viernes, 10 de noviembre de 2017

Devociones: "Sustitución".

"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él".
                                      (2 Corintios 5:21)

    La perspectiva modernista de la muerte de Jesús es que murió por nuestros pecados por Su simpatía hacia nosotros. Pero la perspectiva del Nuevo Testamento es que tomó nuestro pecado sobre Sí mismo no por simpatía sino por Su identificación por nosotros. "Por nosotros lo hizo pecado.....". Nuestros pecados son borrados a través de la muerte de Jesús, y la única explicación de Su muerte es Su obediencia a Su Padre, no Su simpatía por nosotros. Somos hechos aceptables delante de Dios no porque hayamos obedecido, no porque hayamos prometido abandonar esto o lo otro, sino debido a la muerte de Cristo, y a ninguna otra razón. Decimos que Jesucristo vino a revelar la paternidad y el amor de Dios, pero el Nuevo Testamento afirma que vino para "quitar el pecado del mundo" (Juan 1:29). Y la revelación de la paternidad de Dios es sólo para aquellos a quienes Jesús ha venido a ser su Salvador. Al hablar al mundo, Jesús jamás se refirió a Sí mismo como Aquel que revelaba al Padre; más bien habló de que era piedra de tropiezo (véase Juan 15:22-24); (Juan 14:9), donde Jesús dijo: "El que me ha visto a mí ha visto al Padre, fue una revelación a Sus discípulos.
     Que Cristo murió por mí y que, por lo tanto, soy totalmente libre de la pena, es algo que no se enseña en el Nuevo Testamento. Lo que sí se enseña en el Nuevo Testamento es que "Él murió por todos" (2 Corintios 5:15), no que "Él murió mi muerte", y que por medio de Su muerte puedo ser liberado del pecado de modo que Su misma justicia me es impartida como un don. La sustitución que se enseña en el Nuevo Testamento es doble: "Al que  no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él". La enseñanza es que no podía ser Cristo por mí a menos que esté decidido que Cristo sea formado en mi (véase Gálatas 4:19).     

No hay comentarios:

Publicar un comentario