miércoles, 29 de mayo de 2019

Devocionesa: "Mister Universo".

      "Confiaste en tu hermosura y te prostituiste a causa de tu fama".
                                        (Ezequiel 16:15)

     Creo que el fútbolista que más veces ha sido internacional en una selección en todo el mundo. Se trata de HECTOR CHUMPITAZ. Desde 1963 hasta el 1982 jugó ¡TODOS! los partidos del equipo nacional peruano......en total más de 150.
     ¡Y eso que decían que su apariencia no daba para mucho!.
     Ser más bonito, estar en forma, no tener un gramo de grasa....son cosas que no son  malas en sí, pero que se han convertido casi en los "dioses" del día de hoy. Gente que gasta millones de pesetas en aparentar más joven, más guapo/a más fuerte mientras su interés está vacío.
    Incluso en la sociedad, la gente sólo aprecia aquello que es agradable. Vivimos en los tiempos de las "mister". Si tienes una buena apariencia, ya te has ganado a toda la gente. Si no eres muy favorecido, o has llegado de los últimos en el reparto de "caras", ni siquiera tus amigos te aprecian. Nuestra sociedad es cruel porque sólo se fija en la apariencia. Ese es el secreto de que haya millones de gimnasios en todo el mundo (y muchas más, clínicas de belleza). No importa lo que otro sea, con tal de que la apariencia sea buena......todo está arreglado.
    Esta forma de ver las cosas no es tan moderna como muchos creen. Hoy hemos leído la historia del hijo de un rey, que se tenía muy creído eso de ser más guapo e inteligente que nadíe. ¡Más que su propio padre desde luego! No digamos nada de hablar de sabiduría: no se encontraba nadíe tan sabío como absalón . Por lo menos eso era lo que él pensaba. Ya sabes cómo terminó la historia: una de sus fuerzas de belleza, su cabello largo, ocasionó su muerte al quedarse enredado en un árbol. Todo el que confía en sí mismo tiene un futuro muy corto.
     Es uno de los más grandes peligros del hombre y la mujer de hoy: el orgullo. Muchísimos cristianos viven  derrotados por este enemigo: hablan sólos de sí mismos, de sus estudios, de su trabajo, de lo que ellos hacen.....incluso de su ¡relación con Dios! eso sí, lo hacen muy "humildemente". No pueden hablar dos minutos con ellos sin que te hablen de lo que ellos hacen. Y, por supuesto, ¡no se te ocurra corregir nada! ellos lo hacen todo a la perfección. No comprenden cómo los demás no se dan cuenta: ¡ellos siempre tienen razón!.
    "Ellos" ¿Estás seguro de que son ellos? Una señal de orgullo es aplicar todas las enseñanzas a los demás y ninguna a nosotros mismos. Dios nos advierte del peligro de confiar en nuestra hermosura (sea de la clase que sea) y nuestra fama. No puede llevar a la destrucción, más pronto de lo que creemos.

                     Aparentar no es más que sacar a pasear nuestro orgullo.

     Dios y Padre Mío, enséñame a no confíar en mí mismo. Quiero aprender a escuchar a los demás y ser enseñado por ellos. Quiero aprender a escucharte a Tí y ser enseñado por Tí.  

               

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