sábado, 8 de diciembre de 2018

Devociones: "Un tiempo para todo".

"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora".
                                          (Eclesiatés 3:1)

    Hace poco, mientras viajaba en avión, observé a una madre y sus hijos. Uno de los pequeños jugaba tranquilo, y ella miraba a los ojos de su recién nacido, le sonreía y le acariciaba la mejjilla. Él la contemplaba estasiado. Disfruté del momento con cierta melancolía, al pensar en mis propios hijos a esa edads y en la etapa que ya había pasado.
    Sin embargo, reflexioné sobre las palabras del rey Salomón en el libro de Eclesiastés sobre "cada actividad bajo el cielo" (v.3:1) Mediante una serie de opuestos, él expresa que "todo tiene su tiempo" (v.1) "tiempo de nacer, y tiempo de morire; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado" (v.2). Quizá el rey Salomón se desespoeraba en esos versículos al ver lo que percibia como el ciclo insignificante de la vida. Pero también reconoció el rol de Dios en cada etapa que nuestro trabajo es un "don de Dios" (v.13) y que "todo lo que Dios hace será perpetuo" (v.14)
    Podemos recordar épocas de nuestra vida con nosatalgía, como cuando recordaba a mis hijos cuando eran bebés. Sin embargo, sabemos que el Señor promete estar con nosotros en cada etapa de nuestra vida (Isaias 41:10). Podemos contar con su presencia y  descubrir que nuestro propósito está en caminar con Él.
   Señor, gracias porque me guías a través de cada etapa y siempre estás conmigo.

                       Dios nos concede cada etapa de nuestra vida. 

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