martes, 2 de septiembre de 2014

Devociones: "Instrucciones precisas".

La capacidad de discernir dónde se está moviendo Dios en el momento en que actuamos es fundamental: Mateo 9:35, 11:1.

    El capítulo diez de Mateo contiene un detalle de las instrucciones precisas que Jesús le dio a los Doce, antes de enviarlos a una gira ministerial. Del proceso de instrucción podemos aprender varios principios importantes. En los próximos días estaremos reflexionando sobre ellos.
     Debemos primeramente resaltar la importancia de darle instrucciones a las personas que estamos formando. En demasiadas ocasiones dentro de la Iglesia las personas han recibido una responsabilidad en cierto aspecto del ministerio sin que tengan claridad sobre lo que deben hacer. Se toma por sentado que ellos van a saber exactamente cómo deben proceder en el puesto que asumen. La mayoría de las veces, sin embargo, la gente no tiene claridad en cuanto a la función que deben ejercer. Es, por lo tanto, responsabilidad del líder tomarse el tiempo para detallar cuidadosamente lo que se espera de cada obrero. Esto ayudará a que no se produzcan  situaciones de confusión y frustración personal. A la misma vez, el que se haya tomado el tiempo para hablar con ellos acerca de sus responsabilidades proveerá también los elementos necesarios para hacer una evaluación, en el momento indicado, de su desempeño.
     Si se tomó el tiempo de leer el capítulo 10 de Mateo, habrá podido constatar que Jesús no dejó nada librado al azar. La primera consigna tenía que ver con los límites geográficos del ministerio que estaba por emprender. Les dijo: "Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel". Esto nos da una clara indicación de la manera en que funcionan las cosas dentro del reino.
    La estrategia a seguir no es el fruto de una planificación cuidadosa por parte del obrero. No cabe duda de que debemos elaborar estrategias generales, pero a la  hora de emprender una obra las instrucciones más vitales son las que provienen del Padre. Jesús acaba de afirmar que la mies era del Señor. A la luz de esto, lo más sabio es preguntar al Señor  de la mies cuál es el mejor cambio a seguir.
     Las directivas de Jesús revelan cuán fundamental resulta moverse en los lugares que Dios ha indicado. El no estaba diciendo que los samaritanos y los gentiles no eran importantes. Más bien estaba indicando que el momento histórico requería que se diera prioridad a la casa de Israel. Del mismo modo s ele impidió a Pablo pasar por Asia (Hechos 16). El Espíritu no estaba despreciando a los pueblos asiáticos, sino orientando al apóstol en cuanto al lugar donde estaba obrando con mayor intensidad en ese momento. La capacidad de discernir dónde se está moviendo Dios en el momento en que actuamos es fundamental, si es que queremos que nuestra obra completamente lo que él está haciendo.
"Señor, danos esa sensibilidad del mover de tu Espíritu para que nuestro ministerio sea siempre un andar en las obras que tú has preparado de antemano para que andemos en ellas. Son las únicas obras en las que queremos estar involucrados". 

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