sábado, 16 de diciembre de 2017

Devociones: "Conversión Continua".

".....si no os volvéis y os hacéis como niños, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos".
                                          (Mateo 18:3)

     Estas palabras de nuestro Señor se refieren a nuestra conversión inicial, pero deberíamos seguir acudiendo a Dios como niños, convirtiéndonos continuamente cada día de nuestras vidas. Si confiamos en nuestras propias capacidades, en lugar de en las de Dios, produciremos consecuencias por las cuales Dios nos tendrá como responsables. Cuando Dios por Su soberanía, nos introduce en situaciones nuevas, deberíamos de inmediato cerciorarnos de que nuestra vida natural se somete a la espiritual, obedeciendo las órdenes del Espíritu de Dios. Sólo porque hayamos respondido positivamente en el pasado no hay garantía de que volvamos a actuar así. La respuesta de lo natural a lo espiritual debería ser una conversión continua, pero ahí es precisamente donde tantas veces rehusamos obedecer. No importa cuál sea nuestra situación, el Espíritu de Dios permanece inmutable y Su salvación, inalterada. Pero debemos "vestirnos del hombre nuevo....." (Véase Efesios 4:24). Dios nos considera responsables cada vez que rehusamos convertimos a nosotros mismos, y ve nuestro rechazo como una desobediencia voluntariosa. Nuestra vida natural no debe controlarnos: Dios ha de regir en nosotros.
    Rehusar convertirse continuamente pone una piedra de tropiezo en el crecimiento de nuestra vida espiritual. Hay áreas de voluntariosidad en nuestras vidas  en las que  nuestro orgullo derrama menosprecio sobre el trono de Dios y dice: "No pienso someterme". Deificamos nuestra independencia y voluntad y llamamos a ambas cosas por nombres equívocos. Lo que Dios califica como una terca debilidad nosotros lo llamamos fortaleza. Hay áreas enteras de nuestras vidas que no han sido llevadas aún al sometimiento, y esto sólo puede conseguirse a través de esta conversión continua. Con ella, de forma lenta pero segura, podemos reclamar todo el territorio para el Espíritu de Dios.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario