jueves, 16 de abril de 2015

Dwevociones: "No estoy Loco".

"Mas él dijo: No estoy loco, excelentisimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura"
                                    (Hechos 26:25)

    A bordo de aquel velero danés parecía un hombre de negocios ordinario, que a la India a mejorar sus  arcas con el cierre de algún negocio lucrativo. Las apariencias eran solo eso, apariencias. Aquél jueves 13 de Junio de 1793. William Carey haría un viaje sin retorno para  convertirse en misionero al segundo país grandes del mundo en densidad poblacional. Sus allegados y aun sus lideres espirituales, vieron su aventura como una locura. Un acto fruto de la ingenuidad y la imprudencia. Hoy, sin embargo, sabemos que el impacto de su ministerio fue tal, que es conocido por todos como "el padre de las misiones modernas". Su valentia fue mal vista por los cobardes. Su fe, incomprendida por los dubitativos. Apodaron de locura a la cuerda situación de aquel zapatero inglés que le creyó a Dios.
    Eliza Davis George, una jovenzuela del estado de Texas se presentó durante diez años seguidos como candidata a misionera a Liberia, África. Cada año rechazaron su solicitud. Los argumentos para cada negativa eran tan pobres como las almas de los que daban el veredicto. Sólo porque era mujer, soltera y negra no le veían posibilidades en la obra misionera. El deseo de Eliza era una auténtica locura para aquellos días de segregación a finales del siglo XIX y primera mitad del XX, pero los llamados de Dios suelen estar rodeados del aura de lo imposible. Cuando al fin le fue permitido ir, su ministerio bendijo con creces a aquella nación. Fundó Iglesias, construyó escuelas y cientos de personas vinieron a los pies del Señor por su predicación. Fue la primera misionera a Liberia y su legado debe ser una inspiración para todos nosotros.
      Podría seguir hablando de Moody a quien la prensa llegó a llamar "el loco Moody", pero cientos de miles vinieron a los pies de Cristo gracias a su ministerio. Quizás mencionar a Wesley que lo echaron de los predios de la Iglesia anglicana por no entender su pasión y su llamado. Creyeron que se había vuelto loco cuando dijo: "Mi parroquia es el mundo". O comentar un poco sobre John Sung, quien tuvo una conversación tan radical en Nueva York, que lo ingresaron durante seis meses en un manicomio pensando que había perdido la razón. Durante su estadia en el manicomio leyó la Biblia cuarenta veces, o sea, una vez cada cinco días. Después de eso regresó a su pais y viajó a pie durante 15 años por toda china hasta su temprana muerte. Hoy es conocido como el evangelista chino más influyente e icónico de todos los tiempos.
    Desde Pablo hasta nuestros días la fe que predicamos, la pasión con que nos entregamos a nuestro llamado divino y nuestra lealtad al Señor, es vista por muchos como locura. Los hombres y mujeres que han conocido a Dios y tienen convicción plena de a quién sirve, son tildados de locos con alguna frecuencia. La Biblia lo refleja así y la historia lo confirma. La razón humana no puede entender por qué perdonamos cuando nos odian, Se preguntan, ¿qué clase de personas son aquellas que ponen la otra mejilla ante el golpe furioso de un adversario?.

     Somos esa clase de personas que sonríen cuando son vejadas, que cantan cuando andan descalzas sobre guijarros. Si el sol calienta no nos detenemos a descansar, y si el frío no tenemos lástima de nosotros. Vamos en dirección contraria a la mayoría y eso los desconciertos. Mientras la multitud prefiere mirar a lo que se ve, nosotros tenemos la vista elevada a lo que es invisible a los ojos, Hablamos optimismo en medio del caos y la ruina. Repetimos de memoria promesas bíblicas de victoria aunque el cuerpo esté enfermo y la creación llore. Sé que parecerá locura, pero nuestras palabras son "palabras de verdad y de cordura".  

martes, 7 de abril de 2015

Devociones: "No aceptes propuestas basadas en el engaño, tarde que todo saldrá a la luz".

Cuánta tristeza me da saber que existen personas que dicen creer en Dios, pretendiendo pervertir el corazón de los demás con propuestas llenas de engaños y codicia. Es normal esperar de una persona no creyente malas actitudes, basadas en la corrupción y la mentira porque están apartados de Dios, pero es doloroso encontrarse en el camino con personas "creyentes" practicando tales cosas; y lo peor, tratando de contaminar el pueblo de Dios con este tipo de fechorías.
     Una de las primeras preguntas que me hago es: ¿será que ya lo han hecho con otros y estos han dicho que sí, sin importar cuántos desagrada a Dios? entonces, ¿Dónde está el temor de Jehová y la santidad de la que tanto predicamos?.
     Creánme hermanos que cuando esto me sucedió, hasta llegué a confundirme por la manera tan sutil e inteligente en que actuó el enemigo, pretendiendo maquillar el mal con justificaciones que se escuchaban sensatas para poder llevar a cabo su pretensión, justificaciones camufladas en obras de gran importancia para el Señor, pero a la hora de la verdad obras llenas de ambición, obras que aparentemente son de Dios pero cuyo obrar y cuyos fines niegan totalmente la santidad y la majestruosidad de nuestro Señor y Salvador. ¡Ahora! no soy quién para juzgar a los demás, yo no soy perfecto y también le he fallado a Dios; además, es el Señor quien nos trata y nos moldea, es a Él a quien debemos rendir cuentas y cada uno de nosotros tendrá su propia etapa de transformación en el Señor, cada uno está viviendo su propio proceso en Él; yo confío en que todo ayuda a bien para los que hemos sido llamados conforme sus divinos propósitos, por eso no me atrevo a lanzar juicios de condenación, yo no soy Dios, soy un predicador más redimido por la preciosa sangre de Jesucristo nuestro Salvador.
    Todos los que un corazón arrepentido y quebrantado buscamos su perdón. "Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia". (Proverbios 28:13)
    Estoy convencido de que el propósito con todo esto fue ver la gloria del Señor no sólo en mi vida sino en la vida de esta persona, Dios cumple su promesa. El Señor se vale de las circunstancias y de personas temerosas de Él para enderezar nuestros pasos y asegurarse de que caminemos en integridad según su voluntad. No me cabe la menos duda.
     La gran lección en esta oportunidad: "No aceptes propuestas basadas en el engaño, tarde que temprano todo saldrá a la luz".
   Que no se nos olvide, y tarde que temprano todo lo malo que hacemos así sea para hacer buenas obras tendrá su recompensa y la recompensa del pecado no es más que la condenación, la muerte y la destrucción. ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? 
(Marcos 8:36).
   Abramos nuestros ojos, pidamos a Dios discernimiento para comprender la diferencia entre el bien y el mal, y que sea Él por medio de su Santo Espíritu dándonos convicción y carácter para elegir siempre hacer lo correcto ante sus ojos, sin importar cuánto podamos perder ante el mundo o cuán vituperados podamos quedar ante los demás.

"La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero el Señor examina sus intenciones" (Proverbios 16:2).

"QUE NI EL DINERO, EL RECONOCIMIENTO O EL PODER TE LLEVEN A ACEPTAR PROPUESTAS QUE A DIOS DESAGRADAN. EN NINGÚN MOMENTO PONGAS EN DUDA LA JUSTICIA DE DIOS".