domingo, 28 de julio de 2019

Devociones: "Injusticias".

       "Cuando por causa mía os ataquen con toda clase de mentiras".
                                          (Mateo 5:11)

    Uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos fue EDDY MERCKX. Además de buen ciclista fue deportivo cien por cien en todos sus actos. Merckx ya había ganado el Giro 68 cuando iba en primer lugar en el Giro de Italia 69, y amenazaba con batir el record del italiano Fausto Coppi, (había ganado 5. Giros)  En una de las últimas etapas, la organización  dice que Merckx ha dado positivo en un control antidoping, y lo descalifica. Nadíe se lo cree. Meses más tarde se recibe una carta en la que un espectador reconoce haber dado a Merckx un botellín con líquido "adulterado" en el transcurso de la carrera. Eddy Merckx vuelve el año siguiente, y gana el Giro.
    Es una situación muy difícil: sólo tú mismo sabes que no has hecho aquello de lo que te acusan. Todos lo creen a pesar de tus explicaciones y de lo que haya ocurrido en el  pasado, basta una pequeña mentira para hacer que todos nos vuelvan la espalda. Y entonces, no sabemos que hacer, porque pocas cosas desanima tanto como las que no son ciertas. Son las miles de "pequeñas injusticias" que ocurren cada día.
    El Señor Jesús pasó también por todo esto. Nunca se dijeron tantas mentiras de alguien como de Él. Nadíe había hecho tanto bien a la humanidad (ni nadíe lo hará) como Él, y sin embargo, a la primera oportunidad todos inventaron cientos de mentiras para condenarle. Es la envidia del impotente, la rabía del que se sabe inferior, el cinismo del que no es capaz de conseguir las cosas de otra manera. Pequeñas mentiras, pequeñas acusaciones....grandes injusticias.
    Dios dice que las cosas no terminan así, porque Él mimo es quien controla la historia. La del mundo y la de cada uno de nosotros. Por eso nos enseña que no nos preocupemos si dicen mentiras de nosotros por causa de Él. Él mismo se ocupará de dejar las cosas en su sitio, a su tiempo. En el momento más apropiado. Porque Dios siempre hace que la verdad triunfe: no permite que el malo domine la historia para siempre. Dios dijo la primera palabra del Universo, y dirá también la última.
   Sé que es fácil decirlo, pero debemos aprender a contener nuestras reacciones hasta el final hasta el momento en el que Dios revela públicamente la verdad. Mientras, es necesario confiar en Él, a pesar de las acusaciones en nuestra contra, a pesar de los malos momentos. Dios nunca ha dejado que las cosas terminen así.

         La principal característica de la verdad es no quedar escondida. 

  Señor, quiero poner delante de Tí esta situación.....y todo lo que se está diciendo de mí.....Estoy en tus manos, y sé que Tú dirás la última palabra. 

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