viernes, 22 de enero de 2016

Devociones: "No cuestiones a Dios".

"Yo soy el Dios todopoderoso; tú me criticaste y desafiaste, ahora respóndeme. Y Job le respondió: "¿Qué podría responderte si soy tan poca cosa? Ya he hablado más de la cuenta, y no voy a insistir. Prefiero quedarme callado".
                                      (Job 40:1-5)

     A mí me pasa, no se a ustedes, pero en momentos en los que no veo claro algunas situaciones y en donde pareciera que las cosas se me escapan de las manos, he cuestionado a Dios.

   ¿Cuántos le hemos preguntado a Dios el porqué de alguna situación?

    Yo reconozco que en ocasiones he cuestionado a Dios, preguntándole porque permite eso o aquello, porque me pasa esto o lo otro, porque no me está yendo bien o por lo menos como yo quisiera y tantas preguntas parecidas.
     La verdad es que somos así, cuestionamos por todo, queremos saber todo, queremos entender todo, pero la verdad es que hay cosas que no entenderemos, hasta que Dios escriba el capítulo para el cual todo lo que anteriormente has pasado, tenga un sentido.
     La mayoría de nosotros queremos conocer el final de la historia, sin antes pasar por el inicio o por la mitad de la historia o por las tres cuartas partes de la historia. Pero para hallarle sentido a toda la historia tendremos que iniciarla, vivirla y terminarla, para que luego comprendamos el objetivo que llevaba todo esto.
    Las últimas semanas había estado pasando por situaciones incomprensibles, situaciones que aunque ya no quisiera me robaban la paz. Cosas que no entendía y que venían una tras otra, parecía que todos los males que no me habían venido en toda mi vida, me comenzaron a venir en un solo paquete.
     Yo soy una persona común como cualquier otro, no tengo una súper ultra fe que me permita siempre creer en que todo estará bien, no, también paso por mis momentos en los que me pregunto cómo me irá, como terminará la historia o las que pienso que no podré hacer nada por cambiar los resultados que estoy obteniendo.
     Sin embargo, a pesar que mi poca fe muchas veces me hace dudar, después de unos cuántos minutos, siempre llego a la misma conclusión: "Dios cuida de mi, Él tiene todo en control, solo debo de confiar y descansar en Él". 
    A veces tardo más en cuestionar las cosas que me están pasando, que en llegar y pedirle perdón a Dios y decirle: "No importa lo que pase, mi confianza esta en ti".
    Y es que no vamos a negar que todos nosotros tenemos momentos como esos, momentos impulsivos al ver los resultados que estamos viviendo, que nos hace pensar sobre: ¿Dónde está Dios en medio de todo esto?.
     Y es que a veces también tratamos a Dios, como si Él estuviera obligado a que todo en la vida nos vaya bien o que no tendría que venir ningún problema sobre nuestra vida, o que todo tiene que ser perfecto.
     Pero yo te pregunto: ¿Cuál ha sido el resultado después de pasar unas experiencias difíciles y en donde Dios te ha ayudado?, seguramente el resultado ha sido: Madurez espíritual y sobre todo, tu FE se ha fortalecido más.
     Y es que viviendo esos momentos es en donde realmente ponemos en práctica lo que gritamos a los cuatro vientos, es allí en esos momentos de dificultad en donde realmente demostraremos quienes somos en el Señor.
     A pesar que estas últimas semanas personalmente habían sido muy difíciles he visto la MANO MILAGROSA DE DIOS en todo, me sorprende la forma como Él actúa, pero sobre todo, me sorprende saber que Dios puede utilizar cualquier medio o cualquier persona independientemente si creen o no en los propósitos perfectos de Dios, para bendecir nuestra vida.
     He llorado viendo como Dios hace cosas maravillosas, ver como lo que se considera perdido, es rescatado, ver como lo que para mí no tiene solución, Él le da una  solución y mejor de lo que yo pensé.
     ¿Sabes?, a pesar que en ocasión me pregunto el porqué de esto o de aquello, dentro de mi corazón siempre existe algo que siempre me dice: "Ya veras, al final todo terminará bien".
      Estoy seguro que eso que me hace tranquilizarme en los momentos en donde más mal me siento, es el Espíritu Santo de Dios, recordándome lo mucho que valgo para Dios y lo perfecto que es Él para actuar en nuestras vidas. 
      Hoy mientras venía a la oficina en mi vehículo, mis lágrimas salían de mis ojos, no porque me sintiera triste o mal, sino porque una vez más Dios hace algo en mi vida de lo cual yo quizá había cuestionado. Me quebranta su presencia, y sobre todo el hecho de que a pesar de ver su mano poderosa en muchas ocasiones, aun a veces sigo dudando en las situaciones que en el futuro vendrán, pero Él siempre me sorprende.
     Querido amigo/a, no sé qué momento estés pasando en estos días, quizá has cuestionado todo lo que has estado viviendo, no le encuentras un sentido, y tras una situación dificil viene otra; mas con toda convicción yo te puedo decir: "¡Tranquilo, tranquila, Dios te va a sorprender! ".
     No cuestiones, porque al final terminarás diciendo: "Señor, tú lo tenías todo escrito".
    Estoy seguro que Dios te sorprenderá en estos días, solamente sigue  creyendo y sigue confiando, aun cuando haya poca fe, esa poca fe, alcanzará para ver unos extraordinarios en tu vida y cuando eso ocurra, esa poca fe, será fortalecida y dará a luz a muchas bendiciones.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario