martes, 3 de octubre de 2017

Devociones: "Fe--no emoción".

                         "Porque por fe andamos, no por vista".
                                                   (2 Corintios 5:7)

      Durante un tiempo, al inicio de nuestra vida cristiana, detectamos el interés que Dios tiene por nosotros, y nos alegramos. Pero a medida que intenta utilizarnos en Su obra, adoptamos una actitud lastimera quejándonos de las pruebas y dificultades que ello comporta. No nos damos cuenta de que Dios quiere a veces que actuemos entre bastidores y no a la luz de las candilejas. A ninguno nos gusta permanecer ocultos espiritualmente si podemos evitarlo. ¿Podemos cumplir con nuestro deber cuando da la sensación de que Dios nos ha cerrado las puertas del cielo? Quisiéramos adoptar el papel de los santos, con halos de oro y resplandores de inspiración, adscritos siempre al coro celestial. Olvidamos que los santos de peana son de poco valor para Dios. Su comportamiento no encaja ni resulta apropiado para la vida cotidiana y su forma de ser se aparta de la de Dios. No estamos en el mundo para vivir flotando como los ángeles, sino para batallar como hombres y mujeres realizando la obra que se nos ha encomendado y resistiendo en la lucha mediante el poder que nos da el haber nacido de lo alto.
    Si intentamos retrotraernos al pasado y sumergirnos en nuestros éxtasis es señal de que no es a Dios a quien anhelamos. Añoramos los momentos excepcionales en que Dios vino y habló con nosotros y pretendemos que lo hará de nuevo. Erramos. Lo que Dios quiere es que aprendamos a "andar por la fe". ¿Nos hemos sentado en mitad del camino diciendo: "No puedo seguir hasta que Dios no se manifieste" ? Es inútil, no lo hará. Debemos ponernos en pie y andar por nuestra cuenta, prescindiendo de cualquier inspiración ni toque repentino de Dios. Entonces es cuando viene la sorpresa y exclamamos: "Él estaba ahí todo el tiempo y no me había dado cuenta". No vivas anhelando estos momentos excepcionales, vienen por sorpresa. Y Dios nunca te los concederá cuando vea que  estás  en peligro de dejarte arrastrar por ellos. Nunca debemos tomar los momentos de éxtasis e inspiración como norma de vida---nuestra norma es el deber cumplido.
    

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