domingo, 3 de agosto de 2014

Devociones: "Grano de Mostaza".

Las propuestas de Dios siempre tienen su inicio en situaciones frágiles que no dan el más mínimo indicio de lo que ocurrirá: Mateo 13.

     Otra parábola les refirió, diciendo: "El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Esta es, a la verdad, la más pequeña de todas las semillas, pero  cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, de tal maneras que  vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas" (Mateo 13:32).
    Todas estas parábolas comienzan con la misma frase: "el reino de los cielos es semejante a" En cada una de ellas. Cristo quiso ilustrar una verdad diferente, referida al reino que se inaguró cuando él descendió a morar entre los hombres. La parábola del grano de mostaza ilustra el crecimiento de la obra de Dios, la cual comienza con algo tan pequeño e insignificante que prácticamente no es  visible. Más lentamente la semilla comienza a crecer, y de ese diminuto origen de forma el árbol que llega a ser un gigante entre los árboles. De hecho, la parábola describe el crecimiento de la Iglesia. La obra comenzó con un insignificante grupo de hombres en un pequeño país perdido en la inmensidad del imperio Romano.
   El nacimiento de su precursor ocurrió en un sucio y humilde establo, desapercibido por las grandes figuras de aquella época. Formó a doce hombres que mostraban pocas aptitudes para la tarea que les estaba encomendando. Mas antes de partir les mandó que vayan a "todas las naciones", y que lleguen "hasta lo último de la tierra". De esta manera señaló que eventualmente llegaría a existir aquel enorme árbol que le daría refugio a las aves del cielo.
   Notamos en esta parábola que guarda el mismo principio que todos los proyectos de Dios. Cada uno comienza de manera poco prometedora, con una persona a quien se le ha encomendado una visión. A un anciano en Ur le dice que lo convertirá en una gran nación. A un pastor de ovejas en Madián lo llama a sacar a un inmenso pueblo de la esclavitud. A un labrador en Israel lo llama a liberar al pueblo del yugo de los Madianitas. A un ignoardo pastor de ovejas lo nombra el futuro rey de Israel. Es decir, propuestas de Dios siempre tienen su inicio en situaciones frágiles que no dan el más mínimo indicio de lo que ocurrirá en el futuro.
    La clave está en creer la propuesta de Dios, no en evaluar su factibilidad. Muchos de estos hombres respondieron con temor al escuchar lo que el Señor se proponía hacer. Mas él siempre les dijo: "No temas, yo estoy contigo". De esta manera les indicaba que lo imposible se tornaría posible, gracias a la intervención divina en el proyecto. Una persona frágil, titubeante y con poca "aptitud" puede llegar a ser el origen de algo extraordinario en el reino de Dios, si se atreve a creer las alocadas propuestas del Altísimo. Qué privilegio es que él nos incluya en las cosas que bien podría lograr sin nuestra participación.      

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