jueves, 24 de enero de 2019

Devociones: "El rostro de la alegría".

                             "La luz de los justos se alegrará".
                                       (Proverbios 13:9)
"En quien (Jesús) creyendo.....os alegráis con gozo inefable y glorioso".
                                          (1 Pedro 1:8)

    Desde su nacimiento, el cristianismo es la proclamación del gozo. "Os doy nuevas de gran gozo.....que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor", dijo el ángel a los pastores, anunciándoles el nacimiento de Cristo (Lucas 2:10-11).
     A lo largo de los evangelios también  se menciona el gozo: Zaqueo "descendió aprisa, y le recibió gozoso" (Lucas 19:6). Es el gozo de haber encontrado al Señor, de sentir el amor de Dios, ese amor que transforma la vida y trae la salvación.
    La mañana de la resurrección, varías mujeres fueron a la tumba donde había sido puesto el cuerpo del Señor Jesús. Allí un ángel les hizo el sorprendente anuncio de la resurrección del Señor, y ellas, "con temor y gran gozo", corrieron a dar la feliz noticia a los discípulos (Mateo 28:8).
    Antes de su ascensión, Jesús prometió a sus discípulos su presencia espiritual con ellos: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). En adelante, por la fe conservarían el precioso recuerdo de la persona de Cristo resucitado, después de los terribles sufrimientos de la crucifisión. ¡Qué gozo! Gozo por la liberación, gozo por el amor que venció el mal, al pecado y a la muerte.
   El evangelio de Lucas termina mencionando este gozo, después de la ascensión del Cristo resucitado: los discípulos "volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios" 
(Lucas 24:52-53). 

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