sábado, 3 de mayo de 2014

Devociones: "Y vio Jehová que Lea era menospreciada".

"Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril" 
( Génesis 29.31).

         Hay una ley de compensación en la vida. De acuerdo con ésta, a aquellos que son deficientes en un aspecto se les conceden algunos beneficios para compensar en otro. La ley no permite que nadie lo tenga todo. Lo que falta a una persona en belleza, se compensa en sabiduría práctica. Un hombre que no sobresale como atleta puede tener una mejor disposición que si lo fuera. Los poetas no siempre son prácticos y los artistas no siempre manejan bien sus finanzas.
     Cuando Dios vio que Jacob amaba a Raquel más que a Lea, hizo que Lea más fértil. Años más tarde la ley de la compensación obró del mismo modo con Ana y Penina. Elcana amaba a Ana más que a Penina, pero Penina tuvo hijos y Ana no
( 1 Samuel 1: 1-6).
    Aunque Fanny Crosby no tuvo el don de la vista, tuvo el don del canto en grado superlativo. Sus himnos son unos de los legales más grandes que posee la Iglesia. Alexander Crudens sufría de severas depresiones pero tuvo la fuerza para producir la concordancia que lleva su nombre.
     Tenemos el caso de un humilde cristiano que no puede predicár, carece del don de hablar en público. Pero es un genio de la mecánica y puede mantener el coche del predicador en buenas condiciones. El predicador está deshauciado en el campo de la mecánica. Cuando algo va mal con su automóvil, todo lo que puede hacer es lenvantar el capó, bajar la cabeza y orar.
   Si alguien objeta que la ley de la compensación no funciona perfectamente en esta vida, estamos de acuerdo. Hay desigualdades e injusticias en esta vida. El último capítulo no ha sido escrito todavia. Cuando Dios descorra la cortina y nos permita ver el mundo más allá, nos daremos cuenta de que los marcadores han sido igualados y que se han vuelto las tornas. Escuchemos a Abraham, por decirle al hombre rico: "Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado"
 ( Lucas 16:25).
    Mientras tanto, es bueno que tengamos un concepto equilibrado de la vida. En vez de concentrarnos en nuestras deficiencias, debemos recordar que Dios nos ha dado algunas cualidades y habilidades que otros que parecen ser más favorables no tienen. Esto evitará que nos sintamos ineptos y envidiosos.
     

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