viernes, 7 de diciembre de 2018

Devociones: "Quemé mi Biblia".

             "La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre".
                                          (Isaías 40:8)
"En mi corazón he guardado tus dichos......Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra.....Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley".
                                    (Salmo 119:11, 17-18)

    La escena ocurrió en un país totalitario del este europeo. A pesar de la vigilancia discreta de nuestros "guias" (policías), pudimos entrar en un pequeño café, propiedad de una pareja creyentes. En el fondo de la sala tuvimos una corta conversación con nuestro hermano en Cristo. Este parecía muy desanimado y nos explicó: "Al principio todo iba bien, el restaurante prosperaba, luego poco a poco se hicieron sentir las presiones. Éramos la única fmilia cristiana. La casa fue inspeccionada varías veces por el organismo de seguridad. Tuve miedo y quemé mi Biblia".
    Comprendimos el sufrimiento y la pena de este amigo. Oraciones cortas y fervientes elevamos en voz baja hacia el señor. Luego nos separamos.
    Algunos días después, antes de nuestra partida, volvimos a ver a nuestro hermano. Nos sentimos felices al constatar que había vuelto a hallar su confianza en Dios, y nos piudió que sigiéramos orando por su familia.
    Amigos creyentes de los paises que gozan de libertad religiosa. ¿valoramos el privilegío de poseer Biblias libremente? ¿Aprovechamos esta libertad de poder leerla sin temor? El autor del (Salmo 119:162) escribió: "Me regocijo en tu Palabra como el que halla muchos despojos. ¡No descuidemos este tesoro que Dios nos otorgó y oremos fervientemente por nuestros hermanos en la fe que son privados de ese privilegio!.  

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