domingo, 14 de febrero de 2016

Devociones: "Sueño con una Iglesia".

Sueño con una Iglesia en donde todos podamos ser hermanos, en donde no exista distinción alguna, en donde todos seamos iguales y en donde predomine el amor por Dios, en donde en lugar de pisotear al caído podamos darle al mano y ayudarlo a levantarse, al necesitado se le pueda no solo extender una oración sino también una acción.
    Donde la crítica no sea destructiva y en donde cada comentario o propuesta lleve el fin de bendecir en lugar de destruir, que entienda lo imperfecto que somos y comprenda que vamos en un camino de perfección, que no se sirva por imposición, sino por disposición, que actúe más de lo que habla, que muestre más que lo que grita, que refleje más de lo que sabe, que la teoría se vuelva práctica, que reciba a los suyos en amor, que en lugar de volverle la cara, pueda poner su capa, que en lugar de golpear ponga la mejilla, que el único con quien pelea es contra el pecado y no contra sí misma, que se fije más en lo que Dios tiene que decirle que en quien lo dice, que abra su corazón para que Dios ministre y no en una que cierra su corazón a través del perjuicio y orgullo.
    Que sea sensible a la presencia de Dios, con una Iglesia que sea audible a la voz de Dios, y que sobre todo se deje llevar por donde Dios la quiere llevar,que sea obediente a lo que Dios nos dice y que sobre todo que anteponga la voluntad de Dios a la de sí misma.
   Que no hable tanto de lo material, sino que se enfoque en lo espiritual, donde el dinero solo sea una herramienta y no el fin, en donde se invierta realmente en lo que se debe invertir y no en comodidades entre cuatro paredes, que ame a Dios y que viva cada día con la intención firme de quererlo agradar en todo lo que hace, que se ponga de pie en cada tropiezo y vuelva a intentarlo y no que caiga y no se levante, que un día entienda que Dios no tiene favoritos y que todos tenemos la misma probabilidad de ser bendecidos por Dios si tan solo lo buscamos de corazón, sin complejos, que viva una vida cristiana verdadera y que sobre todo la disfrute.
     Que no viva para el ojo humano, sino para el ojo Divino, que reconozca sus límites y que se hace fuerte en sus debilidades, que anhele el regreso de nuestro Señor Jesucristo y  que viva cada día con la esperanza de que ese día el Señor vendrá por ella, que antepone lo espiritual a lo carnal, que emplea sin cesar ante los deseos de la carne y no se deja manipular por ellos, mas se rinde al Señor para que sea Él quien le de la capacidad de vencer sobre cualquier tentación.
     Que anhelee intente parecerse cada día a Jesús, que actúe como Él, que hable como Él, que tenga la capacidad de ver cómo veía Jesús, que no se divida, sino que se una, que entienda que en la eternidad estaremos todos juntos alabando al Señor y exaltándolo, que un día se casara con el novío y vivirá con Él por toda la eternidad, y de la cual tú y yo seremos parte.
  
                               SUEÑO CON ESA IGLESIA.....

      "El Espíritu de Dios y la esposa del Cordero dicen: "¡Ven, Señor Jesús! ".
     Y todos los que estén escuchando digan: "¡Ven, Señor Jesús! ".
   Y el que tenga sed y quiera agua, que venga y tome gratuitamente del agua que da vida eterna".
                                 (Apocalipsis 22:17) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario