sábado, 22 de diciembre de 2018

Devociones: "Un gran contraste".

"El Hijo del Hombre (Jesús) no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos".
                                       (Mateo 20:28)
         "Dios, quien le resucitó de los muertos y le has dado gloria".
                                      (1 Pedro 1:21)

     El Hijo de Dios se humilló y vino a la tierra tomando un cuerpo humano para acercarse a los hombres y salvarlos. Durante su vida demostró lo que Dios es: amor, luz, bondad, compasión.....todo lo que Dios quería encontrar en los hombres. ¡Qué contraste entre la manera de ser o de  actuar de Jesús y la nuestra!.
     ---Nosotros buscamos la comodidad, pero Jesús nació en un establo y no tuvo domicilio fijo.
     ---Nosotros vamos tras la riqueza y los honores, pero Jesús decidió vivir en la pobreza y en la humildad.
     ---A nosotros nos gusta que nos vean en compañia de gente importante. Mas él se preocupó sobre todo de los desdichados y heridos por la vida.
    EL apóstrol Pedro nos recuerda cómo fue la vida de Cristo: "No hizo pecado, ni se halló engaño en su boca, quien cuando le maldecian, no respondia con masldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente" (1 Pedro 2:22-23). Esta actitud denunciaba la de los hombres de su tiempo, por ello la gente no lo quiso y respondió con odío a su amor. ¡Lo crucificaron!.
    ¡El contraste más grande se puede ver en la cruz! Cuando el odio de todos se enseñó contra él, la infinita profundidad del amor de Dios se manifestó a favor de nosotros, seres llenos de maldad, ¡Jesús llevó sobre sí mismo el castigo por nuestros pecados, por nuestros ultrajes a Dios!.  

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