domingo, 15 de febrero de 2015

Devociones: "El milagro de un hijo".

Hoy hago un llamado a aquellos hombres y mujeres que han tenido la gran bendición de ser padres y madres, pero que en medio de sus temores y su falta de responsabilidad, deciden rechazarlos, maltratarlos o abandonarlos.
    Muchas personas creen que un bebé no se da cuenta de las cosas, o no siente ni sabe lo malo que sus padres dicen y hacen; lo cierto es que incluso desde el vientre de su madre ellos pueden experimentar cada emoción y sentimiento de sus padres y de aquellos que se encuentran a su alrededor. Con mayor razón, los niños(as) que ya han nacido y que les toca ver o vivir situaciones en las que diariamente están expuestos al maltrato y al menosprecio, quedan marcados en su interior con tales experiencias neagtivas, las cuales perjudicialmernte a lo largo de su desarrollo espiritual psicológico, fisiológico y social.
     Padres madres, valoren el hermoso regalo que Dios les ha brindado "el milagro de un hijo"; ustedes tienen una gran responsabilidad delante del Señor y a Él darán cuentas de cada experiencias, instrucción, enseñanza y ejemplo que le ofrecen a sus pequeños. Cuídenlos ámenlos y traten de brindarles lo mejor de ustedes cada día; sean ustedes imitadores dignos de nuestro Señor Jesucristo, para que sus hijos puedan imitar el digno ejemplo que ustedes les dan. La mejor herramienta que tienen para formar a sus hijos como hombres y mujeres de bien, es la Palabra de Dios; léanla, escudríñenla y úsenla para relacionarse adecuadamente con sus hijos, verán cuán diferente es educarlos bajo la dirección de Dios.
     Bendigo sus vidas y la vida de su descendencia, le pido a Dios bondad y que derrame sobre cada uno de ustedes una unción especial para que puedan instruir y guiar a sus hijos conforme su divina voluntad y el día de mañana puedan disfrutar de la gran cosecha que negociarán por las buenas siembras que hacen cada día en la vida de sus hijos. "No se engañen ustedes mismos, porque de Dios no se burla nadie. Uno cosecha lo que siembra" 
(Gálatas 6:7).
     Pidan perdón a Dios en el nombre de Jesucristo, por todos los errores que como padres han cometido. El Señor no desprecia un corazón arrepentido. Él tendrá misericordia y les concederá su perdón; además, les dará la sabiduría, el amor y la conciencia que necesitan para seguir educando a sus hijos según sus propósitos. Y pidan perdón a sus hijos también en el nombre de Jesucristo, para que sus corazones sean sanos y puedan obtener la libertad que sólo por medio de Cristo Jesús podemos alcanzar. "Si decimos que no pecamos, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros; pero si confesamos nuestros pecados, Dios nos perdonará. Él es fiel y justo para limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:8-9).
  "Si alguno de ustedes le falta sabiduria, pidela a Dios, y Él se la dara. Dios es generoso y nos da todo con agrado".  (Santiago 1:5).
   Si se cansan de pedir, y Dios les dará; sigan buscando, y encontrarán; llamen a la puerta una y otra vez, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abrirá" (Mateo 7:7-8).

    ¡PADRE CELESTIAL, ACOGE CON TU AMOR PATERNAL A AQUELLOS PEQUEÑOS QUE NO TIENEN HOY EL AMOR DE SUS PADRES, EN EL NOMBRE DE JESÚS. AMÉN!. 

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