sábado, 26 de septiembre de 2015

Devociones:"Manos vacías, pero corazón sincero".

"Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré vendré, y me presentaré delante de Dios? ".
                                        (Salmos 42:2)

     ¿Has llegado a un momento en tu vida en donde por alguna razón  le estas pidiendo algo a Dios y al reflexionar sobre tu vida te das cuenta que tú no le estas dando nada a Él?.
    La mayoría de nosotros tenemos grandes necesidades que por cierto esperamos que Dios pueda suplir, somos muy buenos para pedir, perto muy malos para dar.
    Por una parte queremos que Dios nos de todo lo que pidamos, pero por otra parte nosotros no queremos dar a Él, exigimos, pero no nos exigimos a nosotros mismos para vivir una vida más agradable a Dios.
   A veces hasta llego a sentir un poco de vergüenza al pedirle a Dios algo y al mismo tiempo darme cuenta que yo no le estoy dando nada a Él.
   ¿Qué podemos darle a Dios que él no tenga?, hablando en sentido material, nada, pero más allá de lo material podemos darle a Dios nuestro corazón, nuestra sincera intención de vivir para Él, de servirle, de ayudar a otros a encontrar este camino que nosotros ya encontramos.
    A veces me veo delante de Dios con manos vacías, sin nada que poder dar, pero sí mucho que exigir que Él me de, entonces, es allí en donde me veo en la urgente necesidad de sincerarme delante de Dios, reconocer mi falta de pasión por vivir conforme a su voluntad o de mejorar aquellas áreas de mi vida quemuy bien sé que tengo que mejorar.
    Quizá los últimos pidiendo con urgencia algo a Dios, quizá anhelas que pueda responderte a la mayor brevedad, sin embargo hay en tu vida muchas cosas que debes mejorar, pero que por alguna razón no has hecho nada por hacerlo, es allí en donde debes reflexionar lo mucho que quieres que Dios responda, pero al mismo tiempo lo poco que estás dando de ti para que Él se perfeccione en tu vida.
   Cuando nosotros tratamos de darle a Dios lo mejor de nosotros, Él nos responde con lo mejor para nosotros.

¿Presentemos delante de Él con un corazón sincero y transparente!

"Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de tí, y esperaré".
                                         (Salmo 5:3)   

No hay comentarios:

Publicar un comentario