viernes, 31 de marzo de 2017

Devociones: "Reunidos en el nombre del Señor Jesucristo"·.

Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
                                      (Mateo 18:20)
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana....vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
                                              (Juan 20:19)

       Un predicador y evangelista muy conocido en China insistía en la importancia en la importancia para los creyentes de no quedarse solos, sino de reunirse en el nombre del Señor Jesús.
     Esta enseñánza tuvo por resultado la formación de un gran número de "Iglesias de casa", poco antes de la revolución comunista. Esas Iglesias aún subsisten en la clandestinidad, y han permitidido la continuidad del testimonio cristiano en China. Dios había preparado esa enseñanza apropiada para todos los tiempos y, en especial, con miras a los periodos de persecución.
    A menudo la Biblia menciona Iglesias que se reunían en las casas de los creyentes al principio del cristianismo. Luego, y esto a lo largo de la historia de la Iglesia, los cristianos aislados o perseguidos se reunieron frecuentemente en pequeños  grupos en las casas para estudiar la Biblia, orar y alabar a Dios. Allí, mientras a su alrededor todo era oscuridad, experimentaron la dulzura de la presencia de su Señor.
    No esperemos a ser perseguidos para tener esta experiencia: seamos diligentes para reunirnos con otros creyentes. Hagámoslos contando solo con el Señor y velando humildemente para vivir lo que la Palabra de Dios nos enseña con respecto a este tema. El Espíritu Santo nos hará experimentar una paz y una felicidad sin igual. Comprobaremos que Jesús cumple su promesa y está en la cita que dio a los suyos reunidos únicamente en su nombre.  

lunes, 27 de marzo de 2017

Devociones: "¿Qué ídolos hay hoy? ".

(Dios el Padre) nos ha liberado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.
                                   (Colosenses 1:12-13)
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos.
                                       (1 Juan 5:20-21)

     Un ídolo es todavía, en nuestros días y en numerosos lugares, una estatua o un objeto asimilado o una divinidad que el hombre teme. Un ídolo desvía al hombre de Dios y los vuelve hacía los falsos dioses, a veces incluso hacia los poderes ocultos. Pero de forma más general, podemos llamar ídolo a todo aquello que se interpone entre el hombre y Dios.
       Los ídolos modernos quizás no sean de madera, de plata o de piedra, pero son igual de reales. Pensemos en el lugar que ocupa el dinero, el poder o el placer en nuestras necesidades. Pensemos también en las personas a las que mucha gente llama ídolos : deportistas, cantantes, actores, que sirven de referencia y de modelo a muchas personas.
     Dios quiere liberarnos de todo lo que nos hace esclavos de la opinión de la mayoría, de su manera de vivir, de su comportamiento frente a todos los aspectos de la vida. Si vamos a Jesús, él nos liberará. "Si vosotros permaneciereis en mi palabra", dice Jesús, "seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32).
     ¿Cómo comprender esta última exhortación del apóstol a los creyentes: "Hijitos, guardaos de los ídolos" ? Un cristiano la explicaba así: "Hijos míos, guárdense de todo aquello que puede tomar el lugar de Dios en sus corazones". Incluso un ser amado puede volverse un ídolo y alejarnos de Dios.
     Servir a un ídolo es estar en un mundo ilusorio, pero servir a Dios significa estar en la realidad y la verdad.   
                                   

Devociones: "Pasando por el duelo".

He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados.
                                          (Isaías 57:18)
Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.
                                          (Isaías 66:13)

      En la Biblia Dios da numerosas palabras de consuelo al creyente que ha perdido un ser. Es como si nos dijese: pienso en ti; fijé la duración de tu prueba; sé que estás muy triste a raíz de esta muerte inesperada. Quiero que tu fe cuente conmigo en las horas sombrías, acepta que no puedes comprender los misterios de mi voluntad.
     El versículo de hoy nos dice que Dios ve, sana, conduce (pastorea) y consuela.
   --Dios ve. Conoce todos los detalles de nuestra vida, y solo él puede juzgar la necesidad de la prueba. Conoce y seca las lágrimas de los creyentes que pasan por el duelo (Salmo 56:8).
   ---Dios sana. Da el consuelo y permite que la prueba vaya hasta cierto punto, pero no más allá. da la paz después de tantas preguntas. Renueva nuestra confianza.
  --Dios conduce. Incluso si todo parece sombrío, muestra la dirección y cubre las necesidades de los suyos que están afligidos (Isaías 58:11).
  --Dios consuela.  Actúa como una madre que muestra su amor a su hijo cuando está enfermo o herido, y lo cuida con paciencia, amor y celo. ¡El consuelo que Dios nos promete es precisamente así! (Isaías 66:13).
    Que aquel que llora, incluso en medio de la soledad y la inquietud, diga con certeza: "El Señor pensará en mí", él es "mi ayuda y mi libertador" 
(Salmo 40:17).

jueves, 23 de marzo de 2017

Devociones: " A través de una lupa".

Cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará....
ahora vemos.....oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
                                   (1 Corintios 13:10, 12)

     Estaba admirando un gran cuadro de un maestro. Un niño pasó por allí, y para divertirse, empezó a mirarlo todo con una lupa. Me acerqué a él y le pedí que me describiera el cuadro. Paseó su lupa de arriba abajo y empezó a describirme cada detalle: aquí hay un ramo de flores, allí un hermoso petirrojo..
Pero el niño tenía una visión tan parcial del cuadro que era incapaz de decirme qué representaba realmente.
     Entonces le sugerí que mirara sin la lupa, con sus dos ojos. Esta vez vio el paisaje entero, la armonía de los colores y de las proporciones. Su visión parcial dio paso a la visión del conjunto. ¡Era el mismo cuadro, pero la descripción que hizo fue muy diferente!.
     "Ahora conozco en parte....", dice el apóstol Pablo. En la tierra nuestra percepción de las cosas es parcial, debido a las limitaciones de nuestro cuerpo. Pero Dios tiene una visión del conjunto. Mediante la oración expresamos a Dios nuestras necesidades, según la percepción que tenemos, pero Dios conoce el conjunto. Y su respuesta llena de sabiduría tiene en cuenta los numerosos elementos que se nos escapan.
     A través de su Palabra, Dios nos muestra sus pensamientos. Aprendemos a conocer a nuestro Salvador y su gran salvación. Pero la persona y los pensamientos de Dios sobrepasan mucho lo que podemos captar.
    Suspiramos, pues, por ese momento en que comprendemos las cosas en su totalidad. Con cuerpos transformados, veremos a nuestro salvador cara a cara. Y al fin, maravillados, lo adoraremos como él es digno de ser adorado.  

miércoles, 22 de marzo de 2017

Devociones: "José y sus hermanos".

Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien.
                                        (Génesis 50:20)
Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.
                                        (Romanos 8:28)

      La Biblia cuenta la vida de José, un joven que vivió 1.700 años antes que Jesucristo. Sus hermanos lo odiaban y eran duros con él. Un día su padre lo envió a ver cómo estaban sus hermanos, los cuales cuidaban su rebaño lejos de allí. Cuando ellos lo vieron llegar, quisieron matarlo. Al final lo vendieron como esclavo a unos mercaderes que se dirigían a Egipto.
       Los años pasaron, José se ganó la confianza del Faraón y llegó a ser "primer ministro". Fue entonces cuando sus hermanos se encontraron con él: llegaron a comprar alimentos, porque el hambre azotaba el país. Pese a su conducta en el pasado. José no había dejado de amarlos. Primero los puso a prueba para que tomasen conciencia de sus faltas pasadas y de su maldad, luego cuidó de ellos haciendo que viviesen en la mejor parte del país. El primer versículo citado es la conclusión de toda esta historia.
     Este pasaje ilustra la vida de Jesucristo, quien descendió del cielo para venir hasta nosotros. ¡Él también fue odiado! Durante su vida, la gente quiso hacerle daño, y al final fue crucificado entre dos malhechores. Pero todo el odío que recibió no cambió en nada su amor por el nombre. El mal que el hombre le hizo, Dios lo cambió en bien para nosotros. Al dar su vida, Jesús llevó sobre sí mismo el juicio que nosotros merecíamos debido a nuestros pecados. Su muerte se convirtió en el medio para salvarnos eternamente. Pero es necesario que cada uno reconozca sus pecados y los confiese a Dios. Su amor está esperando esto para darnos la vida eterna y un lugar junto a él en el paraiso. 

martes, 21 de marzo de 2017

Devociones: "Una vida de esperanza".

Nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
                                      (1 Timoteo 6:7)
Permanecéis fundados y firmes en la fe. y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído.
                                    (Colosenses 1:23)

    Como un viajero, el hombre va caminando, guiado por sus ambiciones o sus deseos, pero  empujado, inexorablemente, por las agujas del tiempo. Espera un futuro cada vez mejor y lucha por alcanzar sus  objetivos de felicidad. Los jóvenes se impacientan por ser grandes para "hacer su vida", los adultos esperan la jubilación, y las personas mayores hojean con nostalgia su agenda....Al hacer el balance, ¡Cuántas desilusiones y tiempo perdido!.
    ¿Solo queda la certeza de un final sin retorno? ¡No! ¿Entonces hay una esperanza? ¡Sí, hay una buena noticia! Jesús vino para darnos vida abundante y eterna, para darnos una esperanza segura y firme. Por medio de él los creyentes son reconciliados con Dios, quien se da a conocer como su Padre, y les asegura un lugar en su propia "casa". Sí, Jesús compró allí un lugar para nosotros a un precio muy alto, al costo de su propia vida; por eso puede afirmar categóricamente: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14:27). Pero es necesario aceptar ese regalo que él nos hace, regalo gratuito y definitivo. Aceptar que fue por nosotros, por mí personalmente, que Jesús murió y resucitó.
    ¡Acéptalo ahora y vivirá con una nueva esperanza!
    "La esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5:5). 

lunes, 20 de marzo de 2017

Devociones: "Vivir felíz".

                    Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra.
                                         (Salmo 81:1)
                       El que hace misericordia, con alegría.
                                              (Romanos 12:8)
          Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
                                              (Filipenses 4:4)

      Recuerdo haber oído decir a un creyente mayor: "Un cristiano triste es un triste cristiano". Quería decír que la tristeza no es el estado normal de un hijo de Dios y puede ser un mal testimonio para los que lo rodean.
    Como cristiano tengo razones fundamentales para ser felíz: sé que mis pecados fueron borrados para siempre, que Dios me adoptó como hijo suyo y que mi futuro eterno está asegurado en la gloria del cielo. Esto debería producir ciertos efectos en mi vida. ¡La gente debería oírme cantar de gozo y verme servir gozoso a mi Dios y a mi prójimo!.
    El apóstol Pablo es un ejemplo a seguir. Su vida, lejos de ser fácil, estuvo llena de pruebas y motivos de preocupaciones sin comparación con mi propia vida (lea 2 Corintios 11:23-28). Pero su gozo interior no fue alterado y era sincero cuando decía que estaba entristecido pero siempre gozoso (2 Corintios 6:10).
    Si mi gozo fluctúa según las circunstancias por las que paso, quizá sea porque no pienso lo suficiente en el amor de Jesús por mí. Ayer dejó el cielo para venir a salvarme y dio su vida para borrar mis pecados. Hoy se ocupa de mí al igual que un pastor cuída de sus ovejas, y me prepara un lugar en la casa de su Padre. Mañana él mismo vendrá a buscarme para llevarme con él. ¿Qué más necesito para vivir felíz?.
    "No os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra fuerza" 
(Nehemías 8:10). 

sábado, 18 de marzo de 2017

Devociones: "La angustia del Señor Jesús".

Estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
                                          (Lucas 22:44) 
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?....No te alejes de mí, porque la angustia está cerca....no hay quien ayude.
                                       (Salmo 22:1, 11)

      Algunas horas antes de morir, el Señor Jesús estaba en el huerto de Getsemaní. Sabía lo que iba a suceder, por ello sintió una angustia muy profunda. Alli, moralmente solo, oró de rodillas a su Padre. A algunos metros de allí, sus discípulos dormían, ajenos a la angustia de su Maestro. "Estando en agonía, oraba más intensamente".
      Su angustia era tan profunda que su sudor era "como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra" ¿Qué sucedía? Ante él estaba la obra que llevaría a cabo, los sufrimientos que iba a soportar en la cruz; no solo los sufrimientos físicos, sino aquellos debido al juicio de Dios sobre el pecado. La ira de Dios lo castigaría en nuestro lugar. Entonces Jesús pronunció estas palabras: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa (imagen de todo lo que iba a soportar); pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42).
    Como amaba a los hombres y deseaba hacer la voluntad de su Padre, Jesús, que era puro  y no tenía pecado, aceptó ser castigado por las faltas de los demás. ¿Quién puede comprender la angustia tan intensa que sintió?.
    ¡Pero qué triunfo! Su perfecto amor le permitió llevar a cabo todos los planes de Dios. Murió en nuestro lugar. En las tres horas de tinieblas, fue castigado por nuestros pecados para que Dios los perdonase. Así cumplió la gran obra por la que lo alabaremos y adoraremos eternamente.

viernes, 17 de marzo de 2017

Devociones: "Gente brillante".

                                 Yo soy la luz del mundo.
                                           (Juan 8:12)
                          Y vosotros sois la luz del mundo.
                                         (Mateo 5:14)
Sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.
                                       (Efesios 5:8-10)

    En la sociedad hay personas consideradas brillantes. Son inteligentes, cultas, tienen una opinión sobre cualquier tema y su compañía es apreciada. ¡Todos conocemos personas así, y quizás estemos un poco celosos de sus facultades intelectuales y de su brillantez!.
     Amigos cristianos, no tenemos ninguna razón para envidiar a estas personas, pues Dios también nos atribuye la facultad de brillar. Todos los hijos de Dios, sin excepción, todos aquellos que recibieron la vida divina mediante la fe en Jesucristo, son "luz en el Señor". Sus cualidades personales no tienen ninguna importancia, pues la fuente de luz no está en ellos; solo reflejan la de Cristo. Solo él es "aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre" (Juan 1:9). En todos los detalles de su vida, Jesús manifestó esta luz compuesta de bondad, justicia y verdad. Al subir al cielo, dejó a los rescatados en la tierra como  si fuesen espejos para reproducir sus cualidades.
    Y esta pregunta es para cada uno de nosotros, cristianos: ¿Se puede ver en mi vida la luz de Jesucristo? Un espejo sucio y polvoriento no es eficaz. ¡No nos dejemos ensuciar por el mal ni invadir por el polvo de las malas costumbres! Escuchemos esta exhortación del apóstol Pablo: "Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo" (Filipenses 2:15).

jueves, 16 de marzo de 2017

Devociones: "Esclavo por ignorancia".

Así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
                                        (Romanos 6:19)
Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
                                          (Gálatas 5:1)

     Mucho tiempo después de la proclamación de la abolición oficial de la esclavitud en los Estados Unidos (1863), todavía había personas que creían que seguían siendo esclavas. Sus dueños habían tenido cuidado para evitar que se enterasen de la noticia de su liberación y así poder continuar explotándolos.
       También existen cristianos que desconocen su libertad y permanecen bajo la esclavitud del pecado o bajo una ley.
      Somos aún esclavos del pecado cuando ignoramos que gracias a la victoria de Cristo, el pecado ya no debe dominar sobre nosotros. Para salir de esta esclavitud (o de una adicción), necesitamos escuchar la buena noticia y creerla: "La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Romanos 8:2). Entonces, en vez de contar con nuestras propias fuerzas, dejaremos que el Espíritu Santo nos conduzca y nos dé el poder para vivir como Dios lo desea.
    Del mismo, ya no somos esclavos de una ley, pero a menudo vivimos como si no lo supiésemos. Tenemos la tendencia a apoyarnos en todo tipo de reglas que nos dan la impresión de ser buenos creyentes, pero esto traduce una falta de dependencia del Señor y limita nuestra capacidad de iniciativa y de consagración. No consideremos, pues, la fe cristiana como un conjunto de obligaciones morales, sino una relación de amor y de obediencia hacia Jesucristo.

martes, 14 de marzo de 2017

Devociones: "Mi conversión".

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
                                     (1 Timoteo 1:15)

       Un evangelista cuenta así su propia conversión: "Tenía 16 años cuando un amigo me invitó a ir a escuchar a un predicador que había sido campeón deportivo. Este argumento hizo que me decidiese a ir, pero prudentemente me senté al fondo de la sala. Tenía curiosidad de oírlo, pues siempre había creído que la religión era para los débiles, los viejos y los jóvenes sentimentales, pero no para un campeón de béisbol.
      Mientras predicaba tuve la sensación de que me señalaba con el dedo: Joven, usted es un pecador. Tratando de esconderme detrás de la ancha espalda del oyente que estaba sentado delante de mí, pensé: No soy peor que otros. Pero el predicador citó la Palabra de Dios: "Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Cuando el evangelista invitó a pasar adelante a los que querían ir a Cristo, yo salí corriendo de la sala y regresé a casa.
     Jamás olvidaré la lucha que sentí después. Al dia siguiente volví a la reunión. Esta vez me senté adelante. El predicador se levantó y leyó: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Pensé: Soy un pecador, Dios me  ama. Cuando el evangelista pidió, otra vez, a sus auditores pasar adelante, yo fui uno de los primeros en hacerlo. Allí entregué mi corazón a Jesús. El gozo, la paz y la seguridad de la salvación llenaron mi corazón y nunca me abandonaron".
     "Habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por 99 justos que no necesitan de arrepentimiento" (Lucas 15:7).   

sábado, 11 de marzo de 2017

Devociones: "¿Cómo se formó la Biblia? ".

Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
                                           (2Pedro 1:21)
                       Toda la Escritura es inspirada por Dios.
                                                 (2 Timoteo 3:16)

     Unos 45 autores contribuyeron a su relación. Pertenecieron a todos los ámbitos socioculturales. Entre ellos encontraron a Moisés, hombre de gran erudición, formado en la misma escucha que un faraón; Josué, un jefe de guerra; David, rey de Israel; Daniel, ministro de varios gobiernos sucesivos: Nehemias, copero real; Amós, pastor; Pedro, pescador, Mateo, recaudador de impuestos; Lucas, médico; Pablo, erudito y fabricante de tiendas.
     Los libros que constituyen las Santas Escrituras fueron redactados en circunstancias a veces extrañas: Moisés escribió en el desierto, Jeremias y Pablo en la cárcel, Lucas durante sus viajes , Juan durante su exilio. Estos autores experimentaron todos los estados del alma: alegría, amor, temor, inquietud, desamparo, duda.
    En el transcurso de varios siglos los autores inspirados por Dios escribieron las diferentes partes de la Biblia. El Antiguo Testamento fue redactado en el idioma hebreo con algunas porciones en arameo, mientras que el Nuevo Testamento fue escrito en griego. Pese a ello, el conjunto presenta una unidad humanamente inexplicable. Sus diferentes autores abordaron cientos de temas sin contradecirse.
      ¿Cómo es posible que hombres provenientes de épocas y lugares tan variados hayan podido expresar ideas convergentes sobre tan gran número de temas? No es nada sorprendente. Cualquiera que sean los instrumentos que haya empleado, Dios mismo los inspiró y se reveló a lo largo de las páginas de la Biblia. Para conocer a Dios, escuchémosle: leamos su Palabra.  

jueves, 9 de marzo de 2017

Devociones: "¿Cuándo será el fin del mundo? ".

Hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro.....la Luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra....El cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
                                    (Apocalipsis 6:12-14)
                        Vi un cielo nuevo y una tierra nueva.
                                               (Apocalipsis 21:1)

     Algunos filósofos sociólogos y políticos creen que un día el hombre podrá instaurar la paz en la tierra.....Se quiere ser optimista y creer en la capacidad del hombre para resolver los conflictos que reinan en el mundo.....
     La Biblia declara que sucederá todo lo contrario, que el mundo tendrá un fin. Si las profecías del Antiguo Testamento respecto a la venida de Jesús a esta tierra se cumplieron, lo que la Biblia dice con respecto al futuro también se cumplirá: el mundo actual irá de mal en peor. Todos los esfuerzos del hombre para evitar la catástrofe son vanos, porque no quiere saber nada de Dios y rehúsa admitir que sus pensamientos, rebeldes a la voluntad de Dios, son incorregibles. ¡La paciencia de Dios tendrá un fin y todo será destruido!
    Pero las revelaciones de la Biblia no anuncian solo catástrofes, al contrario. Dios quiere que todos los hombres sean salvos. Desea que sean felices por la eternidad, por ello invita a cada uno a aceptar su amor incondicional. Lo demostró cuando envió a su Hijo a pagar el castigo que merecíamos por nuestros pecados. Si creo que este amor es para mí, también reconozco que hasta ahora he sido rebelde. Este arrepentimiento ante Dios me abre la puerta al reino de Dios, que nunca dejará de existir.
     Dios no quiere que los hombres sean condenados, sino que tengan la vida eterna para introducirlos un día en su presencia. "Y él morará con ellos".
(Apocalipsis 21:3). 

miércoles, 8 de marzo de 2017

Devociones: "Dios no se calla".

Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el ímpio al más justo que él?.
                                        (Habacuc 1:13)
                               Oíd, y vivirá vuestra alma.
                                                   (Isaías 55:3)

     Cuando ocurren hechos dramáticos, a veces oímos decir: "¿Cómo puede Dios callar mientras suceden tantas cosas horribles en la tierra? ".
    Dios no es visible para el ojo humano (Juan 1:18), pero, ¿cómo podemos decir que no habla, que no se manifiesta? Toda la naturaleza expresa su poder eterno y su divinidad (Romanos 1:20), los cielos (el cosmo o el universo) cuenta la gloria de Dios (Salmo 19:1). La Biblia es la auténtica Palabra de Dios. Nos habló por los profetas del Antiguo Testamento y más tarde lo hizo a través de Jesucristo.
    La Bilblia se dirige a los hombres tales como son, es decir, todos pecadores e incapaces de estar ante su gloria (Romanos 3:23). ¿Cuál es su mensaje? "Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana como la nieve serán emblanquecidos" (Isaías 1:18). Dios no permaneció indiferente a nuestro estado de pecadores perdidos, sino que envió a su Hijo Jesús para que sufriese en nuestro lugar el juicio que merecíamos. Jesús mismo declara a cada uno de nosotros: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28).
    Dios no se calla, sino que se dirige a usted con bondad mediante su Palabra, la Biblia: "Si oyeréis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación" (Hebreos 3:15). Dios le ama y le habla: ¿Le hablará en vano?.
    "Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende" (Job 33:14).  

lunes, 6 de marzo de 2017

Devociones: "Ser verdadero".

Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
                                          (Hebreos 4:13)
                             Hablad verdad. (Efesios 4:25)
                 El que camina en su rectitud teme al Señor.
                                       (Proverbios 14:2)

      El Señor Jesús, quien sabe hablar con dulzura y ternura, a veces empleó palabras que nos parecen duras. Incluso trató de hipócritas a ciertos hombres religiosos. Su meta era descubrir el estado moral de ellos para que tomaran conciencia de su propia maldad.
      La palabra "hipócrita" utilizada por el Señor es originaria del lenguaje teatral antiguo. Significaba "actor" y describía, por extensión, una persona que al representar un papel, mostraba un rostro que no era el suyo. La hipocresía es, pues, una mentira que puede manifestarse tanto en el comportamiento como en las palabras.
    Amigos cristianos, se puede ser hipócrita sin darse cuenta de ello. Por debilidad o cobardía se corre el riesgo de mentirse a sí mismo tanto como a los demás. Jesús, quien es "la verdad" (Juan 14:6), mostró mucha energía para denunciar la hiprocresía.
    Evitemos pronunciar frases esteriotipadas que no correspondan a nuestra convicción o a nuestro pensamiento. Seamos rectos, reconozcamos nuestros temores, dudas y debilidades. Mostrémonos tales como somos, frente al Señor y ante nuestros semejantes, sin ambigüedad ni rodeos.
    Jesús, hombre perfecto a quien se le preguntaba: "¿Tú quién eres? ", pudo responder: "Lo que desde el principio os he dicho" (Juan 8:25). Verdaderamente su pensamiento no iba más allá de su palabra (Salmo 17:3). Pidámosle la fuerza moral para poner en práctica lo que sabemos que es verdad.  

domingo, 5 de marzo de 2017

Devociones: "La voz de la Creación".

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.
                                       (Salmo 19:1-4)
Alaben la misericordia del Señor, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
                                       (Salmo 107:31)

     Un cristiano de la ex República democrática alemana cuenta lo siguiente: "En el koljós (granja colectiva) teníamos un jefe muy difícil. Pero cierto día llegó al trabajo totalmente transformado. Todos notamos el cambio inmediatamente. Nos trataba bien, no maldecía y nos ayudaba mucho. Durante la pausa nos contó lo siguiente:
    Hace algunos días fui a dar un paseo. Era tarde, ya estaba oscuro, pero el cielo estaba estrellado. Esto me impresionó. Entonces empecé a dudar. ¿Todo esto pudo crearse solo? ¡Imposible! Para toda construcción se necesita un arquitecto, un ingeniero.....¿Este universo se habrá creado solo? ¡Qué terrible error! Derrotado, me incliné entonces ante el Creador. Pero Dios prosiguió la obra que había empezado en mí: encontré la paz confesando mis pecados y creyendo en Jesucristo. Ahora quiero servir a Aquel que murió por mí y que creó toda esta maravillosa naturaleza.
    Ese cambio consternó a nuestros compañeros, sin embargo respetaron a su superior. Y nosotros, los cristianos, vivimos este cambio como un regalo de Dios. Desde entonces nuestro jefe se convirtió en un amigo y hermano para nosotros. Nos aportó una valiosa ayuda y fue un testigo fiel a su Señor. Dios utilizó la voz de la creación para llevar a cabo esta conversión milagrosa".  

sábado, 4 de marzo de 2017

Devociones: "La Biblia es la revelación de Dios". (1)

                       (Jesús dijo a Dios): Tu Palabra es Verdad.
                                             (Juan 17:17)
La recibisteis no como palabra de hombres, sino  según  es en verdad, la Palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
                                    (1 Tesalonicenses 2:13)
.....los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
                                         (2 Pedro 1:21)

    Para todo hombre, esta es la pregunta crucial: ¿Creo que la Biblia es la Palabra de Dios?.
    Si este es su caso, al leerla atentamente todo se ilumina y se aclara; pero es necesario recibir lo que Dios dice, tal como un niño recibe la palabra de su padre que lo ama y no lo engaña. ¡Solo Dios es totalmente veraz!.
   Así, la luz divina me ilumina desde el día en que acepto que Dios me habla por medio de Jesucristo, su Hijo. Jesús es la Palabra hecha carne.Por medio de él Dios se pone en contacto con el hombre. Dios es justo y no miente. También es amor, es fiel y no engaña a nadie, por ello podemos creer con toda con toda confianza el testimonio que da sobre su Hijo: "Esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo,tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida" 
(1 Juan 5:11-13).
   La Biblia también dice: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo" (Romanos 10:9).
    Dios quiere que todos los hombres sean salvos, por ello hizo todo lo necesario para librar nuestra alma y todo nuestro ser.
    Si usted pone su confianza en otra cosa (filosofía, religiones paganas, teorías esotéricas....) que no sea la Biblia, permanecerá en la duda y la confusión. ¡Crea en Jesús; él es "la luz de la vida" ! (Juan 8:12).
                                                                                                      (Continuará) 

miércoles, 1 de marzo de 2017

Devociones: "Yo soy la luz del mundo".

Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
                                            (Juan 8:12)
Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
                                          (Efesios 5:14)

     Al principio de la creación del mundo, la tierra estaba sumida en las tinieblas. La primera intervención de Dios en este desorden y vacío fue hacer que la luz apareciese. Luego las acciones creadoras de Dios se sucedieron de forma maravillosa.
     El espíritu del hombre sin Dios también está en la oscuridad, es incapaz de responder a las preguntas básicas que se hace: ¿Por qué nací? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Qué me espera después de la muerte? Desde hace miles de años, pensadores y filósofos estudian estas preguntas, pero  ninguno de ellos ha podido dar una respuesta satisfactoria.
    Sin embargo, en la persona de Jesús, la verdadera luz vino al mundo 
(Juan 1:9). Él, el Hijo de Dios, es la respuesta a estas angustiosas preguntas. Mediante su vida en este mundo y por su muerte, revela el amor de Dios hacia los hombres. En la cruz se cumplió perfectamente todo lo necesario para que este amor se pudiese manifestar a los hombres. No busquemos respuestas en las diversas ideologías que el hombre creó; más bien aceptemos esta luz que viene de arriba. Tengamos cuidado; cuando Cristo vivió entre los hombres, "los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas" (Juan 3:19).
    Aceptemos humildemente que la luz de Dios ilumine nuestra vida. Entonces todo nuestro ser será iluminado para discernir al Hijo de Dios, el Salvador. ¡Esto es conocer la luz de la vida!.