sábado, 31 de mayo de 2014

Devociones: "El bueno dejará herederos a los hijos de los hijos".

       "El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos" ( Proverbios 13:22).

    Cuando  leemos este versículo no debemos llegar a la conclusión de que se trata de una herencia financiera. Es mucho más probable que el Espíritu de Dios se refiere a una herencia espíritual. Una persona pudo haber sido educado por padres que eran pobres pero piadosos; estas personas estará eternamente agradecida por la memoria de un padre y una madre que diariamente leían la Biblia, oraban juntos en familia y le criaron en el temor y amonestación del Señor, aunque no le hayan dejado dinero o bienes raíces al morir. La herencia espíritual es la mejor.
    Realmente un hijo podrían arruinarse espíritualmente si heredaran  una gran cantidad de dinero. La riqueza que llega de repente es intoxicante y pocos son capaces de administrala con sabiduría, Son pocos los que heredan fortuna y siguen bien para el Señor.
     Otra consideración es que las familias a menudo se rompen por celos y contiendas cuando se reparte una herencia. Es verdad lo que dice el reflán: "donde hay testamento hay muchos parientes". Los miembros de familias que han vivido en paz durante muchos años repentinamente se vuelven enemigos por unas cuantas joyas, porcelanas o muebles.
    Con mucha frecuncia los padres cristianos dejan su requeza a hijos inconversos, a personas que están en religiones falsas o a hijos ingratos, cuando ese dinero podría haberse usado mejor para la difusión del evangelio.
      Algunas veces esta cuestión de dejar dinero a los hijos es una forma velada de egoísmo. Los padres en realidad desean retenerlo para ellos mismos mientras puedan. Saben que la muerte un día lo arrancará de su mano, de modo que siguen la tradición de darle en herencia a sus hijos.
     Nadie a legado todavia un testamento que no pueda romperse o disminuirse a causa de impuestos, cuotas y honorarios. Un padre no puede estar seguro de que sus deseos se cumplieran después que haya partido de este mundo.
     Por lo tanto la mejor política es dar generosamente a la obra del Señor mientras estamos todavía vivos. Como dice el dicho: "Da tu donativo mientras vivas porque después no sabes a dónde irá".
     Y la mejor manera de hacer un testamento es decir: "Estando en mis facultades mentales pongo mi dinero a trabajar ya para Dios en esta vida. Deja a mis hijos la herencia de un trasfondo cristiano, un hogar donde Cristo fue honrado y la Palabra de Dios fue reverenciada. Les encomiendo a Dios y a la Palabra de Su gracia, que es capaz de edificarles y darles una herencia entre los santificados". 

viernes, 30 de mayo de 2014

Devociones: "Cuando a Dios haces promesas, no tardes en cumplirla".

"Cuando a Dios haces promesas, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes" ( Eclesiastés 5:4).

           Todos nosotros hemos oído del hombre que cuando se encuentra en un aprieto hace una promesa a Dios. Promete que si Dios lo libra, confiará en Él, lo amará y lo servirá para siempre. Pero cuando escapa de la crisis, olvida la promesa y sigue viviendo igual que antes.
     ¿Qué lugar ocupan las promesas en la vida de un cristiano y qué principios se dan en la Palabra sobre el tema?.
      En primer lugar, no es necesario hacer promesas. No se nos manda hacerlas, pero generalmente se hacen de manera voluntaria en señal d egratitud por Sus favores. La Biblia nos instruye al respecto en Deuteronomío 23:22. "Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado".
     Segundo, debamos ser cuidadosos d eno hacer promesas precipitadas, esto es, promesas que no seremos capaces de cumplir o de la que más tarde podríamos lamentarnos. Salomón nos advierte: "No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto sean pocas tus palabras" ( Eclesiastés5:2)
       Pero si hacemos una promesa, debemos ser cuídadosos en cumplirla. "Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra, hará conforme a todo lo que salió de su boca" ( Números 30:2)."Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y sería pacado en ti" ( Deuteronomíos 23:21). Es mejor no prometer que prometer y no cumplir. "Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas" ( Eclesiastés 5:5).
      Puede haber casos excepcionales donde sería mejor no cumplír una promesa que continuar en ella. Antes de su conversión un hombre puede haber hecho votos en una falsa religión o en una hermandad secreta. Si cumplir aquellos votos fuera contrario a la Palabra de Dios, entonces debe obedecer a las Escrituras aún a costa de romper los votos. Si estos votos consistieron simplemente en no divulgar ciertos secretos, entonces debería permanecer en silencio tocante a ellos por el resto d esu vida, aún después de haberse separado de la orden.
    Quizás las promesas que se rompen más hoy en día son los votos matrimoniales. Las solemnes promesas hechas en las presencia d eDios se tienen en poco. Pero el mandato de Dios sigue vigente: "Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová" ( Deuteronomíos 23:21).   

Devociones: "Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor".

"Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso" ( 2 Corintios 6: 17-18).

      ¿Qué debe hacer un cristiano cuando se encuentra en una Iglesia que se ha tornado cada vez más liberal y modernista? Esa Iglesia fue fundada por hombres que creían que la Biblia es inerrante, y en todas las demás doctrinas fundamentales de la fe. Tenía una gloriosa historia de fervor evangélistico misionero. Muchos de sus ancianos eran eruditos bien conocidos y fieles predicadores de la Palabra. Pero los seminarios e institutos bíblicos los han sustituidos por una nueva especie y ahora los pastores que salen de ellos predican un evangelio social. Todavía emplean fraseología bíblica, pero dan a entender algo completamente diferente con ella. Socaban las doctrinas más importantes de la Biblia, ofrecen explicaciones naturales para los milagros y hacen mofa de la moralidad bíblica. Salen de frente defendiendo la política radical y las causas subversivas. Hablan despectivamente de los fundamentalistas.
      ¿Qué debe hacer un cristiano? Quizás su familia ha estado relacionada con esa Iglesia durante generaciones. Él mismo ha contribuido generosamente a través de los años. Sus amigos más íntimos están allí. Se pregunta qué les sucederá a los jóvenes d esu Iglesia, si él se va. ¿No debe permanecer en la Iglesia y ser una voz de Dios mientras esto  sea posible?.
     Sus argumentos le parecen plausibles. Sin embargo, su alma justa se aflige al ver que la gente acude a las reuniones de la Iglesia en busca de pan semana tras semana, y no consigue sino piedras. Aprecia todo lo que le liga aún allí y se apena al oír que a Su Salvador lo condenan con confusas alabanzas.
       No hay duda acerca de lo que debe hacer. Debe de dejar esa Iglesia. Es el claro mandamiento de la Palabra de Dios. Si se deshace de ese yugo desigual. Dios se encargará de todas las consecuencias. Dios asumirá la responsabilidad por aquellos jóvenes y proveerá nuevas amistades. De hecho, Dios mismo promete serle un Padre con una intimidad que es conocida solamente por aquellos que son obedientes indiscutiblemente. "La bienaventuranza de la verdadera separación es nada menos que la gloriosa compañía del gran Dios".    

miércoles, 28 de mayo de 2014

Devociones: "Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto".

"Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase" ( Génesis 2:15).

     Contrariamente al parecer de algunos, el trabajo no es una maldición; sino una bendición. Antes de que el pecado entrara al mundo. Dios designó a Adán para que cuidara del jardín de Edén. Fue después que  el hombre hubo pecado que Dios maldijo la tierra, pero no al trabajo en sí, Decretó que, tratar de agnar el sustento de la tierra, el hombre encontraría penas, sudor y frustración
 ( Génesis 3:17-19). 
       Un anciano respetable decía: " Bendito trabajo. Si llevas la maldición de Dios. ¿Cuánta debe ser Su bendición?" Pero el trabajo no lleva Su maldición. Es parte de nuestro ser esencial, de nuestra necesidad de creatividad y de ser útiles. Cuando sucumbimos a la holgazanería es mayor el peligro de pecar. Y a menudo es al retirarnos de la vida activa que comenzamos a derrumbarnos.
     No debemos olvidar que Dios mandó a Su pueblo que trabajara ( "seis días trabajarás" Éxodo 20:9). Los hombres  tienden a pasar por alto eso y a enfatizar la otra parte que les manda descansar el séptimo día.
     El Nuevo Testamento etiqueta al perezoso como "desordenado" o "indisciplinado" y decreta que si un hombre no quiere trabajar, que tampoco como ( 2 Tesalonicenses 3:6-10).
    El Señor Jesús es el Ejemplo supremo como Trabajador laborioso. "Qué días de duro trabajo fueron los Suyos. Qué noches de oración laboriosa Tres años de ministerio le envejecieron. "Ni aún tienes cincuenta años", le decían, haciendo un calculo aproximado de su edad. ¿Cincuenta? Solamente tenía treinta. Esto no es ningún secreto" .
    Algunas personas le tienen alergía al trabajo porque le notan alguna característica desagradable. Deberían darse cuenta de que ningún trabajo es completamente ideal. Toda ocupación tiene siempre algún inconveniente. Pero el cristiano puede hacerlo para la gloria de Dios: "No para salir del paso, sino triunfalmente".
    El creyente trabaja, no sólo para suplir sus propias necesidades, sino para ayudar a otros que están en necesidad ( Efesios 4:28). Esto añade un motivo nuevo y desinteresado al trabajo.
     Aun en la eternidad trabajaremos , ya que la Palabra dice: "sus siervos le servirán" ( Apocalipsis 22:3).
    Mientras tanto debemos seguir el consejo de Spurgeon: "Mátense trabajando y luego avívense a través de la oración".  

Devociones: "En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho".

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A los suyos vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". 
( Juan 1:10-12).

      En el mundo estaba. Fue una gracia increíble que el Señor de la vida y de la gloria hubiera venido a vivir en este minúsculo planeta. No sería de interés periodístico que de alguien se dijera: "Estaba en el mundo". Eso es algo sobre lo que el hombre no tiene control. Pero para Él, fue una elección de liberada, un acto de compasión maravillosa.
      Y el mundo por Él fue hecho. La maravilla aumenta. Aquel que estaba en el mundo es el que hizo al mundo. El que llena el universo se redujo a sí mismo al cuerpo de un bebe, un joven, un hombre, y en ese cuerpo habitó toda la plenitud de la Deidad.
     Pero el mundo no le conoció. Este fue un caso de ignorancia inexcusable. Las criaturas debieron reconocer a su Creador. Los pecadores debieron haber sido sacudidos por Su ausencia de pecado. Debieron conocer por Sus palabras y Sus obras que en Él había más que un simple hombre.
     A lo suyo vino. Todo lo que estaba en el mundo le pertenecía. Como Creador, tenía derechos innegables a todo lo creado y pese a eso no traspasó la propiedad d enadie.
      Y los suyos no le recibieron. He aquí la ofensa máxima. El pueblo judío le rechazó. Jesús tenía todas las credenciales del Mesías, pero no quisieron que los gobernara.
      Mas a todos los que le recibieron. Esta es u8na invitación ilimitada. Ha sido extendida a judíos y gentiles igualmente. La única condición es que deben recibirle.
       A los que creen en su nombre. Los términos no pueden ser más sencillos. La autoridad para llegar a ser hijos de Dios s econoce a todos aquellos que, por un acto definido de fe, reciben a Jesucristo como Señor y Salvador.
        Les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Qué favor tan inmerecido, que los pecadores rebeldes vengan a ser hijos de Dios a través d eun milagro d eamor y gracia.
        Aquí tenemos noticias buenas y noticias malas. Primero las malas: "el mundo no le conoció" y "los suyos no le recibieron". Luego las buenas "mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Si no le has recibido todavía, ¿por qué no creer hoy en Su Nombre?.  

martes, 27 de mayo de 2014

Devociones: "¿Y he de pagar lo que no robé?".

                      "¿Y he de pagar lo que no robé?" ( Salmo 69:4).

      El que habla en el Salmo 69 es el Señor Jesús. en el versículo 4 nos dice que Su gloriosa obra de redención, restituyó a Dios por las pérdidas que habían sido causadas por el pecado del hombre. No hay duda que se describe a sí mismo como la verdadera ofrenda por los delitos.
   Cuando un judío robaba a otro judío, la ley de la ofrenda por el delito requería que pagase la cantidad que había robado y añadiera un quinto de ese valor.
    Dios ha sido robado por el pecado del hombre. Se le ha robado servicio, adoración, obediencia y gloria. Se le ha robado servicio porque el hombre se volvió para servirse a sí mismo. al pecado y a Satanás. Se le ha robado adoración porque el hombre se inclinó ante las imágenes talladas. Se le ha robado obediencia porque el hombre rechazó la autoridad de Dios. Se le ha robado gloria porque el hombre no ha querido darle el honor que le es debido.
                        Su más divino atavío a un lado arrojó,
                       Y con ropaje de barro. Su Deidad cubrió.
                           Y así Su maravilloso amor mostró,
                                 Pagando lo que nunca robó.

          No sólo pagó lo que fue robado por el pecado del hombre sino que añadió más. Pues Dios ha recibido más gloria a través de la obra terminada de Cristo que lo que perdió por medio del pecado de Adán. "Perdió criaturas por el pecado, ganó hijos por la gracia". No nos equivocamos ni un ápice si decimos que Dios ha recibido más gloria por medio de la obra del Salvador que la que pudo recibir en una eternidad por miles de "Adanes" no caídos.
      Quizás tenemos aquí una respuesta a la pregunta: ¿Por qué Dios permitió que entrara el pecado?" Sabemos que Dios pudo haber hecho  a los hombres sin el poder de la libre elección moral. Pero escogió hacerlos con la facultad de amarle y adorarle por su propia  voluntad. Eso significa que pueden tener la habilidad de desobedecerle, rechazarle, y volverle la espalda. El hombre ha escogido desobedecerle, introduciendo así el gran holocausto del pecado. Pero no fue derrotado por el pecado de Sus criaturas. En Su muerte, sepultura, resurrección, el Señor Jesús triunfó sobre el pecado, el infierno y Satanás. Por medio de Su obra. Dios ha recibido una gloria aún más grande; y el hombre redimido ha recibido más abundantes bendiciones que si el pecado nunca hubiera entrado a este mundo nuestro. 

Devociones: "Pero el don no fue como la transgresión".

"Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron muchos más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo" ( Romanos 5:15).

    En Romanos 5:12-21). Pablo contrasta las dos cabezas federales de la raza humana, Adán y Cristo. Adán fue la cabeza de la primera creación: Cristo es la cabeza de la nueva creación. La primera fue natural; la segunda es espiritual. Tres veces emplea Pablo las palabras "mucho más", para enfatizar que las bendiciones que fluyen de la obra de Cristo, sobreabundan muy por encima de las pérdidas contraídas por el pecado de Adán. Está diciendo que "en Cristo, los hijos d eAdán ostentan más bendiciones que las que su padre perdió". Los creyentes están mejor en Cristo que lo que pudieron haber estado si Adán no hubíera caído.
    Supongamos, por un momento, que Adán no hubiera pecado, que en vez de comer del fruto prohibido, él y su esposa hubieran decidido obedecer a Dios ¿Cuál habría sido el resultado de sus vidas? Hasta donde sabemos, hubieran continuado viviendo indefinidamente en el Edén. Su recompensa habría sido una larga vida sobre la tierra. Y esto se habría cumplido ciertamente en su descendencia.
    Mientras continuaran sin pecar, hubieran podido vivir indefinidamente en el Edén; no habrían muerto.
     Pero en ese estado de inocencia, no tendrían expectativa de llegar alguna vez al cielo. No habría promesa de ser habitados y sellados por el Espíritu Santo. Nunca habrían llegado a ser herederos de Dios y coherederos con Jesucristo. Jamás habrían tenido la esperanza de ser conformados a la imagen del Hijo de Dios. Y siempre habrían tenido ante sí la terrible posibilidad de pecar y perder las bendiciones terrenales que disfrutaban en el Edén.
   Pensemos, al contrario, en la posición infinitamente superior que Cristo ha obtenido para nosotros con Su obra expiatoria. Somos bendecidos con toda bendición espíritual en los lugares celestiales en Cristo. Somos aceptos en el Amado, completos en Cristo, redimidos, reconciliados, perdonados, justificados, santificados, glorificados y hechos miembros del cuerpo de Cristo. Somos habitados y sellados por el Espíritu que es las arras de nuestra herencia. Estamos seguros eternamente en Cristo. Somos hijos de Dios, herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. Estamos tan cerca de Dios y somos tan queridos por Él como lo es Su amado Hijo. Y hay mucho más. Pero esto es suficiente para mostrar que los creyentes están mejor hoy en el Señor Jesucristo que lo que pudieran haber estado en un inocente Adán.

lunes, 26 de mayo de 2014

Devociones: "Señor, te seguiré adonde quiera que vayas".

               "Señor, te seguiré adonde quiera que vayas" ( Lucas 9:27).

    Algunas veces pienso que hablamos y cantamos con demasiada ligereza acerca del señorío de Cristo, del compromiso total y de la rendición absoluta. Repetimos como loros frases cortas e ingeniosas como: "Si Él no es el Señor absoluto, entonces no es Señor absoluto" Cantamos: "Todo a Cristo yo no me rindo, lo que tengo, lo que soy" . Actuamos como si el compromiso total implicara poco más que asistir a lo Iglesia cada domingo.
   No es que no seamos sinceros: sino que no nos damos cuenta de todo lo que implica. Si reconociéramos el señorío de Cristo, estaríamos dispuestos a seguirle en la pobreza, el rechazo, el sufrimiento y aun la muerte.
    "Algunos desmayan ante la vista de la sangre. Un día un joven entusiasta vino a Jesús con los propósitos más excelentes en su corazón. "Señor", dijo, "Te seguiré adonde quieras que vayas". No podrías haber nada más excelente. Pero Jesús no se emocionó. Sabía que aquel joven no entendía lo que implicaba su promesa. Así que le dijo que Él mismo no era sino un hombre sin hogar y que como las zorras, tendría que dormir a la intemperie en la montaña. Le mostró la cruz con un poco de carmesí sobre ella y frente a esto, aquel que estaba tan ansioso cayó en una palidez mortal.Suspiraba por sus bienes: el precio era más alto de lo que estaba dispuesto a pagar. Esto ocurre con mucha frecuencia. Algunos de ustedes no están en la batalla, no porque el llamado de Cristo no sea atractivo, sino porque están temerosos de una pequeña sangría. Por lo tanto dicen gimoteando: "a no se por estas infames pistolas, yo habría sido soldado".
     Si Jesús no se emocionó cuando el joven de Lucas 9 se ofreció a ir con Él todo el tiempo, estoy seguro de que sí se emocionó cuando Jim Elliot escribió en su diario: "Si salvara la sangre de una vida, negándome a derramarla como un sacrificio, oponiéndome al ejemplo de mi Señor,entonces he de sentir el paternal del rostro de Dios puesto contra mi objetivo Padre, toma mi vida, sí mi sangre, si así lo deseas, y consúmela con Tu fuego arrollador. No la salvaría, pues no me corresponde a mí salvar. Tómala, Señor, tómala toda. Derrama mi vida como una oblación por el mundo. La sangre tan sólo tiene valor cuando fluye sobre Tus altares".
   Cuando leemos palabras como éstas, y recordamos que Jim derramó su sangre como mártir en Ecuador, algunos de nosotros nos damos cuenta de qué poco sabemos de redención absoluta. 

Devociones: "Y santificaréis el año cincuenta, y......".

"y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia" ( Levítico 25:10).

     Cada cincuenta años en el calendario de Israel se conocía como el año del jubileo. Se suponía que la tierra debía estar en barbecho. Las propiedades se devolvían a sus dueños originales y los esclavos eran puestos en libertad. Era un tiempo gozoso de libertad, gracias, redención y descanso.
   Cuando alguien compraba una propiedad, debía tener en cuenta la proximidad del año del jubileo. Por ejemplo, la tierra sería más valiosa si al tiempo de la compra faltaban cuarenta y cinco años para el año del jubileo. Pero si estaba solamente a un año de distancia, difícilmente era digna de comprarse. El comprador sólo podría tener una cosecha.
     Hay un sentido en el que venida del Señor será el año del jubileo para los creyentes de hoy. Entrarán en el descanso eterno en la casa del Padre. Serán libres de los grilletes de la mortalidad y recibirán cuerpos glorificados. Todas las cosas materiales que les han sido confiadas como administradores serán devueltas a su dueño original.
    Debemos tener millones en propiedades, inversiones y depósitos bancarios. Pero si el Señor viniera hoy, ya no tendrían ningún valor para nosotros. Cuanto más cerca estamos de Su venida, menos valor real tienen. Esto significa que debemos invertirlas hoy para el adelanto de la causa  de Cristo y el alivio d ela necesidad humana.
    Así como el año de jubileo era anunciado con el toque de una trompeta, así el regreso del Señor será anunciado con el sonido de la "última trompeta". "Todo esto nos enseña una excelente lección. Si nuestros corazones valoran la esperanza inalterable del retorno del Señor, debemos aligerarnos de todas las cosas terrenales. es moralmente imposible que podamos estar en la actitud de esperar al Hijo del cielo y no estemos despegados de este mundo presente....Aquel que vive en la expectación diaria de la aparición de Cristo debe desligarse de lo que será juzgado y disuelto cuando venga....Quiera Dios que nuestros corazones sean impresionados y nuestra conducta influenciada en todas las cosas por esta verdad tan preciosa y santificante" ( C. H. Mackintosh).

domingo, 25 de mayo de 2014

Devociones: "Pero cuantas cosas eran para mí ganancia. las he estimado como......"

"pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo" ( Filipenses 3:7-8).

      Es excelente que un creyente renuncie a las grandes cosas de la vida por causa del Señor. Tenemos por ejemplo, a un hombre cuyos talentos le han traído fama y riqueza y sin embargo, por obediencia al llamamiento divino, las pone a los pies del Salvador. O una mujer cuya voz le ha abierto las puertas de las grandes salas de concierto del mundo, pero ahora siente que debe vivir para otro mundo, así que rinde su carrera artística para seguir a Cristo. Después de todo, ¿qué es la reputación, la fortuna o las distinciones en el mundo cuando se comparan con la ganancia incomparable de ganar a Cristo.
    Lan Mac Pherson pregunta: "¿Existe escena más profundamente conmovedora que la de un hombre colmado de dones, poniéndolos humildemente en adoración a los pies del Redentor? Después de todo, ese es el lugar donde se supone que deben estar. En las palabras de un viejo y sabio teólogo galés: "el hebreo, el griego y el latín están muy bien en su lugar; pero su lugar no es donde Pilato los puso, sobre la cabeza de Jesús, sino más bien a Sus pies".
     El apóstol Pablo renunció  a la riqueza, la cultura y la posición eclesiástica y las estimó como pérdida por Cristo. Jowett comenta que "cuando el apóstos Pablo consideraba sus posesiones y aristocracia como grandes ganancias, no había visto aún al Señor; pero cuando "al gloria del Señor" resplandeció ante sus ojos asombrados, todo lo demás se desvaneció en sombras y aun se elipsó. No era tan sólo que las ganancias anteriores se abarataron con la refulgencia del Señor y las pudo ver como deleznables en sus manos; sino que dejó de pensar en ellas por completo. Se esfumaron enteramente de la mente donde en otro tiempo habían sido apreciadas como depósitos supremos y sagrados".
     Es extraño, entonces, que cuando un hombre abandona todo para seguir a Cristo, algunos piensen que se ha vuelto loco. Algunos se escandalizan y quedan atónitos. Algunos lloran y ofrecen otras rutas alternativas. Otros argumentan sobre la base de la lógica y el sentido común. Unos pocos lo aprueban y se conmueven hasta lo más profundo . Pero cuando una persona camina por al fe, es capaz de valorar adecuadamente las opiniones de los demás.
   C. T. Studd abandonó  una fortuna privada y excelentes perspectivas en casa para dedicar su vida al servicio misionero. John  Nelson Darby dio la espalda a una brillante carrera y llegó a ser un ungído evangelistica, maestro y profeta de Dios. Los mártires del Ecuador renunciaron a las comodidades y materialismo de los Estados Unidos para que la tribu Auca conociese a Cristo.
       La gente lo llama un gran sacrificio, pero no es sacrificio. Cuando alguien trató de elogiar a Hudson Taylor por los sacrificios que había hecho por Cristo, le dijo: "Hombre, nunca he hecho un sacrificio en mi vida". Y Darby manifestó en una ocasión: "No es ningún sacrificio renunciar basura".

sábado, 24 de mayo de 2014

Devociones: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina".

     Una de las muchas características notables de la Palabra de Dios es que nunca aísla la doctrina del deber. Tomemos como ejemplo Filipenses 2:1-13, que es uno de los pasajes clásicos del Nuevo Testamento sobre la doctrina de Cristo. Aprendemos de Su igualdad con Dios el Padre, de cómo se despojó, Su encarnación. Su carácter de siervo. Su muerte y subsecuente glorificación. Pero esto se presenta, Pero esto se presenta, no como un tratado doctrinal, sino como una apelación a los filipenses y a nosotros para tener la mente de Cristo. Si vivimos para los demás como Él, esto eliminará contiendas y vanagloria. Si tomamos el lugar más bajo como Él. Dios nos exaltará a su debido tiempo. El pasaje es intensamente práctico.
    A menudo pienso en esto cuando leo libros de teología sistemática. En éstos los autores buscan reunir todo lo que la Biblia enseña sobre las doctrinas d ela fe, sea que se trate de Dios, de Cristo, el Espíritu Santo, los ángeles, el hombre, el pecado, la redención, etc. aunque todo esto tiene su valor, es muy frío cunado está aislado de la piedad en la vida cotidiana. Una persona puede ser experta intelectualmente en las grandes doctrinas y sin embargo, tristemente deficiente en cuanto a su carácter cristiano. Si estudiamos la Biblia tal como Dios nos la ha dado, nunca nos encontraremos en una dicotomia entre doctrina y práctica,. Ambas están siempre hermosamente equilibradas y entretejídas.
    Quizás el tema doctrinal que más se ha separado de nuestra responsabilidad personal es la profecia. Muy a menudo ésta ha sido presentada de tal manera para llamar la atención. Las especulaciones sensacionales tocante a la identidad del Anticristo atraen a multitudes pero no desarrollan la santidad. La profecía jamás fue dada para agradar a oídos con comenzón, sino más bien para formar el carácter cristiano. George Peters hace una lista de sesenta y cinco maneras en las que se calcula que la Segunda Venida afecta a nuestra doctrina, obligación y carácter; y no dudo que hay muchas más.
     La lección para nosotros es que nunca debemos separar la teología de la piedad práctica. En nuestro propio estudio personal y cuando enseñamos la Palabra a los demás, debemos enfatizar la exhortación de Pablo a Timoteo: "Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina.....". 

Devociones: "Cristo es el todo" Colosenses 3:11).

       Los cristianos tenemos la tendencia de gastar mucho tiempo buscando nuevas experiencias espirituales que nos garanticen, de alguna manera, una victoria permanente o la libertad de los altibajos del diario vivir. Nos apresuramos a asistir a convenciones, conferencias, seminarios y talleres en busca de una elusiva fórmula mágica que suavice las asperezas de la vida. Folletos satinados nos aseguran que el Dr. Don Fulano de Tal compartirá un nuevo secreto que nos hará avanzar en el Espíritu. O bien algún vecino celoso insiste en arrastrarnos al Auditorio Municipal para oír hablar de un atajo recientemente descubierto que nos llevará a la vida abundante.
    Los señuelos son legión. Un predicador ofrece el camino verdadero a la realización. Otro anuncia el secreto triple de la victoria. Hoy asistimos a un seminario para aprender las claves de la vida más profunda. A la semana siguiente hay una conversación sobre los cincos pasos fáciles  a la santidad. Avanzamos en tropel para un llamado al altar que nos hará experimentar la plenitud del Espíritu. O nos obsesionamos con la santidad del cuerpo como si ésta fuera la cosa más importante en la vida. En un minuto nos hacemos mar adentro en la llamada psicologíca cristiana, en el siguiente en la sanidad d elos recuerdos. ,Damos la vuelta por mar y tierra buscando una cima espíritual.
     No cabe duda de que muchos de estos predicadores son sinceros y que hay valor en algunas de las cosas que dicen. Pese a todo, tenemos que volver a la esencia de la vida para encontrar que no hay atajos a la santidad, que los problemas están todavía allí y que debemos vivir día a día dependiendo del Señor.
   Tarde o temprano debemos aprender que es mejor estar ocupados con el Señor Jesús que con las experiencias. No hay desilusión en Él. Todo lo que necesitamos está en Él Él es el Todopoderoso.
   A. B. Simpson de la Alianza Cristiana pasó la primera parte de su vida en la búsqueda de experiencias, pero en ellas no encontró satisfación. Después escribió el hermoso himno titulado "Él Mismo".
      
           Una vez fue la bendición, ahora es eñl Señor;
         Una vez fue el sentimiento, ahora Su Palabra es;
        Una vez Sus dones anhelé, ahora es mío el dador;
        Una vez la sanidad busqué, ahora solamente Él es.
                   Todo en todos, Jesús, cantaré:
                   Todo en Jesús y Jesús es todo.

viernes, 23 de mayo de 2014

Devociones: "Sabed que vuestro pecado os alcanzará"

            "Sabed que vuestro pecado os alcanzará" ( Números 32:23).

    Dios ha establecido ciertos principios inalterables en nuestro mundo y ningún hombre puede escapar de estos principios. Uno de ellos es que no se puede pecar sin ser castigado.
    Algunos de nosotros aprendimos esto en nuestra infancia cuando hurtábamos mermelada u otras golosinas que dejaban una marca reveladora que la madre descubría. Pero esta verdad se aplica a toda la vida y está atestiguada en el diario de cada mañana.
    El poema "El Sueño de Eugenio Aram" es una notable ilustración de este asunto. Pensando que podía cometer un "crimen perfecto". Aram asesinó a un hombre y arrojó su cuerpo al rio. "unas aguas perezosas, negras como la tinta cuya profundidad era inmensa". A la mañana siguiente descendió a la orilla del rio donde había cometido el crimen.
    Y buscó el maldito negro estanque, con un ojo receloso y delirante: Y vio en su lecho al fallecido, porque el pérfido rio se habia secado.
         Trató de cubrir el cuerpo con una enorme pila de hojas, pero esa noche sopló un gran viento por toda la zona, dejando el cadáver claramente al descubierto.
        Entonces caí con rostro a tierra, y primero comencé a llorar,
         Porque sabía que mi secreto, el mundo no quería guardar,
       Ni en la tierra ni en el mar, a diez mil brazas de profundidad.
 Finalmente sepultó a su víctima en una remota cueva, pero años más tarde el esqueleto fue descubierto: fue procesado por el crimen y ejecutado. Su pecado le había alcanzado.
    Pero hay otro modo en el que el pecado nos alcanza. E. Stanley Jones nos recuerda que "el pecado se expresa en el deterioro interno, en el infierno interior de no ser capaz de respetarse a sí mismo, al empujarte a vivir clandestinamente en ciegos laberintos".
      Aun si el pecado de un hombre pudiera permanecer de alguna manera sin ser visto en esta vida, es seguro que lo atrapará en la que sigue. A menos que el el pecado haya sido limpiado por la sangre de Jesús, será expuesto a la luz en el Día del Juicio. Trátese de acciones, pensamientos, motivos o intentos, el pecado le será imputado así como el castigo ya anunciado. Esa pena, sin duda es la muerte eterna.

Devociones: "Jehová, ¿quién habitará en tu tabernaculo?.

"Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?....el que aun jurando en daño suyo, no por eso cambía" ( Salmo 15:1,4).

        En el Salmo 15, David describe a la persona que reúne los requisitos para ser un compañero del Dios Grande. Uno de los aspectos del carácter de este hombre es que sostiene su palabra, aun acosta de sí mismo. Si hace una promesa o un compromiso, permanece leal y fiel.
    Tenemos por ejemplo, a un cristiano que está vendiendo su casa. Viene un comprador y acuerda pagar el precio convenido. El vendedor cierra el trato. Antes de firmar los papeles, alguien le ofrece $5.000 más por la casa. Legalmente, quizás, el vendedor puede rechazar la primera oferta y ganar así $5.000 más en la transación. Pero moralmente está obligado a permanecer fiel a la palabra dada. Su testimonio como cristiano fiable está en juego.
    Tenemos aquí a otro creyente que tiene infectada una muela del juicio. Su dentista lo envía a un cirujano que trata el diente con un antibiótico, luego le da una cita para la extracción. Después de dar testimonio del Señor al cirujano, el cristiano deja la consulta. De camino a casa encuentra a un amigo que le dice quién le puede extraer la muela a mitad de precio. Sin duda puede pagar al cirujano por la obra ya hecho y luego ir al otro dentista. ¿Pero debe hacerlo?.
    Sue acaba de aceptar una invitación de una pareja de ancianos para ir a cenar. De repente suena el teléfono y la invitan a una cena a la orilla de la playa con un grupo de jóvenes de su edad. Ahora siente que está entre la espada y la pared. No quiere decepcionar a la pareja de ancianos, sin embargo desea desesperadamente estar con los jóvenes.
    Las decisión es a menudo más difícil cuando están en juego grandes cantidades de dinero. Pero ninguna suma de dinero debe inducirnos a romper una promesa, cancelar un compromiso, desacreditar nuestro testimonio cristiano y deshonrar el Nombre del Señor. No importa cuál sea el coste, debemos demostrar la falsedad del comentario sarcástico de Voltaire: "cuando
se trata de dinero, todos los hombres son de la misma religión".
    El hombre de Dios "siempre cumple lo que promete, cueste lo que cueste" y 
"guarda una promesa aun si esto le arruina". 

    

jueves, 22 de mayo de 2014

Devociones: "Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros".

      "Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros". ( Salmo 90:17).

   Al margen de la Biblia de las Américas se lee ".....Da permanencia a la obra de nuestras manos". Esta es una idea digna de considerarse y una súplica digna de oración. Nuestra ambición debe ser dedicar nuestra vida a hacer lo que perdura.
     Esto encuentra eco en el Nuevo Testamento cuando el Señor Jesús dijo: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" ( Juan 15:16).
     F.W. Boreham decía que cada uno de nosotros debemos proveernos de alguna tarea honrable que podemos  realizar mientras nuestro cuerpo yazca en la tumba. Bien debemos llevar esta idea más allá de la tumba y decir que cada uno de nosotros debe construir para la eternidad.
    Mucho de la actividad moderna es la importancia pasajera y de fugaz valor. El otro día escuché de un hombre que había dedicada su vida al análisis químico de cincuenta químicos volátiles en la piel de una Bertlett. Aun los cristianos pueden caer en la trampa de construir castillos en la arena, de perseguir burbujas y de hacerse expertos en trivialidades. Alguien ha dicho que podemos ser culpables de gastar nuestras vidas enderezando cuadros en una casa que arde.
   Hay muchos tipos de obra que son de importancia eterna, y en las que debemos concentrarnos. Primero está el desarrollo del carácter cristiano. Nuestro carácter es una de las pocas cosas que llevaremos al cielo. Necesita cultivarse ahora.
    Las almas ganadas para Cristo son de importancia duradera. Serán adoradores del Cordero de Dios para siempre.
   Aquellos que enseñan la Palabra de verdad que discipulan a jóvenes creyentes, que alimentan a las ovejas de Cristo están haciendo una inversión en vidas que perderán indefinidamente.
    A los padres que educan a sus hijos e hijas para el servicio del Reino se les asegura que su obra permanecerá.
     Los fieles  admiradores que invierten su dinero para Cristo y Su causa están ocupados en un ministerio que no pueda fracasar.
    Aquellos que se consagran a sí mismos a la obra de la oración verán algún día cada oración fue consagrada en el tiempo y en el modo de Dios.
   Cualquiera que sirve al pueblo de Dios está comprometido en una obra para la eternidad. El siervo más humilde de Cristo tiene una visión superior que los hombres más sabios del mundo. La obra de él perderá mientras que la de ellos subirá en el hongo de una explosión atómica.
    

miércoles, 21 de mayo de 2014

Devociones: "Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte....".

"Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia d emuerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos"
( 2 Corintios 1:9).

     Pablo se vio cerca de la muerte en la provincia de Asia. No podemos saber con precisión que fue lo que ocurrió allí, pero fue tan serio que si le hubiéramos preguntado: "¿Crees que saldrás con vida?" Nos hubiese dicho: "Voy a morír".
    La mayoría`de personas usadas por Dios han tenido una experiencia similar en un momento u otro de sus vidas. Las biografías de los grandes hombres de Dios dan cuenta de liberaciones maravillosas de la enfermedad, accidentes o de ataques personales.
    En ocasiones Dios usa esta clase de experiencia para atraer la atención d eun hombre. Quizás cabalga en la cresta de la ola en lo que respecta a prosperidad material y todo parece ir viento en popa. Repetidamente es postrado en cama por una enfermedad. El cirujano quita metros de intestinos cancerosos. Esto le hace revaluar su vida y pensar una vez más en sus prioridades. Al darse cuenta de cuán breve e incierta es la vida determina dar al Señor lo que queda de ella. Dios le levanta y le da muchos años adicionales de servicio fructífero.
    Fue diferente en el caso de Pablo. Había rendido su vida al Señor para servirle. Pero existia la peligrosa posibilidad de que tratara de servir en su propia fuerza y por su propio ingenio. De modo que el Señor lo llevó al borde de la tumba para que no pudiera confiar en sí mismo, sino en el Dios de la resurrección. Hubo muchas veces en su tumultuosa carrera que debió enfrentar problemas más allá de toda solución humana. Habiendo probado ya el poder absoluto del Dios de lo imposible.
   Estos encuentros cercanos con  la muerte son bendiciones con disfraz. Nos muestran cuán frágiles somos. Nos recuerdan la locura de los valores de este mundo. Nos enseñan que la vida es una breve historia que puede terminar muy inesperadamente. Cuando nos enfrentamos con la muerte nos damos cuenta de que debemos hacer las obras de Aquél que nos envió. En un sentido todos tenemos sentencia de muerte en nosotros mismos, lo cual es saludable recordar, para poner en primer lugar los intereses de Cristo y depender de Su poder y sabiduría.   

Devociones: "Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz....".

"Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo" ( Jeremías 31:16).

     Esteban había sido criado en el campo de misión. A temprana edad profesó fe en Cristo y había sido el medio para guiar a algunos al Señor. Cuando fue a los Estados Unidos para estudiar en la universidad, mantenía un buen testimonio. Pero luego comenzó a ir a la deriva, la frialdad hizo su aparición y comenzó a enredarse en diversos pecados. Pronto comenzó a aficionarse a las religiones orientales.
   Cuando sus padres le visitaron, quedaron angustiados. Suplicaron, razonaron y rogaron, pero él era inflexible. Finalmente fueron al lugar donde vivían con otros tres. Lo que vieron allí les aplastó por completo. Fueron a casa y llegaron amargamente.
  Al ir a la cama trataron de dormir, pero fue inútil. Finalmente a las cuatro de la madrugada decidieron levantarse y tener un tiempo devocional. Les tocaba leer aquel día Jeremías 31, pero  el esposo dijo: "Jeremías no" pensando que el llamado "profeta llorón" no les confortaría. Pero el Señor prevaleció y abrieron en Jeremías 31. Cuando llegaron al versículo 16, leyeron: "Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos, porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo".
    Miles de padres cristianos hoy en día tienen el Corazón destrozado, afligiéndose por sus hijos e hijas rebeldes. Cuando oran, los cielos parecen de hierro. Comienzan a preguntarse si Dios alguna vez restaurará al caído.
    Deben recordar que ningún caso es demasiado difícil para el Señor. Han de continuar en oración, velando con acción de gracias. Deben suplicar por las promesas d ela Palabra de Dios.
    Cuando la madre a la que nos referíamos se preguntaba si había sido justificada al reclamar en ocasión lo dicho por Jeremías 31:16, leyó en
 Isaías 49:25, "Tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos".

Devociones: "Porque dos males ha hecho mi pueblo.....".

"Porque dos males han hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua" ( Jeremías 2:13)

     Es un mal negocio cambiar una fuente por cisternas y especialmente por cisternas rotas. Una fuente es un manantial de aguas frescas, pura y refrescante que sale a borbotones de la tierra. Una cisterna es un depósito artificial  para almacenar agua. El agua así contenida puede estancarse y viciarse. Cuando la cisterna se rompe, el agua se fuga y la contaminación se filtra.
    El Señor es una Fuente de aguas vivas. Su pueblo puede encontrar satisfación perdurable en Él. El mundo es una cisterna, una cisterna rota, Ofrece la esperanza de placer y felicidad, pero aquellos que buscan satisfación en él son defraudados inevitablemente.
   María fue educada en una familia cristiana donde la Palabra de Dios se leía y memorizaba. Pero se rebeló contra el estilo de vida de sus padres y abandonó el hogar, determinada a darse la gran vida. El baile vino a ser la pasión de su vida. Tratando de reprimir todo recuerdo de su trasfondo cristiano, su vida discurría entre un baile y otro.
   Una noche, mientras se deslizaba por la pista de baile, fue detenida por un versículo de la Escritura que había aprendido cuando era niña."Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de aguas vivas, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen aguas" A la mitad del baile fue convencida de su pecado. Reconociendo el vacío de su vida, se volvió al Señor y se convirtió. Se excusó por no seguir bailando, dejó el salón y nunca volvió.
     Desde aquel momento podía identificarme con el poeta que escribió: "Señor, he probado la cisternas rotas. / Pero en ellas las aguas escasean / Cuando fui a beber huyeron./  Y de mis quejas se burlaron. / Nadie, sino sólo Cristo satisface./
No hay otro nombre para mí. / Amor, vida y gozo perdurable, / Señor Jesús, encuentro en í".
    María esperimentó la verdad de la palabra del Salvador. "Cualquiera que bebe de esta agua volverá a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" ( Juan 4:13-14).     

martes, 20 de mayo de 2014

Devociones: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre".

          "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre" ( Juan 20:17).

    Uno de los himnos favoritos de algunos niños dice: "Pienso cuando leo esa dulce vieja historia. / Cuando Jesús entre los hombres estaba/ Cómo a los pequeños como corderos llamaba. / Me gustaría haber estado con Él entonces". Probablemente la mayoría de nosotros ha compartido ese deseo sentimental en un momento u otro. Pensamos en qué bonito hubiera sido disfrutar de la compañía personal del Hijo de Dios durante Su ministerio terrenal.
    Pero hemos de darnos cuenta que es mejor conocerle hoy, como se nos da a conocer por el Espíritu a través de la Palabra. En vez de estar en desventaja, en realidad somos más privilegiados que los discípulos. Veámoslo de este modo. Mateo vio a Jesús a través de los ojos de Mateo, Marcos a través de los ojos de Marcos. Lucas a través de los ojos de Lucas y Juan a través de los ojos de Juan. Pero nosotros le vemos a través de los ojos de los cuatro evangelistas. Tenemos una revelación más piensa del Señor Jesús en todo el Nuevo Testamento que la que tenía cualquiera de los discípulos cuando estaban sobre la tierra.
    Hay un sentido adicional en el que disfrutemos de un mayor privilegio que los contemporáneos de Jesús: Cuando se encontraba mezclado entre la multitud en Nazaret o Capernaúm, estaba necesariamente más cerca de algunos que de otros. En el aposento alto, Juan se recostaba cerca de Su pecho, mientras que los otros discípulos estaban reclinados a diversas distancias. Pero todo  esto ha cambiado ahora. El Salvador está igualmente cerca de todos los creyentes. No está solamente con nosotros; está en nosotros.
   Cuando María se encontraba con el Señor resucitado , deseó abrazarle del mismo modo que le había conocido previamente. Ella no quería perder Su presencia física y corporal. Pero Jesús le dijo: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre....." ( Juan 20:17). En efecto, lo que estaba diciendo era: "María, no te aferres a mí en un sentido físico y terrenal. Cuando ascienda a mi Padre, el Espíritu Santo será enviado a la tierra. A través de Su ministerio me conocerás de una manera más plena, clara e íntima de lo que me me conociste antes".
    La conclusión es ésta: En vez de desear haber estado con Jesús cuando estaba sobre la tierra, debemos darnos cuenta, con regocijo, que es mejor estar con Él ahora. 

Devociones: ".....prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento.......".

".......prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida" 
( 1 Corintios 14:19).

     El tema aquí, desde luego, es el uso de las lenguas sin interpretación en las reuniones de la Iglesia Pablo se opone a esta práctica. Insiste en que lo que se dice debe ser inteligible , de lo contrario nadie es edificado.
    Pero el versículo puede aplicarse en un sentido más amplío. Cuando hablamos, debemos hacerlo en voz alta para que todos escuchen, de otro modo podríamos también estar hablando en una lengua desconocida. En casi todos los públicos hay personas que no oyen bien. Cuando la voz del que habla es suave los oyentes sufren al perder el hilo de las ideas. Ya que el amor piensa en los demás y no en sí mismo, es preciso hablar con suficiente volumen para que todos puedan escuchar.
    El amor emplea también palabras suficientemente sencillas para que una persona normal le entienda. Tenemos un gran mensaje, el mensaje más grande e importante del mundo, y es vital que la gente lo oiga y entienda. Si usamos una jerga complicada, oscura y técnica, echamos abajo nuestro propósito.
   Un predicador fue al Oriente a ministrar la Palabra, haciendo uso de un intérprete. La primera frase  de su mensaje fue: "Todo pensamiento puede dividirse en dos categorías, concreto y abstracto". Observando a la audiencia de abuelítas desdentadas y niños inquietos, el intérprete la tradujo así: "He venido desde muy lejos para hablarles acerca del Señor Jesús". A partir de ahí el mensaje estuvo firmemente en las manos de los ángeles.
    En un artículo reciente de una revista cristiana, me encontré con expresiones tales como: "datum normativo de una categoria transhistórica": "obra que no es ecléctica sino que tiene relevancia existencial": "un continuum vertical de conciencia": "lenguaje canónico de afirmación": "casualidad clasica en los límites extremos de la medida" Cuánto esfuerzo conlleva poder abrirse paso a través de esta religiosa burocrática Líbranos de todos aquellos que tienen un modo pesado de no decir nada en frases infimas.
    Dicen que los programas de radio y televisión se transmiten en términos que pueden entender la gente con un tercer grado de educación. Esto debe ser una clave para los cristianos que desean alcanzar al mundo con el mensaje d ela redención. Debemos "hacer que el mensaje sea claro y simple. CRISTO RECIBE A LOS HOMBRES PECADORES" Es mejor hablar cinco palabras y ser entendido que diez mil palabras en un lenguaje que nadie puede entender.

lunes, 19 de mayo de 2014

Devociones: "Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos".

"Si soportáis la disciplina. Dios os trata como a hijos; porque, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?" ( Hebreos 12:7).

    Las palabras "disciplina" y "disciplinaban" se repiten siete veces en los primeros 11 versículos de Hebreos 12. Como consecuencia es fácil que el lector ocasional se lleve una mala. Podría imaginarse a Dios como un Padre enojado que está siempre azotando a sus hijos. Este error surge al pensar que la disciplina se refiere al castigo solamente.
   Es un gran alivio saber que "disciplina" en el Nuevo Testamento tiene un significado mucho más amplio que ése. En realidad significa educar a niños, e incluye toda la actividad de los padres que está implicada en la crianza de un hijo. Kittel la define como: "la educación y manejo del niño que está creciendo hacia la madurez y que necesita dirección, enseñanza, instrucción y una cierta medida de compulsión en la forma de disciplina o hasta de castigo".
    Los cristianos para quienes fue escrito el libro de Hebreos estaban padeciendo persecución. El escritor se refiere a ella como parte de la disciplina del Señor. ¿Significa esto que Dios había enviado la persecución? Ciertamente no. Fue ideada por los enemigos del evangelio. ¿Estaba Dios castigando a los cristianos por su pecado? No, la persecución probablemente fue provocada porque testificaban fielmente de Él. ¿En qué sentido podríamos decir entonces que la persecución era la disciplina del Señor? En el sentido de que Dios permitió que ocurriera y luego utilizó como parte de Su programa educativo en las vidas de Su pueblo. En otras palabras, usó la persecución para refinar, madurar y conformar a Sus hijos a la imagen de Su Hijo.
     Ni que decir tiene que este tipo de disciplina no resulte agradable al presente. El cincel trata duramente con el mármol. El horno somete al oro a un intenso calor. Pero todo esto vale la pena cuando el rostro del hombre aparece en el mármol y cuando el oro es purificado de la escoria.
    Es contrapudente despreciar la disciplina del Señor o desmayar bajo ella. La única actitud adecuada es recordar que Dios está empleándola como un instrumento de entrenamiento, procurando conseguir al máximo beneficio de ella. Esto es lo que el escritos da a entender cuando dice que "da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados" ( Hebreos 12:11b).
   

Devociones: "No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al principe de tu pueblo".

"No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo" (Éxodo 22:28)

             Cuando Dios le dio la ley a Moisés, incluyó una prohibición especifica en contra de hablar reprochando o faltando al respecto de aquellos que ocupan posiciones de autoridad. La razón es clara: estos gobernantes y líderes son representantes de Dios. "No hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas" ( Romanos 13:1). El gobernante es; "servidor de Dios para tu bien" ( Romanos 13:4). Aun cuando este gobernante no conozca al Señor personalmente, sin embargo es el hombre del Señor oficialmente.
    El vínculo entre Dios y los gobernantes humanos es tan cercano que la Escritura se refiere algunas veces a ellos como dioses. Por esta razón, leemos en otra versión: "No injuriarás a los dioses", lo que puede significar autoridades gubernamentales. Y en el Salmo 82:1, 6 el Señor se refiere a los jueces como dioses, no significando que sean deidades sino que simplemente son agentes de Dios.
   A pesar de los ataques asesinos del rey contra David, este último no permitió a sus hombres que hicieran daño al rey en forma alguna, porque era el ungido del Señor ( 1 Samuel 24:6).
    Cuando el apóstol Pablo sin darse cuenta reprochó al sumo sacerdote, presuroso se arrepintió y disculpó, diciendo: "No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote, pues escrito está: no maldecirás a un principe de tu pueblo"
 ( Hechos 23:5).
    El respeto por las autoridades tiene vigencia también en el reino espíritual. Esto explica porqué el arcángel Miguel no se atravió a proferir juicio de la maldición contra Satanás, sino que sencillamente le dijo: "El Señor te reprenda" ( Judas 9).
    Una de las marcas de los apóstatas de los últimos días es que desprecian el señorío, y no temen decir mal de las potestades superiores( 2 Pedro 2:10).
     La lección para nosotros es evidente. Debemos respetar a nuestros gobernantes como siervos oficiales de Dios aunque no estemos de acuerdo con su política o no aprobemos su carácter personal. Bajo ninguna circunstancia debemos decir jamás lo que dijo un cristiano al calor de una  compañía política: "El presidente es vil y sinvergüenza".
   Además debemos orar así: "por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" ( 1 Tito 2:2). 
 

sábado, 17 de mayo de 2014

Devociones: "No se alabe tanto el que se ciñe las armas".

"No se alabe tanto el que se ciñe las armas, como el que las desciñe"
 ( 1 Reyes 20:11).

     Aunque estas palabras fueron dichas por un rey impío, Acab, son palabras de verdad. En algunas ocasiones hasta los perversos dicen la verdad.
   El rey de Siria había hecho demandas insultantes y degradantes a Acab, amenazando con el desastre militar si no obedecia. Pero en la batalla que siguió, los sirios fueron forzados a la retirada y su rey tuvo que huir por su vida. Su huida no igualó a su jactancia.
      El texto de hoy habría sido también un buen consejo para Goliat. Cuando vio que David se aproximaba le dijo: "Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo" ( 1 Samuel 17:44). Pero David lo derribó fácilmente con una simple piedra lanzada con una honda. El gigante se había jactado antes de tiempo.
    Cuando somos cristianos jóvenes es fácil que sobreestimemos nuestra propia habilidad. Actuamos como si pudiéramos conquistar con una sola mano al mundo, la carne y el diablo íncluso hasta nos atrevemos a reprochar a los cristianos de más edad por su fracaso en evangelizar al mundo. Les mostraremos cómo hacerlo. Pero nuestra jactancia es prematura. La batalla apenas ha empezado y actuamos como si ya hubiese terminado.
    En una reunión informal de creyentes una tarde, el reflector iluminaba a un brillante predicador joven que estaba ahí presente. Éste halló cierta satisfación al ser el centro de interés. En el grupo estaba también un maestro de escuela dominical que había ejercido una profunda influencia en su vida. Alguien dijo a este maestro: " Debes estar muy orgulloso de tu antiguo alumno". Su respuesta fue: "Sí, si él continúa bien hasta el fin". En esa ocasión, el joven predicador pensó que ésa era una nota muy amarga para una tarde tan agradable. pero más tarde, con la perspectiva de los años, se dio cuenta de que su viejo maestro tenía razón. Lo que cuenta no es cómo te vistes la armadura, sino cómo terminas la batalla.
    En realidad la batalla no termina en esta vida. No terminará hasta que estemos delante de nuestro gran Capitán en el cielo. Entonces oíremos  cómo evaluó nuestro servicio, la única calificación que cuenta en realidad, y sea cuál sea Su apreciación, no tendremos ninguna base para sobre la cual jactarnos. Diremos humildemente: "Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer hicimos" ( Lucas 17:10).  

Devociones: "....yo honrare a los que me honren...."

                "......yo honraré a los que me honren...." ( 1 Samuel 2:30).

       Una de las muchas maneras en las que podemos honrar al Señor es permaneciendo fieles a los principios divinos y rehusando firmemente comprometerlos.
    Durante su juventud Adam Clarke trabajaba para un comerciante de sedas. Un día su jefe le mostró cómo debía estirar la seda cuando la midiera a un cliente. Adam le dijo: "Señor, su seda se podrá pero mi conciencia no". Años más tarde Dios honró a este honesto empleado capacitándole para escribír el comentario bíblico que lleva su nombre.
    Eric Liddell estaba entrenado para correr en la competición de los 100 metros en los Juegos Olímpicos. Pero cuando se enteró de que las eliminatorias para este evento estaban propagadas para el domingo, dijo al entrenador que no correría. Sintió que al deshonrar el Dios del Señor, deshoraba al Señor mismo. Una gran tormenta de críticas irrumpió. Fue acusado de ser un aguafiestas, de dejar a su país y de ser un fanático religioso. Pero no retrocedió en su decisión.
     Cuando se enteró de que las eliminatorias para los 200 metros estaban proclamadas para un día entre semana, pidió permiso a su entrenador para correr, aún cuando ésta no era su distancia. Ganó la primera eliminatoria, la segunda y luego las semifinales. el día de la final mientras caminaba hacia el lugar de partida, alguien puso un pequeño pedazo de papel en su mano. Le echó un vistazo y vió las palabras: "....yo honraré a los que me honran". Ese día no sólo ganó la carrera sino que estableció un nuevo récord mundial.
     El Señor le dio el honor aún más grande de servirle como uno de Sus embajadores en el lejano oriente. Durante la Segunda Guerra Mundial fue hecho prisionero por los japoneses y murió en un campo de concentración, ganando así la corona del martirio.
   Adam Clarke y Eric Liddell, siguieron en la ilustre línea de hombres como José, que honró a Dios con su carácter auténtico y fue honrado por Dios haciendo de él el salvador de su pueblo en un tiempo de hambre. Hombres como Moisés, cuya lealtad a su Dios fue honrada permitiéndole guiar a la nación de Israel fuera de la esclavitud de Egipto. Hombres como Daniel, cuyo rechazo a comprometerse le llevó a un lugar de distinción en el Reino Persa. Y el mayor de todos: el Señor Jesús, que honró a Su Padre como nadie más lo ha hecho, y le fue dado el Nombre que es sobre todo nombre.  

Devociones: "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto"

     Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto"
( 1 Timoteo: 6:8).


     Pocos cristianos toman estas palabras seriamente, sin embargo, éstas son tan verdaderamente Palabra de Dios como Juan 3:16. Nos dicen que debemos estar satisfechos teniendo sustento y abrigo. La palabra "abrigo" incluye un techo sobre nuestras cabezas así como las ropas que vestimos. En otras palabras, debemos estar contentos con lo mínimo esencial y poner todo lo demás que está por encima de eso para la obra del Señor.
    El hombre que tiene contentamiento tiene algo que el dinero no puede comprar. E. Stanley Jones decia: "Todas las cosas pertenecen al hombre que no desea nada. Al no tener nada, posee todas las cosas en la vida incluyendo la vida misma....Es rico en la escased de su indigencia y no en la abundancia de sus posesiones".
    Hace años cuando Rudyard Kipling habló a una clase de graduados en la Universidad McGill, advirtió a los estudiantes para que no le dieran mucho valor a la riqueza material. Dijo: "Algún día se encontrarán con un hombre a quien no le importa ninguna de estas cosas, y entonces se darán cuenta de cuán pobres son ustedes".
   "El cristiano más felíz sobre la tierra es el que tiene pocas necesidades. Si un hombre tiene a Cristo en su corazón, el cielo ante sus ojos y solamente las bendiciones temporales estrictamente necesarias para llevarle sin problemas por la vida, entonces el dolor y la tristeza tristeza tienen poco que hacer, ese hombre tiene poco que perder" ( William C. Burns).
   Este espíritu de contentamiento parece haber caracterizado a muchos de los gigantes de Dios. David Livingstone: "He determinado a no considerar mío nada de lo que poseo excepto en relación al Reino de Dios" Watchman Nee escribió: "No deseo nada para mí mismo: deseo todo para el Señor". Y Hudson Taylor decia que disfrutaba: "el lujo de tener pocas cosas por las que preocuparse".
    Para algunos, al idea de contentamiento significa falta de empuje y ambición. Describen a la persona satisfecha como un zángano o un aprovechado. Pero ése no es el contentamiento cristiano. Éste tiene abundancia de empuje y ambición, pero está dirigido hacia hacia lo espíritual, no a lo material. En vez de vivir de gorra, el crístiano trabaja para poder dar a aquellos que están en necesidad. En las palabras de Jim Elliot, la persona satisfecha es aquella que: "ha aflojado la tensión de la mano agarrada". 

viernes, 16 de mayo de 2014

Devociones: "Mirad y guardaos de toda avaricia" ( Lucas 12:15),

       La avaricia es el deseo excesivo por la riqueza o las posesiones. Es una manía que atenaza a la gente, causándoles desear más y más. Es una fiebre que lesa lleva a anhelar cosas que en realidad no necesitan.
     Vemos la avaricia en el hombre de negocios que nunca está satisfecho, que dice que se detendrá cuando haya acumulado una cierta cantindad, pero cuando ese tiempo llega, está ávido de más.
     La vemos en el ama de casa cuya vida es una interminable parranda de compras. Amontona toneladas de cosas diversas hasta que su desván, garaje y despensa se hinchan con el botín.
   La anotamos en la tradición de los regalos de navidad y cumpleaños. Jóvenes y viejos igualmente juzgan el éxito de la ocasión por la cantidad de artículos que son capaces de acumular.
    La palpamos en la disposición de una herencia. Cuando alguien muere, sus parientes y amigos derraman unas lágrimas fingidas, para luego descender como lobos a dividir la presa, a menudo comenzando una guerra civil en el proceso.
    La avaricia es idolatría ( Efesios 5:5; Colosenses 3:5). La avaricia coloca la propia voluntad en el lugar de la voluntad de Dios. Expresa insatisfación con lo que Dios ha dado y está determinada a conseguir más, sin importar cuál pueda ser el coste.
    La avaricia es una mentira, que crea la impresión de que la felicidad se encuentra en la posesión de cosas materiales. Se cuenta la historia de un hombre que podía tener todo lo que quería con simplemente desearlo.
   Quería  una mansión, sirvientes, un Mercedes, un yate y ¡presto! estaban allí instantaneamente. Al principio esto era estimulante, pero una vez que comenzó a quejarse sin nuevas ideas, se volvió insatisfecho. Finalmente dijo: "Deseo salir de aquí. Deseo crear algo, sufrir algo. Preferiría estar en el infierno que aquí". El sirviente contestó: "¿Dónde crees que estás?".
   La avaricia tienta a la gente al riesgo, a la estafa y a pecar para conseguir lo que se desea.
    La avaricia hace incompetencia a un hombre para el liderazgo en la Iglesia
( 1 Tito 3:3). Ronald Sider pregunta: "¿No sería más bíblico aplicar la disciplina eclesial a aquellos cuya codicia voraz les ha llevado al "éxito financiero" en vez de elegirles como parte del consejo de ancianos?".
   Cuando la codicia lleva a los desfalcos, la extorsión u otros escándalos públicos, exigen la excomunión ( 1 Corintios 5:11). Y si la avaricia no es confesada y abandonada, lleva a la exclusión del Reino de Dios ( 1 Corintios 6:10).

Devociones: "Los sacrificios de Dios son el espiritu quebrantado".

"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios" ( Salmo 51:17).

       No hay nada más hermoso en la creación espiritual de Dios que un creyente que demuestra un genuino espíritu de quebrantamiento. Aún Dios mismo encuentra irresistible a tal persona; puede resistir al soberbio y orgulloso
 ( Santiago 4:6), pero no al quebrantado y humilde.
    En nuestra condición natural, ninguno de nosotros está quebrantado. Somos como un potro salvaje, rebelde, obstinado e impetuoso. Resistimos al freno, las bridas y la silla de la voluntad de Dios. Rehusamos ser enjaezados, deseando ir por nuestro propio camino. Mientras permanecemos sin quebrantamos, no somos aptos para el servicio.
    La conversión es como el comienzo del proceso del quebrantamiento. El pecador penitente puede decir: "El corazón más orgulloso que jamás latió. / Ha sido sojuzgado en  mí; / La voluntad más salvaje que alguna vez surgió / Para burlarse de tu causa a auxiliar a tus enemigos / Es sofocado, mi Dios, por Tí" En la conversión tomamos sobre el yugo de Cristo.
   Pero es posible ser creyentes y no obstante comportarse a veces de manera muy parecida a la de un potro indomado que desea vagar por la d¡stancia a su agrado. Debemos aprender a pasarle las riendas de la vida al Señor Jesús en la práctica de la vida cotidiana. Hemos de someternos a Sus tratos en nuestra vida sin dar coces, saltar o relinchar. Tenemos que decir:
                                    Su camino es mejor
                         Cesemos de planear inútilmente, 
                 Y dejemos el gobierno de nuestra vida a Él.

     Necesitamos practicar el quebrantamiento, no sólo hacia Dios sino también hacia nuestro prójimo. Esto significa que no seremos orgullosos, agresivos, o arrogantes. No nos sentiremos impulsados a defendernos cuando se nos acusa injustamente, o por causa de nuestros derechos. Ni devolveremos el golpe cuando nos insulten, ridiculicen, injurien o difamen. Una persona quebrantada se disculpa con prontitud cuando ah dicho o hecho algo equivocado, sin largas explicaciones para justificarse. No guarda rencores ni lleva la cuenta de los errores de los demás, sino que les considera como mejores que a sí mismo. Cuando se topa con retrasos, interrupciones, averías o accidentes, cambios de horario y decepciones, no responde con pánico, histeria o aspavientos. Manifiesta aplomo y ecuanimidad en las crisis de la vida.
     Si un matrimonio está verdaderamente quebrantado, nunca necesitará recurrir al divorcio. Los padres e hijos quebrantados nunca experimentan la "brecha generacional". Los vecinos quebrantados nunca necesitan erigir cercas. Las Iglesias con personas que han aprendido el camino del quebrantamiento experimentan un avivaminto continuo.
       Cuando venimos a la Cena del Señor y escuchamos las palabras del Salvador: "Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido", la única respuesta adecuada es: "Ésta es mi vida, Señor Jesús quebrantada para Tí".

jueves, 15 de mayo de 2014

Devociones: "Porque donde estás dos o tres congregados en mi......"

"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( Mateo 18:20).

   Cuando Jesús pronunció estas palabras, se estaba refiriendo a una reunión de la Iglesia convocada para tratar con un miembro pecador que rehúsa arrepentirse. Otros esfuerzos para con el ofensor han fallado y ahora es llevado ante la asmblea. Si aún rehúsa arrepentirse, debe ser excomulgado: puesto fuera de comunión. El Señor Jesús promete Su presencia en tal reunión convocada para tratar con un asunto de disciplina de la Iglesia.
   Pero el versículo ciertamente tiene una aplicación más amplia. Se cumple dondequiera y cada vez que dos o tres se reúnen en Su Nombre . Reunirse en Su Nombre significa juntarse como asamblea cristiana; congregarse con y por Su autoridad, actuando de Su parte; reunirse en torno a Él como cabeza y centro de atracción, congregarse de acuerdo con la práctica de los cristianos primitivos en doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones ( Hechos 2:42). Quiere decir congregarse con Cristo como el centro, congregarse en Él ( Génesis 49:10; Salmo 50:5).
   Dondequiera que los creyentes se reúnen de este modo a la Persona del Señor Jesús. Él promete estar presente. Mas alguien podría preguntar; "¿No está Él presente en todas partes? Siendo Él Omnipresente, ¿no está en todos los lugares a una y al mismo tiempo?" La respuesta es, por supuesto que sí. Pero promete estar presente de una manera especial cuando los santos se congregan en Su Nombre.
   "....allí estoy yo en medio de ellos". Esa es, por sí misma, la razón más fuerte por la que debemos ser fieles a todas las las reuniones de la asamblea local. El Señor Jesús está ahí de una manera especial. Muchas veces podemos no estar conscientes de Su prometida presencia. En otras ocasiones aceptamos el hecho por al fe, basados en Su promesa. Pero hay otras veces cuando se nos manifiesta a Sí mismo de una manera singular. Son momentos en los que los cielos parecen inclinarse hasta tocar tierra y todos los corazones se inclinan y someten a la influencia de la Palabra. Momentos cuando la gloria del Señor llena de tal manera el lugar, que un profundo sentido de temor reverencial sobrecoge a la gente y las lágrimas corren libremente. Momentos en los que nuestros corazones arden dentro de nosotros.
   Nunca sabemos cuando ocurrirán estas sagradas visitas. Llegan inesperadamente y sin anuncio y si no estamos presentes las perdemos. Sufrimos una pérdida parecida a la de Tomás, que no estaba presente cuando el Señor Jesús resucitado y glorificado apareció a los discípulos la tarde de Su resurrección ( Juan 20:24). Éste fue un momento de gloria que jamás pudo recuperar.
   Si realmente creemos que Cristo está presente cuando Su pueblo se reúne en Su Nombre, estaremos mucho más motivados y determinados a asistir que si el rey o el presidente estuviera ahí. Nada aparte de la muerte o una enfermedad grave impedirá nuestra presencia.  

Devociones: "Al hombre que cause divisiones, después de una y otra......"

"Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca, y está condenado por su propio juicio" ( Tito 3:10-11).

    Cuando pensamos en un hereje, normalmente pensamos en alguien que sostiene y propaga conceptos opuestos a las grandes verdades fundamentales de la fe. Vienen a la memoria hombres como Arrio, Montano, Marción y Pelagio que vivieron en los siglos II y III d. C.
    No me propongo rechazar esa definición de hereje sino ampliarlas. En el Nuevo Testamento, un hereje incluye también a cualquiera que promueve obstinadamente una enseñanza no biblica, aun de importancia secundaria, que causa división en la Iglesia. Puede apegarse a las verdades fundamentales y sin embargo fomentar alguna otra enseñanza que causa contienda porque difiere de la creencia biblica ya aceptada por la congregación d ela que forma parte.
    Muchas traducciones modernas ponen: "hombre faccioso" en lugar de "hereje". Una persona facciosa es aquella que está obstinadamente determinada a montarse en su caballo de batalla doctrinal a pesar de que esto crea división en la Iglesia. Su conversación retorna inevitablemente a su tema favorito, así como la cabra tira al monte. No importa dónde obra la Biblia, siempre cree encontrar apoyo en ella para sus dias. No puede ministrar públicamente la Palabra sin introducir su tema. Su partitura sólo tiene una nota, su instrumento musical sólo tiene una cuerda y toca esa nota solamente en esa cuerda.
    Su conducta es enteramente perversa. Descarta por completo las mil y una enseñanza de la Biblia que edifican a los santos en la fe, y se especializa en una o dos doctrinas desviadas que sirven solamente para crear un cisma. Puede ser que machaque algún aspecto particular de la profecia o que enfatice mucho algún don del Espiritu, o que esté obsesionado con los llamados cinco puntos del calvinismo.
   Cuando los lideres de la Iglesia le advierten que no continúe con su terca cruzada, se muestra impenitente. Insiste en que no sería fiel al Señor si no enseñara estas cosas. No permanecerá callado. Tiene una respuesta "super-espiritual" para cada argumento que se emplea contra él. El hecho de que está creando contienda y división en la Iglesia no le disuade en absoluto. Se muestra indiferente ante el decreto divino: "Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él" ( 1 Corintios 3:17).
   La escritura dice que esta persona se ha pervertido, y peca, habiéndose condenado a sí mismo. Se ha pervertido en el sentido que está "deformado moralmente" ( versión parafraseada por Phillips) sae ha "desviado" ( NEB) y es un "descarriado" ( la Biblia Latinoamericana). Peca, porque la Biblia condena semejante conducta. Él lo sabe, a pesar de sus piadosas protestas. Después de  dos adversarios la Iglesia sdebe rechazarle, esperndo que por medio de este ostracismo abandone aquello que perturba la paz y sana doctrina de la congregación. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Devociones: "Porque si estamos locos, es para Dios",

              "Porque si estamos locos es para Dios" ( 2 Corintios 5:13).

    Dios tiene algunos soldados irregulares en Su ejercito, y a veces son éstos los que obtienen las más grandes victorias. En su celo por el Señor parecen excéntricos. Emplean métodos originales en lugar de apegarse a los tradicionales. Siempre están diciendo y haciendo lo inesperado. Pueden dar patadas al diccionario de cualquier idioma, y violar toda regla conocida de predicación y enseñanza, sin embargo obtienen grandes ganancias para el reino de Dios. Con frecuencia son dramáticos y hasta electrizantes. La gente se escandaliza de ellos, pero nunca los olvida.
   Estos irregulares son una fuente constante de desconcierto para los que aman las formalidades y los convencionalismos y que se estremecen con la solo idea de violar las normas culturales. Otros cristianos tratan de cambiarlos para hacerlos más normales, para extinguir el fuego. Pero afortunadamente para la Iglesia, sus esfuerzos son generalmente en vano.
    Nos es difícil creer que nuestro Señor parecía extraño a Sus contemporaneos. "Era tan celoso en su obra que a menudo no tenía tiempo siquiera para comer, y su madre y sus hermanos querían llevarlo a casa porque pensaban que "no estaba en sus cabales". Decían: "está fuera de sí" Pero el cuerdo era Jesús y no sus hermanos".
    Es evidente que la gente acusaba al apóstol Pablo de ser raro Su respuesta a esta acusación era: "Porque si estamos locos, es para Dios" ( 2 Corintios 5.13).
   Hemos oído de uno de los irregulares de Dios que llevaba un cartelón  escrito por el frente y por detrás. En el frente decía: "Estoy loco por causa de Cristo". Y detrás se leía: "¿De qué locos eres tú?".
   El problema con la mayoría de nosotros es que somos demasiado normales para crear alguna agitación en la sociedad a favor de Dios. Como alguien ha dicho: "Somos parecidos al promedio de la gente, como Pedro, que estaba afuera del tribunal donde Cristo era juzgado, tan sólo "calentándose".
    Roland Hill, el gran predicador londinense era un escéntrico. Así también lo fueron C. T. Studd, Billy Bray y W. P. Nicholson, el gran evangelista irlandés. ¿Nos hubiese gustado que fueran algo diferentes? No, cuando consideramos cómo los usó, sólo deseamos ser más como ellos. "Es mil veces mejor ser una rareza eficaz que una mediocrídad ineficaz. En algunas ocasiones el primer amor puede ser extraño pero, gracias a Dios, es eficaz; y algunos de nosotros lo hemos perdido".

Devociones: "La multitud....decia que había sido un trueno".

             "La multitud....decía que había sido un trueno" ( Juan 12:29).

   Dios acababa de hablar desde el cielo en tonos claros y articulados. Algunos decían que había sido un trueno y dieron una explicación natural a lo que era divino y milagroso.
    Ésta es una actitud que podemos tomar hoy en día hacia los milagros. Podemos intentar encontrar una explicación convincente como si no se tratara más que de ocurrencias naturales.
   O podemos decir tajantemente que la edad de los milagros ha pasado, relegándolos convenientemente a una casilla dispensacional.
   Una tercera actitud es ir al otro extremo y afirmar el estar experimentando milagros que, de hecho, no son sino el producto de una vívida imaginación.
     El enfoque correcto es reconocer que Dios puede hacer milagros, y de hecho lo hace, en nuestros días. Como Señor Soberano puede hacer lo que le agrada. No hay razón bíblica por la haya abandonado los milagros como un medio de revelarse.
    Cada vez que alguien nace de nuevo ocurre un milagro. Ésta es una poderosa demostración d epoder divino, librando a esa persona del reino de las tinieblas y trasladándola al reino de Su Amado Hijo.
     Hay milagros de sanidad, cuando la ciencia médica ha llegado al final de sus recursos y toda esperanza humana se ha desvanecido. Entonces, en respuesta a la oración creyente, en algunas ocasiones Dios decide tocar el cuerpo y restaurar la salud d ela persona.
    Hay milagros de provisión, cuando la billetera está vacía, y milagros de dirección, cuando estamos en una encrucijada y no sabemos por qué camino ir.
   Hay milagros de preservación cuando, por ejemplo, alguien sale ileso sin un solo rasguño de una masa enredada de acero de lo que antes era un automóvil.
    Sí, Dios todavía hace milagros, pero no necesariamente los mismos. Nunca ha querido repetir las diez plagas que envió a Egipto. Aunque Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos, esto no quiere decir que Sus métodos sean siempre los mismos. El hecho de que resucitase a los muertos cuando estaba sobre la tierra no significa que los resucite hoy.
   Una palabra final. No todos los milagros son divinos. El maligno y sus agentes pueden ejecutar milagros. En un día futuro, la segunda bestia de Apocalipsis 13 engañará a los habitantes de la tierra con los milagros que llevará a cabo. Aún hoy debemos probar todos los pretendidos milagros por la Palabra de Dios y por la senda en que éstos guían a la gente. 

martes, 13 de mayo de 2014

Devociones: "Y dejándolo todo, se levantó y le siguió".

                "Y dejándolo todo, se levantó y le siguió" ( Lucas 5:28).

   Imaginemos a Leví sentado en una mesa a un lado del camino cobrando impuestos a todo el que pasaba. Si era un típico cobrador de impuestos, no hay duda que se embolsaba considerablemente sumas de dinero en lugar de entregarlas al odiado gobierno romano.
     Ese día en particular Jesús pasó y le dijo: "Sigueme". Un tremendo despertamiento espiritual tuvo lugar en la vida de Leví. Vio sus pecados expuestos. Se dio cuenta del vacío de su vida. Escuchó la promesa de cosas mejores. Su respuesta fue inmediata. "Dejándolo todo, se levantó y le siguió". Al hacer esto se anticipó a los significativos renglones de Amy Carmichael: "Oí su llamado: "Ven sígueme. Eso fue todo/. Mi oro terreno se desvaneció/ y mi alma fue en pos de Él/ Me levanté y le seguí/ Eso fue todo/ Quién no le seguiria/ Al oírle llamar?".
    Pero Leví, o Mateo, como es mejor conocido, poco imaginó que desde aquel dia en que respondió al llamado de Cristo las grandes cosas seguirian a su obediencia.
     En primer lugar, experimentó la incalculable bendición de la salvación. De ahí en adelante las sandalias de Mateo se gastaron debajo de los dedos y no debajo del talón, ya que en lugar de sentarse en una mesa de impuestos, caminaba en pos del Señor. A partir de entonces, tenía más gozo aun cuando estaba triste---que antes cuando estaba alegre. Podia decir en las palabras de George Wade Robinson: "Algo vive en cada calor, que los ojos sin Cristo no pueden ver".
    Más tarde. Mateo llegó a ser uno de los doce apóstoles. Vivió con el Señor Jesús, escuchó Sus incomparables enseñanzas, fue testigo de Su resurrección, salió con el mensaje glorioso, y finalmente puso su vida por el Salvador.
    A Mateo le fue dado el indecible privilegio de escribir el primer Evangelio. Decimos que lo dejó todo, pero el Señor le permitió quedarse con su pluma. Esa pluma fue empleada para escribir al Señor Jesús como el verdadero Rey de los judios.
    Si, Mateo lo dejó todo, pero al hacerlo ganó todo y encontró la verdadera razón de la existencia.
    Hay un sentido en el que el llamado de Cristo viene a cada hombre, mujer, niño y niña. Podemos responder o rechazar. Si respondemos. Él nos bendice más allá de lo que podemos soñar. Si rechazamos. Él encuentra a otro que le siguen. Pero jamás podremos encontrar a un Cristo mejor que seguir.  

Devociones: "....prestad, no esperando de ello nada".

".....prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande"
 ( Lucas 6.35).

     Estos mandamientos de nuestro Señor se refieren a nuestra conducta hacia todos los hombres conversos o inconversos, pero vamos a considerar particularmente los tratos financieros entre individuos cristianos. Es tristemente cierto que algunos de los conflictos más serios entre creyentes surgen por asuntos monetarios. Esto no debe ser así, pero desafortunadamente el viejo adagio todavía vale: cuando el dinero entra por la puerta, el amor sale por la ventana.
    Una solución simple podría ser prohibir todo trato financiero entre los santos, pero no podemos hacer esto, porque la Biblia dice : "A cualquiera que te pida, dale" y ".....prestad, no esperando de ello nada" ( Lucas 6:30, 35). De modo que debemos adoptar varias directrices que nos permiten obedecer a la Palabra y evitar disputas y amistades rotas.
     Debemos dar en cuaquier caso de necesidad genuina. El don debe ser incondicional. Si damos a otro, éste no debe sentirse obligado de ninguna forma a votar por nosotros en una reunión de la Iglesia o a defendernos cuando estamos equivocados. No debemos tratar de "comprar" a al gente con nuestras bondades.
   El mandamiento de dar tiene sus excepciones. No debemos dar a nadie para financiar apuestas, bebidas o cigarros. No debemos dar para facilitar algún plan necio de hacerse rico que provea para la codicia del hombre.
    Cuando prestamos para una causa digna, debemos hacerlo con la actitud de que no nos importa si el dinero será devuelto. La falta de pago no deberá afectar nuestra amistad y no debemos cobrar intereses por el préstamo. Si un judío viviendo bajo la ley no podía cobrar intereses a otro compañero judío
( Levitícos 25:35-37), cuánto menos debe un cristiano, viviendo bajo la gracia, cobrar intereses a un compañero creyente.
     Si surge un caso donde no estamos muy seguros de que la necesidad es genuina, generalmente es mejor buscar el suplir la necesidad. Si vamos a equivocarnos, es mejor hacerlo del lado de la gracia.
    Al dar a los demás, debemos afrontar el hecho de que los recipientes d ela caridad a menudo sienten resentimiento hacia el donante. Este es un precio que debemos estar dispuestos a pagar. Cuando a Disraeli se le recordó un vez que cierto hombre lo odiaba, dijo: "No se porqué. No he hecho nada por él últimamente". 

lunes, 12 de mayo de 2014

Devociones: ".....se les dé gloria en lugar de cenizas, óleo de.....".

"......se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado" ( Isaías 61:3).

      En este exaltado pasaje, el Mesías está describiendo algunos de los intercambios maravillosos que Él da a aquellos que le reciben. Da gloria en lugar de ceniza, óleo en lugar de luto y alégria en lugar de espíritu angustiado.
     Nosotros le traemos las cenizas de una vida consumida en el placer, las cenizas de un cuerpo arruinado por el licor o las drogas. Le traemos las cenizas de los años desperdiciados en el desierto o las cenizas de esperanzas frustradas y sueños destrozados. Y ¿qué es lo que obtenemos? Nos da gloria , la belleza de una deslumbrante nupcial. Qué intercambio. "El pobre esclavo cansado del pecado es honrado viniendo a ser la novia del Dios santo" ( J. H. Jowett) Maria Magdalena, controlada por siete demonios no sólo es liberada sino que llega a ser hija del Rey . Los corintios vinieron a Él en toda su degradación y fueron lavados, santificados y justificados.
   Nosotros le traemos lágrimas de luto, lágrimas provocadas por el pecado, la derrota y el fracaso. Lágrimas causadas por la tragedia y la pérdida. Lágrimas de matrimonios hechos trizas e hijos rebeldes. ¿Puede hacer algo con estas lágrimas saladas y abrasadoras? Sí, puede enjugarlas y darnos óleo de gozo en su lugar. Nos da el gozo del perdón, el gozo de la aceptación, el gozo de Su familia, el gozo de encontrar la razón de nuestra existencia. En resumen, nos da "el gozo del banquete de bodas a cambio de la aflicción de pies cansados".
    Finalmente, quita de nosotros el espíritu angustiado. Todos nosotros sabemos cómo es este espíritu: una carga pesada de culpa, remordimiento, vergüenza y humillación. El espíritu, de rechazo, de traición. El espíritu del temor y la ansiedad. Él nos la quita y nos da manto de alegría. Pone cántico nuevo en nuestra boca, un himno de alabanza a nuestro Dios ( Salmo 40:3). Llena al quejoso con acciones de gracias y al blasfemo con adoración.
                  Algo hermoso y bueno ocurrió.
                Toda mi confusión Él comprendió.
                  Quebranto y dolor le ofrecí yo,
                 Él en algo hermoso me cambió.

                                              Gaither 
    

Devociones: "¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino?.

"¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; porque Jehová me ha angustiado en el dia de su ardiente furol" ( lamentaciones 1:12).

     Algunas veces cuando estoy sentado en la Cena del Señor, me pregunto: "¿Qué me sucede? ¿Cómo puedo sentarme aquí y contemplar la pasión del Salvador sin deshacerme en lágrimas?".
     Un poeta desconocido afrontó las mismas preguntas; escribió:

      ¿Soy una piedra, y no un hombre, que puedo estar.
          Oh Cristo, bajo Tu cruz, y gota a gota contar.
  La pérdida lenta de Tu sangre, y sin embargo no llorar?
     No así el sol y la luna, que bajo el cielo de la noche
Sus rostros quieren esconder, mientras la tierra se convulsiona
  Y se queja, sólo yo impasible e imperturbable puedo ver.
Gran Dios , así no deseo ser, ni la ira que Él llevó conocer.
     Oh Señor, oro a tí, vuélvete y mirame una vez más,
                     y hiere esta roca, mi corazón.

  Otro escribió en un espíritu similar:

           "Oh, me sorprendo al contemplarte,
            A ti, Cordero amante, agonizante,
            Que al escrutar este ministerio,
             No pueda ser movido más a amarte"


     Admiro a aquellas almas sensibles que se conmueven tanto con los sufrimientos del Redendor agonizantes que rompen a llorar. Me acuerdo de mi peluquero cristiano. Ralph Ruocco. Con frecuencia cuando me atendía, me hablaba de la agonía que padeció el Salvador. Entonces, con lágrimas que caían sobre el peinador me decía: "No sé por qué quiso morir por mí. Soy tan miserable y sin embargo. Él llevó el castigo de mis pecados en Su cuerpo sobre la Cruz".
    Pienso en la mujer pecadora que lavó los pies del Salvador con sus lágrimas, los enjugó con sus cabellos, los besó, y los ungió con perfume ( Lucas 7:38). Aunque vivia al otro lado de la Cruz, fue más perceptiva y sensible emocionalmente que yo con todo mi conocimiento superior y privilegio.
    ¿Por qué soy como un bloque de hielo? ¿Es que he crecido en una cultura donde se considera que llorar es impropio del hombre? Si es así,desearia no haber conocido esa cultura. No es una desgracia llorar a la sombra del Calvario; la desgracia está en no hacerlo.
    Con las palabras de Jeremías, de hoy en adelante debo orar: "Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore dia y noche" 
( Jeremías 9:1); es decir,llorar por los sufrimientos y muerte que mis pecados trajeron al Salvador sin pecado. Deseo hacer mías las palabras inmortales de Isaac Watts:
     Podría esconder mi avergonzada faz,
        Viendo Su querida cruz aparecer; 
         Derretir mi corazón en gratitud
        Y en lágrimas mis ojos deshacer.

   Señor, Líbrame de la maldición de un cristiano de ojos secos.     

sábado, 10 de mayo de 2014

Devociones: "Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios".

     "Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios" ( Santiago 1:20).

    El cuadro nos es familiar. Una reunión de la dirección de la Iglesia está en marcha y debe tomarse una decisión. No se trata de alguna doctrina importante de la fe sino quizás acerca de reformas del local o de disfrutar algunos fondos. Se producen un desacuerdo, se inflama la ira, se caldean los ánimos y los gritos irrumpen. Unos pocos individuos, decididos, los vocales de la mesa directiva, finalmente prevalecen. La reunión llega a su fin y se van con la ilusión de que han hecho avanzar la obra de Dios. La verdad es que hicieron avanzar cualquier cosa menos la obra de Dios y Su voluntad. La ira del hombre no obra la justicia de Dios.
     Se cuenta la historia de que Emerson salió precipitadamente de una reunión de comité donde había habido muchos argumentos y lucha mental. Estaba furioso y parecía oír que las estrellas le decían: "¿Por qué vas tan enojado, hombrecito" A lo que Leslie Weatherhead comenta: "Qué maravillosamente las silenciosas estrellas en su majestad y remota belleza acallan nuestros espíritus, como si estuvieran diciendo realmente: "Dios es lo suficientemente grande para cuidarte", y "nada de lo que te preocupa es tan importante como parece".
     Sabemos que, efectivamente, hay lugar para la ira justa. Esto ocurre cuando el honor de Dios está en juego. Pero Santiago no está pensando en eso cuando habla de la ira del hombre. Se refiere al hombre o a la mujer que insiste en salirse con la suya, y que cuando es obtaculizado, explota en ira. Se refiere a la orgullosa persona que considera que su juicio es infalible, y por lo tanto se muestra intolerante e inconforme.
     Para los de este mundo, el temperamento explosivo es señal de fuerza, símbolo de liderazgo y un medio de demandar respeto. Creen que la mansedumbre es debilidad.
     Pero el cristiano sabe mucho más. Entiende que cuando pierde la cabeza también pierde respeto. Toda exposición de ira es un fracaso. Es la obra de la carne y no del Espiritu.
    Cristo nos ha enseñado un camino mejor: El camino del dominio propio, de dar lugar a la ira de Dios, de mostrar mansedumbre a todos los hombres. El camino de soportar pacientemente el agravio, de volver la otra mejilla. El cristiano sabe que con cada manifestación de ira, oculta la obra de Dios, hace borrosa la diferencia visible entre él y los inconversos y que sella sus labios en lo que respeta al testimonio.    

Devociones: "Porque Jehová es justo, y ama la justicia".

              "Porque Jehová es justo, y ama la justicia" (Salmo 11:7).

   El Señor mismo es justo y le gusta ver a Su pueblo actuando de una manera justa. Se agrada cuando los creyentes instintivamente toman decisiones que son consistentes con la ley divina o moral.
     Pero esto no es siempre fácil en un mundo como el nuestro. Somos tentados constantemente a comprometer las aréas de la ética y la moral. Algunas d elas tentaciones son descaradas; otras son más bien insidiosas. Se necesita discernimiento y carácter para caminar en línea recta.
     No sería posible catalogar todas las áreas problematicas, pero quizás una lista selectiva nos dará una base para poder tomar decisiones en el futuro.
    Sobornos y "comisiones" son formas de injusticia. Así también lo son los regalos y dádivas que se dan para comprar a agentes para predisponerlos en su juicio.....No está bien girar cheques sin fondos, es decir, sin fondos suficientes en la cuenta con la esperanza de depositar suficiente dinero mientras están en tránsito...En muchos países es ilegal enviar por correo algún paquete de mercancía con cartas dentro sin pagar el franqueo correspondiente...Una forma de engaño es decir a una persona que llama por teléfono, que está el jefe cuando, de hecho, está sentado en la oficina de al lado. Cualquier abuso del tiempo de la empresa o de la cuenta de gastos utilizándola para desembolsos personales que no tienen que ver con el negocio...Sin dejar mencionar la práctica muy extendida de falsificar cifras de ingresos o abultar contribuciones y gastos  para reducir el impuesto sobre la renta...Los reclamos fraudulentos de las agencias de seguros han alcanzado proporciones epidémicas....Están mal los retrasos y el trabajo realizado por debajo de las normas de calidad....Y quizás uno de los abusos más frecuentes es el uso no autorizado del tiempo que se toma un empleado para tramitar negocios personales.
    No es correcto defender a parientes o amigo cuando evidentemente no tienen la razón. Eso es efecto equivocado y lealtad falsa. Servimos a la causa de la justicia cuando estamos a favor de la verdad contra el pecado, sin importarnos quién sea la persona culpable.
    De manera similar, es erróneo tomar partido con una persona excomulgada basados  en la noción sentimental de que alguien tiene que hacerse amigo del ofensor. Esto solamente crea división en la Iglesia y endurece al ofensor en su maldad.
    Finalmente, no es correcto que nadie cargue con la culpa de algo que no ha hecho. Hay algunas almas amantes de la paz que están dispuestas a llevar la responsabilidad cuando el culpable rehusa venir al frente y confesar. La paz no puede ganarse sacrificando la verdad.
      Animo, hermano. No desatines,
   Aunque tu senda sea como la noche oscura,
     Hay una estrella que guía a los humildes; 
                "Haz el bien y en Dios espera".
                                              Norman MacLeod