sábado, 3 de diciembre de 2016

Devociones: "El Precio de tu Bendición".

Y si tú de mañana buscares a Dios y rogares al Todopoderoso, Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, y hará prósperar la morada de tu justicia y aunque tu principio haya sido pequeño tu postrer estado será muy grande.
                                             (Job 5:6-8)

      Cuántos anhelamos ver reflejadas las bendiciones de Dios en nuestras vidas, muchos queremos servir al Señor y que él nos use de una manera sorprendente, ansiamos bendiciones espirituales, económicas, ministerios y dones, pero lamentablemente nosotros no hacemos nada al respecto, queremos obtenerlas sin pagar el precio ni dar anda a cambio, simplemente deseamos que las cosas aparezcan como por arte de magia y a lo mejor ni siquiera las merecemos.
     Sabes a veces ni es necesario decirle a Dios lo que necesitamos, porque él conoce nuestros pensamientos, necesidades y anhelos, el desea bendecirnos y que no nos haga falta nada, pero la realidad es que en muchas ocasiones somos nosotros mismos quien bloqueamos y dejamos perder las bendiciones que Dios nos ha preparado.
     Peor no debemos de preocuparnos, ni darnos por vencidos si queremos ver el favor y la gracia de Dios en nuestras vidas porque la solución está en nuestras manos y hoy quiero compartir dos de ellas contigo:

  1-. Si tú de mañana buscares a Dios: Es necesario buscar a Dios a cada momento, debemos de adorarle y exaltarle, su alabanza debe permanecer de continuo en nuestra boca, pero en el texto citado nos expresa "De mañana" un momento perfecto para estar a solas con Dios, en el cual no tienes distracciones y permites que Dios tome el primer lugar en tu vida, yo se que nuestro Señor se pondrá muy contento al ver que sus hijos dejan por un momento sus sueños para buscar su rostro, para tener una intimidad con él, porque su palabra nos dice: "Yo amo a los que me aman y me hallan los que temprano me buscan" (Proverbios 8:17). Yo te invito que hagas un esfuerzo, que te levantes de mañana cuando el sol ni siquiera estás por salir y te aseguro que tus días no serán iguales porque empezarás tu día agarrado de la mano de Dios.
 2-. Si fueras limpio y recto: Nuevamente vemos que el Señor nos demanda obediencia, el quiere que permanezcamos fiel a él, que no existan en nosotros nada que nos aparte de su presencia, que seamos íntegros y conforme a su corazón.
     Y en ese momento cuando Dios ha visto nuestra ofrenda de adoración y obediencia, cuando hemos buscado su presencia sin esperar nada a cambio, entonces decide bendecirte, recompensar tu esfuerzo. Y en ese instante abre las ventanas de los cielos para derramar bendiciones abundantes en tu vida, pero sabes que no son bendiciones pequeñas sino que son mayores que las primeras, el comienza a bendecir tu casa, tu trabajo, tu Ministerio y aun tu familia y si tu principio fue pequeño tu postrer estado será muy grande, porque su gracía estará contigo.

                             ¿Estás dispuesto a pagar el precio? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario