martes, 16 de mayo de 2017

Devociones: "¿Quién eres? ".

De vez en cuando, leo de algunos que se ofenden porque no han sido tratados con el respeto y la diferencia que creen merecer. "¿Sabe quién soy yo? ", gritan indignados. Y esto nos recuerda el dicho: "Si tienes que decirle a la gente quien eres, probablemente no seas quien crees ser". El extremo opuesto de esta arrogancia se ve en Jesús; incluso cuando su vida se acercaba al final.
     Jesús entró en Jerusalén en medio de los gritos de alabanza del pueblo
(Mateo 21:7-9). Cuando otros habitantes de la ciudad preguntaron: "¿Qué es éste? ", las multitudes respondieron: "Este es Jesús el profeta, de Nazaret de galilea" (Mateo 21:10-11). Él no apareció reclamando privilegios especiales, sino que, con humildad, vino a entregar obedientemente su vida.
      Las palabra de Jesús  y sus obras merecian respeto. Sin embargo, a diferencia de los gobernantes inseguros. Él nunca exigió que los demás lo respetaran. Sus horas más angustiosas parecen ser sus puntos de mayor debilidad y fracaso. No obstante, el poder de su identidad  y misión lo ayudaron a atravesar esos momentos, cuando murió por nuestros pecados para que pudiéramos vivir en su amor.
    El Señor es digno de una vida de devoción. ¿Reconoces quién es Él?.

   "Después de haber visto a Jesús, ya nunca puedes ser el mismo".

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