sábado, 11 de mayo de 2019

Devociones: "¡Agarrame que lo mato! ".

                                "Airáos, pero no pequéis".
                                         (Efesios 4:26)

    GEORGE GERVIN fue cuatro veces máximo anotador en la NBA (1978-79, 80 y 82) y mejor jugador del ALL STARS (partido de los mejores jugadores de la liga en el año 1980. Nueve temporadas jugando en el San Antonio Spurs. Cuando estaba en la Universidad fue seleccionado para participar en la Olimpiada de MUNICH 1972, pero se peleó en un partido con otro jugador, siendo descalificado en la Universidad para siempre. Años más tarde, pudo entrar en los profesionales, casi de milagro, puesto que todos ya se habían olvidado de él. Todo por una sola pelea.
    Muchas veces estamos a punto de explotar. Alguien ha hecho alguna "animalada" (o por lo menos nosotros pensamos que lo ha hecho) y enseguida queremos que pague su osadía. Somos muy dados a enfadarnos y a hacerlo con mucha rapidez. Vidas enteras se han perdido y, lo que es más triste, personas han muerto por culpa de una pequeñez, un insulto o un enfado que ha desatado la violencia. Enfadarse o no enfadarse, ese es el dilema.
     Es muy dificil convencer a las personas de que responder con la misma moneda cuando nos atacan, casi nunca es la solución. Lo único que se logra es desatar la violencia y la venganza, y Dios dice que violencia y venganza son pecado. La violencia no puede resolver un conflicto ocasionado por otra violencia, lo único que hace la violencia es aumentar el "climax", de manera que, como un fuego incontrolado, se extiende y alcanza a culpables e inocentes. No, la violencia nunca es la respuesta adecuada, la violencia nunca es la solución.
      En la Biblia se nos dice que el fruto del Espíritu está compuesto por dominio propio. Una persona tiene dominio propio cuando sabe esperar y no responder con violencia. La historia de la humanidad nos muestra cientos ejemplos de personas con dominio propio que fueron tan valientes que supieron no responder con mal a un atraque violento. Dios dice que podemos airarnos, tomar posiciones en cuanto a cosas que están mal, hablar y decir claramente cuáles son las situaciones que destruyen al hombre.....pero nunca, nunca, nunca,. pecar.
      Dios no dice que no podamos tener un carácter fuerte. Dios no nos prohibe saber y decir lo que pensamos, si no herimos a otro. Dios no piensa que podamos estar siempre tranquilos y que nuestro espiritu ni se preocupe de las maldades que existen en el mundo. No, Dios espera que seamos fuertes y el maligno tema nuestras palabras y nuestros hechos.....pero Dios espera también que nunca hagamos cosas de las que después tengamos que arrepentirnos. El Espiritu de Dios es de dominio propio, y nosotros demostramos que somos hijos de Dios cuando ese dominio propio gobierna nuestro ser. No lo olvides, responder con violencia nunca es la solución.

                 Violencia + Violencia = Destrucción y más violencia.

    Señor, lléname de tu Espiritu. Que Él me controle para que pueda tener más dominio propio.  
 

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