domingo, 13 de agosto de 2017

Devociones: "Échame a Mí la Culpa".

Si no estás conforme con tu nacimiento, puedes culparme a mí, por aún desde el principio te pensé y deseé crearte crearte.
    Yo te diseñé, te dí matices hermosos para que fueras único y te sintieras especial, eso que a veces no valoras de ti y que cuestionas, es lo que te hace particular y auténtico.
    Si quieres huir, correr de mi lado, escaparte de mi presencia porque no te agrada lo que estás viviendo y sientes que nadie te quiere ni te comprende; échame a mí también la culpa. Me declaro culpable por estar seguro de que serías más fuerte de lo que imaginas y que podrías desafiar cualquier reto con mi ayuda. Por considerar que recordarías que en los momentos más difíciles de tu vida yo estaría acompañándote aunque no me vieras ni sintieras.
    Soy culpable inexorable de amarte infinita e incondicionalmente, De dar vida por ti, de querer por siempre abrazarte. No tienes límite este afecto sin medida que tengo por ti.
   Pero tí insiste en ir de forma contraria, en querer caminar a solas y distanciado de mí.
   Soy responsable de darte la vida, de querer que vivas rectamente y que disfrutes plenamente de todo lo que he creado parta ti.
    No soy responsable de las decisiones que tomas a la ligera, del dolor que arrastras cuando pecas. No tengo la culpa del daño que te haces a ti mismo. El mal no proviene de mí.
    Pero hay algo que quiero que sepas, independientemente de todo lo que hagas, digas o cuestiones y es lo siguiente:

    Nada hay que puedas hacer que mi amor mengue por ti, nada puede apartarme ni dejar que yo desee una vida mejor para ti.
    Mi esencia es el amor. Nadie hay que pueda amarte igual o más que yo, porque aunque eres mío, te dejo elegir.
    Solo espero que algún día dejes de culparme y me ames tanto como yo a ti te amo.  

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