martes, 10 de diciembre de 2013

Devociones: "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espiritu"

"No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espiritu, ha dicho Jehová de los ejércitos" (Zacarias 4:6).

    Este versiculo contiene la importante verdad de que la obra del Señor no se lleva a cabo por medio de la fuerza y el ingenio humano sino por el Espiritu Santo.
    Lo vemos en la caida de Jericó. No fue el ejército de Israel el que hizo que las murallas cayeran. Fue el Señor quien entregó la ciudad en sus manos cuando los sacerdotes tocaron las trompetas siete veces.
    Si hubira dependido de un enorme ejército. Gedeón nunca habria derrotado a los madianitas, ya  que su ejército habia sido reducido a tan sólo trescientos hombres. Y su armamento poco convencional consistia en cántaros de barro con antorchas en su interior. Sólo el Señor pudo haberles dado la victiria.
     Elias eliminó deliberadamente cualquier posibilidad de que la fuerza o el poder humano pudieran prender fuego al altar, derramando sobre él doce cántaros de agua. Cuando el fuego descendió, no hubo lugar a duda en cuanto a su origen divino.
     Abandonados a su propio ingenio, los discipulos no pudieron pescar nada durante toda la noche. Esto dio oportunidad para que el Señor les mostrara que debian buscarle si querian ser verdaderamente eficaces en el servicio.
     Es fácil que pensemos que el dinero es la necesidad más grande en el servicio cristiano. En realidad, esto no es así, y nunca lo será. Hudson Taylor tenia razón cuando decia que no debemos temer a la falta de dinero, sino a la abundancia no consagrada del mismo.
   O recurrimos a politiqueria clandestina, o programas promocionales muy dinámicos, a la manipulación psicológica de la gente o a una astuta oratoria. Nos entregamos a vastos programas de construcción y a edificar un imperio de organización, pensando vanamente que éstas son las claves del éxito.
   Pero la obra de Dios no avanza con el poder, ni con la fuerza, ni con cualquiera de estas cosas. Es con el Espiritu del Señor.
  Mucha de la llamada "obra cristiana" en nuestros dias podria continuar sin el Espiritu Santo. Pero la verdadera obra cristiana es la que hace que Él sea lo indispensable cuando se libra la batalla espiritual, no con armas carnales sino con oración, fe y la Palabra de Dios.

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