viernes, 13 de noviembre de 2015

Devociones: "Cuando derramo mi corazón a Dios".

"Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis".
                                                (Mateo 6:7-8)

      Cuando derramamos nuestro corazón a Dios como vaso que derrama el líquido que contiene, sucede el acontecimiento más hermoso de todos. Dios se regocija; ya que habremos hecho la oración más sincera, llena de clamor, amor, no importa si fue con las últimas fuerzas que nos quedaba; eso es lo de menos,nuestro Padre vio que su hijo, hija acudió a Él, su refugio.
    Dios es hermoso, es bello, majestruoso y aunque a veces parece estar en silencio, permíteme decirle que nunca en realidad lo está.
    Sí, es duro estar en un desierto espiritual y caminar largas horas, días, quizás meses y querer al menos divisar un rio con aguas cristalinas o un frondoso bosque con ricos frutos en sus árboles. Es una de las experiencias más duras que la mayoría de nosotros atravesamos.
    En el evangelio de Mateo, nuestro Señor y Salvador nos exhorta a orar, tener una comunicación con nuestro Padre sin usar vanas repeticiones o palabras quizás muy sofisticadas sino nace del corazón, sino son sinceras no tiene sentido hacerlo, y no piense que Dios no lo escuchará, él sabe todo pero sabrá también que algo faltó, quizás la presencia de usted; ya que su cuerpo puede estar presente en la oración pero si su espíritu no está dispuesto, entonces no habremos hecho en realidad mucho.
      Jesús bien claro dijo que Dios sabe todas las necesidades que tenemos, es decir Él sabe de aquel trabajo que aún no encuentra o de aquella calificación baja que desea subir, quizás de aquel joven o jovencita que han empezado a sentir algo hermoso por el otro, sabe de nuestras acciones al revés y derecho. Hacerle una trampita a nuestro Dios es imposible, esconder alguna actitud, palabra dicha, pensamiento simplemente no se puede.
   En el Salmo 62 nos habla de lo siguiente:

  En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación. Es mi refugio,, no resbalaré mucho. 
                                               (Salmo 62:1-2) 
    Si Dios es nuestro mejor refugio, no hay necesidad; por lo tanto, de buscar otros que parecen serlo. Dios es El Refugio.
    Dios es bueno, es fiel, es Amor y al amor no se puede ignorar, ya que se estará desperdiciando uno de los dones más hermosos dados.

  Su corazón está a punto de estallar, estállelo en presencia del Señor, vamos hermanos, su corazón tiene muchas cosas que contar a su creador, no le niegues ese gran privilegio. Dios lo está esperando, tiene los oídos listos para escucharlo, y tiene un refugio que brindarle. Solo decídase as hacerlo.

                    ¿POR QUÉ HOY NO? ES UN BUEN DÍA=)   

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