domingo, 26 de agosto de 2018

Devociones: "En plena luz".

"La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz".
                                                (Juan 3:19-21)

     "Dios es luz" (1 Juan 1:5). Dios es Santo, puro, sin mancha, glorioso. Cuando actúa se da a conocer, atrae, vivifica, purifica, alumbra, guarda, alegra, anima....Recibe el nombre de "Padre de las luces" (Santiago 1:17); "habita en luz inaccesible" (1 Timoteo 6:16); "se cubre de luz como de vestidura" (Salmo 104:2).
     Jesús es la luz verdadera, que al venir al mundo, alumbra a todo hombre
 (Juan 1:9).
   La Biblia, la Palabra de Dios, es comparada a una lámpara (Salmo 119:105). Ella ilumina y comunica a los hombres el pensamiento de Dios. Nos muestra quién es él, quienes somos nosotros y cómo quiere que vivamos.
   El hombre que vive sin Dios está en tinieblas. En la Biblia, las tinieblas son más que la ausencia de la luz, son sinónimo de desgracia, de astucia, de duelo, de duda y de ignorancia, pues representan en general todo lo que está lejos de Dios.
   ¿Cómo se puede salir de esta oscuridad y de la perspectiva horrorosa de estar en las "tinieblas de afuera" de las que habla Jesús, cuando dice: "Allí será el lloro y el crujir de dientes"? (Mateo 8:12). Aceptando a Jesús como nuestro salvador, por la fe, reconociendo que es el Hijo de Dios, quien vino para ser condenado en nuestro lugar. Entonces podremos volvernos "de las tinieblas a la luz" (Hebreos 28:18), y andar "en luz" (1 Juan 1:7), en la senda de los justos, que es "como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto" (Proverbios 4:18).  

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