domingo, 15 de octubre de 2017

Devociones: "Santificación [Parte I] ".

       "Porque ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación......".
                                         (1 Tesalonicenses 4:3)

    La vertiente de la muerte. En la santificación, Dios ha de tratar con nosotros tanto desde la vertiente de la muerte como desde la vertiente de la vida. La santificación demanda que acudamos al lugar de la muerte, pero muchos de nosotros pasamos tanto tiempo allí que nos volvemos morbosos. Se produce siempre una batalla interior, resistimos con resentimiento las demandas de Cristo. Cuando el Espiritu Santo comienza a mostrarnos lo que significa la santificación, la lucha empieza de inmediato. Jesús dijo: "Si alguno viene a mí, y no aborrece.....aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo"
 (Lucas 14:26).
     En el proceso de santificación, el Espíirtu de Dios me desnudará hasta que no quede nada más que yo mismo, y éste es el lugar de la muerte. ¿Estoy dispuesto a ser yo solo y nada más, a no tener amigos, ni padre, ni hermano, ni intereses propios; simplemente, estoy dispuesto a morir? Ésta es la condición precisa para la santificación. No es sorprendente que Jesús dijese: "No he venido para traer paz, sino espada" (Mateo 10:34). Ahí es donde se entabla la batalla, y donde tantos de nosotros vacilamos. Rehusamos identificarnos con la muerte de Jesucristo en este punto. Decimos: "¡Pero esto no puede ser tan estricto! ¡No puede exigirme esto! ". Nos equivocamos. Nuestro Señor es estricto, y si nos demanda esto. ¿Estoy dispuesto a reducirme a mi mismo a simplemente "yo" ? ¿Estoy  decidido  suficientemente a desnudarme de todo lo que mis amigos piensan de mí, y de todo lo que yo pienso de mi mismo? ¿estoy dispuesto a entregar mi simple y desnudo ser a Dios? Una vez lo esté, Él me santificará, y mi vida se verá libre de cualquier otra cosa que no sea Dios. 
(1 Tesalonicenses 5:23-24).
      Cuando oro "Señor, muestrame qué significa la santificación para mí", Él me lo mostrará. Significa ser identificado con Jesús. La santificación no es algo que Jesús pone en mi---es Él mismo en mí (1 Corintios 1:30).

No hay comentarios:

Publicar un comentario