lunes, 22 de febrero de 2016

Devociones: "La ciencia y la fe (2)".

A las tinieblas ponen término, y examinan todo a la perfección...¿De dónde, pues, vendrá la sabiduria? ¿Y dónde  está el lugar de la inteligencia?
                                         (Job 28:3, 20)

                                   La ciencia y la fe (2)

     Por muy útil que sea la ciencia y por muy peligrosa que sea también en sus aplicaciones, sólo es eficaz en el campo físico, material o social. No obstante, se le escapa totalmente la dimensión moral y espiritual que el hombre también posee. Esta dimensión produce en él necesidades y aspiraciones que no puede llenar por sí mismo. Para ser totalmente feliz, el, hombre necesita una relación que sólo Dios puede dar, y que de hecho da. Esta revelación se halla en su Palabra, la Biblia.
    La Biblia declara qué es el hombre. Ella misma se compara a un espejo (Santiago 1:23). Describe las grandes capacidades intelectuales del ser humano, quien examina "todo a la perfección...." (Job 28:3), y ella también muestra su decadencia moral: "No hay justo, ni aun uno" (Romanos 3:10). Y esta decadencia da como resultado la muerte.
   Pero la Biblia también revela al Dios creador de todas las cosas, quien también es el Dios Salvador. Vino a nosotros en la persona de Jesucristo, por medio de quien y para quien fueron creadas todas las cosas. Aún hoy Dios ofrece su salvación a todo hombre que, sin confiar en sus conocimientos, confiesa su miseria moral.
    La Biblia no es un libro de ciencia, y la ciencia no se opone a la Biblia cuando es bien comprendida. Al contrario, la ciencia reconoce sus propios límites. Tanto el científico ante las imágenes de su telescopio como el investigador que escruta lo infinitamente pequeño, pueden declarar: "Maravillosas son tus obras; estoy maravillado,y mi alma lo sabe muy bien" (Salmo 139:14).

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