jueves, 16 de agosto de 2018

Devociones: "En esto consiste el amor: no que que nosotros hallamos.....".

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hallamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados".
                                                   (1 Juan 4:10)

     El amor es esa cualidad de Dios que le hace prodigar ilimitadamente Su afecto a los demás. Este amor se manifiesta dando buenas dávidas y dones perfectos a los que ama.
     He aquí algunos versículos de los miles que hablan de ese amor: "Con amor eterno te he amado; por tanto te prolongué mi misericordia (Jeremías 31:3). "Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). "Pero Dios , que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó....." (Efesios 2:4). Y, por supuesto, el más conocido de todos: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" 
(Juan 3:16).
        Cuando Juan  dice que "Dios es amor" (1 Juan 4:8), es importante ver que él no está definiendo a Dios, sino insistiendo en que el amor es uno de los elementos claves de la naturaleza divina. No adoramos al amor, sino al Dios de amor.
     Su amor no tuvo principio y tampoco tendrá fin. Es ilimitado en sus dimensiones, absolutamente puro y sin mancha de egoísmo o cualquier otro pecado. Es sacrificado y nunca repara en el coste. Busca solamente el bienestar de los demás, y no espera nada a cambio. Tiende su mano al agradable y al repugnante, al enemigo y al amigo. Este amor no se da como premio a las virtudes de aquellos que lo reciben; viene solamente de la bondad del Dador.
     Las implicaciones  prácticas de esta sublime verdad son evidentes: "Sed, pues, imitadores de Dios" dijo Pablo: "como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros" (Efesios 5:1-2a). Nuestro amor debe ascender al Señor, fluir a nuestros hermanos, y extenderse al mundo perdido.
     La contemplación de Su amor debe inspirar también la adoración más profunda. Cuando caemos a Sus pies, debemos decir repetidamente:

                                   ¿Cómo puedes amarme como me amas
                                                 Y ser el Dios que eres? 
                                               Oscuridad es a mi razón
                                                  Pero sol a mi corazón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario