martes, 29 de abril de 2014

Devociones: "Salve, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos"

"Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombre" ( Salmo 12:1).

      Los fieles son una especie en peligro de extinción; están extinguiéndose rápidamente de la raza humana. Si David lamentaba su desaparición en aquellos dias, a menudo nos preguntamos como se sentiría si viviera hoy.
     Cuando hablamos de una persona fiel, nos referimos a aquella que es digna de confianza y segura. Si hace una promesa, la cumple. Si tiene una responsabilidad, la cumple, si tiene que ser leal, lo es inquebrantablemente.
      El hombre infiel hace una cita y a la postre, o npo la cumple o llega inexcusablemente tarde. Se compromete e enseñar en la clase de la escuela dominical y no previene quien le reemplace cuando no puede estar presente. Nunca se puede depender de él. Su palabra no significa nada. No es de extrañar que Salomón dijera: "Como diente roto y pie desconyuntado es la confianza en el prevaricador en tiempo de angustia" ( Proverbios 25:19).
    Dios está buscando hombres y mujeres fieles. Desea administradores que sean fieles. Sus intereses (1 Corintios 4:2). Aspira a tener maestros que sean fieles transmitiendo las grandes verdades de la fe cristiana ( 2 Tito 2:2). Anhela que sean fieles al Señor Jesús, compartiendo Su vituperio y  llevando la cruz. Quiero gente que sea inflexiblemente fiel a Su Palabra inspirada, inerrante e infalible, Se complace en los cristianos que son fieles a la asamblea local, en vez de vagar de Iglesia en Iglesia como vagabundos religiosos. Dios ve con buenos ojos  a los santos que son fieles a otros creyentes y fieles también a los que no son salvos.
     Como en todas las otras virtudes, el Señor Jesús es nuestro ejemplo supremo. Él es el Testigo fiel y verdadero ( Apocalipsis 3:14), un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en lo que Dios se refiere (Hebreos 2:17) fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad ( 1 Juan 1:9). Sus palabras son verdaderas. Sus promesas son infalibles y Sus caminos son totalmente seguro.
     Aunque los hombres no valoren suficientemente la lealtad. Dios sí. El Señor Jesús alababa la fidelidad de sus discípulos con las palabras: "Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis palabras. Yo pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí" ( Lucas 22:28-29). Y la recompensa máxima a la fidelidad será escuchar Su alabanza: "Bien, buen siervo y fiel....entra en el gozo de tu Señor" ( Mateo 25:21). 

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