sábado, 17 de octubre de 2015

Devociones: "Una fe segura".

La semana pasada lleve a uno de mis sobrinos a una tienda para que escogiera el juguete que más le gustara, pues se lo iba a obsequiar. Vi en él aquellos ojos de un niño muy feliz por saber que su tio le iba a comprar el juguete que el quisiera.
    Paso varios minutos recorriendo los pasillos y viendo cada juguete que se encontraba en los estantes. Después de un buen rato, le pregunté si ya se había decidido, con una carita de apenado  me dijo que todavía no, que tenía tres juguetes y no se había decidido. Le dije que me llevara a verlos, note en el un cierto temor a que no se lo quisiera comprar, pero en mi intención ya estaba comprarle el que el quisiera, no importando el precio, así que fui, observe los tres juguetes y le dije que eligiera entre dos de ellos, que cualquier de esos parecía excelente.
    Entonces fue allí cuando me lleve una sorpresa agradable, el me dijo literalmente: "Este me gusta, (se refería a un robot de armar estilo lego), pero me lo van a dar en estos días, así que mejor este otro", me extraño saber que se lo iban a dar en esos días, entonces le pregunté curiosamente sobre quien se lo iba a dar, entonces su respuesta fue: "Es que estoy participando en un concurso y el premio es ese juguete, entonces me lo van a dar", a lo que le respondí: "¿Quiere decir que ya te lo ganaste? ", entonces él me respondió de una manera sería y segura: "No tio, pero me lo van a dar, es que TENGO FE" y termino con: "Hay que tener FE tio",  me quede sorprendido, porque él no estaba bromeando, me lo dijo de una forma tan serena, segura y al mismo tiempo dándome una lección.Quede unos segundos asimilando lo que me habia dicho y me sorprendió a tal punto que me sentí tocado a comprarle también ese juguete por la fe que estaba mostrando.
   Estos días he tenido tan presente ese episodio en mi mente y al mismo tiempo he reflexionado sobre lo mucho que me falta en ocasiones tener esa fe segura, esa fe sería, esa fe de que las cosas se cumplirán porque confió en que Dios lo hará.
    En los días de Jesús, el Maestro se sorprendió por la fe un Centurión el cual creyó en que solo bastaba una orden de Jesús para que su siervo fuese sano. A diferencias de otros el Centurión no necesitaba que Jesús fuese y tocase a ese hombre, sino que bastaba con sus palabras, su orden y el milagro que esperaba sucedería. Jesús maravillado de la fe de este hombre dijo: "Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviendose, dijo a la gente que le seguia: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe" (Lucas 7:9)

   ¡TEN FE EN LO QUE DIOS HARÁ Y ENTONCES RECIBIRÁS LAS RESPUESTAS QUE HAS ESTADO ESPERANDO!

   "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).

   

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