lunes, 16 de octubre de 2017

Devociones: "Haciéndonos totalmente de Él".

"Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna".
                                         (Santiago 1:4)

    Muchos de nosotros aparentamos una conducta correcta, pero sigue habiendo áreas en nuestra vida en las que somos negligentes y perezosos. No se trata de una cuestión de pecado, sino de los resquicios que quedan en nosotros de la vida carnal, que tiende a hacernos negligentes. La negligencia es un insulto contra  el Espíritu Santo. Deberíamos no ser negligentes y menos en la forma de adorar a Dios, como tampoco en la manera en que comemos y bebemos.
    Ni un solo detalle en nuestras vidas escapa de su observación. Todo permanece bajo Su control. Y si intentamos zafarnos, nos sitúa de nuevo en el punto de partida, hasta que aprendamos la lección, puesto que su propósito es conseguir un producto acabado y perfecto. Puede que el problema surja de nuestra naturaleza impulsiva, que provenga de nuestros pensamientos ociosos y divagantes o que tenga su origen en nuestro sentido de la independencia y egoísmo. Da igual. Dios nos regresa al carril, para que, mediante este proceso, nos hagamos conscientes de aquello que no es correcto en nuestra vida.
     Nuestros estudios sobre la verdad revelada de la redención de Dios han sido maravillosos y nuestros corazones se hallan en plena comunión con Él. Su obra en nosotros nos hace saber que en conjunto estamos en paz con Él. "Tenga la paciencia su obra completa....." El Espiritu Santo, hablando a través del apóstol Santiago, nos dice: "Que vuestra paciencia se convierta en un producto acabado". Cuidémonos pues, de no caer en la negligencia en los pequeños detalles de la vida, diciendo: "Señor, esto no tiene importancia y por ahora voy a dejarlo como está". Sea lo que sea lo que haya que cambiar, Dios nos lo señalará con persistencia hasta que lleguemos a ser totalmente de Él. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario