martes, 21 de febrero de 2017

Devociones: "Obedecer primero a Dios".

Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre...ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros....Mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
                                     (1 Pedro 3:15-17)

    En 1940, Aristides de Sousa Mendes fue cónsul de Portugal en Burdeos (Francia). Tenía 55 años y era padre de numerosos hijos. Ante la afluencia de refugiados que huían del avance enemigo, este hombre se encontró ante una decisión difícil, pues las autoridades de su país le ordenaron no expedir visas a los extranjeros, sobre todo a los judíos. Después de varías noches de oración, en la mañana del 17 de Junio de 1940, Aristides tomó su decisión: expediría visas sin distinción de raza o de religión. Se cuenta que Aristides dijo  en aquel entonces: "Si tengo que desobedecer, prefiero que sea a una orden de los hombres y no a una orden de Dios". Gracias a su valentia se salvaron más de 30.000 personas. Este hombre terminó sus días en la pobreza, y solo después de su muerte, su país le dio un reconocimiento.
    Normalmente el cristiano no tiene que enfrentarse a un dilema tan grande, sin embargo, incluso en las situaciones más símples, el principio es el mismo: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29). El cristiano debe permanecer sumiso a las autoridades, al gobierno  de su país y a sus jefes, pero esta sumisión termina cuando esas autoridades se oponen a la enseñanza de la Biblia. Un creyente al que se le pide, por ejemplo, mentir al teléfono o justificar una falsa factura, se halla ante una decisión dificil, porque a su alrededor estas prácticas son "normales". Pero, si es fiel, tal vez el primer resultado sea dar testimonio de su fe en un lugar donde no hubiese podido hablar en otras circunstancias. 

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