viernes, 23 de agosto de 2019

Devociones: "En mi tristeza estás tú".

                         "¿Un hombre como yo, ha de huir".
                                        (Nehemias 6:11)

    Sólo un atleta logró ganar la medalla de oro en su categoría en cuatro JJ.OO. consecutivos, fue AL OERTER , el lanzador de disco. Antes de los JJ.Oo. de México 1968. Al sufrió una lesión en la columna vertebral que le impedia por completo ningún lanzamiento. El no se resignó, y permaneció encerrado por horas enteras en un féretro de hielo sin poder entrenar. El día de la prueba, falló sus cuatro primeros lanzamientos debido  al fuerte dolor que sentía. El quinto lanzamiento logró colocar el disco más allá de los 61 metros pero con tal dolor , que ya no pudo tirar el sexto. No le hizo falta, nadíe fue más lejos que él, y logró la medalla de oro.
    Muchas veces hablamos del sufrimiento. Muchas veces nos preguntamos la razón por la que nos  ocurre a nosotros ciertas cosas, y muchas veces nos desesperamos. ¿Sabes? No existe otro momento mejor para ver a un hombre, a una mujer de Dios, que cuando sufre. Muchos huyen del sufrimiento, otros gritan contra Dios y contra sus semejantes, algunos más, lo único que les interesa es encontrar el culpable de su situación....Pero los hijos de Dios reaccionamos de una manera diferente. Sí, sufrimos tanto o más que cualquier otro, pero no huimos por muy difícil que sea la situación. Dios siempre nos da fuerzas para un "lanzamiento" más.
    Porque ésa es nuestra seguridad. Aunque el día pierda todo su resplandor, y la noche venga a sembrar temor, aunque las dudas conquisten nuestro corazón y nuestra gente nos desprecie sabemos que en nuestra tristeza está Dios. Sí, nada cambia la certeza de que Dios está a nuestro lado. Siempre, sin excepciones.
    Hemos aprendido a hacer todo por Él, a pesar de los sufrimientos. Hemos aprendido a amar a los demás a pesar de las burlas y los desprecios. ¡Y tiene que ser así! ¿Podemos servir a Jesús sin cicatrices ni heridas? Si Él las tiene y es nuestro maestro, ¿cómo no vamos a tenerlas nosotros? Si Él sufrió el desprecio, el mal, la tristeza, el dolor, la soledad ¿cómo podemos vivir nosotros sin saber lo que eso significa? ¿Cómo podemos decirle a la gente que somos sus seguidores, si no hemos probado nada de lo que Él llevó por amor a nosotros?.
    No necesitas huir del dolor, del sufrimiento, de la tristeza. Simplemente recuerda que sea cual sea tu situación, Dios está contigo, y Él conoce tu mismo dolor, tu mismo sufrimiento, tu misma tristeza.

           No hay tristeza, dolor o sufrimiento que Dios no conozca. 

   Padre mío, sabes por qué estoy así.....sabes el motivo de mi tristeza.....¡No quiero escapar! Sé que estás conmigo y que Tú tienes el control de todas las cosas. Gracias. 

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