domingo, 30 de septiembre de 2018

Devociones: "En su consejo no entre mi alma".

                              "En su consejo no entre mi alma".
                                          (Génesis 49:6)

       Estas palabras forman parte de la bendición que Jacob pronunció a sus hijos. Cuando recordó la crueldad con la que Simeón y Leví trataron a los hombres de Siquem, dijo: "En su consejo no entre mi alma".
    Me gustaría tomar estas palabras y darles una aplicación más amplia. hay secretos vinculados al pecado que es mejor no conocer.
     La tentación pone una cara bonita y sugiere que nunca podremos ser felices a menos que nos iniciemos en sus misterios. Nos brinda sensaciones estremecedoras, gratificación física, fuertes emociones y el encanto de lo desconocido.
    Muchos, especialmente los que han vivido protegidos y no han sido expuestos a estas cosas, sienten una atracción por ellas. Sientes que se han perdido los placeres verdaderos y se consideran en desventaja. Creen que a menos que pueben del mundo nunca podrán estar satisfechos.
     El problema es que el pecado nunca viene solo. Hay riesgos incluidos y consecuencias permanentes. Cuando experimentamos cualquier pecado por primera vez, desatamos un diluvio de dolor y remordimiento.
    Ceder a la tentación debilita nuestra residencia al pecado. Una vez que hayamos cometido un pecado, siempre será más fácil hacerlo la próxima vez. Pronto nos hacemos expertos en el pecado y hasta nos esclavizamos a él, atados con las cadenas del hábito.
    En el momento que nos rendimos ante la tentación, nuestros ojos se abren a un sentimiento de culpa que no habíamos conocido antes. Al regocijo de descifrar el código secreto del pecado le sigue un terrible sentido de desnudez moral. Es verdad que el pecado puede confesarse y ser perdonado, pero a través de toda la vida está presente el desconcierto de encontrarse a aquellos con quienes nos unimos en la transgresión. La punzante memoria cuando inevitablemente volvemos a visitar los lugares de nuestra locura. Se presentan ocasiones indeseadas en las que el sórdido episodio reaprece en los momentos más sagrados, entonces nuestros cuerpos palpitan y nuestros labios apenas dejan escapar un gemido.
    Aunque es maravilloso experimentar el perdón de Dios por estos pecados, es mucho mejor no entrar en sus secretos. Lo que se presentan ante nosotros como un secreto atractivo se convierte en una pesadilla. El placer pronto se transforma en horror y un momento de pasión resulta en toda una vida de pesares.
     En la hora d ela prueba nuestra respuesta debe ser: "En su consejo no entre mi alma".  
 

viernes, 28 de septiembre de 2018

Devociones: "Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impios".

"Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impios".
                                           (Romanos 5:6)

     Cristo no vino a llamar a los justos ni murió por los buenos. No fue a la Cruz por las personas decentes, respetables y refinadas. Él murió por los impios.
     Desde el punto de vista de Dios, toda la humanidad es impia. Todos nacimos en pecado y fuimos formados en iniquidad. Como la oveja perdida, nos hemos descarriado y hemos tomado nuestro propio camino . Ante los ojos inmaculados de Dios, somos depravados, impuros y rebeldes. Nuestros mejores esfuerzos para hacer lo que es justo no son sino trapos de inmundicias.
    El problema está en que la mayoría de la gente no quiere admitir que es impia. Al compararse con los criminales de la sociedad se imaginan que son aptas para el cielo. Son como la señora rica de la alta sociedad que se enorgullecía de su trato social y sus caridades públicas. En una ocasión, cuando un vecino creyente testificaba a una señora así, ella le decía que no tenía necesidad de ser salva porque sus buenas obras eran suficientes. Le recordó que era miembro de la Iglesia y que venía de un antiguo linaje de "cristianos". El cristiano tomó un pedazao de papel , escribió sobre él con letras mayúsculas la palabra IMPIA, se lo devolvió y le dijo: "¿Le molestaría que lo prendiera a su blusa? " Cuando vio la palabra IMPIA, se erizó y le dijo: "Desde luego que me molesta ". "Nadíe va a decirme que soy impia". Entonces el cristiano le explicó que al negarse a admitir su condición pecaminosa y perdida, se privaba a sí misma de cualquier beneficio de la obra salvadora de Cristo. Si no confesaba que era impia, entonces Cristo no había muerto por ella. Si no estaba perdida, entonces ¿cómo podía ser salva? Si estaba sana, no necesitaba del Gran Médico.
     Hubo una vez una fiesta muy especial en un enorme auditorio cívico, la cual era para niños ciegos y lisiados. Los jovencitos llegaron en sillas de ruedas, muletas y conducidos de la mano. Mientras la fiesta transcurría, un policia encontró a un niñito llorando en la entrada del edificio.

      "¿Por qué lloras? " le preguntó compasivamente.
       "Porque no me dejan entrar".
       "¿Por qué no te dejan entrar? "
      El pequeñín  respondió: "porque la fiesta no tiene que ver conmigo".

  Es lo mismo que sucede con la fiesta del Evangelio. Si no tiene nada que ver conmigo, no puedes entrar. Para poder tener acceso tienes que demostrar  que eres pecador. Tienes que reconocer que eres impio. Jesucristo vino a morir por los impios. Como decía Robert Munger: "La Iglesia es la únca comunidad del mundo donde el único requisito para ser miembro es la indignidad del candidato".   

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Devociones: "No buscaba a Dios (2) ".

                     "Señor Dios mío, a ti clamé, y me sanaste".
                                             (Salmo 30:2)
                      "En la calamidad clamaste, y yo te libré". 
                                            (Salmo 81:7)

     "Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré" (Salmo 91:15). "Esta  palabra de Dios me inquietaba constantemente ......Entonces me dije: "No sabes todo, quizá Dios existe realmente". Y siguiendo el ejemplo que da el matemático Pascal, que en aquel entonces yo ignoraba, hice mi propia apuesta. Si Dios no existe, no tienes nada que perder. Pero si existe, todavía puedes ganarlo todo.....En pocas palabras dije a Dios: "¡Seamos claros! No creo en ti, pero no soy omnisciente. Si existes realmente, cosa que dudo mucho, no soy yo el que debo encontrarte. ¡Revélate tú a mí!".
     Incluso a una fe tan incompleta, el Dios todopoderoso responde. No se produjo nada tangible; mi estado de abatimiento persistió aún largos meses. Pero desde ese momento pasé del mundo del pecado al reino de la gracia. Durante quince largos meses, la convición de mi estado de pecado ante mi Creador Santo y Justo no dejó de aumentar hasta que, maravillado, al fin descubrí que su ira, la cual yo merecía, había caído en la cruz del Gólgota sobre su amado Hijo, nuestro Salvador y Señor Jesucristo.
     Fue así como el único verdadero Dios, Creador del cielo y de la tierra, Sostén infalible de su creación, Soberano legislador y Redentor de su pueblo , se dio a conocer a mí. En medio de mi admiración, descubrí que ese Dios era totalmente digno de toda mi confianza; y su Palabra escrita, la Biblia, era verdadera, totalmente fiable".
  
 

viernes, 21 de septiembre de 2018

Devociones: "Jesucristo está vivo".

"Buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron".
                                       (Marcos 16:6)

     Todos sabemos que un crucifijo es un objeto que representa a Cristo clavado en una cruz. En muchos paises los vemos casi en todas partes: en las casas, los hospitales, los lugares públicos.....Todos recuerdan que hace 2.000 años Jesucristo fue crucificado y murió.
     Pero el mensaje del Evangelio, aunque pasa por la cruz, no se detiene ahí. El apóstol Pablo resume así su predicación: "Cristo murió por 
nuestros pecados, conforme a las Escrituras.....fue sepultado, y .....resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (1 Corintios 15:4).
    Los discípulos del señor, que se convirtieron en sus testigos, no solo anunciaron a un Cristo muerto, sino que también dieron testimonio de us resurrección: "Matastéis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado d elos muertos". (Hechos 3:15).
     Hoy Dios dirige a todos este mensaje: Cristo murió en la cruz para borrar los pecados de todos los que creen en él. Luego Dios lo resucitó, demostrando así que él está totalmente satisfecho con la obra perfecta cumplida por Cristo en la cruz.
     La tumba vacía nos da seguridad de que los que pertenecen a Cristo, aunque hayan muerto, volverán a la vida al igual que él. Un día el Señor vendrá a buscarlos: resucitará a los creyentes muertos y transformará el cuerpo de los vivos que son suyos, para que todos esteń en el cielo con él, en la casa del Padre.
     "El Señor mismo con voz de mando......descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos......seremos arrebatados juntamente con ellos....a así estaremos siempre con el Señor"
 (1 Tesalonicenses 4:16-17).   

jueves, 20 de septiembre de 2018

Devociones: "Orad por los que os ultrajan y os persiguen".

                 "Orad por los que os ultrajan y os persiguen".
                                        (Mateo 5:44)

     En ocasiones el mejor comentario a un versículo es una ilustración. El capitán Mitsuo Fuchida fue el piloto japonés que dirigió el ataque  a Peard Harbor el 7 de Diciembre de 1941. Al finalizar la incursión envió un mensaje que decía: "Tora, Tora", indicando con esto el éxito completo de su misión. Pero la Segunda Guerra Mundial no había aún terminado. A medida que el conflicto bramaba, la marea de la batalla cambió hasta que finalmente los Estados Unidos salieron victoriosos.
     Durante la guerra, los japoneses ejecutaron a una pareja de ancianos misioneros en las Filipinas. Cuando su hija en los Estados Unidos supo la noticia, decidió visitar a los prisioneros de guerra japoneses y compartir con ellos las buenas nuevas del evangelio.
     Cuando le preguntaban por qué era tan amable con ellos, contestaba: "A causa de la oración que hicieron mis padres antes de ser asesinados". Eso era todo lo que decía.
    Después de la guerra Mitsiu Fuchida estaba tan amargado que decidió acusar a los Estados Unidos ante un tribunal internacional por atrocidades de guerra. En un intento por reunir la evidencia, entrevistó a los prisioneros de guerra japones. Cuando rindió el informe acerca de aquellos que estaban detenidos en los Estados Unidos, se desilusionó al oír no de las atrocidades, sino de las bondades mostradas por una dama cristiana cuyos padres habían sido asesinados en la Filipinas. Los prisioneros contaron cómo les había dado in libro llamado Nuevo Testamento y mencionaron que los padres de ella habian orado de manera desconocida antes de ser ejecutados. Esto no era precisamente lo que Fuchida quería oír pero tomó nota mentalmente de ello.
     Después de escuchar la historia numerosas veces fue y compró un Nuevo Testamento. Leyó el evangelio de Mateo y se sintió intrigado. Después leyó todo el Evangelio de Marcos y su interés creció. Cuando llegó a (Lucas 23:34), la luz inundó su alma. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Instantáneamente entendió lo que habían orado los ancianos misioneros antes de ser asesinados.
     "Ya no pensó en la mujer americana o en los prisioneros de guerra japoneses, sino en sí mismo, un fiero enemigo de Cristo a quien Dios quería perdonar en respuesta a la oración del Salvador crucificado. En ese mismo momento buscó y encontró perdón y vida eterna por la fe en Cristo".
       El proyecto para el tribunal internacional fue desechado. Mitsuo Fuchida pasó el resto de su vida proclamando las inescrutables riquezas de Cristo en muchos paises.      
 

martes, 18 de septiembre de 2018

Devociones: "Nuestra relación con Dios".

"El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su anriz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente".
                                       (Génesis 2:7)
            "Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo".
                                  (2 Corintios 5:18)

     ¿Quién es el hombre? No es solo un conjunto de átomos cuya complejidad sobrepasa el entendimiento, sino que está dotado de un espíirtu, el "soplo de Dios", porque  fue creado a la imagen de Dios. Piensa, desea, comunica. crea....Y todo esto tiene sentido porque es un reflejo de la naturaleza de Dios y no solo el resultado de procesos fisiológicos.
      Nuestra relación con Dios, rota debido a la desobediencia del hombre, no puede ser restablecida mediante razonamientos que provienen de la mente humana . Dios quiere revelarse al hombre, ¡él es quien toma la iniciativa! Hoy lo hace mediante su Palabra, la Biblia, las Santas Escrituras.
       Así Dios nos anuncia que encontró un camino de reconciliación con el hombre. Para ello dio a su Hijo Jesucristo, quien murió en la cruz para expiar el pecado que nos separaba de Dios. Luego lo resucitó: Jesús está vivo, está a la diestra de Dios. Por la fe en Jesucristo todo ser humano puede restablecer la relación con su Creador. Entonces el creyente deseará honrar y servir a su Dios, porque fue creado "en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en allas" (Efesios 2:10).
     Este es el sentido de la vida del cristiano. Es una vida que vale la pena vivir plenamente. "Para mi vivir es Cristo" (Filipenses 1:21), decía el apóstol Pablo: Cristianos, cada uno podemos experimentarlo.  

domingo, 16 de septiembre de 2018

Devociones: "Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis......".

"Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia".
                                              (Levítico 25:10)

     Cada cincuenta años en el calendario de Israel se conocia como el año del jubileo. Se suponía que la tierra debía estar en barbecho. Las propiedades se devolvian a sus dueños originales y los esclavos eran puestos en libertad. Era un tiempo gozoso de libertad, gracia, redención y descanso.
     Cuando alguien compraba una propiedad, debía tener en cuenta la proximidad del año del jubileo. Por ejemplo, la tierra sería más valiosa si al tiempo de la compra faltaban cuarenta y cinco años para el año de jubileo. Pero se estaba solamente a un año de distancia, dificilmente era digna de comprarse. El comprador sólo pidría teenr una cosecha.
     Hay un sentido en el que la venida del Señor será el año del jubileo para los creyentes de hoy. Entrarán en el descanso eterno en la casa del Padre. Serán libres de los grilletes de la mortalidad y recibirán cuerpos glorificados. Todas las cosas materiales que les han sido confiadas como administradores serán devueltas a su dueño original.
     Debemos tener esto en cuenta al valorar nuestras posesiones materiales. Podemos tener millones en propiedades, inversiones y depósitos bancarios. Pero si el Señor viniera hoy, ya no tendrían ningún valor para nosotros. Cuanto más cerca estamos de Su venida, menos valor real tienen. Esto significa que debemos invertirlas hoy para el adelanto de la causa de Cristo y el alivio de la necesidad humana.
     Así como el año del jubileo era anunciado con el toque de una trompeta, así el regreso del Señor será anunciado con el sonido de la "última trompeta". "Todo esto nos enseña una excelente elcción. Si nuestros corazones valoran la esperanza inalterable del retorno del Señor, debemos aligerarnos de todas las cosas terrenales. es moralmente imposible que podamos estar en la actitud de esperar al Hijo del cielo y no estemos despegados de este mundo presente.....Aquel que vive en la expectación diaria de la aparición de Cristo debe desligarse de lo que será juzgado y disuelto cuando venga....Quiera Dios que nuestros corazones sean impresionados y nuestra conducta influenciada en todas las cosas por esta verdad tan preciosa y santificante" (C. H. Mackintosh).  

sábado, 15 de septiembre de 2018

Devociones: "Sabed que vuestro pecado os alcanzará".

                        "Sabed que vuestro pecado os alcanzará".
                                            (Números  32:23)

         Dios ha establecido ciertos principios inalterables en nuestro mundo y ningún hombre puede escapar de estos principios. Uno  de ellos es que no se puede pecar sin ser castigado.
      Algunos de nosotros aprendimos esto en nuestra infancia cuando hurtábamos mermelada u otras golosinas que dejaban  una marca reveladora que la madre descubría faćilmente. Pero esta verdad se aplica a toda la vida y está atestiguada en el diario de cada mañana.
     El poema "El Sueño de Eugenio Aram" es una notable ilustración de este asunto. Pensando que podía cometer un "crimen perfecto". Aunque asesinó a un hombre y arrojó su cuerpo al rio: "unas aguas perezosas, negras como  la tinta cuya profundidad era inmensa". A la mañana siguiente descendió a la orilla del rio donde había cometido el crimen .

      Y buscó el maldito negro estanque, con un ojo receloso y delirante; 
      Y vio en su lecho al fallecido, porque el pérfido río se había secado.

     Trató de cubrir el cuerpo con una enorme pila de hojas, pero esa noche sopló un gran viento por toda la zona, dejando el cadáver claramente al descubierto.

     Entonces caí con rostro a tierra, y primero comencé a llorar. Porque sabía que mi secreto, el mundo no quería guardar. Ni en la tierra ni en el mar, a diez mil brazas de profundidad.

    Finalmente sepultó a su víctima en una remota cueva, pero años más tarde el esqueleto fue descubierto; fue procesado por el crimen y ejecutado. Su pecado le había alcanzado.
      Pero hay otro modo en el que el pecado nos alcanza. E. Stanley Jones nos recuerda que "el pecadose expresa en el deteriodo interno, en el infierno interior de no ser capaz de respetarse a sí mismo, al empùjarte a vivir claramente en ciegos laberintos".
       Aun si el pecado de un hombre pudiera permanecer de alguna manera sin ser visto en esta vida, es seguro que lo atrapará en la que sigue. A menos que el pecado haya sido limpiado por la sangre de Jesús, será expuesto a la luz en el Dia del Juicio. Trátese de acciones, pensamientos, motivos o intentos, el pecado le será imputado así como el castigo ya anunciado. esa pena, sin duda, es la muerte eterna.   

martes, 11 de septiembre de 2018

Devociones: "Del ocultismo a la verdad" (1).

"No sea hallado en ti....quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicería, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos".
                                      (Deuteronomio 18:10-11)
"Os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero"
                                        (1 Tesalonicenses 1:9)

      "Desde que yo tenía diez años, mi abuela paterna me enseñó, no a orar antes de ir a dormir, sino a predecir el futuro a partir de las cartas, es decir, a practicar le vivencia. Hoy puedo decír que es una trampa diabólica, una abominación ante Dios. Uno pasa a ser el instrumento de poderes maléficos pensando que solo se trata de un juego.....Uno queda atado y se vuelve esclavo.
     El ocultismo estaba presente, en nuestra familia sin que nos diésemos cuenta. Era como si una telaraña se estuviese tejiendo lentamente a mi alrededor. Pero un día me reuní con un grupo de astrólogos y descubrí un libro que me invitaba a hacer "oraciones astrológicas". Entonces comprendí en donde me estaba hundiendo. ¿Cómo podía orar a los astros? A partir de ese momento tomé la decisión de dejar el grupo.
     Cierta noche abrí una Biblia y leí por primera vez, en el evangelio según Juan, ese pasaje en el que Jesús dice: "Yo soy el camino, y la verdad y a la vida" (Juan 14:6). Sentí escalofríos, y mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Qué había sucedido?.
     Por primera vez fui a una reunión cristiana. El Señor habia preparado mi corazón. ¡Yo estaba sumida en la mentira, pero el mensaje bíblico era claro! El siguiente domingo, sedienta de verdad pasé la tarde haciendo preguntas al predicador. Comprendí que todo lo que estaba oyendo era la única verdad".  

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Devociones: "Los diez mandamientos".

"El Señor escribió sobre las tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos".
                                              (Éxodo 34:28)

      Tres meses después de haber sido liberado de la esclavitud de Egipto, el pueblo de Israel recibió los diez mandamientos dados solemnemente por Dios en el monte Sinaí. Formaban la base de la primera alianza (o del primer pacto) entre Dios y su pueblo terrenal.
    Pero tienes un alcance más grande. Presentan el pensamiento de Dios respecto al comportamiento de los hombres entre sí y sus relaciones con él.
    Ninguna cultura ni civilización escapa al alcance de estos diez mandamientos. Ellos nos exhortan a tomar conciencia del pecado y nos muestran su origen y su carácter.
     Hoy estos diez mandamientos no forman una alianza entre Dios y nosotros, los cristianos. Tenemos una relación totalmente nueva con Él, a través del señor Jesús, quien dio su vida por nosotros en la cruz. Ahora somos hijos de Dios, Él es nuestro Padre.
    Sin embargo, estos diez mandamientos siguen siendo muy importantes, pues nos enseñan, con toda la Biblia, sobre lo que Dios llama bien y lo que llama mal.
    En nuestra época, en la que todo se relativiza y cada uno es tentado a tener su propia opinión sobre el bien y el mal, necesitamos leer estos mandamientos y dejar que su luz ilumine nuestro ser interior.
    "Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal" (Deuteronomio 30:15). "He aquí que el temor del Señor  es la sabiduria, y el apartarse del mal, la inteligencia" (Job 28:28). "Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre" (Salmo 37:27). 
     

lunes, 3 de septiembre de 2018

Devociones: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre".

                 "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre".
                                               (Juan 20:17)

     Uno de los himnos favoritos de algunos niños dicen: "Pienso cuando leo esa dulce vieja historia. / Cuando Jesús entre los hombres estaba/ Cómo a los pequeños como corderos llamaba. / Me gustaría haber estado con Él entonces". Probablemente la mayoría de nosotros ha compartido ese deseo sentimental en un momento u otro. Pensamos en qué bonito hubiera sido disfrutar de la compañía personal del Hijo de Dios durante Su ministerio terrenal.
    Pero hemos de darnos cuenta que es mejor conocerle hoy, como se nos da a conocer por el Espíritu a través de la Palabra. En vez de estar en desventaja, en realidad somos más privilegiados qu elos discípulos. Veámoslo de este modo: Mateo vio a Jesús a través de los ojos de Mateo, Marcos a través de los ojos de Marcos, Lucas a través de los ojos de Lucas y Juan a través de los ojos de Juan. Pero nosotros le vemos a través de los ojos de los cuatro evangelistas. Tenemos una revelación más plena del señor Jesús en todo el Nuevo Testamento que la que tenía cualquiera de los discípulos cuando estaban sobre la tierra.
     Hay un sentido adicional, en el que disfrutamos de un mayor privilegio que los contemporáneos de Jesús. Cuando se encontraba mezclado entre la multitud en Nazaret o capernaúm, estaba necesariamente más cerca de algunos que de otros. En el aposento alto. Juan se recostaba cerca se Su pecho, mientras que los otros discípulos estaban reclinados a diversas distancias. Pero todo esto ha cambiado ahora. El Salvador está igualmente cerca de todos los creyentes. No está solamente con nosotros; está en nosotros.
     Cuando María se encontró con el Señor resucitado, deseó abrazarle del mismo modo que le había conocido previamente. Ella no quería perder Su presencia física y corporal. Pero Jesús le dijo: ·No me toques, porque aún no he subido a mi Padre...." (Juan 20:17). En efecto, lo que estaba diciendo era: "María no te aferres a mí en un sentido físico y terrenal. Cuando ascienda a mi Padre, el Espíritu Santo será enviado a la tierra. A través de Su ministerio me conocerás de una manera más plena, clara e íntima de lo que me conociste antes".
    La conclusión es ésta. En vez de desear haber estado con Jesús cuando estaba sobre la tierra, debemos darnos cuenta, con regocijo, que es mejor estar con Él ahora.   

sábado, 1 de septiembre de 2018

Devociones: ".....yo honraré a los que me honran.....".

                            ".....yo honraré a los que me honran......".
                                                 (1 Samuel 2:30)

      Una de las muchas maneras en las que podemos honrar al Señor es permaneciendo fieles a los principios divinos y rehusando firmemente comprometerlos.
    Durante la juventud Adam Clarke trabajaba para un comerciante de sedas. Un día  su jefe le mostró cómo  debía estirar la seda cuando la midiera a un cliente. Adam le dijo: "Señor su seda se podrá pero mi conciencia no". Años más tarde Dios honro a este hombre empleado  capacitándole para escribir el comentario bíblico que lleva su nombre.
     Eric Liddell estaba  entrenado para correr en la competición  de los 100 metros en los Juegos Olímpicos. Pero cuando se enteró de que las eliminatorias para este evento estaban programadas para un domingo, dijo al entrenador que no correría. Sintió que al deshonrar el Dia del Señor, deshonrando al Señor mismo. Una gran tormenta de críticas irrumpió. Fue acusado de ser un aguafiestas, de dejar mal a su país y de ser un fańatico religioso. Pero no retrocedió en su decisión.
     Cuando se enteró de que las eliminatorias para los 200 metros estaban programadas para un día entre semana, pidió permiso a su entrenador para correr, aún  cuando ésta no era su distancia. Ganó la primera eliminatoria, la segunda y luego las semifinales. El día de la final mientras caminaba hacia el lugar de partida, alguien puso un pequeño pedazo de papel en su mano. Le echó un vistazo y vio las palabras: "....yo honraré a los que me honran". Ese día no sólo ganó la carrera sino que estableció un nuevo record mundial.
     El Señor le dio el honor aún más grande de servirle como uno de Sus embajadores en el lejano oriente. Durante la Segunda Guerra Mundial fue  hecho prisionero por los japoneses y murió en el campo de concentración, ganando así la corona del martirio.
    Adam Clarke y Eric Liddell, siguieron  en la ilustre línea de hombres como José, que honró a Dios con su carácter auténtico y fue honrado por Dios haciendo de él el salvador de su pueblo en un tiempo de hambre. Hombres como Moisés, cuya lealtad a su Dios fue honrada permitiéndole guiar a la nación de Israel fuera de la esclavitud de Egipto. Hombres como Daniel, cuyo rechazo a comprometerse le llevó a un lugar de distinción en el Reino Persa. Y el mayor de todos: el Señor Jesús, que honró a Su Padre como nadie más lo ha hecho, y le fue dado el Nombre que es sobre todo nombre.