viernes, 7 de marzo de 2014

Devociones: "....no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro"

"....no queráis que os llamen Rabi; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hemanos. Y no llaméis  padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo" ( Mateo 23:8-10).

      El Señor Jesús advirtió a sus discipulos contra el uso de titulos ostentosos que alimentan al ego y ponen al yo en el lugar de la Trinidad.
    Dios es nuestro Padre. Cristo es nuestro Señor y el Espiritu Santo es nuestro Maestro. No debemos apropiarnos esos titulos emn la Iglesia. En el mundo, por supuesto tenemos un padre terrenal, en el trabajo estamos bajo la autoridad de jefes o patrones, y en la escuela aprendemos bajo  la tutela de maestros. Pero espiritualmente hablando, los mienbros de la Deidad desempeñan esas posiciones, y como tales, sólo ellos deben ser honrados.
     Dios es nuestro Padre en el sentido que es el Dador de la vida. Cristo es nuestro Señor porque le pertenecemos y estamos sujetos a Su dirección. El Espiritu Santo es nuestro Maestro porque es el autor e intérprete d ela Escritura y toda nuestra enseñanza debe ser dirigida por Él. 
    Qué extraño, pues, que las Iglesias conserven titulos honorificos tal como si Cristo nunca hubiera prohibido su uso. Sacerdotes y ministros se hacen llamar todavia "padres" y se refieren algunas veces a ellos como Dómine, que significa Señor. Los clérigos utilizan regularmente el titulo "Reverendo", que significa "temible", y es una palabra que la Biblia emplea en exclusiva para Dios. (ver Salmo 111:9 "santo y temible es su nombre"). El titulo "Doctor" viene del Latín docere, que significa enseñar. De modo que doctor significa maestro. Los rangos, merecidos u honorificos, provienen de situaciones académicas que la mayoria de las veces son hospitales para apestados de infidelidad en vez de baluartes de la fe cristiana. Sin embargo, cuando un hombre es presentado en la asamblea como "Doctor", lo que se quiere implicar es que sus palabras tienen peso y autoridad a causa de su grado académico. Esto, desde luego, es una frivoridad y está completamente injustificado. Un basurero cheposo, lleno del Espiritu Santo, puede hablar mejor y con más veracidad como un aráculo de Dios.
     Hay lugar para los títulos en el mundo secular. El principio que se asplica en esa esfera es: "pagad a todos los que debéis....al que respeto, respeto; al que honra, honra" (Romanos 13:7). Pero el principìo que se aplica en la asamblea está establecido por el Señor con las palabras: "todos vosotros sois hermanos" (Mateo 23:8).    

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