miércoles, 30 de abril de 2014

Devociones: ".....como él es, así somos nosotros en este mundo".

         "......como él es, así somos nosotros en este mundo" ( 1 Juan 34:17b).

    Aquí tenemos una de aquellas verdades del Nuevo Testamento que nos conmociona por su audacia absoluta. No nos atreveríamos a pronunciar estas palabras si no las viéramos en la Biblia. Pero son gloriosamente ciertas y podemos deleitarnos y regocijarnos en ellas.
   ¿En qué sentido somos como Cristo en este mundo? Nuestras mentes casi automaticamente piesan primero en las maneras en que no somos como Él. No tenemos parte con Él en los atributos de la deidad como la omnipotencia, la omnisciencia y la omnipresencia. Estamos llenos de pecado y fracaso mientras que Él es absolutamente perfecto. No amamos como Él ama, ni perdonarnos como Él perdona.
    ¿Cómo entonces, somos como Él? El versiculo nos aclara: "En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el dia del juicio: pues como él es, así somos nosotros en este mundo" El amor de Dios ha actuado de tal manera en nuestra vida que no nos aterrorizamos cuando estemos delante del Tribunal de Cristo. Nuestra confianza se basa en lo que tenemos en común con el Salvador, el juicio ha quedado atrás. Somos como Él en lo que toca al juicio. Llevo el juicio de nuestros pecados en la Cruz del Calvario y terminó con el asunto del pecado de una vez y para siempre. Porque soportó el castigo de nuestros pecados nunca tendremos que sufrirlo. Podemos cantar confiadamente.


                                 La muerte y el juicio han quedado atrás.
                                la gracia y la gloria se extienden adelante,
                                    todas las olas pasaron sobre Jesús.
                                       allí agotaron su máximo poder.

          Así como el juicio pasó para siempre de Él, así ha pasado también para nosotros, y podemos decir:

                     No hay ya condenación, ni hay infierno para mí,
                        El tormento y el fuego mis ojos jamás verán.
                 Para mí ya no hay sentencia, la muerte no tiene aguijón.
                     Porque el Señor me ama y me protege bajo Su ala.

     Somos como Él, no sólo con respecto al juicio sino también con lo que concierne a la aceptación ante Dios. Estamos frente a Dios con el mismo favor con que está el Señor Jesús, porque estamos en Él.

                               Cerca, muy cerca de Dios.
                               No puede más cerca estar,
                            Porque en la Persona de Su Hijo,
                                  Estoy tan cerca como Él.
     Por último, somos como Cristo porque Dios el Padre nos ama como le ama también a Él. En Su oración Sumo Sacerdotal el Señor Jesús dijo: "tú....los has amado a ellos como también a mí me has amado" ( Juan 17:23b). Así, no es exagerado decir:
                               Amado, tan amado por Dios,
                                 No pude más querido ser.
                             El amor con el que ama a Su Hijo.
                                      Tal es Su amor por mí.
   
   De modo que es maravillosamente cierto que como Cristo es, así somos nosotros en este mundo.
                                 

Devociones: "Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el dia de su muerte"

"Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el dia de su muerte" 
( 2 Samuel 6:23).

     David estaba extasiado cuando trajo el arca a Jerusalén para ser colocada en la tienda que él había preparado especialmente. Al percatarse de que éste era uno de los logros más grandes y uno de los momentos más gloriosos de su carrera, el rey danzó delante del Señor con toda su fuerza. Su esposa Mical, se burló de él por lo que pensó que era una conducta vergonzosa. Como resultado de su actitud crítica, no tuvo hijos hasta el fin de sus dias.
     Aprendemos de esto que un espiritu crítico produce esterilidad. Naturalmente, cuando decimos eso, no estamos hablando de crítica constructiva
Si la crítica es verdadera, debemos recibirla y beneficiarnos de ella. Hay pocos amigos en la vida que nos aman lo suficiente como para darnos críticas útiles.
    Pero la crítica destructiva puede ser desvaratadora. Puede hacer pedazos la obra de Dios en la vida de alguien y deshacer en unos cuantos minutos el progreso de muchos años.
    En el incidente que involucró a David, el arca representa a Cristo. El arca ocupando su lugar en Jerusalén representa a Cristo entronizado en el corazón humano. Cuando eso ocurre, el creyente, lleno del Espiritu  no puede sino expresar su exuberancia y entusiasmo. Esto provoca a menudo la hospitalidad de los inconversos y algunas veces hasta la burla de otros cristianos. Pero ese espiritu crítico inevitablemente conduce a la esterilidad.
   Puede llevar a la esterilidad no solamente la vida individual, sino también la asamblea local. Tomemos como ejemplo a una congregación donde los jóvenes están sujetos constantemente a un torrente de críticas. Se les crítica por el modo de que se visten, el corte del pelo, sus oraciones públicas y su forma de cantar. En vez de tomar tiempo para disculparles pacientemente, los ancianos esperan que maduren al instante. Muy pronto los jóvenes, si no tienen convicciones fuertes, se alejarán en busca de una Iglesia más compatible, más agradable, y la asamblea poco a poco se va despoblando.
   Que la historia de Mical sirva de ejemplo de que la censura no solamente lastima a sus víctimas sino se venga de aquel que la practica. Esa venganza es esterilidad espiritual.

martes, 29 de abril de 2014

Devociones: "Bendeciré a los que te bendijeren"

"Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré" 
(Génesis 12.3).

      Cuando Dios llamó a Abraham para que fuera la cabeza de Su pueblo escogido, prometió bendecir a los amigos de esa nación y maldecir a sus enemigos. En los siglos que siguieron el pueblo judío ha sufrido indecible hostilidad y discriminación, pero Dios no ha suprimido la maldición contra el antisemitismo.
    Amán tramó la destrucción del pueblo judio en Persia Embaucó al rey que firmara un decreto irrevocable. Por un momento todo pareció moverse, a su favor, pero pronto comenzaron a surgir escollos. Elarchiconspirador se precipitó de fracaso en fracaso hasta que finalmente  fue colgado de la horca que habia construido para Maldoqueo el judio.
    Adolfo Hitler no aprendió de la historia y fue condenado a repetirla. Inaguró un atroz programa para barrer a los judíos en campos de concentración, cámaras de gas, hornos crematorios y ejecuciones masivas. Parecia que nada podia detenerle. Pero entonces la marca cambió y murió ignominiosamente con su amante en un bunker de Berlín.
     El antisemitismo alcanza su más horrendo climax durante la Gran Tribulación. Los judíos serán entregados para ser afligidos y asesinados, las naciones gentiles les aborrecerán. Grandes multitudes serán masacradas. Pero se interrumpirá con la venida personal del Señor Jesucristo. Aquellos que persiguieron a Su pueblo serán destruidos y los que ofrecieron su amistad a los hermanos judíos de Cristo entrarán en el Reino.
       Ningún creyente verdadero debe permitir jamás que su alma se  contamine con rastro alguno de antisemitismo. Su Señor, su Salvador, su mejor y verdadero Amigo fue y es un judío. Dios comisionó al pueblo judío para  que escribiera y preservara las Escrituras. Aunque Dios ha puesto a un lado temporalmente a la nación judía  por rechazar al Mesias, todavia ama a Israel por causa de los Padres. Nadie que odia a los judíos puede esperar la bendición de Dios en su vida y servicio.
   "Pedíd por al paz de Jerusalén : sean prosperados los que te aman"
( Salmo 122:6). Todos los que aman al pueblo judío prosperarán.

Devociones: "Salve, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos"

"Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombre" ( Salmo 12:1).

      Los fieles son una especie en peligro de extinción; están extinguiéndose rápidamente de la raza humana. Si David lamentaba su desaparición en aquellos dias, a menudo nos preguntamos como se sentiría si viviera hoy.
     Cuando hablamos de una persona fiel, nos referimos a aquella que es digna de confianza y segura. Si hace una promesa, la cumple. Si tiene una responsabilidad, la cumple, si tiene que ser leal, lo es inquebrantablemente.
      El hombre infiel hace una cita y a la postre, o npo la cumple o llega inexcusablemente tarde. Se compromete e enseñar en la clase de la escuela dominical y no previene quien le reemplace cuando no puede estar presente. Nunca se puede depender de él. Su palabra no significa nada. No es de extrañar que Salomón dijera: "Como diente roto y pie desconyuntado es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia" ( Proverbios 25:19).
    Dios está buscando hombres y mujeres fieles. Desea administradores que sean fieles. Sus intereses (1 Corintios 4:2). Aspira a tener maestros que sean fieles transmitiendo las grandes verdades de la fe cristiana ( 2 Tito 2:2). Anhela que sean fieles al Señor Jesús, compartiendo Su vituperio y  llevando la cruz. Quiero gente que sea inflexiblemente fiel a Su Palabra inspirada, inerrante e infalible, Se complace en los cristianos que son fieles a la asamblea local, en vez de vagar de Iglesia en Iglesia como vagabundos religiosos. Dios ve con buenos ojos  a los santos que son fieles a otros creyentes y fieles también a los que no son salvos.
     Como en todas las otras virtudes, el Señor Jesús es nuestro ejemplo supremo. Él es el Testigo fiel y verdadero ( Apocalipsis 3:14), un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en lo que Dios se refiere (Hebreos 2:17) fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad ( 1 Juan 1:9). Sus palabras son verdaderas. Sus promesas son infalibles y Sus caminos son totalmente seguro.
     Aunque los hombres no valoren suficientemente la lealtad. Dios sí. El Señor Jesús alababa la fidelidad de sus discípulos con las palabras: "Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis palabras. Yo pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí" ( Lucas 22:28-29). Y la recompensa máxima a la fidelidad será escuchar Su alabanza: "Bien, buen siervo y fiel....entra en el gozo de tu Señor" ( Mateo 25:21). 

lunes, 28 de abril de 2014

Devociones: "Id pues, y aprended lo que significa: misericordia quiero....."

"Id pues, y aprended lo que significa: misericordia quiero y no sacrificio;
 ( Mateo 9:13).

        Dios estás mucho más interesado en cómo tratamos a los demás que en el número de ceremonias religiosas en las que participamos. prefiere misericordia que sacrificio. Coloca la moralidad práctica por encima de los rituales. Podrías parecer extraño leer que Dios no desea sacrificio, porque fue Él quien instituyó en primer lugar el sistema sacrificial. Pero no hay contradicción. Mientras que es verdad que ordenó a la gente que trajera sacrificios y ofrendas, nunca tuvo la tentación de que éstos tornaran el lugar de la justicia y la bondad. "Hacer justicia y juicio es a Jehová más agradable que sacrificio" ( Proverbios 21:3).
     Loa profetas del Antiguo Testamento se enardecían contra al gente que observaba los rituales adecuados y pese a eso estafaban y oprimían a su prójimo. Isaias les advertió que Dios estaba hastiado de sus holocaustros y de sus dias de fiesta religiosa mientras que oprimían al huérfano y a la viuda
 ( Isaias 1:10-17). También les dijo que el ayuno que Dios deseaba era que trataran con justicia a sus empleados, dieran de comer al hambriento y vistieran al pobre ( Isaias 58:6-7). A menos que sus vidas fueran rectas, poco importaba que  ofrecieran en sacrificio la cabeza de un perro o la sangre de un cerdo 
( Isaias 63:3).
     Amós exhortó al pueblo a que dejara sus observancias religiosas porque Dios aborrecía  esos rituales entretanto que la justicia y la misericordia no fluyeran como poderosos torrente (Amós 5:21-24). Miqueas les aconsejó que  lo que Dios deseaba más que un ritual era la realidad, la realidad de la justicia, misericordia y humildad ( Miqueas 6:6-8).
    En los dias de nuestro Señor, los fariseos se hicieron merecedores de la burla por pretender ser religiosos haciendo oraciones públicas muy largas mientras que devoraban las casas de las viudas ( Mateo 23:14). Eran muy cuidadosos para darle al Señor una décima parte de la menta de sus jardines, pero todas estas prácticas jamás podrían tomar el lugar de la justicia y la fe ( Mateo 23:23). Es inútil que traigamos nuestras ofrendas al Señor si nuestro hermano tiene una queja válida  contra nosotros ( Mateo 5:24); el don es aceptable solamente después de que el error ha sido rectificado. Asístir regularmente a la Iglesia nunca servirá para encubrir los negocios deshonestos llevados a cabo durante la semana. De nada sirve regalar a nuestra madre una caja de bombones el Dia de la Madre si la tratamos con desprecio durante el año, u obsequiar una camisa a nuestro padre el Dia del Padre si no le mostramos el amor y el respeto que merece el resto del tiempo.
    A Dios no le engañamos con rituales o con la apariencia.- Él ve el corazón y nuestra conducta dia tras dia.   

domingo, 27 de abril de 2014

Devociones: "Antes bien, renuncimos a lo oculto y.......".

"Antes bien, renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios" ( 2 Corintios 4:2).

       En la página anterior, notamos tres áreas en las que las sectas quedan al descubierto como equivocadas en lo que respecta a la fe cristiana que ha sido una vez dada a los santos, Hay otras caracteristicas de las sectas de las cuales no sólo debemos ser conscientes, sino que también las debemos evitar cuidadosamente en nuestras propias asambleas cristianas.
    Por ejemplo sus líderes construyen lo que podriamos llamar culto a la personalidad presentándose  a sí mismos como unos mesías o prodigios. Los hombres con carisma ejercen a menudo un control severo y autocrático sobre el pueblo, derramando y amenazando con medidas extremas de castigo si no obedecen.
     Con frecuencia afirman ser poseedores exclusivos de la verdad, haciendo declaraciones arrogantes acerca de sus distintivos doctrinales y critican a todos los otros grupos que no están de acuerdo. Algunos dicen  combinar lo mejor de otras doctrinas para así tener la última palabra. Presumen que nadie pueda ser plenamente feliz a menos que sea iniciado en sus misterios.
     Tratan de aislar a sus miembros de todos los demás maestros de todo aquel que profesa ser creyente y de libros escritos por otros que no sean los de sus propios líderes.
    A menudo prescriben un estilo de vida legalista que viene a convertirse en un sistema de esclavitud Igualan la santidad a ciertos rituales y observancias que los hombres pueden hacer por su propia fuerza y no por la vida divina.
     Explotan a la gente financieramente por medio de un sistema de astutas manipulaciones psicológicas. Los jefes viven en el explendor y el lujo, mientras que sus seguidores son reducidos a la pobreza.
    Muchas de las sectas son asaltantes de ovejas, que conducen ataques contra otras instituciones religiosas en vez de alcanzar a los  que todavia están fuera de la Iglesia.
     Ponen énfasis incorrecto sobre una o más doctrinas, descuidando por completo áreas vitales de la revelación divina. Tratan a aquellos que enseñan la verdad como enemigos. Por esto Pablo les preguntó a los gálatas legalistas: "¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?" ( Gálatas 4:16).
     Es lamentable que algunas de estas actitudes o acciones se introduzcan en asambleas sanas, pero mientras estemos en el cuerpo, tenemos que guardarnos contra ellas celosamente.
 

sábado, 26 de abril de 2014

Devociones: "Amados, no creáis a todo espiritu, sino probad los espiritus".

"Amados, no creáis a todo espiritu, sino probad los espiritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" ( 1 Juan 4:1).


      Vivimos en una época cuando las sectas se multiplican con asombrosa rapidez. En realidad no hay nuevas sectas ; son solamente variaciones de grupos heréticos que surgieron en los dias del Nuevo Testamento. es su variedad la que es nueva, no sus dogmas básicos.
    Cuando Juan dice que debemos probar los espiritus, quiere darnos a entender que debemos probar a todos los maestros por medio de la Palabra de Dios, para que podamos detectar a aquellos que son falsos. Hay tres áreas fundamentales donde las sectas quedan al descubierto como falsificaciones. Ninguna secta puede pasar estas tres pruebas.
   La mayoria de las sectas son fatalmente defectuosas en su enseñanza referente a la Biblia. No la aceptan como la inerrante Palabra de Dios, la revelación final de Dios al hombre . Igualan su autoridad con los escritos de sus propios líderes. Reclaman tener nuevas revelaciones del Señor y se jactan de esta "verdad nueva". Publican su propia traducción de las Escrituras que tuerce y pervierte la verdad. Aceptan la voz de la tradición a la par con la Biblia. Manejan la Palabra de Dios fraudulentamente.
     La mayoria de las sectas son heréticas en sus enseñanzas  acerca de nuestro Señor. Niegan que es Dios, la Segunda Persona de la Santa Trinidad. Admiten que es el Hijo de Dios, pero con esto dan a entender algo menos que igualdad con Dios al Padre. A menudo niegan que Jesús es el Cristo, enseñando que el Cristo es una influencia divina que vino sobre el hombre Jesús. Con frecuencia niegan la verdadera humanidad impecable del Salvador.
   Una tercera área en la que las sectas se condenan es en lo que enseñan tocante al camino de salvación. Niegan que la salvación es por gracia por medio de la fe en el Señor Jesucristo solamente. Cada una de ellas enseña otro evangelio, es decir, salvación por las buenas obras o buena conducta.
    Cuando los propagadores de estas sectas llegan a nuestra puerta, ¿Cuál debe ser nuestra respuesta? Juan no nos deja en duda: "no lo recibáis en casa, ni lo saludéis. Porque el que le saluda, participa en sus malas obras" ( 2 Juan 10: 11).

viernes, 25 de abril de 2014

Devociones: "No es vuestra la guerra, sino de Dios"

               "No es vuestra la guerra, sino de Diosa" ( 2 Corintios 20:15).

       Si un hombre es un soldado de la Cruz, puede  esperar ser atacado tarde o temprano. Cuanto más valientemente declare la verdad de Dios y más certeramente ejemplifique la verdad en su propia vida, mucho más se verá sujeto al ataque. Un viejo puritano decia : "El que está cerca de su Capitán es blanco seguro de los arqueros.
    Será acusado de agravios que no cometió. Será atacado violentamente con chismes, calumnias y murmuracion. Será condenado al ostracismo y ridiculizado. Este trato vendrá del mundo a veces, pero es triste decir que muchas veces viene de otros que se llaman creyentes.
    En tales acusaciones, es importante recordar que la batalla no es nuestra sino de Dios. Y debemos apropiarnos de la promesa de Éxodo 14:14 "Jehová peleará por vosotros , y vosotros estaréis tranquilos" Esto significa que no tenemos que defendernos a nosotros mismos o devolver el ataque. el Señor nos vindicará en el tiempo oportuno.
     F.B. Meyer escribió: "Cuánto se pierde con una palabra. Estad quietos; permaneced en calma; al que te hiera en una mejilla, vuélvele también la otra. Nunca devolveremos el insulto. No importa tu reputación o carácter, ellos están en Sus manos, y tú los echarás a perder si intentas retenerlos".
    José sobresale como ejemplo de uno que no trató de vindicarse a sí mismo cuando fue acusado falsamente. Encomendó su causa a Dios y Dios limpió su nombre y le promovió a un lugar de gran honor.
    Un siervo de Cristo ya entrado en años testificaba que habia sido difamado muchas veces a través de los años. Pero oraba con las palabras  de Agustín: "Señor, líbrame del del deseo de vindicarme siempre a mí mismo" Decia que el Señor jamás habia fallado en justificarle y de exhibir a sus acusadores.
      El Señor Jesús, por supuesto, es el Ejemplo supremo: "....quien cuando le maldecian, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente" ( 1 Pedro 2:23).
    Este es el mensaje para hoy . No tenemos que defendernos a nosotros mismos cuando somos acusados falsamente. La batalla es del Señor. Él peleará por nosotros. Debemos estar tranquilos. 

Devociones: "No que haya alcanzado ya, ni que sea perfecto".

       "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto" (Filipenses 3:12).

    En el estudio de ayer vimos que nuestra  conducta debe encajar con nuestro credo. Pero para equilibrar el tema debemos añadir dos postdatas.
     Primero, debemos reconocer que jamás podremos vivir plena y completamente la verdad de Dios mientras estemos en este mundo. Después de haber hecho lo mejor que podamos, todavia tenemos que decir que somos siervos inútiles. Pero no debemos emplear este hecho para excusar nuestro fracaso a nuestra mediocridad: nuestra obligación es tratar de acortar continuamente el trecho entre nuestros dichos y nuestras vidas.
    La segunda consideración es  ésta. El mensaje es siempre mayor que el mensajero, no importa quién sea él. Andrew Murray decia: "Nosotros que somos los siervos del Señor, más pronto a más tarde tendremos que predicar palabras que nosotros mismos somos incapaces de cumplir". Treinta y cinco años después de que escribiera el libro  Permanecer en Cristo, escribió: "Me gustaria que entendieras que un ministro o un autor cristiano a menudo puede ser guiado a decir más de lo que ha experimentado. Ya no habia experimentado (cuando escribió Permaneced en Cristo) todo lo que escribí. Aún no puedo decir que lo he experimentado todo".
    La verdad de Dios es suprema y sublime. Con respecto a su carácter sobrenatural Guy King escribió: "Hace a uno temer que alguno la manche con sólo tocarla". Pero  ¿debemos negarnos a anunciarla simplemente porque no alcanzamos sus cimas más altas? Por el contrario, la proclamaremos, aun si al hacerlo nos condenamos a nosotros mismos. Aunque fracasemos en experimentarla, haremos que sea la aspiración de nuestros corazones.
    Una vez más debemos enfatizar que estas  consideraciones nunca han de emplearse para disculpar una conducta que es indigna del Salvador. Deben, además, quitarnos la posibilidad de condenar injustificadamente a un verdadero hombre de Dios sólo porque su mensaje algunas veces vuela a alturas que él mismo no ha alcanzado. No deben privarnos de retener todo el consejo de Dios, aun si no lo hemos experimentado plenamente. Dios conoce nuestros corazones
Sabe si somos practicantes hipócritas o apasionados aspirantes.

miércoles, 23 de abril de 2014

Devociones: "Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis".

     "Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis" (Juan 13:17).

    Aquellos que enseñan y predican la fe cristiana deben practicar lo que predican. Están obligados a presentarse ante el mundo como un ejemplo viviente de la verdad. La voluntad de Dios es que la Palabra se encarne en las vidas de los suyos.
     El mundo se impresiona más por la acción que por las palabras. ¿No era esto lo que Edgar Guest escribió una vez: "Preferiria antes ver un sermón que escucharlo"? Es bien conocido el dicho sarcástico que dice: "Lo que eres habla tan fuerte que no puedo oír lo que me dices".
     Se decia de un predicador que cuando estaba en el púlpito la gente deseaba que nunca lo dejara; pero cuando estaba fuera del púlpito, la gente deseaba que nunca subiera a él.
     H. A. Ironside decia: "Nada sella más los labios que la vida". De modo similar, Henry Drummond escribió: "El hombre es el mensaje", Carlyle añadió su testimonio: "La vida santa es el mejor argumento que aboga por Dios en una era de lechos.....Las palabras tienen peso cuando tienen a un hombre detrás de ellas" E. Stanley Jones decia: "La palabra tiene que encarnarse en nosotros antes d eque pueda ser poder a través de nosotros". "Si predico lo correcto pero no lo vivo, estoy diciendo una mentira acerca de Dios", decia Oswald Chambers.
       Por supuesto que sabemos que el Señor Jesucristo es el Único que encarna perfectamente lo que enseña. No hay contradicción entre Su vida y Su mensaje. Cuando los judíos le preguntaron: "¿Tú quién eres? Jesús les dijo: lo que desde el principìo os he dicho" ( Juan 8:25). Su conducta correspondia a Sus declaraciones. Nuestro proceder debe ser así cada vez más.
     Dos hermanos eran doctores, uno era predicador y el otro médico. Un dia una mujer atormentada fue a ver al predicador, pero no estaba segura de cuál de los doctores vivía allí. Cuando el predicador abrió la puerta, ella preguntó: "¿Es usted el doctor que predica o el que practica?" La pregunta le impresionó haciendole ver la necesidad de ser un ejemplo vivo de lo que enseñaba. 

Devociones: "Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo".

"Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo"
 (Romanos 10:13).

        Nadie puede realmente invocar el Nombre del Señor y no ser salvo. Esta invocación sincera y desesperada nunca queda sin respuesta. Cuando llegamos al final de nuestros propios recursos y abandonamos toda esperanza de salvarnos, cuando no tenemos a donde recurrir sino hacia arriba y en ese momento dirigimos al Señor un desolado llamamiento, escuchará y responderá.
      Un joven Sikh llamado Sadhu Sundar Sihgh, determinó que si no encontraba paz, se quitaría la vida. Oró de esta manera: "Oh Dios, si hay un Dios, revélate a mí esta noche". (Había estado en un colegio con maestras cristianas) Si no recibía una respuesta en siete horas le pondría fin a su vida en los rieles del siguiente tren que iba a Lahore.
     En las primeras horas de la mañana, tuvo un sueño en el que Jesús entraba a su habitación y le decia en Indostaní: "Estabas orando para conocer el camino correcto. ¿Por qué no lo tomas? Yo soy el camino".
     Corrió a la habitación de su padre y le dijo: "Soy cristiano. No puedo servir a nadie más sino a Jesús. Hasta el dia que muera, mi vida es Suya".
       Nunca he sabido de alguien que invocará el nombre del Señor con toda sinceridad de corazón que no fuera oído. Por supuesto, existen aquellos que oran al Señor cuando están en apuros, que prometen vivir para Él si los libera y lo olvidan una vez que la presión desaparece. Pero Dios conoce sus corazones; sabe que fueron solamente astutos oportunistas y que jamás hicieron un genuino compromiso de corazón con Él.
    Persiste el hecho que Dios siempre contesta de alguna manera a aquel que lo busca desesperadamente. En países donde la Biblia no está disponible fácilmente, puede usar sueños. En otra parte puede hacerlo mediante una porción d elas Escrituras, a través del testimonio personal, sirviendose de literatura cristiana o con la ayuda de la coincidencia milagrosa de las circunstancias. De este modo, en un sentido muy real, es verdad que "aquel que busca a Dios ya lo ha encontrado" Eso es seguro.

martes, 22 de abril de 2014

Devociones: ".....me pusieron a guardar las viñas"

"......me pusiron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé"
(Cantares 1:6b).

      Los hermanos de la doncella sulamita la habian enviado a trabajar en la viña. Se mantenía tan ocupada atendiendo de las vides que descuidó su propia viña, esto es, su apariencia personal. Su piel se había vuelto seca y morena y sin duda su cabello estaba desarreglado.
    Siempre existe el peligro de descuidar nuestra propia viña por estar demasiado ocupados con la de otros. Se corre el riesgo, por ejemplo, de llegar a estar tan absorto con la evangelización del mundo que nuestra propia familia se pierde. Si Dios nos da hijos, éstos son nuestro campo de misión número uno. Cuando estemos delante del Señor, uno de los más grandes gozos será poder decir: "He aquí, yo y los hijos que Dios me dio" (Hebreos 2:13). Todas las alabanzas que brotan de las audiencias agradecidas no compensarán la pérdida de nuestros propios hijos e hijas.
    Según las Escrituras, la responsabilidad comienza en casa. Después que Jesús hubo arrojado a los demonios fuera de Legión, le encargó: "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti" (Mateo 5:19). A menudo parece que el lugar más dificil para evangelizare es nuestro propio patio, pero es ahí donde debemos empezar.
     Una vez más, cuando el Señor envió a Sus discípulos, dijo: ".....en Jerusalén en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último  d ela tierra" (Hechos 1:8). Comienza en "Jerusalén" (en casa es "base de operacipones").
    Andrés estaba determinado a no descuidar su propia viña. Leemos acerca de él que: "halló primero a su hermano Simón, y le dijo: hemos hallado al Mesias
(que traducido es, el Cristo)" (Juan 1:41).
     No cabe duda de que hay casos donde un creyente se muestra fiel tratando de ganar a sus seres queridos para el Señor Jesús y sin embargo, persisten en la incredulidad. No podemos garantizar la salvación eterna de nuestros parientes y amigos. Pero debemos guardarnos de la posibilidad de estar tan preocupados ministrando a los demás que abandonamos a nuestro propio circulo familiar. Nuestra propia viña, en tales casos, debe tener prioridad.

Devociones: "Pues tengo por cierto que las afliciones del tiempo....."

"Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Romanos 8:18).

     Consideradas en sí mismas, las aflicciones del tiempo presente pueden ser espantosas. Reflexiones en los horribles sufrimientos de los mártires cristianos.
Pienso en lo que algunos del pueblo de Dios han tenido que soportar en los campos de concentración. ¿Qué diremos acerca de los horribles sufrimientos asociados con la guerra? ¿Los crueles desmembramientos y parálisis relacionados con los accidentes? ¿El dolor indecible de los cuerpos humanos atormentados por el cáncer u otras enfermedades?.
    Y sin embargo, el sufrimiento físico tan sólo es parte de la historia. En ocasiones parece que el dolor corporal es más fácil de sobrellevar que la tortura mantal. ¿No es lo que Salomón tenía en mente cuando escribió: "El ánimo del hombre soportará su enfermedad: más ¿quién soportará al ánimo angustiado?"
(Proverbios 18:14)? Están las afliciones que vienen con la infidelidad en la relación matrimonial, con la muerte de un ser amado o con la desilusión que viene tras un sueño hecho pedazos. Nos acongojamos al ser abandonados, y al ser traicionados por un amigo cercano. a menudo nos asombramos ante la capacidad de la constitución humana para soportar los golpes, las agonías y los dolores aplastantes de la vida.
   Vistas por ellas mismas, estas afliciones son abrumadoras. Pero cuando se ven junto a la gloria venidera, sólo son pinchazos de alfiler. Pablo dice de éstas que no son: "compatibles con la gloria venidera que ha de manifestarse en nosotros". Si los sufrimientos son tam grandes, cuánto más grande debe ser la gloria.
    En otro pasaje el apóstol Pablo se entrega a un delicioso estallido de imágenes espirituales cuando dice que: "esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria"
 ( 2 Corintios 4.17). Visto a gran escala, las aflicciones son peso pluma mientras que la gloria tiene un peso infinito. Si las juzgamos por el calendario, las aflicciones son momentáneas mientras que la gloria es eterna.
     Cuando veamos al Salvador al final de la jornada, los sufrimientos de este tiempo presente se desvanecerán convirtiéndose en una insignificacia.
Cuando veamos a Jesús, todo habrá valido la pena
Aun la prueba más grande, aquel dia se verá pequeña.
Una mirada de su rostro amado, toda pena borrará,
Con tal de ver a Cristo, con valor el paso apretaré

Devociones: "Y no contristéis al Espiritu Santo".

"Y no contristéis al Espiritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el dia de la redención" (Efesios 4:30).

       Así como es posible  apagar al Espiritu en las reuniones de la Iglesia, es posible contristarlo en nuestra vida privada.
      Hay cierta ternura en la palabra "contristar". Solamente podemos entristecer a alguien que nos ama. Los mocosos del vecindario no nos contristan, pero nuestros propios hijos traviesos síu.
      El Espiritu Santo nos ha dado un lugar especial de cariño e intimidad Él nos ama y nos ha sellado para el dia de la redención. Podemos entristecerlo.
    Pero ¿qué es lo que entristece? Cualquier forma de pecado trae dolor a Su corazón. No es por accidente que Pablo aquí le llama Espiritu Santo. Cualquier cosa que es profana le agobia con tristeza.
    La exhortación "no contristéis" viene en medio de una serie de pecados contra los cuales estamos advertidos. La lista no intenta ser exhaustiva sino solamente sugestiva.
    Mentir entristece al Espiritu (Efesios 4:25); mentiras "piadosas", mentiras negras, mentirijillas, exageraciones, medias verdades y verdades matizadas. Dios no puede mentir y no le puede dar ese privilegio a Su pueblo.
     La ira que se desborda en pecado contrista al Espiritu (Efesios 4:26). La única vez que la ira se justifica es cuando es por causa de Dios. Todas las otras formas de ira dan lugar al diablo (Efesios 4:27).
      Robar entristece a Espiritu Santo (Efesios 4:28), sea del monedero d ela madre o el tiempo de nuestro empleado, herramientas o articulos de oficina.
     Las palabras corrompidas contristan al Espiritu Santo (Efesios 4:29). Esto recorre toda una gama que va desde bromas sucias e incitantes hasta charlas frívolas. Nuestra conversación debe ser edificante, apropiada y sazonada con sal.
     La amargura, enojo, ira, griteria y maledicencia, y toda malicia completan la lista del capitulo 4.
    Uno de los ministerios favoritos del Espiritu santo es mantenernos ocupados con el Señor Jesucristo. Pero cuando pecamos , tiene que apartarse de este ministerio para restaurarnos a la correcta comunión con el Señor.
     Pero aún entonces nunca se entristece para siempre. Nunca nos deja. Estamos sellados por Él para el dia de la redención. Sin embargo, esto no debe usarse para excusar nuestros descuidos sino que debe ser uno de los motivos más grandes para la santidad.

Devociones: "No apaguéis al Espiritu".

"No apaguéis al Espiritu. No menospreciéis las profecias" 
(1 Tesalonicenses 5:19-20).

     Cuando pensamos en apagar, generalmente lo relacionamos con fuego. Apagamos el fuego cuando arrojamos agua sobre él. De este modo lo extinguimos por completo o reducimos grandemente su alcance y eficacia.
     El fuego se emplea en las escrituras como un tipo del Espiritu Santo. Él es ferviente, abrasador y entusiasta. Cuando las personas las personas están bajo el control del Espiritu, son resplandecientes, ardientes y desbordantes. Apagamos el Espiritu cuando suprimimos Su manifestación en las reuniones del pueblo de Dios.
    Pablo dice: "No apaguéis al Espiritu. No menospreciéis las profecias". La manera en la que vincula apagar al Espiritu con el desprecio a las profecias nos lleva a creer que apagar tiene que ver ante todo con las reuniones de la Iglesia local.
     Apagamos al Espiritu cuando hacemos que un hombre se avergüence de su testimonio por Cristo, sea en la oración, la adoración o el ministerio de la Palabra. Una cosa es la critica constructiva, pero cuando criticamos a un hombre por palabras o detalles quisquillosos, le desanimamos o hacemos que tropiece en su ministerio público.
    También apagamos al Espiritu cuando tenemos servicios tan organizados que le oprimen como una camisa de fuerza. Si se disponen las cosas en dependencia del Espiritu Santo, nadie puede objetar. Pero si los arreglos se hacen del ingenio humano dejan al Espiritu Santo como un mero espectador en lugar de ser el director.
     Dios ha dado muchos dones a la Iglesia. Concede dones diferentes para tiempos diferentes. Quizás un hermano tiene una palabra de exhortación para la consagración. Si todo ministerio público se centra en los mismos hombres, entonces el Espiritu no tiene libertad para suscitar el mensaje necesario para el tiempo apropiado. Este es otro modo de apagar al Espiritu
     Por último, apagamos al Espiritu cuando rechazamos Su impulso en nuestras vidas. Quizás somos movidos poderosamente a ministrar sobre cierto tema pero nos abstenemos por temor al hombre. Nos sentimos impulsados a guiar la oración pública pero permaneceremos sentados por timidez. Pensamos en un himno que seria especialmente apropiado pero carecemos del valor para anunciarlo.
      El resultado que se produce es que el fuego del Espiritu se apaga, nuestras reuniones pierden su espontaneidad y poder y el cuerpo local se empobrece.

domingo, 20 de abril de 2014

Devociones: "¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?".

"¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en tí?" (Salmo 85:6).

      Un estado de decaimiento es a menudo como un cáncer; no sabemos que lo tenemos. Podemos irnos haciendo gradualmente tan fríos espiritualmente que no nos damos cuenta cuán carnales hemos llegado a ser en realidad. Algunas veces se necesita una tragedia, una crisis o la voz de algún profeta de Dios para despertarnos de nuestra necesidad desesperada. Sólo entonces podemos reclamar la promesa de Dios: "Derramaré aguas sobre el sequedal y ríos sobre la tierra árida" (Isaias 44:3).
      Necesito un avivamiento cuando he perdido mi ánimo entusiasta por la Palabra de Dios, cuando mi vida de oración ha caído en una insulsa rutina (o ha caido por completo), cuando he dejado mi primer amor. Necesito un toque avivador de Dios cuando tengo más interés en lo que vierten en la tele que en la reunión de la asamblea local, cuando llego a tiempo al trabajo pero tarde a las reuniones, cuando no falto en mi trabajo pero mi asistencia es espasmódica en la asamblea. Necesito ser avivado cuando estoy dispuesto a hacer por el dinero lo que no haga por el Salvador, cuando gasto más dinero para satisfacerme que en la obra del Señor.
    Necesitamos avivamiento cuando guardamos rencores, resentimientos y amargos sentimientos. Cuando somos culpables de chismorrear y maldecir y recibimos palabras chismosas como  si fuesen caramelos. Cuando no estamos dispuestos a confesar nuestros errores o a perdonar a otros cuando nos confiesan sus faltas. Necesitamos ser avivados cuando peleamos como perros y gatos en casa, y luego aparecemos en la asamblea con una "cara de reunión" como si fuéramos dulzura y luz. Necesitamos ser avivados cuando nos hemos conformado al mundo en nuestro hablar, nuestro caminar y todo nuestro estilo de vida. Qué grande es nuestra necesidad cuando somos culpables de los  pecados de Sodoma, soberbia, saciedad de pan y abundancia de ociosidad (Ezequiel 16:49).
    Tan pronto como nos damos cuenta de nuestra frialdad y esterilidad, podemos reclamar la promesa de 2 Crónicas 7:14, "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra".
La confesión es el camino que lleva al avivamiento.

                          Oh Espiritu Santo, el avivamiento viene de Tí;
                          Envia un avivamiento, comienza la obra en mí.
                          Tu palabra declara que suplirás la necesidad.
                          Tus bendiciones ahora, imploro con humildad.  

Devociones: "No os olvidéis de la hospitalidad".

"No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles" (Hebreos 13:2).

        La hospitalidad no es tan sólo una obligación sagrada: "no os olvidéis de la hospitalidad"; lleva consigo la promesa de sorpresas gloriosas: "por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles".
    Para Abraham, todo comenzó como otro dia habitual. Repentinamente, tres hombres aparecieron ante él cuando estaba sentado a la puerta de su tienda. El patriarca reaccionó de la manera típica del medio oriente: les lavó los pies, dispuso un fresco lugar de descanso para ellos bajo un árbol, salió al rebaño  a por un ternero, le pidió a Sara que preparara algunos panes y en seguida les sirvió una comida suntuosa.
    ¿Quiénes eran estos hombres? Dos de ellos eran ángeles; el tercero era el ángel del Jehová.Creemos que el ángel de Jehová era el Señor Jesús apareciendo como Hombre ( ver Génesis 18:13) donde el ángel es llamado "Jehová").
    De esta manera Abraham hospedó no solamente ángeles, sino quie albergó al Señor mismo en una de Sus muchas apariciones pre--encarnadas. Y podemos tener el mismo privilegio, aunque nos parezca sorprendente.
     Cuántas familias cristianas pueden testificar de las bendiciones recibidas por hospedar en sus casas a hombres y mujeres piadosos. Los hijos de la casa que los han visto pasar a lo largo de sus vidas han sido grandemente impresionados por Dios. El celo por el Señor ha sido reavivado, los corazones entristecidos han sido confortados y los y los problemas han sido resueltos. Cuánto debemos a estos "ángeles" cuya sola presencia es una bendición en el hogar.
     Pero es también nuestro privilegio incomparable tener al Señor Jesús como huésped. Siempre que recibimos a alguien de Su pueblo en Su Nombre, es como si le recibiésemos a Él (Mateo 10:40). Si realmente creemos esto, gastaremos y nos dejaremos gastar en el maravilloso ministerio de la hospitalidad como nunca antes. Nos hospedaremos "los unos a los otros sin murmuraciones" ( 1 Pedro 4:9), y trataremos a cada invitado como trataríamos  a Cristo mismo. Nuestros hogares serán como el de Maria y Marta en Betania, donde a Jesús le gustaba estar.   

Devociones: "Marta, Marta, afanada y turbada estás"

"Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria: y Maria ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada"
(Lucas 10:41-42).

       Maria estaba  sentada tranquilamente a los pies d eJesús, escuchando Su Palabra. Marta estaba agitada y nerviosa en su servicio, resentida porque María no le echaba una mano para ayudarla. El Señor Jesús no corrigió a Marta por su servicio sino por el espiritu en que lo hacia, Aquí se sugiere que las prioridades de Marta estaban equivocadas, no debió haber puesto el servicio por encima de la adoración.
    Muchos de nosotros somos como Marta. Somos más bien realizadores y ejecutores, que preferimos hacer a quedarnos sentado. Nos sentimos orgullosos de ser organizadores, eficientes y capaces para realizar las cosas. Estamos tan preocupados por nuestro trabajo que nuestras lecturas bíblicas por la mañana se interrumpen a menudo al recordar las sesenta cosas que tenemos que hacer. Nuestras oraciones tienden a ser ajeteadras porque nuestra mente vaga desde Dan a Beerseba, haciendo planes para todo el dia. Nos resentimos con facilidad cuando otros no cogen un tropo y ayudan. Sentimos que todos deben hacer lo que estamos haciendo nosotros.
    También están aquellos que son como Maria. Son amantes, en el buen sentido. Sus vidas rebosan afecto por los demás . Para ellos la gente es más importante que las ollas y las sartenes. Una Persona en particular es el Objeto de su efecto. No son perezosos, aunque así nos lo podrían parecer a nosotros, los "Martas", Sencillamente tienen diferentes prioridades.
    Apreciamos a una persona que es cálida y amorosa más que a otro que es gélidamente capaz y eficiente. Nuestros corazones se sienten atraídos por un niño que está tan ocupado con sus juguetes que no nos presta atención.
     Alguien ha dicho bien que Dios está más interesado en nuestra adoración que en nuestro servicio; el Novio celestial está cortejando a una novia, no contratando a una sierva.
     
                        Cristo nunca pide tal trabajo fatigoso
                   Que no de tiempo para sentarse a Sus pies 
                         La paciente actitud de expectativa
                 La ve como un servicio más completo y fiel.

     Maria escogió la buena parte, la cual no le será quitada. Ojalá todos hagamos lo mismo.

sábado, 19 de abril de 2014

Devociones: "....conoceré como fuí conocido"

                ".....conoceré como fui conocido" ( 1 Corintios 13:12).

         Es muy normal y comprensible que nosotros como cristianos nos preguntemos si identificaremos a nuestros seres queridos en el cielo. Mientras que no hay ninguna Escritura que trate específicamente el tema, hay algunos argumentos que nos llevan a una conclusión positiva.
    En primer lugar, los discipulos reconocieron a Jesús en Su cuerpo glorificado resucitado. Su apariencia física era igual. No había duda  que se trataba de "este mismo Jesús". Esto sugiere que también tendremos nuestras propias características distintivas en el cielo, aunque de manera glorificada. Nada se indica aquí que nos veremos todos iguales. Cuando se dice en 1 Juan 3:2 que seremos como el Señor Jesús, significa que seremos moralmente como Él. Es decir, libres para siempre del pecado y sus consecuencias. Pero ciertamente no nos pareceremos a Él al grado de que nos lleguen a confundir con Él. Jamás.
     Segundo, no hay razón para creer que conoceremos menos en el cielo que lo que conocemos aquí. Aquí nos reconocemos unos a otros: ¿por qué deberia ser extraño que allá nos reconociéramos unos a otros?. Si conoceremos entonces como somos conocidos ahora, eso debe ser decisivo.
     Pablo esperaba conocer a los tesalonicenses en el cielo. Decía que ellos eran su esperanza, gozo y corona de que se gloriara (1 Tesalonicenses 2:19).
    Hay indicaciones en la Biblia que a la gente le es dada y le será dada la capacidad de reconocer a aquellos que nunca han visto antes. Pedro, Santiago y Juan reconocieron a Moisés y a Elías en el Monte de al Transfiguración.
(Mateo 17:4). 
     El hombre rico en el Hades reconoció a Abraham ( Lucas 16:24). Jesús dijo a los judios que verían a Abraham, Isaac, Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios ( Lucas 13:28). Se nos manda que hagamos amigos por medio de las riquezas injustas, para que nos reciban en las moradas eternas (lo que asume que nos reconocerán como sus benefactores, Lucas 16:9.
    Pero hay que añadir una palabra de advertencia. Mientras quew parece que identificaremos a nuestros seres amados en el cielo, no los conoceremos en las mismas relaciones que existían en la tierra. Por ejemplo, la relación esposo--esposa ya no estará más vigente. Este parece ser el claro significado de las palabras del Salvador en Mateo 22:30, "...en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento".

Devociones: "Y sucedia que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecia"

"Y sucedia que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecia Amalec" ( Éxodo 17:11).
    
      Israel combatía contra las fuerzas de Amalec. En la cumbre de un collado Moisés observaba el campo de batalla. La posición de la mano de Moisés  significaba la diferencia entre la victoria y la derrota. Cuando levantaba la mano, hacia retroceder a Amalec; cuando la bajaba, Israel retrocedia.
      La mano levantada de Moisés describe al Señor Jesús como nuestro intercesor, "por nosotros Sus manos levantó en compasión y amor". Por Su poderosa intercesión somos salvos hasta lo sumo. Pero hasta aquí el tipo encuentra cumplimiento, porque Su mano nunca baja. No necesita de ayuda exterior porque nunca se fatiga. Vive siempre para interceder por nosotros.
     Hay otra manera en la que podemos aplicar este incidente, esto es, a nosotros, como guerreros de la oración. La mano levantada describe, nuestra intercesión fiel a favor de aquellos creyentes que están entregados a la guerra espiritual en los campos de misión del mundo. Cuando descuidamos el ministerio de la oración, el enemigo prevalece.
    Un misionero y su grupo tuvieron que pasar una noche en una área infestada de bandoleros. Se encomendaron al cuidado del Señor durmieron y a la mañana siguiente partieron. Meses más tarde, cuando el jefe de los bandidos fue herido y llevado al hospital de la misión, reconoció al misionero. "Intentamos robarte esa noche en el campamento abierto", dijo, "pero tuvimos temor de tus veintisiete soldados".
   Más tarde, cuando el misionero relató todo esto en una carta a su Iglesia, uno de los miembros dijo: "Tuvimos una reunión de oración ese misma noche y habia veintiete de nosotros".
                
                             Cuando Dios nos mira allí.
               En el lugar secreto de la oración clamando,
                 Entonces amaina la marea de la batalla,
                         La flama de la conquista arde,
                     Y el estandarte de la verdad ondea
          Los enemigos se escabullen y Satán se acobarda 
                 Entonces el lamento vacilante de temor a
                 Se convierte en resonante aclamación
                     Llévanos, Señor, oh, llévanos allí,
             Donde aprendamos el poder de la oración.
   Podemos ver algo más en este incidente. El Señor juró que tendría guerra con Amalec de generación en generación. Amalec es un tipo de la carne. El cristiano debe librar una batalla incesante contra la carne, y la oración es una de sus armas principales. Una vida constante de oración a menudo hace la diferencia entre la victoria y la derrota.

viernes, 18 de abril de 2014

Devociones: "De cierto, de cierto os digo: El que oye...."

"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida"
(Juan 5:24).

     Aquí tenemos un concepto que ha revolucionado y transformado a muchas vidas.
    La duplicación del "de cierto" o "en verdad" al comienzo de la frase nos pone sobre aviso para esperar algo de gran importancia y no seremos defraudados.
     "Os digo" El "Yo" implícito es el Señor Jesús; lo sabemos por el versiculo 19. Lo que también hemos de saber es que cuando Jesucristo dice algo, es verdad absoluta e invariable. No puede mentir, engañar ni ser engañado. Nada es más seguro y confiable que lo que Él dice.
   ¿A quiénes habla? "Os digo" El Eterno Hijo de Dios nos habla a ti y a mí. Nunca alguien tan ilustre nos ha dirigido la palabra. Es imperativo escucharle.
   "El que oye mi palabra". "El" significa "cualquiera". Tiene la misma fuerza del "quienquiera que". Oír Su Palabra no sólo significa escucharla con los oidos, sino oír y creer, oír y recibir, oír y obedecer.
    ".....y cree al que me envió". Sabemos que fue Dios el Padre quien le envió, pero la pregunta importante es : "¿Para qué lo envió?" Debo creer que el Padre envió a Su Hijo para que muriera como mi Sustituto y recibiera el castigo que merecía. Derramó Su sangre para la remisión de mis pecados.
   Y ahora viene la tripe promesa. Primera: "tiene vida eterna". Tan pronto como una persona cree, posee la vida eterna. Así de sencillo.Segunda: "no vendrá a condenación". Esto significa que nunca será enviado al infierno a consecuencia de sus pecados, porque Cristo ha pagado la deuda, y Dios no demandará el pago dos veces. Tercera: "ha pasado de muerte a vida". Pasa de una condenación en la que está muerto espiritualmente en lo que respeta a su relación con Dios, y donde nace de nuevo a una nueva vida que nunca terminará.
     Si has oído verdaderamente Su Palabra y has creeído en el Padre que le envió, entonces el Señor Jesucristo te asegura que eres salvo.
Con razón se llaman "Buenas Nuevas".

Devociones: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo"

"El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:16).

      Si este fuera el único versículo en las escrituras que abordan el tema, podríamos concluir justificadamente que la salvación se consigue por la fe más el bautismo. Sin embargo , hay 150 versículos más en el Nuevo Testamento que condicionan la salvación a la fe sóla. Por lo cual concluimos que uno o dos versiculos como el de este dia, no pueden contradecir a los otros 150.
     Aunque el bautismo no es esencial para la salvación, es indispensable como expresión de obediencia. La voluntad de Dios es que todos los que han confiado en Su HIjo como Señor y Salvador, se identifiquen públicamente con Él en las aguas del bautismo de los creyentes.
     El Nuevo Testamento no contempla tal anomalía como la de un creyente sin bautizar. Esto supone que cuando una persona es salva, se bautizará. En el libro de los hechos, los discipulos practicaban lo que podriamos llamar el "bautismo instantaneo". No esperaban tener un local de Iglesia, sino que, sobre la base de su profesión de fe, la persona era bautizada sin demora.
   La secuencia entre creer y ser bautizado es tan estrecha que la Biblia habla de ambos simultáneamente: "El que cree y sea bautizado...."
      En nuestro afán por evitar la enseñanza no bíblica de la regeneración bautismal, permitimos con frecuencia que el péndulo vaya demasiado lejos en la dirección opuesta. La gente se queda con la idea equivocada de que en realidad no importa si se bautizan o no. Pero sí importa.
    Oímos a veces a alguien que afirma con mucha verbosidad: "para ir al cielo no necesito estar bautizado" Generalmente contesto: "Sí, es verdad, usted puede ir al cielo sin ser bautizado, pero se quedará sin bautismo por toda le eternidad".
No habrá oportunidad para el bautismo allá en el cielo. Acudir al bautismo es uno de los actos en los que podemos obedecer al Señor ahora o nunca.
     Todos los que han confiado en Jesucristo como Señor y Salvador no deben posponer el tiempo de su bautismo. De este modo se identifican con Él en Su muerte y resurrección y se comprometen públicamente a caminar con Él en novedad de vida.

miércoles, 16 de abril de 2014

Devociones: "Pero se salvará engendrando hijos...."

                  "Pero se salvará engendrando hijos...." (1 Timoteo 2:15).

        A juzgar por las limitaciones que Pablo impone al ministerio de la mujer en la Iglesia, podría parece que la he reducido a un cero a la izquierda. Por ejemplo, no le permite enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio ( 1 Timoteo 2:12). Algunos podrían con esto llegar a la conclusión que la fe cristiana relega a la mujer a un lugar inferior.
     Pero el versículo 15 aclara cualquier malentendido semejante. "Pero se salvará engendrando hijos...." Claramente esto no se refiere a la salvación del alma, sino más bien a su posición como mujer, o su posición en la Iglesia. A la mujer se le concede el enorme privilegio de educar a sus hijos e hijas para Dios.
    William Ross Wallace decia: "La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo". Detrás de cada gran líder hay una gran madre.
    Es dudoso que Susana Wesley alguna vez ministrara desde un púlpito, pero su ministerio en el hogar ha tenido un alcance mundial a través de sus hijos Juan y Carlos.
    En el mundo está de moda que las mujeres abandonen  el hogar para conseguir sus propias carreras y empleos en el mundo profesional o de los negocios. Educadas en el mundo, les parece que el trabajo del hogar es monótono y criar una familia es un quehacer innecesario.
     En un almuerzo de mujeres cristianas, la conversión se encaminó al tema de las carreras. Cada una se extasiaba departiendo acerca de su posición y salario. En aquel lugar dominaba un espiritu de rivalidad. Finalmente alguien se dirigió a una mujer que tenia tres vigorosos hijos y le preguntó: "¿Y cuál es tu carrera, Carlota?" Y ella contestó humildemente "Crío hombres para Dios".
     La hija del Faraón le dijo a la madre de Moisés: "Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré" (Éxodo 2:9). Quizás nos llebaremos una gran sorpresa cuando estemos ante el Tribunal de Cristo y nos enteremos de los altos salarios que el Señor paga a aquellas mujeres que se consagran para criar niños y niñas para Él y para la eternidad.
  Sí, "se salvará engendrando hijos...." El lugar de una mujer en la Iglesia no es el del ministerio público, pero quizás el  ministerio consagrado de criar hijos es de mucha mayor importancia a los ojos de Dios. 

 

Devociones: "El les dijo: Venid vosotros aparte......"

"El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansar un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenian tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él....Jesús....tuvo compasión de ellos"
(Marcos 6:31-34).

      Por regla general nos enfadamos cada vez que nos interrumpen. Me avergüenzo al recordar todas las veces que me he impacientado con la demanda inesperada de alguien que me impedía llevar a cabo alguna tarea en que me ocupaba. Quizás estaba escribiendo, y las palabras fluían con facilidad. De repente sonaba el teléfono o alguien estaba a la puerta con necesidad de consejo. Era una intrusión inoportuna.
     El Señor Jesús nunca se disgustó por las interrupciones. Las aceptaba como parte del plan de Su Padre para ese dia. Esto daba un tremendo aplomo y serenidad a Su vida.
    En realidad, la frecuencia con la que se nos interrumpe indica el grado de nuestra utilidad. Un escritor del Digest Anglicano dijo: "Cuando te despiertes con las interrupciones, trata de recordar que su misma frecuencia muestra lo valioso de tu vida. Solamente a aquellos que son fuertes y pueden ayudar se les carga con las necesidades de los demás. Las interrupciones que nos enfadan son credenciales que manifiestan la importancia de nuestro servicio. La condenación más grande en la que podemos incurrir, y es un peligro contra el que debemos guardarnos, es llegar a ser demasiado independientes, tan inútiles, que nadie jamás nos interrumpa, hasta que finalmente se nos deja solos por completo".
     Todos nos sonreímos nerviosamente cuando leemos del incidente ocurrido a una ocupada ama de casa. Cierto dia en que tu agenda se desbordaba de actividades, vio que su esposo llegaba a la casa más temprano de lo acostumbrado. "¿Qué estás haciendo aquí?" le preguntó con enfado apenas desimulado, "vivo aquí", contestó el marido con una sonrisa dolida. Ella escribió más tarde: "Desde aquel dia me he sentido con la obligación de dejar a un lado mi trabajo cada vez que mi esposo llega a casa. Le doy una amorosa bienvenida y le hago saber que él es realmente lo más importante".
    Cada mañana debemos encomendar el dia al Señor, pidiéndole que arregle cada detalle. Si alguien nos interrumpe, es porque Él ha enviado a esa persona. Debemos averiguar cuál es la razón y ministrarla. Esa podría ser la actividad más importante del dia, aun si viene disfrazada de interrupción. 

Devociones: "Hijo mio Absalón, hijo mío absalón".

"Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón. Quién me diera que muriera yo en lugar de tí. Absalón, hijo mío, hijo mío" (2 Samuel 18:33).

             Ignoramos si Absalón era salvo o no, pero los gemidos de su padre reflejan el dolor que muchos creyentes experimentan cuando mueren algún pariente inconverso, por quién quizás oraron por años. ¿Hay algún bálsamo en Galaad para tal ocasión? ¿Qué postura adopta la Escritura?.
    En primer lugar, no siempre podemos estar seguros si la persona en realidad murió sin Cristo. Hemos escuchado el testimonio de un hombre que fue arrojado por un caballo y que confió en Cristo: "entre el suelo y el estribo, misericordia buscó y misericordia encontró". Otro hombre se cayó de la pasarela de un barco y antes de que su cuerpo tocara el agua, se convirtió. Si hubieran muerto en aquellos contratiempos, nadie hubiera sabido que murmuraron en la fe.
     Creemos que es posible que una persona se salve estando en coma. Los médicos nos dicen que una persona en estado de coma a menudo puede escuchar y entender lo que se dice en la habitación, aunque no pueda hablar. Si puede oír y entender, ¿qué impide que alguna reciba a Jesucristo por un acto concreto de fe?.
     Pero supongamos lo peor que la persona muere sin ser salva. En ese caso, ¿cuál debe ser nuestra actitud? Debemos ponernos del lado de Dios contra nuestra propia carne y sangre. Si alguna muere en sus pecados no es la culpa o el error de Dios; porque a un coste excepcional, Dios ha provisto un medio por el que la gente puede ser salva de sus pecados. La salvación es don gratuito, totalmente aparte de cualquier idea de deuda o mérito. Si los hombres rechazan el don de la vida eterna, ¿qué mas puede hacer Dios? Ciertamente no podrá poblar el cielo con los que no desean estar allí; entonces dejaría de ser el cielo.
     Si alguno de nuestros seres queridos entran en la eternidad sin esperanza, todo lo que podemos hacer es compartir el dolor y la congoja del Hijo de Dios, quien, llorando sobre Jerusalén, decia: "Cuántas veces quise....Mas no quisistes".
    Sabemos que el Juez de toda la tierra hará lo que es justo (Génesis 18:25).
Afirmamos su perfecta justicia cuando castiga a los que se pierden, así como cuando salva a los pecadores que se arrepienten.  
      

Devociones: "Dejad a los niños venid a mí"

"Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque, porque d elos tales es el reino de Dios" (Marcos 10:14).

       La muerte de los niños ha representado siempre una prueba especialmente severa para la fe del pueblo de Dios, y es importante tener sólidas amarras para mantenernos en tal ocasión.
    Una creencia entre algunos cristianos es que los niños que mueran antes de alcanzar "la edad de responsabilidad" son salvos por medio de la sangre de Jesús. He aquí algunas de sus razones: el niño  no tiene capacidad para aceptar o rechazar al Salvador, de manera que Dios le cuenta a su favor todo el valor de la obra de Cristo en la Cruz. Es salvo por al muerte y resurrección del Señor Jesús, aun cuando no pudo entender plenamente el valor salvífico de esa obra.
     En lo que respeta a esta "edad de la responsabilidad", nadie sabe cuando se alcanza, porque Dios no habla de ella. Sería diferente en cada caso ya que un niño puede madurar más pronto que otro.
     Aun cuando la Escritura no afirma especificamente que los niños que mueren antes de la edad de la responsabilidad van al cielo, hay dos argumentos bíblicos que apoyan esta idea. El primero es el versículo de este dia: "Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios" (Marcos 10:14. Prestemos atención a lo que dice de los niños: "....de los tales es el reino de Dios". No afirma que tiene que llegar a ser adultos para que puedan entrar al reino de Dios, sino que ellos mismos son una ilustración de los que están en el reino de Dios. Éste es un argumento fuerte a favor de la salvación de los niños pequeños.
   Otro argumento es el siguiente. Cuando Jesús se refiere a los adultos afirma que: "El Hijo del hombre vino a buscar y  a salvar lo que habia perdido" 
(Lucas 19:10). Pero cuando habla de los niños, no hace mención de "buscar" sino que dice: "El Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se habia perdido"
(Mateo 18:11). La idea es que los niños no se apartan como sucede con los adultos, y cuando llega la muerte, el Salvador los reúne soberanamente en Su rebaño. El argumento razona así aunque nunca llegaron a conocer la obra de Cristo, y Dios lo sabe, les imputa el valor salvador de ésta.
   En todo caso, no debemos cuestionar la providencia de Dios cuando se lleva a nuestros niñós. Jim Eliot escribió: "No debo pensar que sea impropio que Dios se lleve en la juventud a aquellos que no habian retenido en la tierra hasta que fueran más grandes. Dios está poblando la eternidad, y no debo limitarlo a los ancianos y ancianas".   

martes, 15 de abril de 2014

Devociones: "....los que durmieron en él"

                    "......los que durmieron en él" (1 Tesalonicenses 4:14).

    ¿Cómo hemos de reaccionar cuando uno de nuestros seres queridos muere en el Señor? Algunos cristianos se derrumban emocionalmente. Otros, aunque afligidos, son capaces de sostenerse heroicamente. Todo depende de cuán profundamente estemos arraigados en Dios y hasta qué punto nos hayamos apropiado de las grandes verdades de nuestra fe.
   En primer lugar, debemos ver la muerte desde el punto de vista del Salvador. Es una respuesta a lo que Él oro en Juan 17:24, "Padre aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria...." Cuando nuestros seres queridos van a estár con Él, Él ve el fruto de Su aflicción y queda satisfecho (Isaias 53:11). "Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos" (Salmo 116:15).
      En segundo lugar, debemos tomar en consideración qué significa la muerte para aquel que la experimenta. Se le permite ver al Rey en Su hermosura. Es librado para siempre del pecado, la enfermedad, el sufrimiento y las penas. Es arrebatado de la aflicción (Isaias 57:1). "Nada se compara con la partida de un santo de Dios....llegar a la casa del Padre, dejar atrás aquellos viejos terrones de lodo, ser libertado de la esclavitud de la materia, recibido por la innumerable compañía de ángeles" Ryle escribió: "En el mismo momento en que los creyentes mueren, entran al paraiso. Han peleado la batalla, su contienda ha terminado. Por fin tocan el otro lado de ese valle tenebroso por el que un dia hemos de caminar. Desembarcan en la otra orilla de ese oscuro río por el que algún día tenemos que cruzar. Han bebido esa última copa amarga que el pecado ha mezclado y preparado para el hombre. Han llegado a aquel lugar donde la pena y el gemido ya no existen más. Ciertamente no debemos desear que regresen otra vez. Es por nosotros mismos y no por ellos que tenemos que llorar". La fe se apropia esta verdad y se fortalece como árbol plantado junto a corrientes de aguas.
    Para nosotros, la muerte de un ser querido va acompañada de tristeza. Pero no debemos entristecernos como los demás que no tienen esperanza
 ( 1 Tesalonicenses 4:13). Sabemos que nuestros seres queridos están con Cristo, lo que es muchisimo mejor. Sabemos que la separación es tan sólo por un poco de tiempo. Después nos reuniremos en las laderas de la tierra de Emanel, y nos volveremos a ver en mejores circunstancias que en las que nos conocimos aquí abajo. Esperamos con ansia la venida del Señor cuando los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros los que vivamos, los que hallamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para salír al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor 
(1 Tesalonicenses 4:16,17). Esta esperanza hace la diferencia.
    El consuelo de Dios no es demasiado pequeño (Job 15:11). Nuestra tristeza está mezclada con gozo, y nuestro sentido de pérdida está más que compensado con la promesa de una bendición eterna.

Devociones: "Examinadlo todo; retened lo bueno" .

              Examinadlo todo; retened  lo bueno" ( 1 Tesalonicenses 5:21).

     A veces parece que los cristianos son especialmente propensos a aceptar modas pasajeras y vientos d edoctrina. John Blanchard contaba acerca de dos conductores de autobús que cambiaban impresiones. Cuando uno de ellos mencionó que en una ocasión su autobús se llenó de cristianos, el otro le dijo: "¿Cómo sabías que eran cristianos? ¿En qué creían?" a lo que el primero contestó: "Cualquier cosa que les decia".
     Puede ser una moda alimentaria. Se denuncian ciertos alimentos como venenosos y a otros les achacan propiedades casi mágicas. Siempre aparece por ahí alguna medicina de moda que, por estar hecha de alguna raiz misteriosa, augura resultados espectaculares.
   Los cristianos son especialmente cándidos cuando se les pide dinero. Responden fácilmente a la publicidad que involucra a huérfanos o desastres, sin investigar la integridad de la agencia que la patrocina. Los impostores florecen entre los creyentes. No importa cuán ridícula sea su historia lacrimógena, son capaces de amasar buenas fortunas.
    Quizás el problema consiste en que no podemos distinguir entre fe y credulidad. La fe descansa en la cosa más segura del universo que es la Palabra de Dios. La credulidad acepta las cosas como un hecho, sin evidencia, y algunas veces frente a la evidencia de lo contrario.
    Dios quiere que los creyentes renuncien a su capacidad de discernimiento o facultad crítica. La Biblia está llena de exhortaciones de ese tipo:
     "Examinadlo todo; retener lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21).
    "...si entresacares lo precioso de lo vil" (Jeremias 15:19).
     "Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento" (Filipenses 1:9).
"Amados, no creaís a todo espiritu sino probad los espiritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido al mundo" (1 Juan 4:1).
   El peligro es especialmente grande en lo que toca a modas doctrinales y novedades. Pero en muchas otras áreas es posible que confundan o estafen a los cristianos con trucos y extravagancias que engañadores y estafadores inventan con sagacidad inagotable.

lunes, 14 de abril de 2014

Devociones: "Maridos, amad a vuestras mujeres"

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella" (Efesios 5:25).

      ¿Qué es lo que una esposa cristiana desea hallar en su marido? Su prioridad debe ser en cuanto a la vida espiritual, y no la apariencia física.
      Es un hombre de Dios que busca primero el reino de Dios y su justicia. Su objetivo es servir al Señor y mostrase activo en la asamblea local. En su lugar cultiva y mantiene un altar familiar. Es ejemplo de los creyentes, y sabe tomar su lugar como cabeza del hogar sin convertirse en un tirano.
    Ama a su esposa, y lo demuestra en el liderazgo de su pareja. Por lo tanto gana su sujeción, sin tener que exigirla. Siempre la respeta y en toda ocasión la trata con cortesia y consideración. Es fiel, comprensivo, paciente, amable, solícito, considerado y alegre.
     El esposo ideal es buen proveedor, diligente en los negocios, si bien el dinero no es lo más importante en su vida. No es avaro ni codicioso.
     Ama a sus hijos, les educa en la disciplina y corrección Señor, pasa tiempo y planea actividades con ellos, siempre les da buen ejemplo y atiende a cada uno en particular.
    Es amante de la hospitalidad. Su casa está abierta a los siervos del Señor, a todos los cristianos y a los inconversos.
     Mantiene una buena comunicación con su esposa y familia. Entiende y acepta sus limitaciones y puede reírse amablemente cuando cometen errores. Comparte con ellos lo social e intelectual. Cuando comete un fallo, es presto para admitir su error y disculparse. Está abierto a las sugerencias de la familia. Es deseable que él sepa llevar la familia cuando su mujer esté enferma.
     Otras características que lo hacen atractivo son la pulcritud y arreglo personal. Además, es desinteresado, honesto, gentil, confiable, leal, generoso y agradecido. Tiene un buen sentido del humor y no es quejumbroso ni gruñón.
     Son pocos los hombres que encarnan todas estas virtudes y sería poco realista esperar que todas estén presentes, Sin embargo, una esposa deberia estar agradecida por las cualidades que encuentra en él y ayudarle amorosamente a desarrollar las que todavia no tiene.

Devociones: "Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?".

"Mujer virtuosa ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas" (Proverbios 31:10).
   
      ¿Qué es lo que un esposo cristiano desea de su esposa? Lo siguiente es una lista de sugerencias. Confío, en que el que les entienda que es imposible que todo lo que ella se enumera esté presente en una mujer.
       En primer lugar, debe ser una mujer piadosa, que no sólo ha nacido de nuevo sino que tiene un sentir espiritual. Pone a Cristo en el lugar de su vida. Es una mujer de oración y es activa en el servicio del Señor. Es una mujer de carácter e integridad cristianas a quien su marido respeta, y que a su vez respeta a su marido.
      Toma el lugar de sujeción que Dios le ha dado y ayuda activamente a su esposo para que tome su lugar como cabeza del hogar.....Es fiel a sus votos matrimoniales.....Es esposa amorosa y madre cuidadosa de sus hijos.....Es pulcra y atractiva; no va a los extremos en el sentido; sabe ser femenina sin ser remilgada.
      Como esposa  ideal es una buena ama de casa. Acepta que el hogar es su lugar de ministerio, ella misma lo mantiene limpio y ordenado. Administra los asuntos de su hogar con eficiencia. Sirve comidas sabrosas regularmente, abre las puertas de su casa a los demás. Se orienta a su marido, no viceversa, y comparte las mismas metas e intereses que él.
     Cuando surgen  diferencias, está dispuesta a resolverlas hablando con franqueza sus problemas en vez de guardarlos en secreto, poner mala cara o irritarse. Si algo ha hecho mal, se disculpa y reconoce sus errores.
     No es murmuradora ni se entremete en los asuntos ajenos. Tiene un espiritu afable y no es contenciosa o criticona.
      Esta esposa coopera para vivir dentro de los límites económicos del marido. No vive obsesionada por el deseo de poseer cosas lujosas, y no se afana en ser más que los demás. Si es necesario, está decidida a aceptar la adversidad.
      Se entrega alegremente a su esposo para disfrutar juntos del deber conyugal sin mostrarse pasiva, insensible o indiferente.
      Es digna de toda confianza. Además es optimista, siempre está animada y de humor y no se le va el sueño tratando de escalar altas posiciones en la sociedad.
     Cuando los esposos encuentran éstas y otras cualidades en sus esposas deben estar agradecidos. Ellas, a su vez, pueden emplear estas sugerencias como ayuda para ascender más alto.   

viernes, 11 de abril de 2014

Devociones: ".....y como tus dias serán tus fuerzas"

         "......y como tus dias serán tus fuerzas" (Deuteronomio 33:25).

       Dios promete dar fuerza a Su pueblo en todo tiempo y en proporción a sus necesidades . No promete darla antes que éstas se presenten pero cuando llegue la crisis, la gracia estará ahí para hacerle frente.
    Quizás seas llamado a pasar por un tiempo de enfermedad y sufrimiento. Si supieras con anticipación cuán grande será la prueba es posible que dijeras: "Sé que no podré soportar". Pero. para asombro y el de los demás, el apoyo divino viene siempre con la prueba.
       Vivimos  con el temor del dia en que nuestro Señor llame a sus seres queridos. Creemos que nuestro pequeño mundo se desmoronará y que no podremos hacerle frente a la situación. Pero no debemos pensar así. Sabemos que la presencia y el poder del Señor se harán presentes de una manera que nunca antes hemos experimentado.
    Muchos de nosotros hemos estado al borde de la muerte en accidentes y situaciones de extremo peligro. En vez de encontrarnos llenos de pánico en esos momentos, hemos comprobado cómo Dios ha llenado de paz nuestras almas. Sabemos que es el Señor que viene a ayudarnos.
    Cuando leemos las historias de aquellos que dieron sus vidas con heroísmo por amor de Cristo, comprendemos de una manera nueva que Dios de "gracia de mártir para los días del martirio". El valor ardiente de los mártires estuvo más de la intrepidez humana. Su audaz testimonio vino de arriba.
     Preocuparse de antemano por las necesidades sólo produce úlceras. La verdad es que Dios no concede gracia y fortaleza hasta que éstas se necesitan. Como D. W. Whittle dijo:
      
                                      Nada tengo que ver con el mañana.
                                        de su afán el Señor me guardará; 
                                 No puedo tomar prestadas su fuerza y gracia,
                               ¿por qué prestadas sus preocupaciones pediré?

            Las memorables líneas de Annie Johnson Flint son siempre oportunas.

                        "Su gracia es mayor si las cargas aumentan.
                       Su fuerza es mayor si la prueba es más cruel.
                         Si es grande la lucha, mayor es Su gracia,
                           Si más son las penas, mayor es Su paz.
                           Si nuestros recursos se han agotado.
                           Si fuerzas nos faltan para terminar,  
                        Si al punto ya estamos de desanimarnos.
                       El tiempo ha llegado en que Dios obrará".
 

Devociones: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta"

"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).

        Cuando Santiago escribió estas palabras, no quería decir que si un creyente hacía estas cosas, cumplía así con todo lo que se requería de él. Más bien decia que visitar a los huérfanos y a las viudas y guardarse puro no eran sino ejemplos extraordinarios de la religión ideal.
   Podríamos suponer que lo que el apóstol tenia en mente era la predicación expositiva, la obra misionera a la evangelización personal. Pero no es así. La idea predominante del pasaje es visitar a los necesitados.
    El apóstol Pablo les recordó a los ancianos de Éfeso cómo acostumbraba a hacer visitas "por las casas" (Hechos 20:20). J.N. Darby consideraba que visitar: "es la parte más importante de la obra". Escribió: "El reloj da las horas y los transeúntes escuchan las campanadas, pero las obras interiores son las que mantienen el funcionamiento del reloj; y hacen que las manillas se muevan correctamente. Creo que el visitar debiera ser tu obra esencial, y lo demás tomado como se presente. Temo el testimonio público, y más aún, si hay obra privada" (de una carta a G. V. Wigram. 2 agosto, 1839).
     Una viuda ya entrada en años que vivía sola, llegó a una etapa crítica de su vida que la obligaba a depender de la ayuda de los vecinos y amigos. Con mucho tiempo de sobra, tenía un diario en el que anotaba todo lo que le sucedia durante el dia, especialmente los contactos con el mundo exterior. Un dia los vecinos se dieron cuenta de que por varios dias no habían visto señales de vida alrededor de su casa. Llamaron a la policía para que entrara a la casa, y encontraron que ya llevaba varios días muerta. Tres dias antes de su muerte, las únicas palabras que aparecían en su diario eran: "No vino nadie", "No vino nadie", "No vino nadie".
    En lo atareado de nuestra vida cotidiana, es muy fácil olvidar al solitario y al necesitado, al débil y al enfermo. Damos prioridad a otros asuntos y aquellas formas del servicio que son más públicas  y llamativas. Pero si deseamos que nuestra religión sea pura y sin mácula, no debemos descuidar a los huérfanos ni a las viudas. Tampoco debemos olvidar a los ancianos, los inválidos y los recluidos. El Señor se interesa especialmente en aquellos que necesitan ayuda, y hay una recompensa especial para los que se disponen a suplir esta necesidad.   
      

jueves, 10 de abril de 2014

Devociones: "¿Descubrirás tú los secretos de Dios?

"¿Descubrirás tú los secretos de Dios?  ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?" (Job 11:7).

      Dios posee también otros atributos que hay que mencionar, aunque sea con brevedad. La contemplación de estas perfecciones divinas eleva el alma al cielo, la transporta de lo insignificante a lo sublime.
    Dios es justo, es decir, es recto, imparcial e íntegro en todos Sus tratos. "Dios justo y Salvador" (Isaías 45:21).
    Dios es incomprensible (Job 11:7-8), demasiado grande para que la mente humana lo comprenda. Como decia Stephen Charnock: "Es visible que Dios es, e invisible lo que es". Y Richard Baxter comenta: "Puedes conocer a Dios, pero no comprenderlo".
    Dios es eterno, no tiene principio ni fin (Salmo 90:1-4). La duración de Su vida es la eternidad.
     Dios es bueno (Nahum 1:7). Él es: "bueno.....para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras" (Salmo 145:9).
    Dios es infinito (1 Reyes 8:27). No tiene límites o fronteras. "Su grandeza está más allá de cálculo, medida o imagiunación humana".
     Dios es autosuficiente (Éxodo 3:14). No recibe la existencia d ealguna fuente externa. Él es la fuente de Su propia vida así como la de toda otra vida.
     Dios es autosuficiente, es decir, dentro de la Trinidad hay todo lo que pudiera "necesitar".
     Dios es trascendente. Está muy por encima del universo y el tiempo, y separado de toda la creación material.
     Por último, examinemos Su presciencia. Los cristianos están divididos en cuanto a si la presciencia de Dios determina quién será salvo, o si se trata solamente del conocimiento previo que Él tiene de quién confiará en el Salvador.
A juzgar por Romanos 8:29, creo que Dios seleccionó soberanamente a ciertos individuos y decretó que todos aquellos que de esta manera previó fueran finalmente glorificados.
     Así concluimos nuestra reflexión acerca del os atributos de Dios, Pero éste es un tema que, por otra parte, no tiene fin. Dios es tan grande, tan majestuoso y asombroso que solamente vemos borrosamente como a través de un espejo. Ya que Dios es infinito, nuestras mentes finitas nunca podrán llegar a conocerle plenamente. Por toda la eternidad hablaremos extensamente de las maravillas de Su persona y no obstante, tendremos que decir: "Ni aun se nos ha dicho la mitad".  

Devociones: "Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho"

    "Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho" (Salmo 115:3).

     Dios es soberano, es decir, es el Gobernante supremo del universo, y en calidad de eso puede hacer lo que le agrada. Pero habiendo dicho esto, nos apresuramos a añadir que Dios se agrada siempre de lo que es justo. Sus caminos son perfectos.
    Isaías cita al Señor: "Mi consejo permanecerá, y hará todo lo que quiero" (Isaías 46:10). Cuando le fue restaurada la razón a Nabucodonosor, dijo: "Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejercito del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?" (Daniel 4:35). El apóstol Pablo insiste en que el hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?" (Romanos 9:20). Y en otro lugar habla de Dios como Aquel que "hace todas las cosas según el designio de Su voluntad" (Efesios 1:11).
    Spurgeon decia: "Proclamamos a un Dios entronizado,y Su derecho+ a hacer como desea con lo que es Suyo, a disponer de Sus criaturas como considera que está bien, sin consultarlas sobre el asunto".
     Para decirlo de manera muy sencilla, la doctrina de la soberania de Dios es una doctrina que reconoce que Dios es Dios.
    Es una verdad que me llena de asombro y reverencia. No puedo comprender todas sus ramificaciones, pero eso no me impide que lo alabe y lo adore.
     Es una verdad que me mueve a someterme a Él. Dios es el Alfarero y yo soy el barro. Por haberme creado y redimido tiene derechos sobre mí, y bajo ninguna circunstancia puedo replicarle o cuestionar Sus decisiones.
    Por otra parte, es una verdad que llena de consuelo. Ya que Dios es el Gobernante supremo, podemos estar seguros de que está llevando adelante Sus propósitos, y que alcanzarán la meta deseada.
    Su propósito eterno es como un tapiz de hechura maravillosa. Los hilos oscuros son tan necesarios para el tapiz como lo son los de la plata y oro. 

miércoles, 9 de abril de 2014

Devociones: "Nunca decayeron sus misericordias"

"Nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es su fidelidad" (Lamentaciones 3:22-23).

      Dios es fiel y verdadero. Nunca puede mentir ni engañar. No puede cambiar Su Palabra. Es absolutamente digno de confianza. Ninguna de Sus promesas puede fallar.
     "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿Y no lo ejecutará? (Números 23:19).
"Conoce, pues, que Jehová tu Dios es el Dios verdadero, Dios fiel"
 (Deuteronomio 7:9). "De generación en generación es tu fidelidad"
 (Salmo 119:90).
    La fidelidad de Dios se evidencia en el llamado que nos hizo para tener comunión con Su Hijo Jesucristo (1 Corintios 1:9). Lo vemos cuando no permite que la tentación avance más allá de lo que podemos soportar 
(1 Corintios 10:13). La palpamos por la manera con que nos afianza y guarda del mal (2 Tesalonicenses 3:3). Aun cuando haya algunos que no creen, Él permanece fiel: no puede negarse a sí mismo (2 Tito 2:13).
    El Señor Jesús es la verdad encarnada (Juan 4:6). La Palabra de Dioses la verdad santificante (Juan 17:17). "Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso" (Romanos 3:4).
    El conocimiento de que Dios es fiel y verdadero inunda nuestras almas de confianza. Estamos más que convencidos de que Su Palabra no puede fallar y que hará como ha prometido (Hebreos 10:23). Por ejemplo, sabemos que estamos eternamente seguros, porque ha dicho que ninguna de Sus ovejas perecerá jamás (Juan 10:28). Estamos  persuadidos de que nada  nos faltará, porque has prometido suplir todas nuestras necesidades (Filipenses 4:19).
     Dios desea que los Suyos sean fieles y verdaderos. Quiere que seamos leales a nuestra palabra. Quiere que seamos dignos de confianza, cumpliendo con nuestras responsabilidades. De entre toda la gente, los cristianos deben ser fieles a sus votos matrimoniales. También en los compromisos de la asamblea, en el trabajo y en el hogar.
    De qué manera debemos alabar y agradecer al Señor por su fidelidad. Él es el que no puede fallar.
                                No puede fallar, porque es Dios
                                No puede fallar, su Palabra dio.
                                No puede fallar. Él te ayudará.
                                No puede fallar. Él te contestará.
                                                C. E. Mason. Jr. 

DFevociones: "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo...."

"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombre" (Romanos 1:18).

     La ira de Dios es indignación encendida y castigo retributivo en este tiempo y para la eternidad contra aquellos pecadores que no se arrepienten. A.W. Pink ha señalado correctamente que la ira como tal, es una perfección divina como lo son Su fidelidad, poder y misericordia. No es necesario disculparla.
    Considerando la ira de Dios, hay algunos hechos que debemos tener en mente.
    No hay conflicto entre la ira y el amor de Dios. El verdadero amor castiga el pecado, la rebelión y la desobediencia.
   Cuando los hombres rechazan este amor, ¿qué otra cosa queda sino Su ira? Hay  solamente dos lugares eternos, el cielo y el infierno. Si los Hombres rehúsan ir al cielo, no queda más alternativa que el infierno.
     Dios no creó el infierno para los hombres, sino para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41). El Señor no desea la muerte del impío (Ezequiel 33:11), pero para el que rechaza a Cristo no queda alternativa.
    La Biblia dice que el juicio es una "extraña operación" de Dios (Isaias 28:21). Esto nos sugiere que el Señor prefiere mostrar misericordia (Santiago 2:13b).
    En la ira de Dios no hay rencor o animosidad; es una ira justa sin arrebatos ni mancha de pecado.
    Ya que Dios solamente puede airarse con justicia absoluta, se nos exhorta a que dejemos la ira en Sus manos y no tratemos de imitarla. Por esta razón Pablo escribe a los romanos: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque  escrito está. Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor" (Romanos 12:19). El cristiano es exhortado a mostrar ira justa, pero debe ser justa. No debe convertirse en ira pecaminosa. Y solamente debe ejercitarse cuando está en juego el honor de Dios, nunca en defensa o justificación propia (Efesios 4:26).
   Si realmente creemos en la ira de Dios, compartamos el evangelio con aquellos que están todavia en el camino espacioso que lleva a la perdición. Y cuando predicamos sobre la ira de Dios, hagámoslo con solemnidad, y aun con lágrimas de compasión.   

martes, 8 de abril de 2014

Devociones: "Dios.....es rico en misericordia" (Efesios 2:4).

       la misericordia es aquella compasión y bondad que Dios manifiesta a los que son culpables y débiles o están en angustia y necesidad. Las Escrituras hacen hincapié en que Dioses rico en misericordia (Efesios 2:4), y grande en misericordia (Salmo 86:5). Su misericordia es abundante (1 Pedro 1:3), grande es hasta los cielos (Salmo 57:10). "Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen" (Salmo 103:11). De Dios se dice que es "Padre de misericordia" (2 Corintios 1:3) y que es "muy misericordioso y compasivo" (Santiago 5:11). Es imparcial cuando otorga Su misericordia: "hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos" (Mateo 5:45). Los hombres no se salvan por obras de justicia 
(Tito 3:5) sino por Su soberana misericordia (Éxodo 33:19); Romanos 9:15.
   Su misericordia permanece para siempre sobre los que le temen (Salmo 136:1; Lucas 1:50), pero al impenitente la misericordia le alcanza solamente en esta vida.
    Hay una diferencia entre gracia y misericordia. Gracia significa que Dios me colma de bendiciones que no merezco. La misericordia significa que no me castiga como merezco.
   Cada doctrina de la Escritura trae consigo obligaciones. Las misericordias de Dios requieren, en primer lugar, que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios (Romanos 12:1). Esto es lo más razonable, racional, sano y sensible que podemos ahcer.
     También es verdad que Dios quiere que seamos misericordiosos los unos con los otros. Ha prometido una recompensa especial para el misericordioso: "alcanzarán misericordia" (Mateo 5:7). El Señor quiere misericordia y no sacrificio (Mateo 9:13), es decir, los grandes actos de sacrificio son inaceptables si están separados de la piedad personal.
     El buen samaritano es aquel que muestra misericordia a su prójimo. Esta misericordia se deja ver cuando alimentamos al hambriento, vestimos al pobre, atendemos al enfermo, visitamos a las viudas y a los huérfanos, y lloramos con los que lloran.
    Somos misericordiosos cuando rehusamos vengarnos de alguien que nos ha hecho mal, o acogernos compasivamente a aquellos que han fracasado.
     Recordando lo que somos, debemos orar pidiendo misericordia por nosotros mismos (Hebreos 4:16) y por los demás (Gálatas 6:16; 1 Tito 1:2).
    Por último, las misericordias de Dios deben afirmar nuestros corazones para cantar Sus alabanzas.
  Cuando todas tus maravillas Oh mi Dios
          Mi alma resucitada contempla,
             Transportado por la visión
        Me lleno de amor, asombro y admiración.

                          Joseph Addison.