Devociones: "Rumbo a lo desconocido".

"Destruimos las acusaciones y toda altanería que pretende impedir que se conozca a Dios".
                                         (2 Corintios 10:5)

   Uno e los deportes más apasionantes y arriesgados es el automovilismo y dentro del automovilismo, los rallys. Muchos de ellos son muy famosos: el Rally de Montecarlo; el de los mis lagos; el París-Dakar.....El equipo campeón del mundo en el año 1990, fue el campeonato por SAINZ y el gallego LUIS MOYA. Luis Moya es el copiloto y como tal, tiene a su cargo alguno de los trabajos más importantes en el desarrollo de un rally, como puede ser el reconocimiento previo del terreno. En algunos Rallys se corren tramos desconocidos, de esta manera se prueba la capacidad de piloto y copiloto para vencer carreras y situaciones inesperadas.
    Muchas veces cuando hablamos con la gente, no conocemos lo que nos van a decir; las preguntas que van a hacernos. Son tramos desconocidos en nuestro "rallys". Es por eso que Dios nos dice que debemos estar preparados para quien nos pida razones de nuestra fe. ¿Quiere esto decir, que a partir de ahora vamos a estudiar todas las objeciones que nos puedan poner? No, porque eso sería imposible. La única manera de estar bien preparado, es conocer lo mejor posible la Palabra de Dios. ¿Como? de una manera muy simple: memorizando versículos.....Piensa que reteniendo un versículo en tu mente cada día (algo muy sencillo, no te llevará más de cinco minutos) al cavo de 40 años llegarás a conocer ¡TODA LA BIBLIA!.
    Puedes preguntarte ¿qué importancia tiene memorizar la Palabra de Dios? Voy a mencionar sólo un par de cosas: en todas las pruebas, tentaciones, situaciones difíciles, tomas las decisiones, comportamiento, etc. El Espíritu de Dios traerá a tu mente el texto apropiado, porque ANTES tú lo habías puesto en tu  corazón. Si quieres conocer más razones, estudia el (Salmo 119), está lleno de ellas.
    ¿Cómo memorizar? muy sencillo también:
    1- Agrupa los versículos por temas y haz tu propio fichero.
    2- Aplica en situaciones concretas cada uno de los versículos.
    3- Tu objetivo es aprender UNO POR DIA.
    4- Anota los versículos y las situaciones diferentes en los que Dios te ha bendecido por medio de ellos.
    ¿Sientes miedo, temor, pánico cuando tienes que hablar del evangelio? ¿Te tiemblan las piernas ante situaciones que no conoces? ¿Eres tan débil como para caer en cualquier tentación? ¡Deja de preocuparte! lo único que tienes que hacer es PREPARARTE ANTES. Por muy desconocido que sea el tramo que tienes por delante. Dios te ayudará por medio de su Palabra.

    La mejor manera de hablar es que Dios hable por medio de nosotros.

  Señor, enséñame a tener tu Palabra en mi corazón y mi mente, y a ponerla en práctica siempre.