jueves, 9 de enero de 2014

Devociones: "Yo conozco que todo lo puedes"

"Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda dse tí" ( Job 42:2).

     Ningún propósito de Dios puede frustarse. El hombre puede ser perverso, pero Dios tiene Sus caminos. El hombre siempre tiene mucho que decir, pero Dios tiene la última palabra. Salomón nos recuerda que: "No hay sabiduria, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová" ( Proverbios 21:30). Jeremias añade su testimonio, diciendo así: "Es confirmado.....todo pensamiento de Jehová...." ( Jeremias 51:29).
   Los hermanos de José decidieron deshacerse de él vendiéndolo a una banda de madianitas.  Pero todo lo que lograron con eso fue llevar a cabo la voluntad de Dios. Los madianitas lo llevaron gratis a Egipto donde más tarde fue constituido como Primer Ministro y salvador de su pueblo.
     Cuando aquel hombre que habia nacido ciego recibió la vista y confió en el Salvador, los judios lo expulsaron de al sinagoga. ¿ Fue ésta una gran vioctoria para ellos? No, porque Jesús habia venido precisamente a sacarlo de allí porque es el Buen Pastor que: "a sus ovejas llama por nombre, y las saca" ( Juan 10:3). Así todo lo que hicieron fue ahorrarle el esfuerzo.
    La maldad de los hombres llegó a su máxima expresión cuando apresaron al Señor Jesús y lo mataron en una cruz. Más tarde. Pedro les recordó que Él fue entregado por "el determinado y anticipado conocimiento de Dios" ( Hechos 2:23). Dios anuló el gigantesco crimen resucitando a Cristo y haciendole Señor y Salvador.
     DFonald Gray Barnnhouse contaba la historia de un rico terrateniente que tenia hermosos árboles en su finca. "Pero tenía un cruel enemigo que cierto dia dijo para sí. "cortaré uno de los árboles y eso le lastimará". En la oscuridad de la noche el enemigo se deslizó sobre la cerca y fue al más hermoso de los árboles, y sierra y hacha en mano, comenzó a trabajar. Cuando apareció la primera luz d ela mañana vio a la distancia a dos hombres que venian a caballo por la colina, y reconoció que uno de ellos era el propietario de la finca. Apresuradamente empujó la cuña y dejó caer al árbol pero una de las ramas le aprisionó y le clavó en tierra, hiriéndole tan gravemente que murió. Antes de exhalar su último suspiro, decia a gritos: "Qué bién que corté tu hermoso árbol", mas el propietario de la hacienda viéndolo con lástima le dijo: "Este hombre que viene conmigo es un arquitecto. Habíamos planeado construir una casa, y era necesario cortar uno de estos árboles para hacerle espacio; y es éste precisamente, en el que has estado trabajando  toda la noche."

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