jueves, 19 de noviembre de 2015

Devociones:"Tengo sed".

A veces pareciera que estamos en una sequía muy profunda, esas etapas de crisis en donde las cosas se ponen difíciles y en donde una profunda sed se apodera de nuestra vida.
    Todos sabemos que no podemos vivir sin el agua, un líquido tan vital para la vida del hombre, eso quiere decir que en donde falta agua, también faltará la vida.
    Y es que a veces pareciera que vamos en un desierto interminable en donde el sol, la arena y la desesperación de nunca llegar a nuestro destino hacen que esa sed que sentimos se vuelva insoportable.
    Sin embargo en medio de lo insoportable del desierto y a pesar de nuestras quejas constantes por encontrarnos en ese lugar, Dios usa su creatividad infinita para darnos de beber, lo hizo en el desierto con el Pueblo de Israel cuando estos tenían mucha sed y no había agua: "Tu y Aarón tomen la vara y reúnan a toda la comunidad. En presencia de todo el pueblo, háblale a la roca y de ella brotará agua. De la roca proveerás suficiente agua para satisfacer a toda la comunidad y a sus animales" (Números 20:8).
   A pesar de que Moisés no siguió las instrucciones exactas dadas por Dios. Él hizo que de la roca saliera agua y que todos bebieran: "Enseguida Moisés levantó su mano y golpeó la roca dos veces con la vara y el agua brotó a chorros. Así que toda la comunidad y sus animales bebieron hasta saciarse" (Números 20:11).
    Es que Dios no se olvida de su pueblo, a pesar de los reclamos, a pesar de no seguir instrucciones, Dios puede hacer que de una roca salga agua para que bebamos y nos saciemos.
   Después de una enorme batalla Sansón sintió una sed tan profunda que pensaba que podía causarle la muerte, seguramente era una sed insoportable y sumado al cansancio de la lucha seguramente sus palabras eran literalmente lo que sentía.
   Pueda que vienes de luchar una de las batallas más duras que has enfrentado, quizá las fuerzas se te han agotado por completo y una enorme sed de justicia se ha apoderado de tu vida, sin embargo tienes que saber que Dios nunca ha dejado de estar pendiente de ti y de tus cosas, que Él no tendrá al justo por injusto, ni al injusto por justo, Dios te dará de beber agua de tranquilidad, esa que te hará estar seguro que Él se encargará de todo y que  el resultado será satisfactorio.
     No importa lo difícil del desierto, ni lo dura que haya sido la batalla, ni mucho menos la enorme sed que en este momento tengas en tu vida. Dios utilizara su creatividad divina e infinita para darte de beber esa agua que da vida, que renueva, que fortalece y que da confianza, solamente. No te rindas.

                                          ¡DIOS TE DARÁ DE BEBER!

   "Partió las rocas en el desierto para darles agua como de un manantial burbujeante. Hizo que de la roca brotarán corrientes de agua, y que el agua fluyera como un rio"
                                           (Salmo 78:15-16)     

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