jueves, 13 de marzo de 2014

Devociones: "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor....."

"Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo" ( Romanos 10).

       Este versiculo, favorito de muchos, apunta a dos verdades básicas que son  muy difíciles de aceptar por el hombre  caído, la encarnación y la resurrección. No puede haber salvación sin una plena aceptación de estas doctrinas y todo lo que significan.
      Primero debemos confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor, esto es, que aquél que nació en el establo de Belén es ni más ni menos que Dios manifestado en carne . La deidad del Señor Jesús es la piedra angular donde se apoya todo el plan de la salvación.
     Segundo, es vital que creamos en nuestro corazón que Dios lo levantó de los muertos, si bien esto significa más que el simple hecho de la resurrección. Esto incluye que el Señor Jesús murió en la cru<z como nuestro Sustituto. Pagó la pena que nuestros pecados merecian. Soportó la ira Dios que debimos haber sufrido eternamente por último, lo levantó de la muerte al tercer dia, como prueba de la entera satisfación de Dios con el sacrificio de Cristo por nuestros pecados.
     Cuando  le recibimos como Señor y Salvador, la Biblia asegura que somos salvos. Pero  alguien podria preguntar: "¿Por qué se ha de confesar antes creer? ¿No creemos primero y luego confesamos?".
     En el versiculo 9 Pablo enfatiza la encarnación y la resurrección, y nos da el orden histórico en que ocurrieron, la encarnación primero y la resurrección treinta y tres años más tarde.
      En el versiculo siguiente se señala que creer va antes que confesar. "Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación". Aquí el orden es el que tiene lugar cuando nacemos de nuevo. Primero, confesamos en el Salvador para ser justificados, y luego confesamos la salvacion que hemos ya recibido.
     Es tal naturalidad, sencillez y candor con que nuestro versiculo enseña esta asombrosa verdad que los niños cantan libremente:

                                     Romanos diez, nueve
                                   Es mi versiculo preferido;
                               Confesando a Cristo como Señor,
                                  Soy salvo por gracia divina; 
                          Porque tres son las palabras de la promesa
                                Que en letras doradas brillan:
                                      Romanos diez, nueve. 

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