se les permite entrar directamente a la presencia de DIOS, como quien entra a un cuarto a visitar a su padre.
     En la cultura judía en los tiempos de Jesús los padres procuraban que sus hijos ingresaran a instituciones donde se les discípulaba para aprender las Escrituras, no obstante si el maestro no veía aptitudes suficientes en ellos se les regresaba a sus casas donde tendrían que ser enseñados por los suyos. Lo increíble es que DIOS por medio del Espíritu Santo ha hecho aptos a todos Sus hijos para conocerle. Él no desechará a nadie que le busque de todo corazón, por el contrario en la medida que le busque recibirá más dones y talentos.
    En la medida que los hijos de DIOS buscan al Padre para amarle y conocerle Él se revelará. Mostrando aspectos de Sí mismo que no son conocidos por todos. Solo aquellos que han probado conocer a DIOS en la intimidad le buscan incansablemente, pues solamente Él sacia. EL SEÑOR es el más grande tesoro, y dichosos son todos los que se deciden a conocerlo y creer en Él.
    El regalo de la intimidad con DIOS a los creyentes se les da por gracia, no obstante no fue gratuito. Jesús pagó el precio. Valora el más grande regalo que se te ha dado.

VIVE EL MEJOR LLAMADO, EL DE CONOCERLE A ÉL

lunes, 19 de enero de 2015

Devociones: "Las divisiones".

La división no es meramente un tema de diferencias de opinión, sino un verdadero obstáculo. (Mateo 12:22-37).

      Ya lo hemos mencionado en varios devocionales anteriores, pero vale la pena reiterarlo una vez más: no hay absolutamente nada escondido a los ojos de Dios, aunque a veces actuamos como si él no viera las cosas que hacemos o pensamos. Del mismo modo ocurrió con la conclusión a la que habían llegado los fariseos. "Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: "Todo reino dividido contra si mismo es asolado, y ninguna ciudad o casa dividida contra sí misma permanecerá. Si Satanás echa fuera a Satanás , contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién losa echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces".
     El Señor podría haber escogido defender su propia persona, utilizando las mismas acaloradas negaciones de las cuales solemos echar mano nosotros cuando otros nos acusan. Este camino lo conocemos bien, no solamente porque lo hemos frecuentado, sino porque sabemos también de su poca eficacia a la hora de convencer a los que se nos oponen. Cristo optó por otro camino, el de tomar el argumento de ellos y partir de la postura que sostenían, en lugar de su propia persona.
    De este modo realizó un impecable análisis que echaba por tierra sus argumentos por el peso de su propia lógica. Es un hecho, avalado no solamente por la experiencia personal sino también por la historia misma de los pueblos, que ninguna institución puede mantenerse en pie si existe una situación de conflicto interno. Este principio es tan aplicable a la familia o a un grupo de amigos como lo es a gobiernos y naciones. Cuando existe división entre aquellos que sostienen la institución, se cae sola, sin necesidad de intervención por parte de terceros.
     Este derrumbe no se refiere necesariamente a la desaparición de la institución. También puede indicar que la institución, como tal, ha dejado de cumplir el propósito para el cual existe, aunque siga en pie. Sencillamente se ah tornado obsoleta. Un matrimonio dividido puede seguir conviviendo bajo un mismo techo, pero no pueden llevar adelante el proyecto de ser familia. La vida toda está afectada por el espíritu de división que reina. Aun el reino de las tinieblas opera bajo este principio, de modo que Satanás no puede estar peleando contra Satanás.
    Quizás esta es una de las razones por las cuales Jesús oró que su Iglesia pudiera ser una (Juan 17:21). La división no es meramente un tema de diferencias de opinión, sino un verdadero obstáculo para el mover soberano de Dios, tanto en mi vida como en la vida de la persona con la que sostengo el altercado. Sencillamente no es posible estar en pie si no existe unidad de criterio y de propósito. Toda bendición espíritual queda detenida, porque Dios bendice a su pueblo, no a individuos. Aun cuando su mano descansa en manera particular sobre al vida de un individuo, es para el bien de todos. 

miércoles, 14 de enero de 2015

Devociones:"Condición fundamental".

Debemos apresurarnos a llevar toda ofensa al Señor, antes de que su veneno comience a actuar en nosotros. (Mateo 6:1-18).

      Hemos estado examinando las enseñanzas de Cristo sobre el tema de la oración. Miramos, en forma muy breve, la oración conocida como el Padre nuestro. Ni bien terminó esta oración Jesús añadió una aclaración: "por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas" Estas palabras contienen una solemne advertencia para todos los que deseamos caminar en luz.
    En otro momento de su ministerio Cristo contraría la historia de dos hombres con deudas. A uno de ellos se le perdonaría la suma total de su deuda, una cifra millonaria que no podría haber pagado ni siquiera con diez vidas de trabajo. Mas este hombre, saliendo de la presencia del que lo había perdonado, se encontró con un consiervo y no quiso perdonarle una deuda insignificante.
     En la historia del rey, que es figura de Dios, llamó enfurecido al primer hombre y , con una dura reprensión, lo envió a la cárcel. Para los que no habían entendido la moraleja de la historia Jesús declaró: "Así también mi Padre celestial hará con vosotros, si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas" (Mateo 18:35). Es a este mismo principio que Jesús alude en la enseñanza que estamos examinando hoy. Para los que son parte del reino y han gustado de la incomparable misericordia de Dios, tan generosa que no pueda ser explicada ni entendida, es inadmisible que no extiendan auque sea una pequeña muestra de esa compasión a los que les ofenden. Las ofensas de otros hacia nuestra persona son tan insignificantes como fue la cifra del segundo deudor en comparación con el primero. En ningún lugar de las Escrituras se enseña que el perdón al prójimo es una condición para recibir el perdón de Dios. Mas vivir extendiendo el perdón sí es una condición absolutamente fundamental para que el hijo de Dios siga experimentando a diario el perdón. Nada seca tan rápido el fluir de la gracia como un corazón lleno de amargura por las cosas que otros nos han hecho.
      Es por esta razón que debemos apresurarnos a llevar toda ofensa al Señor, antes de que su veneno comience a actuar en nosotros. Cuando hemos sido heridos, defraudados o agredidos, se torna urgente llevar nuestro dolor a nuestro Pastor, para que él restaure la paz y el gozo de ser partes de su familia. La demora en ahcerlo alimenta un torbellino de ideas que se vuelcan en indignados comentarios. La demora en hacerlo alimenta un torbellino de ideas que se vuelcan en indignados comentarios que enredan a otros en nuestra amargura. No en vano el apóstol Pablo exhortaba "no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo" (Efesios 4:26-27). Bien sabía que los asuntos no tratados por el Espíritu de Dios rápidamente se convierten en alimento para el enemigo de nuestras almas.
      "Señor, no nos dejes en paz cuando no hemos perdonado a otros. No permitas que nuestro corazón se endurezca. Envía a nuestras vidas una tristeza santa que nos conduzca a tu presencia, para que traigas a la luz los asuntos pendientes en nuestro corazón. Enséñanos a ser generosos en el perdón. Amén.   

Devociones: "Explicaciones del Maestro".

La parábola del sembrador nos muestra la verdad de que la bienaventuranza está en escuchar la palabra. (Mateo 13).

      Los discípulos no entendieron el significado de la parábola. Lo más probable es que nosotros tampoco lo hubiéramos entendido. Se acercaron a Jesús, pidiendo una explicación y él se las dio. En esto vemos otra de las cualidades que tenía como Maestro. No tomaba por sentado que entendían lo que él enseñaban, sino que permitía que profundizaran el tema por medio del diálogo. Un buen maestro debe estar a disposición de sus estudiantes.
    Cristo identificó cuatro clases diferentes de personas en el proceso de sembrar la semilla. El que fue sembrado junto al camino, es el que escuchó pero no la entendió. La semilla sembrada es arrebatada por el enemigo, porque no encuentra tierra fértil sobre la cual echar raiz. De este modo, la palabra no sigue trabajando en el corazón de esta persona, sino que se pierde inmediatamente. La segunda y tercera clase de personas, sin embargo, reciben la palabra.
     El primero de ellos, señala el Señor, "la recibe con gozo" (v.20). Su recepción, no obstante, parece ser que se fundamenta mayormente en las emociones del momento. Muestra gran alegría al escuchar las buenas nuevas, pero no ha entendido el costo de seguir a Cristo. Cuando llega la "aflicción o la persecución por causa d ela palabra, tropieza" (v.21). Esta es la persona que no se detuvo  a meditar en las consecuencias de lo que hacía. Por esta razón no es bueno que llevemos a las personas a dedicarse  por Cristo mediante la manipulación de sus emociones. Podemos asegurar una respuesta en el momento, pero rara vez tendrá valor a largo plazo.
     La tercera persona también recibió la palabra, la cual echó raíz y comenzó a crecer. Mas "las preocupaciones de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa" (v.22). La descripción deja en claro que el llamado a seguir a Cristo demanda una respuesta absoluta por parte de los que la reciben. No es posible seguir al Señor a "medias", aunque la Iglesia incluye gran cantidad de personas que creen que es posible mantener esta postura. Semana tras semana viven atormentados por las presiones económicas y laborables, mientras intentan mantener viva su vida espíritual con una fiel asistencia a las reuniones de la Iglesia. La parábola nos da un panorama de lo que está pasando en el interior de sus vidas: La palabra está siendo ahogada y , eventualmente, morirá.
      La cuarta persona es la que no solamente oye la palabra, sino que la entiende (v.23). Este entender no se refiere a una comprensión intelectual, sino a una en la esfera de la vida espiritual. A esto se refería el apóstol Santiago cuando decía  que la bienaventuranza consiste en escuchar la palabra y hacerla (v.25), no siendo oídores olvidadizos que es, en última instancia, la condición de los tres primeros en la parábola del sembrador.
    Lea la siguiente parábola en este capítulo (vv.24-30). ¿Qué se puede hacer para evitar las siembra de la mala semilla? ¿Por qué es difícil detectar la cizaña? ¿Qué remedio propuso el dueño del campo?. 

martes, 13 de enero de 2015

Devociones: "Transformación".

Debemos comprometernos con la obra de Dios que transforma vidas de manera integral. (Marcos 5:15).

       No es meramente para agregar color  al relato que el evangelista describe la condición exacta en la cual los pobladores encontraron al hombre que había estado endemoniado. Es precisamente su condición transformada la que impactó tan profundamente a los que estaban presentes. Si juntáramos el relato de Marcos con el de Lucas, tendríamos la imagen patértica de un hombre completamente atormentado por la vida y las circunstancias en las que vivía. Marcos nos dice que el Gadareno, que moraba entre los sepulcros, daba grandes gritos y se hería continuamente con piedras.
     Seguramente este comportamiento era producto de sus desesperados esfuerzos por ponerle fin al tormento en que vivía. Lucas agrega el detalle de que el hombre no vestía ropa alguna, de manera que se le veía por las colinas de la zona corriendo completamente desnudo. No deben escapar de nuestra observación los "métodos" que habían usado los pobladores de la zona para solucionar el problema del endemoniado. Ninguno de ellos se caracterizaba por la misericordia o la compasión. Más bien, con una violencia absolutamente injustificable, lo había atado muchas veces con cadenas y grillos para tratar de contenerlo. Son los medios de este mundo, donde es más importante asegurar nuestra comodidad y tranquilidad que liberar a los cautivos de su sufrimiento. Hoy no lo hacemos con grillos y cadenas, pero tenemos instituciones donde los podemos aislar y sacar del camino.
    Jesús explícitamente había declarado que vino a este mundo para sanar a personajes como este endemoniado (Lucas 4:18-19). Lejos de ignorarlo, el Señor le ministró y puso fin a su tortuosa experiencia para encaminarlo hacia una vida sana y restaurada. Queremos, en esta reflexión, notar la profundidad de este cambio. Antes el hombre andaba desnudo; ahora estaba vestido. Antes corría por doquier buscando herirse con piedras; ahora estaba sentado. Antes daba grandes gritos; ahora estaba en su sano juicio. Qué tremenda transformación. Es la clase de cambio que Dios quiere producir en la vida de todos aquellos cuyas vidas toca.
    En la iglesia no siempre hemos entendido esta realidad, prefiriendo atender solamente los aspectos "espírituales" del ser humano. Más lo espíritual no puede ser divorciado de lo emocional, lo mental o lo físico. La redención que Dios propone al ser humano es una redención que afecta al hombre total. Con esa clase de obra debemos estar comprometidos, para buscar la transformación del hombre en todos los aspectos de la vida.
Para pensar:
    El apóstol Santiago le hizo un planteamiento incisivo a los cristianos del primer siglo, uno que no ha perdido poder a pesar del transscurso de 2.000 años desde aquella pregunta. "Si un hermano o una hermana escribía el apóstol, no tienen ropa y carece del sustento diario, y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no le dais lo necesario para su cuerpo ¿de qué le sirve?  (Santiago 2:15-16). Esta es una pregunta en la cual vale la pena reflexionar. 

lunes, 12 de enero de 2015

Devociones: "Sintonizado a Dios".

Es necesario creer que la Biblia es la verdad para luego obedecer lo que me está diciendo. (Mateo 7:29).

     No es que les faltara oportunidad para escuchar la Palabra. Desde su infancia fueron bombardeados  con ella, ya que les fue leída, predicada e ilustrada de mil maneras en cada faceta de sus vidas. Pero, después de todo, ellos eran apenas "sepulcros blanqueados" llenos de huesos de muertos y de toda impureza (Mateo 23:27). Señor, sálvame de terminar como ellos.
    Dios me está hablando ahora mismo por medio de su Palabra, pero es posible que el mensaje se pierda si me distraigo.
    Sálvame también de cometer su fatal error; el de "no acompañar de fe" a la Palabra (Hebreos 4:2). No basta escuchar la Palabra divina, aunque eso es necesario. Debo siempre mezclar lo que oígo con la fe; es necesario creer que es la verdad para luego obedecer lo que me está diciendo.
    El universo está repleto de señales de radio. Pero, sin embargo, es solo cuando activo mi receptor de radio y lo sintonizo en la señal, que logró recibir y disfrutar del mensaje. La Palabra de Dios está llena de "señales divinas" enviadas personalmente para mí, pero el mensaje logra penetrar en mi vida solamente a medida que las sintonizo. Dios me está hablando ahora mismo por medio de su Palabra en cuanto a mi necesidad o el problema que estoy enfrentando, pero es posible que el mensaje se pierda si me distraigo del enfoque personal. El estudio bíblico debe  impactar mi vida, aunque sea con geografía bíblica, palabras griegas, significados teológicois, descubrimientos arqueológicos o evidencias histórica. A veces siento que Dios me quiere sacudir, así como lo hacía el predicador. Moody con su audiencia cuando les gritaba: "Tengo un mensaje para ustedes y quiero que lo escuchen".
     Señor, tú eres el Dios de ahora mismo y tu Palabra es el mensaje del presente. Me propongo no cambiar de sintonía, sino más bien evitar que mis propias ideas y las otras señales del mundo no hagan interferencias. Escucharé ahora mismo lo que tú me estás diciendo. 

sábado, 10 de enero de 2015

Devociones: "Autoridad".

Dios me anima a llegar a ser creyente de firme confianza en él, y a crecer tan sólido en la disciplina, que él me podrá confiar funciones de responsabilidad en su gran plan eterno. (Isaias 45:11).

         El tercer nivel de fe, después de la fe débil y la fe confirmada es la fe que da autoridad. Ese nivel de fe, fuertemente relacionada a la oración intercesora, es la fe por medio de la cual Dios se pone a nuestra disposición, por decirlo así.
      En las palabras de Rees Howells, fundador del Colegio Biblico de Gales, es la clase de fe que entiende cuando el objetivo está "avergonzado" y ya no se necesita ofrecer más oración. Al ganar esa posición, Dios nos da una especie de carta blanca en la que podemos pedirle cualquier cosa que deseemos dentro del área de nuestra victoria.
      Ejemplo de ese tipo de fe es Moisés cuando intercedió por Israel 
(Éxodo 32:7-14). Debido al pecado de Israel de hacer un becerro de oro para adorarlo, Dios determinó destruir al pueblo y formar una nueva nación utilizando solamente a Moisés. Pero Moisés oró angustiosamente por su pueblo y alcanzó el lugar en donde Dios, en un sentido, se puso a su disposición para hacer cualquier cosa que pidiera. La posición fue ganada, la autoridad fue alcanzada, y la llave fue dada. Entonces Moisés, utilizando su nueva autoridad, le pidió a Dios que restaurara a Israel en su favor y gracia, lo que Dios hizo por causa de Moisés.
     Los ejemplos abundan: la autoridad de Pedro para con los gentiles, la autoridad de los discípulos sobre los demonios, la autoridad de Pablo para con los gobernantes y la autoridad de Elías sobre sus enemigos. Sólo hombres de confianza reciben tal autoridad, y esta es dada sólo en un área especifica. Tales personas son los dedos y manos de Dios, extendidos en la tierra.
      Encontramos en la base de la escalera de la fe las palabras "sube lo más alto que puedas". Dios me anima a llegar a ser un creyente de firme confianza en él, y a crecer tan sólido en la disciplina, que él me podrá confiar funciones de responsabilidad en su gran plan eterno. Ojalá que cuando lance una mirada a su ejército para encontrar gente responsable, me encuentre a mí como a Abraham, "fortalecido en su fe, dando gloria a Dios" (Romanos 4:20).   

viernes, 9 de enero de 2015

Devociones: "¿Pecados privados? ".

El dolor de uno afecta a todo el cuerpo de Cristo,aunque decidamos ignorarlo.
(Josué 7:1).

        La manera particular en que se dio la toma de Jericó dejó un poderoso testimonio acerca del futuro que estaba al pueblo si caminaba de la mano del Señor. En el próximo capítulo, sin embargo, vemos a Israel derrotada y humillada por un adversario insignificante. 
       El pasaje de hoy, tomado del capítulo que relata la totalidad del lamentable episodio, nos ofrece la explicación por esta derrota: había pecado en el pueblo, y esto cortó en forma absoluta el obrar de Dios.
    Lo increíble de esta situación  es que era solamente un hombre el que había pecado. Acán, de la tribu de Benjamín, vio entre los despojos de Jericó un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codició y tomó (Josué 7:21). Dios, sin embargo, había dado especificas instrucciones acerca de la ciudad: Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella, pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis (Josué 6:17-18).
      Cuando alguno de nosotros pecamos, no pecamos solamente contra Dios, sino que también dañamos la relación con nuestros hermanos.
      Lo que nos llama la atención es que todo el pueblo sufriera las consecuencias de la falta de un solo hombre. Nuestro asombro revela cuan convencidos estamos de que el pecado es un asunto muy personal, algo entre nosotros y Dios. Esta historia nos presenta la más dramática y contundente evidencia de que no existe tal cosa como el "pecado privado". Todo pecado es una ofensa contra Dios y su pueblo, y tiene consecuencias más allá de nuestra propia vida.
    El ser parte del pueblo de Dios implica la existencia de vínculos espirituales que no dependen de nosotros. No existimos en forma aislada, tengamos o no una relación fluida con los demás. Cuando alguno de nosotros pecamos, no pecamos solamente contra Dios, sino que también dañamos la relación con nuestros hermanos, pues se interrumpe el accionar de Dios en nuestro medio, no solamente en mi vida. El pecado secreto es un asunto serio, porque afecta la vida de todas las personas que están relacionadas con esa persona, de la misma manera que el alcohólico trae miseria a todos los que conviven con él o ella. Aunque no veamos las consecuencias, los resultados de nuestras acciones no pueden ser detenidos.
Para pensar:
    Seguramente a esta realidad se refería Pablo, cuando decía que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él (1 Corintios 12:26). El concepto no es que debemos dolernos con el otro, sino que el dolor de uno afecta a todo el cuerpo, aunque escogemos ignorarlo. De la misma manera, el pecado tiene consecuencias comunitarias Saber esto le da un peso adicional al llamado a vivir en Santidad.    

jueves, 8 de enero de 2015

Devociones: "Cuestión de óptica".

El Señor no ve nuestras limitaciones como impedimento para sus planes.
(Jueces 6:12).

       Cuando Jehová se le presentó a Gedeón, este estaba totalmente desanimado. Hacía tiempo ya que los madianitas le amargaban la vida al pueblo de Dios. Saqueaban permanentemente las tierras de los Israelitas y se llevaban lo mejor de la cosecha. En ese mismo momento Gedeón estaba trabajando para esconder el trigo.
     Note el mercado contraste entre el saludo del ángel de Jehová y la respuesta de Gedeón. El ángel se refiere a él como "varón esforzado y valiente". Pero el joven Israelita no se sentía ni valiente ni esforzado. Al contrario, solamente podia pensar en que su familia era pobre y que él era  el último de la casa. Al igual que David, no sería la persona naturalmente escogida por la familia para cualquier proyecto importante. Estaba acostumbrado a que nadie le tomara en cuenta. Mirando, entonces, sus recursos, exclamó con toda naturalidad: ¿Y yo qué puedo hacer?
         He aquí uno de los misterios de la obra de Dios. Para tener éxito en los proyectos que él nos propone, no es importante cómo nos vemos, ni cómo nos sentimos. Lo importante es cómo nos ve Dios. Sara se veía como una vieja estéril, sin perspectivas ya de engendrar hijos. El Señor la veía como la madre de una multitud. Moisés se veía como un tartamudo, útil solamente para cuidar ovejas. El Señor lo veía como el hombre ideal para liberar al pueblo del yugo Egipto. Pedro se veía como un torpe pescador de Galilea lo veía como la roca, un líder con un rol clave en la formación de la nueva Iglesia veía en Saulo a un hombre dedicado a la persecución violenta de la Iglesia. El Señor veía a este hombre a un instrumento escogido para llevar el evangelio a los gentiles.
      ¿Cómo se ve usted, pastor? ¿Se ve como un pobre desdichado que tiene pocas capacidades y aun más, con menos recursos? ¿Cree usted que Dios lo ve de la misma manera? ¿Cómo le saludaría el ángel de Jehóvá si se le apareciera hoy?
    Tenga en cuenta que puede ser verdad que usted es pobre y tiene pocos recursos de los cuales echar mano. Gedeón era de veras miembro de una familia pobre. La dificultad no está en las condiciones que tenemos. El problema está en creer que mis condiciones y circunstancias limitan la actividad y los proyectos de Dios. El Señor no ve nuestra realidad como impedimento para sus planes, porque es él el que hace la obra, no nosotros. El ángel le dijo  a Gedeón: ve con esta tu fuerza. No le estaba pidiendo que busque más recursos, ni eche mano de tesoros que no poseía. Simplemente quería que pusiera su incapacidad en manos del Dios todopoderoso. Un siervo inútil en las manos de Dios, puede ser un arma poderosa por demás.
Para pensar:
     El Dr. Neil Anderson, en su libro Victoria sobre la oscuridad, escribe: "La razón por la cual tantos cristianos no están disfrutando de la madurez y la libertad que es parte de su herencia en Cristo es porque tienen percepciones de sí mismos erradas. No se ven como realmente son en Cristo. No se ven como Dios los ve, y como resultado sufren de una pobre autoimagen. No comprenden su verdadera identidad. Están identificados con el Adán equivocado".

miércoles, 7 de enero de 2015

Devociones: "Levántate".

Lo que se ve del mundo espíritual no puede ser comprendido ni aprendido por los sentidos. (Lucas 8:40-56).

       La narración del texto cita: "Pero él, tomándola de la mano, clamó diciendo: "Muchacha, levántate". Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diera de comer. La expresión "pero él" indica claramente que Cristo optó por actuar contrariamente a las reacciones narradas en el versículo anterior. ¿Y cuáles eran estas? Precisamente que la gente se burlaba de él, porque les había afirmado que en realidad la muchacha dormía.
    A pesar de las burlas, Jesús decidió proseguir con la obra que el Padre había preparado delante de él. Esta es, también, una de las características que marcan la diferencia entre el líder de impacto y la persona que simplemente ocupa un puesto. El líder no acoge el desánimo, aunque lo rodeen personas que ridiculicen o desaprueben la obra que anuncia hacer. Sus decisiones no están basadas en el nivel de reconocimiento que le otorgan los demás, el cual constituye la base sobre la que se edifica la popularidad. Mas bien está fuertemente convencido de que su tarea la realiza por órdenes de su Padre celestial, y esta le otorga una firmeza inusual frente a la falta de apoyo.
     El relato indica que Cristo tomó a la niña de la mano. Gesto que señala el corazón tierno y pastoral del que ministra. En estos días se ha hecho popular en muchos círculos el ministerio masificado, donde se ministra desde la "distancia" que el ministro impone el estar arriba de la plataforma. No debemos olvidar, sin embargo, que estamos tratando con seres humanos que requieren, sobre todo, demostraciones de cariño y respeto. Con absoluta sencillez Jesús le dijo a la muchacha que se levantara. Impacta la falta de sofisticación en su lenguaje, la ausencia de grandes frases y discursos previos al momento de la ministración. Este es, verdaderamente, el camino de los niños, sencillo y sin rodeos. Como resultado, el espíritu volvió a ella, lo cual indica que verdaderamente estaba muerta, en términos médicos. Mas Jesús la describió como dormida. Esto nos lleva al choque que, una y otra vez, revela la absoluta diferencia que existe entre las perspectivas de los que van a través de ojos humanos y los que ven por medio del espíritu.
    Lo que se ven del mundo espíritual no puede ser comprendido ni aprendido por los sentidos del cuerpo, a pesar del intento frecuente de transitar por ese camino. Es un ejercito que no puede producir otro fruto que la frustración.
     Al incorporarse la niña, el Señor dio instrucciones de que fuera alimentada. Una actividad netamente física, vinculada a este mundo en que vivimos. La vida continúa y no podemos escapar  de nuestro entorno. Por otro lado, también es parte de nuestro llamado atender las necesidades corporales de las personas a nuestro cargo. No todo tiene que ser resuelto con oración y ayuno. Padecemos algunas necesidades "poco espírituales" como un plato de comida, un abrazo o un abrigo. Todo forma parte de lo que es el ser humano.
   

martes, 6 de enero de 2015

Devociones:"Repercusiones".

Lo que vivimos en el plano privado de nuestras vidas incide en nuestras relaciones en el ámbito público. (Lucas 1:5-25).

           Mientras Zacarías permanecía dentro del templo el pueblo lo esperaba, y se extrañaba de su tardanza. "Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo".
     la convicción de que la fe es algo "muy personal"  está fuertemente instalada en nuestro concepto de la vida espiritual. Hemos cedido frente a la idea de que cada uno posee la capacidad de construir en soledad su propia experiencia en Cristo. Nuestro débil compromiso con la Iglesia muchas veces revela cuán poco valor de darnos a los aportes de nuestros hermanos al proceso que Dios realiza en nuestra vida.
      La experiencia de Zacarías muestra que nuestras vivencias en lo secreto indefectiblemente afectan la vida de aquellos con los que nos encontramos en el ámbito de la vida pública, aun cuando no seamos conscientes de ello. Nuestra vida está forzosamente ligada a la vida de otros que comparten con nosotros nuestra existencia.
     El apóstol Pablo escogió la analogía del cuerpo humano para explicar este ministerio, ilustrado cómo la vida de un miembro afecta la de los otros: "Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él" (1 Corintios 12:26). La imagen es perfecta para entender nuestra relación con otros. Si una persona pierde en un accidente su mano, todo el cuerpo sufrirá las consecuencias, aun cuando la parte más fuerte de la crisis la sufra el brazo.
     ¿Acaso no son los hijos los mejores ejemplos de la fe, o falta de fe, de sus padres? Aun cuando los padres han confiado la formación espiritual de sus hijos a los maestros de la escuela dominical, la mayor influencia sobre la vida de ellos la ejercerán aquellas vidas de las que son testigos en la intimidad del hogar.
      La respuesta inapropiada de Zacarías ante la visita del ángel significó que él perdió parte de la aventura que Dios había preparado para él. Es tentador pensar que el asunto termina aquí, pero claramente la gente que lo esperaba afuera también resultó afectada por su experiencia. Cuando salió percibieron que algo había ocurrido, pero no tuvieron acceso a los detalles, pues Zacarías no estaba babilitado para compartir con ellos lo vivido.
    Imagine, por un instante, que Zacarías hubiera reaccionado con fe al anuncio. ¿Qué hubiera ocurrido al salir del templo? ¿Acaso no hubiera gritado a los cuatro vientos que iba a ser papá, que Dios mismo se lo había anunciado? El pueblo hubiera entrado en pleno en el gozo de él. En lugar de esto, volvieron  a sus casas perplejos, con la sensación de haberse perdido algo importante.
     Lo que vivimos en el plano privado de nuestras vidas incide en nuestras relaciones en el ámbito público. Cuando desatendemos este aspecto de nuestras vidas, no sufrimos solamente nosotros. Todo el cuerpo de Cristo se ve empobrecido.
     

lunes, 5 de enero de 2015

Devociones: "Serenidad".

Conviene a los hijos de Dios un espíritu sereno y apacible, porque no es nuestro esfuerzo el que logra los resultados. (Marcos 9:14-29).

       La escena que encontró Jesús cuando bajó era diametralmente opuesta a la que habían vivido en el monte. "Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacía El, le saludaban.
     Y El les preguntó: ¿Qué discutís con ellos? Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo, y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron" (Marcos 9:14-18).
Lo primero que nos llama la atención en esta escena de conflicto y confusión es que la multitud, cuando vio a Jesús, corrió hacía él. La reacción de ellos nos da una idea muy clara de la autoridad y el peso que tenía la figura de Cristo entre las personas que lo seguían en diferentes momentos de su vida. Por la reacción de ellos, es evidente, que creían que él podía ayudarlos a desenredar el desconcierto y la confusión generada en una situación de necesidad.
      La respuesta de la gente, sin que estuvieran conscientes de ello, era el camino a seguir para salir del enredo en que se habían metido los discípulos. Nuestra respuesta, en situaciones en las que no discernimos con claridad los pasos pertinentes, debería ser el detener toda actividad y buscar la palabra orientadora del Señor. Solamente él sabe con certeza lo que se requiere en cada circunstancia en particular. Lastimosamente, sin embargo, nuestra reacción muchas veces revela que, buscando salir adelante, depositamos nuestra confianza en nuestras propias capacidades.
    Los discípulos se habían involucrado en una discusión con algunos de los presentes, incluidos aquellos infaltables expertos en asuntos espírituales, los escribas. Hemos de creer que, ante el infructuoso esfuerzo para responder a la situación del muchacho, los discípulos habían recibido algunas indicaciones o burlas por parte de los presentes, y esto seguramente despertó en ellos el afán por defender o explicar su proceder.
     La discusión puede parecer el camino a recorrer en esta clase de situaciones, pero no aporta nada a la solución. En el ministerio, sin embargo, pareciera que esta es una debilidad muy particular. Observe las veces, no menos de seis, que Pablo exhortó a Timoteo en sus dos cartas a no enredarse en vanas discusiones. Animó al joven líder a no permitir que algunos "enseñarán doctrinas extrañas, ni prestarán atención a mitos y genealogías interminables, lo que da lugar a discusiones inútiles en vez de hacer avanzar el plan de Dios que es por fe" (1 Timoteo 1:4). A Tito le señala que las contiendas de palabras son "sin provecho y sin valor" (Tito 3:9).
     Aun cuando tengamos razón, el reino avanza por otros medios. Conviene a los hijos de Dios un espíritu sereno y apacible, porque no es nuestro esfuerzo el que logra los resultados, sino la intervención del Señor, como descubrió Moisés cuando asesinó al guardia Egipcio.
¿Cómo reaccionó Jesús? ¿Por qué se refirió a ellos como una "generación incrédula? . 
    

viernes, 2 de enero de 2015

Devociones: "Luchando con Dios".

Cuando aprendemos a descansar en Dios nuestro esfuerzo se ve siempre recompensado. (Génesis 32:24-25).

      Este es uno de esos pasajes que nos resulta por demás extraño. Dios envuelto en una lucha cuerpo a cuerpo toda la noche. ¿Cómo ha de explicarse tan raro evento en el relato de la historia de los patriarcas? Creo que la historia no es tan extraña como inicialmente nos parece. Para entenderla, debemos recordar la vida de Jacob.
       Había nacido hijo de la promesa. Por él pasaba la descendencia de aquellos que iban a ser parte de esa gran nación que le había sido anunciada a Abraham. De manera que la bendición de Dios reposaba sobre él aún desde el vientre de su madre. Un rápido vistazo a los acontecimientos de su vida, sin embargo, nos muestran a un hombre que no dudó en echarle mano de cuanto artilujio pudiera para hacerse de la bendición que Dios le había prometido. Lo vemos envuelto en reiteradas situaciones donde se aprovechó de la debilidad de otros. Lo vemos haciendo trampa, mintiendo, engañando y siendo engañado. Acumuló una gran fortuna en bienes, pero se hizo de muchos enemigos en el camino, incluyendo el odío viceral de su hermano Esaú, que había jurado matarlo. No es una figura que inspira.
      A veces el Señor lleva años queriendo decirnos algo sin poder lograr que le prestemos atención. Su voz es la del "silvo apacible". Pero cuando no hacemos caso, debe adoptar métodos más directos. Este es uno de esos incidentes. En forma muy gráfica Dios le muestra al Patriarca lo que había sido su vida hasta este momento. Una lucha sin fin por apropiarse de la bendición de Dios. El relato nos dice que el Señor no pudo contra él. De cierto esta no era puja por dominio físico. Dios podría haberle destruido simplemente con la palabra de su boca. Pero no era la intención del encuentro destruirlo, sino mostrarle lo arduo y cansador que había sido el camino recorrido.
     En un sentido muy literal, el Señor le dice al Patriarca: toda la vida has estado luchando conmigo, sin darte cuenta que yo estoy de tu lado. ¿Cuándo dejarás de pelear contra mí? Quédate quieto, y dejame que te bendiga de una buena vez por todas. El Señor mismo deseaba la prosperidad de Jacob. Pero no por el camino que el patriarca había escogido.
     Muchas veces como líderes  estamos tan desesperados de asegurarnos de la bendición de Dios para nuestros proyectos que echamos mano de todo lo que se nos viene por delante. Trabajamos con una deseperación que revela cuanto creemos que todo depende de nuestro esfuerzo. Y hasta logramos el avance deseado. Pero cuánto más fácil hubieran sido las cosas si hubiéramos aprendido a unir nuestro trabajo al brazo fuerte de Dios.
Para pensar:
   Quizás este es un buen momento para detenerse. Tome un momento para volver a poner las cosas en su lugar. Usted no está trabajando para Dios. Usted está trabajando con Dios. no quiera usted hacerlo todo. Descanse más en él, y verá que mayores resultados resultan de sus esfuerzos. 

jueves, 1 de enero de 2015

Devociones: "Cuestión de tiempos".

 Debemos discernir los tiempos para trabajar o reflexionar, a fin de dedicarse de todo corazón. (Lucas 10:39-40).

        Nuestro estudio de este pasaje sería poco productivo si nos concentráramos en el valor relativo de las actividades de las dos hermanas. El Señor no quiso exaltar la pasividad por encima del activismo. De hecho, cualquiera de las dos actividades puede ser perjudicial si es llevada a un extremo.
      Por un lado tenemos el peligro de la persona inquieta. Es la persona que no puede detenerse, que necesita siempre estar haciendo algo. En muchos casos esta es una persona que tiene ciertas carencias afectivas. Esconden su dolor o inseguridad en un estilo de vida que no deja lugar para los tiempos de recogimiento, intimidad o reflexión.
      Es difícil tener que convivir con ellos porque su permanente movimiento no los deja dedicarse a otras realidades de la vida que no se cultivan por medio de trabajos y proyectos. El ministerio es especialmente atractivo para ellos, porque les da un medio para ganarse el afecto y la aprobación que tanto necesitan. Un pastor con quien hablé me contó, haciendo alusión a su entrega "incondicional" al Señor, que no había tomado vacaciones ni descansos en siete años. Es una postura común entre los que están trabajando dentro de la Iglesia.
    Por el otro lado, no obstante. tenemos a la persona que carece de todo interés en cualquier tipo de actividad. Su vida está gobernada por la ley del menor esfuerzo y busca siempre la manera de conseguir beneficios sin hacer demasiado a cambio. Esta clase de persona, cuando está dentro del Cuerpo de Cristo, espiritualiza su vagancia explicando que Dios lo ha llamado a cosas "mayores". Es la clase de persona que tiene visiones, recibe palabras y profecías y siempre está lista para disertar sobre la Palabra. Nunca está, sin embargo, a la hora de arremangarse para trabajar en algún proyecto que implica esfuerzo y sacrificio. También de estos hay en abundancia dentro de la casa de Dios. De modo que podemos afirmar que tanto el activismo excesivo como el ocio desmedido son altamente perjudiciales para la vida de aquellos que desean caminar fielmente con Cristo.
   ¿Cuál es la lección que Cristo quiso enseñarle a Marta en ester incidente absolutamente cotidiano, común a la vida de cada uno de nosotros? No estaba condenando la actividad de Marta, que de por sí era buena, sino el hecho que estaba abocada a una actividad loable en el momento incorrecto. He aquí la diferencia entre la persona madura y la inmadura. La inmadura se dedica a destiempo a las cosas que otros hacen en el momento correcto.
   Hay un tiempo indicado para el trabajo y el esfuerzo. Quién se dedica al descanso, la instrucción y la reflexión, cuando es tiempo de trabajo, hace lo incorrecto. De la misma manera, quién se dedica al trabajo cuando es tiempo para el descanso, la instrucción y la reflexión, también hace lo incorreecto.
Para pensar:
       Señor, enséñame a discernir los tiempos para estas dos actividades, para dedicarme de todo corazón a cada una de ellas en el momento oportuno.