miércoles, 24 de septiembre de 2014

Devociones: "Nuestra fortaleza".

En la crisis tenemos la oportunidad de vernos tal como somos: Proverbios 24:10.

        La situación de crisis, que tanto busca evitar nuestra cultura hedonista, tienen un enorme valor para la persona que busca crecer en su vida espiritual. Nos permiten evaluar el verdadero estado de nuestra reservas espirituales. Todos nos sentimos fuertes y espirituales cuando la vida nos trata bien. En estos momentos, proclamamos nuestra lealtad al Señor y afirmamos nuestro compromiso de vivir conforme a su Palabra. Cuando la tormenta azota, sin embargo, la devoción y el compromiso se esfuman. En su lugar queda la pregunta tan frecuentemente escuchada en boca de cristianos en momentos de dificultad. ¿Porqué a mí?.
      Para la persona que está interesada en ver de transformación en su vida, una condición indispensable para este proceso es la de tomar conciencia de las áreas que necesitan ser tratadas por el Señor.
   Mientras no vivamos situaciones que ponen a prueba nuestra vida, probablemente nos hagamos de una idea errada de nuestra verdadera condición espiritual. No solamente nos convenceremos de la existencia de realidades que no son, sino que tampoco seremos conscientes de la verdadera naturaleza de nuestras debilidades. La crisis le pone fin al engaño de nuestras percepciones. En la crisis tenemos la oportunidad de vernos tal cual somos. Nuestras imperfecciones, nuestra poca madurez, nuestra falta de santidad, todo esto quedará admirablemente revelado.
    Para entender este principio. piense un momento en el apóstol Pedro. En la última cena, afectado profundamente por las fuentes emociones del momento, proclamó confiadamente que daría su vida por Cristo. No dudaba de su devoción, ni de su compromiso. Sin embargo, cuando llegó la prueba, no alcanzó siquiera a confesar con su boca su lealtad al Mesías. ¿Cuál de los dos pedros tenía más potencial para la obra? ¿El primero, o el segundo? El Pedro derrotado había aprendido una valiosísima lección. No podía confiar en su propio entendimiento, ni en su propia evaluación de su pasión espiritual.
    Cómo líderes, esta verdad nos deja dos lecciones importantes. En primer lugar, debamos ser cuidadosos en lo que proclamamos en tiempos de abundancia y bendición. Es fácil sentirse invencible cuando todo está a nuestro favor. En segundo lugar, debemos apreciar más el valor de las situaciones de crisis en nuestras vidas. Nadie disfruta de experimentarlas, pero qué buen fruto pueden dejar en nuestras vidas cuando no intentamos escondernos de ellas.
Para pensar:
Medite en la siguiente observación del conocido consejo cristiano. Larry Crabb: Nuestra teología cobra valor solamente cuando sobrevive a los embates del dolor. Y la teología que es sana nos lleva a través del dolor a una experiencia más plena de Cristo y , por lo tanto, de la esperanza, el amor y el gozo. 

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