Devociones: "Sufrimientos".

"Los sufrimientos de este tiempo no son nada, de ser comparado con la gloria que se nos ha de ser revelada".
                                        (Romanos 8:18)

    La final de la Copa de Europa de fútbol fue disputada en Sevilla en el año 1986. El Rey de España prometió un "Mercedes Benz" para el mejor jugador de la final, y éste fue DUCADAM, el portero del Steaua de Bucarest, que habia ganado la copa al Barcelona F.C. . Ducadam  fue el verdadero héroe del partido, al parar todos los penalties que se lanzaron contra su portería, después de que el partido finalizase con empate sin goles. Después de que ese partido, nunca se supo más de Ducadam, hasta hace muy poco, con la apertura de los regímenes comunistas. Según parece, cuando el equipo regresó a Rumanía, alguien cercano al dictador Ceauceseu decidió quedarse con el coche que Ducadam había ganado, y como éste no estaba de acuerdo, se dice que los esbirnos del dictador le rompieron los dedos a martillazos.
    La vida está llena de sufrimientos incomprensibles. Muchas veces nos  preguntamos los "porqués" de muchas situaciones.....y parece que no existen respuestas. Cada día escuchamos más y más historias que no comprendemos. Historias llenas de maldad de odio, de sufrimiento. Cosas que parecen ilógicas. Pero lo peor es cuando todo eso ocurre a nosotros. Si el sufrimiento no tiene sentido, mucho menos lo tiene cuando ocurre en nuestra vida.
     ¡Cuántas veces lo hemos visto! Y quizás en la persona menos merecedora de ese sufrimiento. Cuántas veces hemos visto caer en la más profunda oscuridad de dolor a un  siervo de Dios, a una mujer extraordinaria, aun hombre o una mujer consagrados al servicio de los demás.....Cuántas veces hemos sabido de accidentes que se llevan niños; problemas económicos irresolubles para quien sólo ha hecho el bien; padres modélicos, cuyos hijos se han marchado de casa; la mejor mujer del mundo abandonada por su marido, y cientos de ejemplos más. Ejemplos de sufrimiento. Ejemplos incomprensibles.
    Dios permite que preguntemos los "porqués" de cada situación. Dios no nos echa en cara que nos volvamos hacia Él cuando NO entendemos algo. Y la pregunta más impresionante: ¿Por qué me sucede ésto a mí? Después de darlo todo (la vida incluso) para la gloria de Dios ¿Por qué me ocurre a mí?....Y el día y la noche se llenan de preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?.
    Dios conoce el sufrimiento tanto como nosotros. Él dio a su propio hijo para ser muerto por sus enemigos. Y no olvidemos que cuando Jesús estaba en la cruz, llevaba consigo TODO el sufrimiento del mundo. Nadíe ha sufrido sin que su sufrimiento fuese llevado por el Señor. Sólo Él puede comprender nuestras preguntas. Sólo en Él podemos encontrar consuelo.
    
         Sólo uno sufrió el desamparo total de Dios, para que nosotros no fuésemos nunca desamparados.

    Señor, Dios nuestro ¿por qué está sucediendo esto en mi vida?....Gracias por estar conmigo, gracias por escucharme y comprenderme, gracias por ayudarme y consolarme.