miércoles, 18 de septiembre de 2019

Devociones: "¡No compares! ".

"¿Por qué  menosprecias a tu hermano? todos compadeceremos ante el tribunal de Cristo".
                                            (Romanos 14:10)

    Ya sabéis que en la NBA, los números de los jugadores importantes en la historia de un equipo, se retiran  y nadie más puede utilizarlos. El número 19 de los Boston Celtics está retirado de memoria de DON NELSON: 11 años en el campo y 5 veces campeón de la NBA. Lo más  curioso del caso de Don (hoy uno de los mejores entrenadores de la propia NBA.) es que casi nunca fue titular del equipo. Era un reserva de lujo.
    Vivimos en la época de la comparación. Todo se mueve en base a "ser mejor o peor que". Cada producto es examinado en su precio, su calidad y sus prestaciones para saber si es mejor que aquel otro. Desde niños aprendemos a decir cosas como  aquello de que "mi padre es más fuerte que el tuyo" o "nuestro coche corre más rápido que el vuestro"....Nos gusta ser los mejores en todo; y el peligro aparece cuando menospreciamos a la gente que nos rodea porque "no tienen" o "no saben".
    Dios nos enseña que nunca debemos menospreciar a nadie. Todos somos útiles e importantes: de la misma manera que un buen reserva puede cambiar el trascurso de un partido, así, alguien a quien creemos "inferior", puede ser trascendental en muchos momentos de nuestra vida. Esa  es una de las razones por las que "las comparaciones son odiosas". Algunas otras son:
        1-. Nadíe ha tenido igualdad de oportunidades a lo largo de su vida.
        2-. Las circunstancias de cada persona son diferentes.
        3-. Las comparaciones siempre llevan el menosprecio de uno  de los  comparados.
        4-. Las comparaciones aumentan la crueldad de la gente.
        5-. No existen verdaderas razones para comprar lo que a nosotros nos parece mejor, puede estar equivocado.
        6-. Las comparaciones alimentan el orgullo del que sale "mejor favorecido".
        7-. No tenemos ningún derecho a juzgar la vida de otro persona.
        8-. Las comparaciones tienden a "justificar al superior" bajo el argumento de que no--soy--tan--malo--como.
        9-. Dios no admite discriminaciones.
      No cierres la lista. Seguro  que hay muchas otras razones que puedes añadir, además todos compadeceremos ante el tribunal de Cristo, y entonces nuestro servicio a Dios va a ser juzgado. No importa si somos titulares o reservas.

     Cuando piensas o hables con alguna persona, por favor, ¡no compares!.

 Señor, enséñame a ser humilde y a no menospreciar a nadie. Enséñame a no compararme con otros, sino trabajar para Tí y ayudar a los demás.         

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