jueves, 3 de diciembre de 2015

Devociones: "La bendición del Quebrantamiento".

Hace poco escuche de una joven la cual desde pequeña, Dios tiene un propósito con ella y ha sido escogida con un ministerio poderoso. Sin embargo, esta joven no ha atendido a la voz de su Creador y por el contrario su corazón se ha endurecido. De aquella joven sencilla y humilde queda muy poco pues ella se ha integrado a un modo de vida donde los amigos, bebida, el baile,y el "happy hour"
son la orden de los fines de semana. Pero Dios tiene sus modos de llamarnos la atención,de tocar la fibra de nuestro corazón, y ese modo se llama: quebrantamiento.
    Nuestro Padre celestial tiene sus propias herramientas para llevarnos al quebrantamiento. Primero Dios trabaja con el ser humano susurrándole a su corazón. Su gentil y tierna voz nos hable una y otra vez para producir en nosotros un quebrantamiento voluntarío. El toca a la puerta y llama; el Señor es todo un caballero. El utiliza todos sus recursos desde la Palabra, los sueños, los familiares, los amigos y en última instancia: la reprensión. De este modo podemos obtener pérdidas económicas,perdida de la salud,perdida de relaciones con amistades y nuestra alma se hunde en un profundo dolor; en  este proceso Dios utiliza eventos y circunstancias para llamar nuestra atención.
    Cuando Dios toca el corazón es necesaria una atención y una atención y una actitud inmediata. "Si alguno oye mi voz y abre la puerta....." En ocasiones pensamos que somos autosuficientes, muchos entienden que su seguridad se basa en los bienes que poseen; pero cuan equivocados estamos si ese es nuestro pensar. En cierta ocasión. Jesús relato la historia de un hombre que todo lo tenía, era rico y seguía acumulando riquezas. Llegó un día en el cual vinieron a pedir su alma, y su terrible destino fue estar alejado de Dios y de su amor para siempre.
    Para experimentar la bendición de Dios debemos ser quebrantados. Jesús también experimentó el quebranto "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos". (Isaías 53:3). En otras palabras, podemos estar seguros de que todo lo que sucede en nuestra vida ha de ser para nuestra edificación; Dios ha de valerse de circunstancias dolorosas para crear carácter en nuestra vida. En el proceso del quebrantamiento Dios nos ha de ir construyendo día a día; el sufrimiento, las perdidas, la escasez, la demolición, y todo tipo de adversidad nos hará fuertes ante las circunstancias de la vida y con toda certidumbre podremos decir como el apóstol: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe" (2 Timoteo 4:7).

                ¡ALGO MEJOR HAY DESPUÉS DEL TIEMPO DIFÍCIL! 

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