sábado, 22 de febrero de 2014

Devociones: "Porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustros"

"Porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada"
( 2 Samuel  24:24).


       Cuando a David se le indicó que ofreciera holocaustos donde el Señor habia detenido la peste. Arana presentó de inmediato un regalo que consistia en terreno, bueyes y leña para el fuego. Pero David insistió en comprar estas cosas. No ofreceria al Señor algo que no me costara.
      Sabemos que llegar a ser cristiano no cuesta nada, pero también debiéramos saber que una vida de discipulado genuino cuesta mucho. La religión que no cuesta nada no vale nada.
      Muy a menudo el grado de nuestro compromiso está determinado por consideraciones de conveniencia, costo y comodidad. Sí, iremos a la reunión de oración sino estamos cansados o no tenemos dolor de cabeza. Sí, enseñaremos en la clase Biblica siempre y cuando ésta no interrumpa un fin de semana en la montaña.
      Nos pone nerviosos orar en publico, dar un testimonio o predicar el evangelio, por lo tanto, permaneceremos en silencio. No tenemos deseos de trabajar predicando entre los marginados y los de la clase baja, por temor a los piojos o las moscas. Desechamos cualquier deseo de ir al campo de misión por el horror a las viboras o las arañas.
      A menudo ofrendamos solamente propìnas en lugar de sacrificios. Ofrendamos lo que nos sobra, a diferencia de aquella viuda que lo dio todo. Nuestra hospitalidad depende del importe de los gastos, las incomodidades y el desorden en nuestras casas, a diferencia del ganador de almas que decia que cada alfombra de su casa estaba manchada por el vómito de los borrachos que recibia. La disponibilidad hacia la gente necesitada llega a su fin cuando nos metemos en nuestra cama de agua, a diferencia del pastor que estaba dispuesto a levantarse en cualquier momento para dar asistencia espiritual o material.
     Con mucha frecuencia cuando Cristo nos llama, nos preguntamos "¿Cómo me beneficia esto?" o "¿Valdrá la pena?" La pregunta deberia ser "¿Es ésta una ofrenda que realmente cuesta?" Bien se ha dicho "En la vida espiritual es mejor dar que recibir".
     Cuando pensamos en lo que le costó nuestra redención al Salvador, es bien pobre el retroceder ante el coste y sacrificio por Él.

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